Victor R. Samillan Gonzales
La historia Universal nos
enseñó, que sobre la faz del planeta tierra, la existencia de los imperios de
dominación social, política, económica y militar, todos sin excepción, tuvieron
su auge, su cúspide, se mantuvieron en una meseta y terminaron en decadencia.
¿Será que el imperio del norte ya le está llegando su final?
Un cambio del papel del dólar
en el sistema monetario mundial, sería el fin de la supremacía económica de
este imperio.
Lea detenidamente este
artículo sobre guerra económica mundial. Muy interesante.
Saludos
Ante la sucesión de
acontecimientos en el plano económico internacional, creemos oportuno poner al
alcance del lector en español la visión magistral que el analista ruso Dmitry
Kalinichenko expuso en un reciente artículo sobre la guerra económica que ha
estallado entre Rusia (y demás potencias del BRICS), y los EEUU (y sus
aliados).
Como se sabe, el petróleo ha
caído por debajo de los 70 dólares el barril por primera vez desde junio de
2010. Solo el día de Acción de Gracias en EEUU cayó un 6% en 24 horas. El
precio del crudo se ha reducido más del 25% en los últimos 50 días de
negociación. La gente está contenta de que la gasolina esté barata (sic), pero
lo que está detrás es muy preocupante.
El portal Business Insider
atribuyó la reciente caída en los precios del petróleo, entre otras cosas, a un
exceso de oferta global. Pero esto es lo que la Reserva Federal quiere hacernos
creer.
Acabando la Segunda Guerra
Mundial, el petrodólar reemplazó al modelo estándar de precios basados en el
oro en EEUU. El problema es que, actualmente, EEUU tiene una deuda aplastante,
y el modelo estándar de precios basados en el oro lo abandonó hace mucho
tiempo.
Hasta hace muy poco, si una
nación quería comprar crudo tenía que comprar dólares a la Reserva Federal para
completar la compra. Si se produce una desestabilización, ya sea en el precio del
petróleo o en el valor del dólar, ambos se derrumban. Ante esto, los BRICS han
hecho una gigantesca inversión en oro bajo el liderazgo de Putin.
Hace dos años China inició la
compra de petróleo iraní en oro. India ha seguido el ejemplo, como también los
rusos. Los días del “petrodólar” están contados; por tanto, también el respaldo
al dólar. Los BRICS están negociando el oro entre ellos y todos van a abandonar
el dólar a la vez. Si la Reserva Federal se derrumba, el holocausto económico
resultante hará que EEUU sea una nación irreconocible dentro de poco tiempo. Y
las más grandes fortunas del país se irán por el retrete de un día para otro.
Es en este contexto donde se
enmarca el texto de Kalinichenko, comenzando por hacernos ver que las
acusaciones occidentales contra Putin tradicionalmente se centran en el hecho
de que sirvió en el KGB. Y añaden que es un hombre austero, autoritario y demás
lindezas; muy del estilo de los corruptos dirigentes occidentales, para los que
Putin tiene la culpa de todo. Sin embargo, curiosamente, nadie ha acusado a
Putin de falta de inteligencia. Cualquier ataque contra Putin suele ir
acompañado de un reconocimiento de su capacidad para el pensamiento analítico y
para tomar de inmediato decisiones políticas y económicas claras y ajustadas.
Los medios de comunicación occidentales a menudo comparan esto con la capacidad
de Putin para jugar a una especie de ajedrez relámpago. La evolución reciente
de la economía de EEUU -y Occidente en general- lleva a la conclusión de que,
al menos en esta parte del juicio sobre Putin, los medios occidentales tienen
toda la razón.
A pesar de la monserga
triunfante de Fox News y CNN, hasta la fecha, la economía de Occidente,
liderada por EEUU, ha caído en la trampa de Putin. La posibilidad de que Occidente
salga de la actual crisis económica estructural no se ve por ningún sitio. Y
cuanto Occidente más está tratando de escapar de esta trampa, menos remedios
encuentra.
¿Qué es lo verdaderamente
trágico de la situación de Occidente y EEUU? ¿Y por qué todos los medios
de comunicación occidentales y los economistas occidentales silencian este
aspecto, como si fuera un importante secreto militar? Vamos a tratar de
entender la esencia de los acontecimientos en este momento desde el punto de
vista de la economía, dejando de lado los aspectos morales y la geopolítica,
tal como los expone Kalinichenko.
Después de darse cuenta de su
fracaso en Ucrania, Occidente, encabezado por EEUU, estableció el objetivo de
destruir la economía rusa a través de una caída de los precios del petróleo y,
de paso, del gas, una de las principales fuentes de ingresos del presupuesto de
Rusia y la principal fuente de reservas de oro.
La última vez que el gobierno
de Reagan, junto al resto de Occidente, redujo los precios del petróleo
consiguieron sus objetivos y provocaron el colapso de la URSS. Pero la historia
ahora no se repite. En este momento, Occidente tiene enfrente a Putin, un
judoka y jugador de ajedrez, que sabe utilizar las fuerzas del adversario para
volverlas en su contra y atacar con un costo mínimo de sus propias fuerzas y
recursos. La política real de Putin no se dirige a lo espectacular, sino a la
eficiencia. Muy pocas personas entienden lo que Putin está haciendo en este
momento. Y casi nadie sabe lo que va a hacer en el futuro.
Por mucho que pueda parecer
extraño, la realidad es que ahora Putin vende petróleo y gas rusos sólo a
cambio de oro físico.
Putin no lo grita a voces a
todo el mundo. Y, por supuesto, sigue aceptando dólares como un medio
provisional de pago. Pero de inmediato cambia todos los ingresos de la venta de
petróleo y gas en dólares por oro físico. Para entender esto, basta con ver la
dinámica de crecimiento en la estructura de las reservas de oro de Rusia y
comparar estos datos con los ingresos en moneda rusos procedentes de las ventas
de petróleo y gas para el mismo período.
En el tercer trimestre del
presente año (2014), la compra de oro físico por Rusia estaba en un máximo
histórico, un nivel récord. En el tercer trimestre de este año Rusia ha comprado
la increíble cantidad de 55 toneladas de oro. ¡Esto es más que lo que han
comprado (según cifras oficiales) los bancos centrales de todo el mundo juntos!
En total, los bancos
centrales de todo el mundo han comprado en el tercer trimestre de 2014 93 toneladas
del metal precioso. Fue el decimoquinto trimestre consecutivo de las compras
netas de oro de los bancos centrales. De las 93 toneladas de compras de oro de los bancos centrales
de todo el mundo durante este período, 55 toneladas se fueron a Rusia.
No hace mucho tiempo los
expertos británicos llegaron a la misma conclusión que se publicó hace unos
años en un Dictamen del USGS. A saber: Europa no puede sobrevivir sin los suministros energéticos
procedentes de Rusia. Lo que traducido quiere decir: “El mundo no
puede sobrevivir si el saldo de la oferta energética mundial depende de los
suministros de petróleo y gas de Rusia.”
Por lo tanto, todo el orden
económico mundial construido en base a la hegemonía del petrodólar está en una
situación catastrófica. Como Occidente no puede sobrevivir sin los suministros
de petróleo y gas de Rusia, no puede evitar que el petróleo y gas de Rusia sea
vendido a Occidente solo a cambio de oro físico.
Y Rusia puede hacerlo debido
a los precios actuales del oro, presionado a la baja, por las buenas o por las
malas, por el mismo Occidente. Es decir, gracias a unos precios del oro que se
han reducido artificialmente por la FED para inflar artificialmente, a través
de la manipulación del mercado, el poder adquisitivo del dólar estadounidense.
Dato interesante: La supresión del departamento especial del Gobierno de los
Estados Unidos – FSE (Fondo de Estabilización Cambiaria) reduce los precios del
oro, con el fin de estabilizar el tipo de cambio del dólar estadounidense.
En el mundo financiero, se da
por sentado el postulado de que el oro es el anti-dólar.
- En 1971, el presidente
estadounidense Richard Nixon cerró la “ventana del oro”, poniendo fin al cambio
dólar-oro, garantizado desde el año 1944 en los acuerdos de Bretton Woods.
- En 2014, el presidente
ruso, Vladimir Putin, abrió una “ventana del oro”, sin prestar atención a lo
que piensan y hablan de ello en Washington.
Ahora es Occidente quien
tiene que realizar esfuerzos y dedicar recursos para suprimir el cambio oro con
petróleo para, de esta manera, por un lado distorsionar la realidad económica
existente a favor del dólar estadounidense, y por otro, intentar destruir la
economía rusa que se niega a jugar el papel de vasallo obediente de Occidente.
En este momento, los activos
como el oro y el petróleo se debilitaron artificialmente y se encuentran
excesivamente infravalorados frente al dólar estadounidense. ¿Cuál es la
consecuencia de ese enorme esfuerzo económico por parte de Occidente? Pues que
Putin vende recursos energéticos rusos a cambio de los artificialmente
reforzados dólares. Pero de inmediato se compra oro, cuyo precio es
artificialmente bajo frente al dólar estadounidense ¡gracias a los mismos
esfuerzos de Occidente!
Hay otro punto interesante en
la partida de Putin. Es el uranio que Rusia vende también en dólares. Por lo
tanto, a cambio del petróleo, el gas y el uranio de Rusia, Occidente paga
dólares estadounidenses -cuyo valor está inflado artificialmente frente al
petróleo- y Rusia compra oro, cuyo precio está reducido artificialmente por el
mismo Occidente. Putin utiliza el dólar sólo para cambiarlo por el oro físico
de Occidente.
Esto es, realmente, una
brillante táctica económica de Putin que pone a Occidente, encabezado por los
EEUU, en la posición de esa serpiente agresiva que se va devorando a sí misma
por su propia cola.
La idea de esta trampa económica
contra Occidente probablemente no ha sido de Putin. Lo más probable es que la
idea haya sido de su asesor sobre temas económicos, el académico Glaziev.
Por eso aparece Glaziev, funcionario del gobierno, junto con muchos hombres de
negocios rusos, incluido por Washington en las listas de sancionados por
Occidente. Para colmo, las ideas del académico Glaziev, brillantemente puestas
en práctica por Putin, cuentan con el apoyo total de sus colegas de la China de
Xi Jinping.
De particular interés en este
contexto es la declaración de noviembre de la primera vicepresidente del Banco
Central de la Federación de Rusia, Ksenia Yudaeva, que hizo hincapié en que el
Banco Central de Rusia puede utilizar el oro de sus reservas para pagar las
importaciones si fuera necesario. Obviamente, en términos de sanciones por
parte del mundo occidental, esta declaración va dirigida a los BRICS y
especialmente a China. Para China, la voluntad de Rusia de pagar bienes con oro
occidental es muy práctica. He aquí por qué:
China anunció recientemente
su intención de aumentar sus reservas de oro expresadas en dólares
estadounidenses. Teniendo en cuenta el creciente déficit comercial entre los
EEUU y China (la actual diferencia es de cinco veces en favor de China), esta
declaración se traduce en el lenguaje financiero como: “China deja de vender
sus productos por dólares”. Y la pregunta no es si China se niega literalmente
a vender sus bienes por dólares estadounidenses. China, por supuesto, seguirá
aceptando dólares estadounidenses como un medio provisional de pago por sus
bienes. Pero, tomando dólares, China inmediatamente buscará deshacerse de ellos
y sustituir al dólar en la estructura de sus reservas por oro por otra cosa. Lo
contrario carece de sentido para las autoridades monetarias de la República
Popular China”. Es decir, China no va a comprar más de lo recaudado en dólares
con el comercio con cualquier país.
Por lo tanto, China
reemplazará todos los dólares que iba a recibir por sus productos no sólo de
los EEUU sino también, en general, de todo el mundo por otra cosa, “no aumentar
sus reservas de oro expresadas en dólares estadounidenses.” Y aquí surge la
pregunta más interesante: ¿con qué piensa China reemplazar sus excedentes en
dólares? ¿En qué tipo de moneda o activo? El análisis de la actual política monetaria de China muestra
que lo más probable es que los dólares provenientes del comercio, o una parte
significativa de ellos, China los reemplazará -y, de hecho, ya lo está haciendo- por oro.
Recientemente, en los medios
han aparecido noticias que van en la dirección expuesta. Aprovechando la caída
del precio del oro en el mercado mundial, el Banco Popular de China podría
haber comprado grandes cantidades de este metal en un intento de diversificar
sus reservas, sugieren expertos.
El Banco Popular de China
asegura que las reservas de oro de la nación se sitúan en las 1.054 toneladas.
Sin embargo, diversos analistas aseguran que el gigante asiático está comprando
oro clandestinamente. Uno de ellos es Alasdair Macleod, columnista del sitio
web Gold
Money. En su opinión, la demanda de oro en China alcanzó en 2013 las 4.843
toneladas, casi cuatro veces la cantidad contabilizada oficialmente por la
Asociación China del Oro.
Por su parte, el analista
Koos Jansen subraya que la cantidad oficial de 1.054 toneladas de oro es una
gran subestimación, como recoge el portal Want China Times. A su juicio, China se ha propuesto
dominar el mercado aurífero y lo está logrando, sobre todo, gracias a los
bancos centrales occidentales. Asimismo, indica que el país asiático ha importado
entre 8.000 y 9.000 toneladas de oro desde 1995. Si esta cantidad se hubiera
puesto bajo custodia del Banco Popular de China, la cifra oficial de reservas
de oro de China estaría al mismo nivel que la de EEUU, agrega.
En este aspecto, las
relaciones ruso-chinas son extremadamente buenas tanto para Moscú como para
Pekín. Rusia compra bienes directamente de China con oro a su precio actual. Y
China compra energía rusa con oro a su precio actual. En esta complicidad
ruso-china están los productos chinos, la energía de Rusia, y el oro como medio
de pago. Fuera de esta complicidad se ha quedado un actor: el dólar
estadounidense, debido a que el dólar no es más que un instrumento financiero
intermedio y entre los dos socios han decidido excluirlo.
El énfasis en el término “oro
físico” se hace porque, a cambio de su energía, Rusia retira de Occidente oro,
pero sólo en la forma de oro físico, en lugar de oro-papel. También lo hace
China, retirando de Occidente oro físico como medio de pago para la entrega de sus
productos.
Occidente esperaba que Rusia
y China aceptarán como pago por su energía y todo tipo de bienes el llamado shitcoin
(“oro papel”), pero Rusia y China no lo han aceptado como un medio de pago
final y sólo están interesados en el oro físico.
Con la aplicación del
mecanismo de retirada activa de oro artificialmente bajo en el mercado de
Occidente, a cambio de otro activo financiero artificialmente alto (dólares
estadounidenses), Putin ha iniciado la cuenta atrás de la hegemonía mundial del
petrodólar. Por lo tanto, Putin está poniendo a Occidente contra las cuerdas
dentro de cualquier perspectiva económica positiva. Occidente puede dedicar sus
esfuerzos y recursos para aumentar artificialmente el poder adquisitivo del
dólar, bajar los precios del petróleo y reducir artificialmente la capacidad de
compra de oro. El problema para Occidente es que las existencias de oro físico
a su disposición no son ilimitadas. Por lo tanto, cuanto más devalúa el
petróleo y el oro frente al dólar estadounidense, más rápidamente pierde el oro
de sus reservas, que no es infinito. En la brillante partida económica de
Putin, las reservas de oro físico de Occidente están fluyendo rápidamente hacia
Rusia, China, Brasil, Kazajstán y la India -los países BRICS-. A partir de ahora,
Occidente simplemente no tendrá tiempo para hacer nada contra la Rusia de Putin
mientras colapsa el petrodólar a nivel mundial. En el ajedrez, la situación en
la que Putin ha puesto al Occidente liderado por los EEUU es llamada “el apuro
del tiempo”
El mundo occidental nunca se
había enfrentado al tipo de eventos y fenómenos económicos que están sucediendo
en estos momentos. Rusia, con la caída de los precios del petróleo, compra
rápidamente oro. Así, Rusia se ha convertido en una amenaza real para la
existencia del modelo americano de dominación mundial por medio del petrodólar.
El principio más importante
del modelo del petrodólar, que ha permitido a los países occidentales liderados
por EEUU vivir a costa del trabajo y de los recursos de otros países y pueblos,
se basa en el FOMIN (sistema monetario mundial) en el que domina el papel
moneda de los EEUU. El papel del dólar es que es el último medio de pago. Esto
significa que la moneda nacional de los EEUU es el último depósito de activos,
que puede cambiarse por cualquier otro activo. Lo que ahora están haciendo los
países BRICS, encabezados por Rusia y China, es en realidad cambiar el papel
del dólar en el sistema monetario mundial. De ser el medio definitivo de pago y
de acumulación de activos, la moneda nacional de los EEUU, debido a las
acciones conjuntas de Moscú y Pekín, se convierte en sólo un simple medio de
intercambio de pago. Debe usarse sólo como medio de pago para el intercambio
por otra cosa y, de hecho, el activo financiero final es el oro. Por lo tanto,
el dólar se ve privado de su papel como medio final de pago y acumulación de
activos, eliminando así el poder que tenía hasta ahora en la economía mundial.
Tradicionalmente, Occidente
ha utilizado dos formas de eliminar las amenazas al modelo hegemónico del
petrodólar en el mundo y, por tanto, mantener así un privilegio exorbitante
para Occidente.
Uno de estos métodos ha sido
alentar, promover y financiar las llamadas “revoluciones de colores”. El
segundo método que aplica por lo general Occidente, si no funciona el primero,
es la agresión militar.
Pero en el caso de Rusia,
ambos métodos son para Occidente imposibles o inaceptables.
Porque, para empezar, la
población de Rusia, a diferencia de la de muchos otros países, se ha negado
sistemáticamente a intercambiar su libertad y el futuro de sus hijos, por los
abalorios del oeste que se puedan obtener en ese momento. Esto se hace evidente
en la popularidad récord de Putin, señalada regularmente por los medios de
Occidente. El opositor a Putin protegido por Washington, Navalny, amigo
personal del senador McCain, es percibido por el 98% de la población rusa
únicamente como un vasallo de Washington y un traidor a los intereses
nacionales de Rusia. Por lo tanto, cualquier revolución de color en Rusia, más
aún tras las últimas decisiones legislativas, sería un fracaso seguro para los
belicistas occidentales.
En cuanto a la segunda forma
tradicional de Occidente, la agresión militar directa, Rusia ciertamente no es
Yugoslavia, ni Irak, ni Libia. Cualquier operación militar no nuclear contra
Rusia, en el territorio de la propia Rusia, está condenada a una derrota
aplastante. Y los generales del Pentágono, en el ejercicio de su liderazgo real
de las fuerzas de la OTAN, son muy conscientes de esto. Del mismo modo, no hay
perspectivas de una guerra nuclear contra Rusia, incluyendo el concepto del
llamado “ataque nuclear preventivo”. La OTAN simplemente no ve técnicamente
posible dar un golpe tal que desarmara completamente el potencial nuclear de
Rusia en sus múltiples formas. La represalia nuclear masiva que seguiría contra
las potencias enemigas agresoras hace esta opción inasumible. Y su capacidad
total sería suficiente para asegurar que los sobrevivientes envidiarían a los
muertos. Es decir, un intercambio nuclear con un país como Rusia es, en
principio, inútil para hacer frente a los problemas de colapso mundial del
petrodólar.
Los economistas occidentales
sin duda son conscientes de la profundidad de la tragedia y lo desesperado de
la situación a causa de la trampa económica de Putin con el oro. En efecto,
desde los tiempos de los acuerdos de Bretton Woods, la regla de oro (nunca
mejor dicho) de la economía era: “Quien tiene más oro, establece las reglas.”
Pero sobre esto en Occidente todo el mundo guarda silencio. Silencio… porque no
se sabe cómo encontrar una salida a esta situación.
Y también porque, tal vez, si
se le explica a la opinión pública en detalle el desastre económico en curso,
la gente se puede preguntar si es necesario mantener a los partidarios de la
hegemonía mundial de los petrodólares.
Por tanto:
- ¿Cuánto tiempo podrá
mantener Occidente la compra de petróleo y gas de Rusia a cambio de oro físico?
- ¿Y qué pasará con el
petrodólar estadounidense después de que Occidente necesite oro físico para
pagar por el petróleo ruso, el gas y el uranio, así como para pagar por los
productos chinos?
La respuesta a estas
preguntas, aparentemente simples, nadie las puede contestar hoy en día en
Occidente. Y esto se llama jaque mate, camaradas
de: VICTOR R. SAMILLAN
GONZALES <virasago@hotmail.com>
responder a: democratas-social-cristianos@googlegroups.com
para: (…)
fecha: 2 de marzo de 2015,
22:25
asunto: FW: EL JAQUE MATE DE
PUTIN
lista de distribución: democratas-social-cristianos.googlegroups.com
firmado por: googlegroups.com
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