23-03-2015
“Ah,...nada como la amistad de los ingleses. Esa sí
que dura... nanosegundos. Nada como la confianza que inspiran los banqueros
londinenses... siempre listos para cambiar de bando.” A.L.R.
El escritor británico John Le Carré durante
la segunda mitad del siglo XX se transformó en el gurú de la novela inteligente
de espías. Pero en esta nueva era contemporánea, su temática ha evolucionado
con gran habilidad literaria al análisis de las historias secretas y públicas
de la política y las finanzas internacionales. Describiéndonos los meandros
sombríos, subterráneos y mafiosos del poder capitalista.
De su pluma no han escapado ni las brutales
operaciones post 11/09 de la guerra anti-terrorista, incluidas las rendiciones
extraordinarias en la Europa colaboradora del terrorismo estadounidense:
“Absolute Friends”, 2003 (Amigos absolutos); “A most wanted man”, 2008 (El
hombre más buscado); “A Delicate Truth” 2013, (Una verdad delicada);
así como las iniciativas de los políticos junto a los banqueros británicos en
las operaciones de saqueo en África, “The constant gardener” 2001, (El
Jardinero Fiel) y “The Mission song”, 2006 (La misión de la canción)
o del lavado de dinero de los burócratas en la restauración capitalista de
Rusia en “Our kind of traitor” 2010 (Nuestro fiel traidor). En
esa novela se expone además la complicidad de los banqueros suizos, -destacados
en las últimas semanas por el escándalo mundial del HSBC- con los británicos en
cualquier tipo de lavado de dinero sucio.
Con su extensa trayectoria financiera delictiva,
¿cómo Inglaterra podía perderse de intervenir en el nuevo banco chino de
inversión en infraestructura para Asia? La relación especial
“atlantista” de los británicos con USA, puede hacerlos rebajarse a las peores
iniquidades, como nos relata con maestría Le Carré. Pero el dinero puso un
límite a esa “especial” afinidad. Los chinos supieron con qué estimular la
avidez de los banqueros anglos.
China planea integrar 50 mil millones de dólares en
el Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB) y 100 mil millones si India
participa en el proyecto. La institución está diseñada para proporcionar fondos
para infraestructura a la región Asia-Pacífico. China pretende capitalizar en
una década al banco con un billón de dólares -en español un millón de millones,
o un trillón en inglés y portugués-, para desarrollar infraestructura en países
asiáticos. Recordemos que 'China' en realidad es China + Hong Kong. Y Hong Kong
sola tiene más del doble de reservas monetarias que E. Unidos.
George Osborne -ministro de finanzas inglés-
pretende convertirse en un miembro fundador del banco chino, él es “la fuerza
impulsora detrás del desarrollo de las relaciones económicas más estrechas
entre Gran Bretaña y China”. Y es “quién ha liderado un camino abierto a la
inversión china en la próxima generación de centrales nucleares civiles en el
Reino Unido” /1. Los políticos ingleses siempre preocupados por el
bienestar y la salud de su población.
Pero lo que más le interesa a Osborne es que la
ciudad de Londres que se caracteriza por sus sistemáticos escándalos
financieros, -recordemos el reciente fraude con la tasa libor- se convierta en
la base para la primera cámara de compensación para el yuan fuera de Asia.
Inquietud de USA
La iniciativa británica es una rara violación
pública de la “relación especial” con USA y la Casa Blanca manifestó su
malestar por la decisión de Inglaterra de intervenir como miembro fundador del
AIIB. No dejó de expresar que su preocupación se centra en los perjuicios que
dicho banco puede causar al Banco Mundial y los bancos regionales de
desarrollo. USA logró presionar a Australia y Corea para que no se incorporaran
a la construcción de dicho banco en la cumbre de Cooperación Económica
Asia-Pacífico en Beijing en la pasada primavera. Pero los banqueros ingleses
decidieron no acompañar el evidente camino de decadencia yanqui.
Por su parte China, disputando el primer lugar en
la economía mundial, dio por terminados sus intentos de tener alguna influencia
en el FMI y el Banco Mundial y no ve ninguna perspectiva en el Asia Development
Bank, creado por USA y respaldado por Japón, un aliado sumergido en una larga e
interminable crisis.
En Brasil el crecimiento bajo el “lulismo” del
Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) había anulado la
influencia del Banco Mundial en la última década. Con igual resultado también
en otros países latinoamericanos con relaciones fluidas con Brasil. Pero USA
aún tiene esperanzas de lograr boicotear y restringir al BNDES teniendo como
instrumento en el gobierno Dilma Rousseff al ministro de hacienda Levy, un
enemigo declarado de los sectores populares y desdeñoso de la soberanía
brasileña.
USA aceptando “la urgente necesidad de mejorar la
inversión en infraestructura en todo el mundo” afirmó ahora que “cualquier
nueva institución multilateral debería incorporar los altos estándares, del
Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo” en especial respecto a
“las salvaguardas ambientales y sociales.” El caradurismo de los gringos nunca
tuvo límite.
Esos “altos estándares” permitieron al Banco
Mundial y al FMI repartir préstamos de usura a gobiernos despóticos y corruptos
en todo nuestro continente en los años dictatoriales inflando deudas públicas
astronómicas. Con similar orientación en los años del nuevo siglo el saqueo se
centra en África.
Las denuncias contra los “altos estándares” del
Banco Mundial se han extendido a varios países de África: Angola, Chad, Ghana,
Guinea Ecuatorial, Kenia, Nigeria, Suazilandia, Sudán y Zimbabue. Corporaciones
mineras y petroleras desalojando poblaciones y apropiándose de tierras con la
intermediación del Banco Mundial y sus falsas promesas de resarcimiento a los
desplazados.
Amnistía Internacional denunció en 2014 desalojos
masivos forzosos de comunidades -sin ninguna clase de indemnización- en Nigeria
(estado de Lagos en Badia East), en base a proyectos financiados por el Banco
Mundial /2. El mismo tipo de denuncias se ha realizado en 2015 en Sudán.
En toda África, Human Rights Watch denunció con delicadeza que: “Las
políticas actuales de salvaguardia del Banco Mundial resultan insuficientes
para asegurar que se respeten los derechos humanos en sus proyectos” / 3 .
En verdad lo que Washington sabe es que Pekín
utilizará el banco para extender su poder blando en la región. Que se
trata de un nuevo avance hacia el fin del monopolio Dólar-World Bank-FMI. Y que
sus primos ingleses han empezado a colaborar con el enemigo.
Notas
1/ Nicholas Watt , Paul Lewis and Tania Branigan US
anger at Britain joining Chinese-led investment bank AIIB The Guardian, 13
03 2015
2/ El Banco Mundial incumple su promesa de
indemnización y reasentamiento tras un desalojo forzoso masivo, Amnistía Internacional 24 02 2014
3/ Abuse-Free Development How the World Bank Should
Safeguard Against Human Rights Violations Human Rights Watch. 2013
*Especial para Desacato.info
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