domingo, 5 de abril de 2015

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y POLITICA DE PREVENCIÓN


Nota:

¿Será cierto que en el Perú no existe una política de prevención de los desastres como afirma nuestro amigo Miguel Aragón? Es qué INDECI, institución dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros, no cumple con sus funciones. O será, cómo dicen algunos conocedores que las políticas están hechas para no cumplirlas porque de allí derivan los suculentos negocios post catástrofe.

En Facebook, a propósito de la emergencia en el distrito de Ilabaya, Willy Claudio Linares señala con acierto que "Con la declaratoria de emergencia podrán llevarse el dinero sin mayor trámite, ahí no deberán dar cuenta a nadie, solo informar a su sectorista en cuantos millones se incrementa su cuenta personal". Esa es la razón que los desastres son bocatto di cardinale para las autoridades en ejercicio.

Por tanto, las políticas de prevención de desastres nacieron para no cumplirse porque obedecen a los más mezquinos intereses de quienes detentan el poder político.

Tacna, 05 abril 2015
Edgar Bolaños marín





Domingo 05 de abril de 2015

Estimado Gonzalo Fernández:

Recibí tu oportuno mensaje del día domingo 29 de marzo, anunciando que en la emisión del programa televisivo Cuarto Poder de ese día, entrevistarían a nuestro compañero, el Ing° Hugo O'Connor, para tratar sobre la problemática ocasionada por la falta de previsión ante el desborde de los huaycos. Muy agradecido por la información.

Ese mismo día no pude ver el programa "en directo". Mis familiares me ganaron "por puesta de mano" en el uso de los televisores disponibles en casa. Para ellos, como para la mayoría del pueblo peruano, antes que ver aburridos y monótonos programas periodísticos, preferible era ver las ilustrativas películas sobre las grandes enseñanzas de la vida de Jesús, que justamente pasaron ese día. Interés común, que por lo general, yo también comparto.

Así que, obligado por las circunstancias, al día siguiente tuve que levantarme antes de lo acostumbrado, y prender el televisor a las 4:00 de la mañana, hora en la cual divulgan "en diferido" el programa del día anterior. 
La intervención de Hugo, me pareció breve, pero muy necesaria y acertada. Tengo entendido que él, desde los últimos años de estudio en la facultad de Ingeniería Civil de la UNI, allá por los primeros años de la década de 1970, se viene dedicando a investigar seriamente ese tema, tema que es de palpitante actualidad para todo nuestro pueblo.

Abrigo la esperanza, que con algún grupo de amigos próximos, podamos invitar a Hugo a un conversatorio vecinal, para que exponga una parte de sus avances de investigación, y así poder elaborar algunas propuestas concretas para el Plan de Prevención Verano 2016.

Por nuestra parte, la cuestión no es quedarnos en la simple denuncia y protesta, sino que debemos elevarnos a la elaboración, presentación e implementación de propuestas.

Ante esta situación concreta, la vieja democracia, la "democracia representativa" y su obsoleto aparato estatal, ha vuelto a demostrar su incapacidad y su impotencia para afrontar y atender las necesidades básicas de la  población. Cada vez se percibe, con mayor claridad, la urgente necesidad de instaurar la nueva democracia, la "democracia participativa" y su estado nuevo, el estado comunal, cuyas células serán las comunidades campesinas andinas, las comunidades nativas amazónicas y los municipios renovados.

La construcción e instauración de la nueva democracia participativa ya se viene desarrollando en nuestro país, y nuestra tarea actual es fortalecer ese trabajo germinal, asumiendo la dirección en la atención de los problemas concretos que diariamente afronta nuestro pueblo, y precisamente, uno de ellos,  es el problema de la prevención de los desastres naturales.

La demagogia del oficialismo y de la oposición en el gobierno, y de sus voceros periodísticos y televisivos, están reduciendo el problema actual al caso único del poblado de Chosica, ubicado en la provincia de Lima. Pero el problema actual no se reduce a la provincia de Lima, sino que está afectando a casi todo del país.

En la mayor parte del extenso territorio peruano se han inundado grandes extensiones de tierras de cultivo, se han interrumpido varios miles de kilómetros de carreteras, han colapsado decenas de puentes, se han inundado y destruido cientos de viviendas, colegios, postas médicas, y ya son varias las decenas de muertos y los cientos de heridos. A lo cual hay que agregar la pérdida de miles de toneladas de productos del campo que se han descompuesto en los camiones bloqueados en las carreteras, y el inevitable y consecuente encarecimiento del precio de venta de los alimentos, que afecta la economía diaria de las mayorías.

El miércoles 18 yo viajé de Chiclayo a Chachapoyas (Amazonas) por la moderna carretera Olmos-Corral Quemado-Bagua-etc.,  que más hacia el este se deriva en los ramales que van a Chachapoyas y Tarapoto. A las 3:00 de la madrugada del día siguiente nuestro viaje se interrumpió por la caída de un huayco que bloqueó la carretera. La interrupción temporal duró seis largas horas, en las cuales se formaron dos caravanas de una longitud de por lo menos 4 a 5 km cada una, con atestados omnibuses y camiones traylers.

Dos días después, el viernes 20 regresé de Chachapoyas a Chiclayo, y nuestro viaje se interrumpió a las 9:00 de la noche, la interrupción duró dieciseis largas horas. Felizmente, en estos dos casos, parece que no hubo pérdidas humanas, pero si hubo grandes pérdidas económicas que agravan la temporal desaceleración del crecimiento capitalista del país.
Situaciones similares, e incluso mucho más graves, se están presentando en todas las carreteras del país. Y la regla general, en todos los casos, es la misma: " falta de previsión" por parte de los organismos gubernamentales.

Para salir del apuro en el cual se encuentran los gobernantes de turno, éstos optán por una salida desesperada, la llamada "Declaratoria de Emergencia". Estas medidas improvisadas se han convertido en una de las principales fuentes de corrupción y enriquecimiento ilícito, porque se promueven obras improvisadas sin ningún tipo de control técnico ni administrativo, las que son otorgadas con los precios sobrevaluados a los allegados de los funcionarios de turno. Castañeda y Bueno, los alcaldes de Lima y Chosica respectivamente, serán los principales beneficiarios de este "festín" post-veraniego, ante el cual el caso Comunicore quedará como "una travesura  de  niños inocentes".

Saludos
Miguel Ángel Aragón

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