La Cicciolina
Al genial Bobby Fisher le parecía más interesante el ajedrez
Lo único que
quiero hacer, todo el tiempo es jugar ajedrez. (Bobby)
Quienes únicamente se dedican al ajedrez desde niños y solo saben de
ajedrez terminan por hipertrofiar su cerebro de ajedrez, aburren por monotemáticos
en sus conversaciones y, por consiguiente, reducen sus relaciones sociales. En
suma, se desadaptan. Tal es el caso del
genial Bobby Fischer (Chicago 1943-Reikiavic 2008), para quien, según sus
palabras, el ajedrez es la vida misma.
Y su vida fue el ajedrez. Fuera
del ajedrez, era un niño inocente.
Algunas de las características de los jugadores geniales son señaladas
por Ludek Pachman en su libro autobiográfico, Ajedrez y Comunismo:
Los buenos jugadores de ajedrez suelen ser hombres cultos y
multifacéticos. Los jugadores geniales
son de otra manera. Con Alekhine solo se
podía hablar de ajedrez. También Bobby
Fischer rechazaba cualquier otro tipo de entretenimiento y todos los demás
temas de conversación. Cuando estábamos
en la ciudad Yugoeslavia de Portoroz, le señalé dos bonitas muchachas y le
pregunté que les parecían la girls yugoeslavas. Hizo un ademán desdeñoso y dijo: chess is better. (p. 102)
Bobby Fischer en la plenitud.
Según sus palabras: El
ajedrez es la vida.
Bobby Fisher, el otrora campeón mundial, con la personalidad alterada
Al ajedrez, como a cualquier actividad que emprendamos, hay que ponerle
pasión, entusiasmo. Pero no una obsesión
desbordante; porque cualquier ajedrecista, deportista, trabajador o
profesional, al convertirse en una máquina
superespecializada, se deshumaniza y, muchas veces, enloquecen. El proceso industrial –capitalista o
socialista- se basa en la división del trabajo y, por consiguiente, en la
especialización profesional.
El pragmatismo -la filosofía ausente de valores, de la sociedad
capitalista-, estimula “el éxito económico”, el individualismo y la egolatría. La tendencia a la especialización en la
producción capitalista ya fue advertida en
sus inicios por Carlos Marx en 1847
en La Miseria de la Filosofía, le
llamó: fachidiotismus- De ahí la cantidad de fachidiotem: fanáticos, nerds
y niños y jóvenes con autismo o síndrome de Asperger o cualquier otra
psicopatología o desadaptación.
(Antonio Rengifo Balarezo)
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