"Hay una nueva situación que traba las manos
del imperialismo norteamericano"
23-04-2015
M.H.: Guillermo tenemos varios temas para
desarrollar. Un hecho importante sucedido durante estos días fue sin dudas La
Cumbre de las Américas, usted ha hecho una importante reflexión al respecto en
un artículo llamado “La hegemonía estadounidense en crisis”, me gustaría que
compartiera esos conceptos con nuestros oyentes.
G.A.: La hegemonía de Estados Unidos está en declinación, no significa que no
siga siendo la primera potencia, ni que inmediatamente la puedan sustituir. El
hecho es que ya no es el patrón ni de América Latina ni del mundo. Las causas
de esa declinación son en primer lugar en América Latina, en cuanto a Cuba y
Venezuela, la movilización de los pueblos, los movimientos sociales le han
impedido que haga lo que quiera y que hayan sostenido a los gobiernos que se le
oponen.
Si no
hubiera sido por esas movilizaciones y ese repudio, Obama no hubiera llegado
medio derrotado a La Cumbre, obligado a disculparse, a decir que no hablaba de
amenaza, a hacer algunas promesas. En primer lugar está la resistencia de los
pueblos, también la resistencia de gobiernos que se niegan a ser degollados o
dejados de lado, incluso los gobiernos más tibios, menos antiimperialistas como
el de Brasil o Argentina, protestaron contra la política de Estados Unidos.
Por otro
lado, está el problema concreto de la crisis política interna de ese país, el
Partido Republicano contra Obama en plena campaña electoral y una crisis
económica no superada. Está decayendo la producción de petróleo y no hay una
gran recuperación de la economía doméstica. También está el problema
político-social-étnico que se expresa en el conflicto brutal contra los negros,
en el asesinato constante y las protestas generales de inmigrantes y negros.
Además, en
escala internacional se encuentra en crisis. Intentó impedir por todos los
medios que China organizase el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y
no solamente no pudo hacerlo, sino que además Inglaterra, Francia, hasta Corea
del Sur y Taiwán, sus aliados en la región, adhirieron de entrada. Está
perdiendo posiciones en varios lugares, los capitales chinos y en parte rusos,
en mucho menor medida, están entrando en América Latina, están haciendo
acuerdos de infraestructura estratégicos, el más importante es el nuevo canal
interoceánico por Nicaragua que le daría a Cuba un intenso tráfico marítimo.
Hay un
cambio importante en la economía y además está el problema del dólar que se
fortalece frente al euro y las monedas locales de América Latina, pero eso
significa que las mercancías europeas llegan más económicas, un 10% más baratas
y en el plano internacional buena parte del comercio se hace en monedas
locales, sobre todo el comercio asiático, donde China lo hace en yuanes y Rusia
en rublos.
Está
perdiendo mucha hegemonía, le queda la militar, pero ha sido derrotado en Irak,
en Siria, en Libia, en Afganistán, no ha conseguido resultados en ningún lado.
El precio del petróleo va a subir un poco, con eso van a reanimarse Rusia y
Venezuela sobre todo, por lo tanto, Venezuela va a poder sostener a Cuba y a
los países del Caribe. Hay un cambio importante, ya que ni el gobierno de
México, que es un agente servil de Estados Unidos, pudo alinearse por completo
con ellos ante el repudio unánime de todos los gobiernos de América Latina, y
hablo de los gobiernos que son una expresión sumamente deformada de la
oposición de los pueblos.
M.H.:
Paralelamente a la Cumbre de las Américas, se desarrolló la Cumbre de los
Pueblos, tuve la oportunidad de entrevistar a uno de sus organizadores, Olmedo
Beluche, y llamábamos la atención sobre la gran participación que desbordó las
expectativas, con más de 1.600 personalidades y organizaciones internacionales
y otras tantas nacionales.
G.A.: Y que fue mucho más radical. Hay una nueva situación, no cualitativa
todavía, pero que sí traba mucho las manos del imperialismo de Estados Unidos,
incluso en la campaña electoral se están desgarrando con el Partido Republicano
y eso también les quita tiempo para otras cosas.
M.H.: Cumbre
de los Pueblos que en alguna medida, más allá que la Cumbre de Mar del Plata
significó el entierro del ALCA, tuvo algunas características a mi entender que
la superaron, por ejemplo, en haber contado con la presencia de tres
presidentes. Recordemos que en Mar del Plata el único que participó de la
Cumbre de los Pueblos fue Chávez, y que no tuvo la participación de dirigentes
y movimientos sociales de América Latina y el Caribe como sí tuvo Panamá.
G.A.: Así es, realmente fue mejor desde ese punto de vista.
Emiliano
Zapata fue el punto más alto de la Revolución Mexicana
M.H.:
Menciono México, que es una de sus preocupaciones centrales, cada tanto
escribe, sobre todo ahora en el marco del proceso electoral legislativo que se
llevará a cabo en el próximo mes de junio. Le pido alguna reflexión sobre la
actualidad del zapatismo, pero en relación al de comienzos de siglo pasado,
porque el 10 de abril de 1919 producto de una emboscada fue asesinado el líder
revolucionario y reformador agrarista mexicano Emiliano Zapata, que luchó por
la igualdad y derechos de los campesinos. ¿Qué queda de la herencia de Emiliano
Zapata en el México de la actualidad?
G.A.: Emiliano Zapata fue el punto más alto de la Revolución Mexicana, hubo en
Morelos, su estado, una verdadera comuna. Él se apoyaba en los pueblos, en la
reconquista del agua y de la tierra frente a los ingenios. Al final de su vida
estaba prácticamente acorralado, por eso cayó en la emboscada, le hicieron
creer que un regimiento se iba a pasar al zapatismo con armas y bagajes y se
tragó la píldora sin pensar que el regalo era demasiado lindo, porque no tenía
ya hombres para pelear, Morelos se había desangrado.
Lo que queda
es la tradición de Zapata que hizo autónomos a los municipios con una ley, les
dio poder a los vecinos, organizó a los pueblos sobre una base autónoma, fue el
ejemplo más grande de democracia. Precisamente es lo que están haciendo en
Guerrero las policías comunitarias, las autodefensas, los maestros, se están
organizando elementos de poder del pueblo, a veces con armas como la policía
comunitaria desconociendo al Estado central, eso viene directamente de Zapata y
es más avanzado incluso que el caso del neozapatismo chiapaneco, porque ahí
solo se encerraron en la parte del estado de Chiapas que controlan y ejercen
una autonomía sobre la base de las viejas comunidades manteniendo el pequeño
ejército zapatista pero, aunque desconocen al Estado Central, no se oponen
activamente a él. En cambio en Guerrero y en parte en Michoacán, y en menor
medida en Puebla y Morelos, la cosa está más avanzada. El problema es que
dentro de esta situación el gobierno no solamente ejerce una terrible
represión, en particular contra los dirigentes de los movimientos sociales matándolos
o encarcelándolos, sino que también existe una falta de coordinación entre los
movimientos y las protestas y se produce la confusión en este período electoral
donde no hay una posición común.
Es común el rechazo
al gobierno, al PRI y a los partidos que lo apoyan, pero no lo es la idea de
qué hacer inmediatamente. En Guerrero, por ejemplo, los campesinos, maestros y
padres de los asesinados en Ayotzinapa están por el boicot activo a las
elecciones porque son absolutamente fraudulentas por el simple hecho de hacerse
bajo el terror y la ocupación militar y el asesinato de los opositores. En
otros estados, donde la relación de fuerzas es más débil desde el punto de
vista de los movimientos sociales, hay diversas posiciones, abstenerse, anular
con un voto que diga “43” por los desaparecidos de Ayotzinapa, pero esos votos
no los cuenta nadie o incluso votar críticamente por Morena, el partido de
López Obrador que aparece como una especie de sustitución del PRD, el partido
que en la supuesta legalidad encabeza la oposición, pero no participa en las
movilizaciones sociales ni pone su eje en la organización social, es
simplemente un partido que espera a las elecciones del 18 si por un milagro
divino son limpias y logran ganar, lo cual es absolutamente absurdo.
M.H.: Ayer
nos visitaron dos invitados de las fuerzas de izquierda que van a participar de
las PASO el próximo 26 de abril aquí en la Ciudad de Buenos Aires. Hacia el
final de la charla surgió un tema que hemos abordado en algún momento y que
tiene que ver con el resultado electoral de Salta. Quiero hacer referencia a
dos opiniones, una es la suya cuando hace poco me dijo “hay un análisis un poco
exagerado sobre las posibilidades electorales del FIT porque ésta es una
elección que tiende a la polarización” y también escuché una reflexión parecida
en boca de Eduardo Lucita, en oportunidad del plenario que llevamos adelante en
la Facultad de Ciencias Sociales a comienzos de marzo, donde señaló que en la
Ciudad de Buenos Aires era muy importante la unidad de la izquierda porque la
oferta era muy dispersa, muchas fuerzas se manifestaban desde ese espacio
político y eso iba a afectar de alguna manera al FIT. ¿Cuál es su reflexión
sobre la elección que se dio el pasado domingo en Salta?
G.A.: Creo que la elección en Salta y lo mismo se va a repetir en Mendoza,
reflejó que el FIT mantiene un importante caudal electoral, ha sacado menos que
en las elecciones municipales, precisamente por la polarización y porque es
otro tipo de elecciones. Había que elegir entre los candidatos del gobierno o
los de la oposición y la gente eligió al antiabortista Urtubey para no tener
que aguantarse a ese señor de corte feudal, Romero, y a todo lo que venía
detrás. Pero a nivel de la provincia un 7% es muy bueno y en la capital más de
12%, pero no hay que hacerse enormes esperanzas porque está en juego quién va a
gobernar el país y la gente desde los sectores populares prefiere apoyar a lo
que hay con tal de que no haya un cambio peor.
En la Ciudad
de Buenos Aires creo que no van a superar las PASO más que el FIT y a lo mejor
Autonomía y Libertad de Luis Zamora. Lo que va a significar que mucha gente se
va a quedar sin candidato y a lo mejor el FIT haga después una elección mejor
que en las PASO. Pero el efecto de polarización es notable, ya que en la
capital de ningún modo puede ganar ninguna fuerza de la izquierda, ya que
representa un 10%. Hay que tener en cuenta que el PBI por habitante de la
Ciudad de Buenos Aires es de U$S 35.000 por habitante, es más alto que el de
Portugal y Bélgica, entonces se hace difícil que la izquierda tenga mucha base.
El efecto que va a causar la polarización es redimensionar las esperanzas de
los más electoralistas dentro del FIT.
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