06-05-2015
Quienes hoy hacen el llamado a boicotear las
elecciones a nivel nacional son en su mayoría gentes bien intencionadas, gente
de izquierda que, aunque no compartimos su estrategia, respetamos y sabemos que
coincidimos en el fin, que es sacar a las bestias del poder y rescatar a México
del atolladero en que lo tienen metido. Al mismo tiempo, les hago un llamado a
no repetir discursos, a que analicen y saquen sus propias conclusiones. La idea
del boicot bien puede ser algo que intencionalmente se originó en Los Pinos
para asegurar que las izquierdas se mantengan desunidas.
Admiro la
posición de los zapatistas por ser consecuentes con lo que predican. Como todos
sabemos, ellos nunca han creído en la via electoral y hoy su posición es “no
llamamos a no votar ni tampoco a votar” y resaltan que lo importante es
“organizarse”. Su gran trayectoria de lucha les ha enseñado que boicotearse
entre izquierdas sólo beneficia al enemigo común.
Comparto la
posición de los familiares de los 43 de Ayotzinapa de que en Guerrero no hay
condiciones y no debemos permitir elecciones en ese estado hasta que aparezcan
con vida los estudiantes.
No es nada
raro que los mexicanos sintamos desconfianza en los políticos y en los
partidos, y que estemos cansados de tantos engaños y traiciones, sin embargo,
no pasemos por alto que, tanto los políticos corruptos como los partidos
corruptos, estos tienen nombre y apellido, sabemos quienes son y no es justo ni
inteligente meter en el mismo saco a líderes honestos. Cualquier cabeza hueca
es capaz de generalizar, lo difícil es averiguar.
Quienes
vemos en el proyecto de Morena una alternativa para salvar a la nación, no
podemos apoyar algo como un boicot nacional a las elecciones porque
consideramos que para instalar un gobierno del pueblo es necesario contar con
una gran fuerza política, con la cual la mayoría de las izquierdas se
identifiquen, una fuerza política que esté al frente de las luchas justas y que
trabaje codo a codo con los grandes movimientos sociales.
Frente a la
burlona (actuada) mirada de la mafia del poder, Morena sigue ganando terreno.
Ésta, como es natural, hace cualquier artimaña para afectar la imagen de
nuestro partido-movimiento. Lo tragicómico es que gentes de buen corazón se
vayan con la finta, que sean engañadas sin que se enteren que están siendo
usadas, con la mentira de que si un gran numero de mexicanos no votan se le
enviará un mensaje contundente a los malos políticos y a los malos partidos de
que “no los queremos”. Muchos todavía no se quieren enterar que al llamar a
abstenerse de votar benefician al PRI (vieja fuerza de derecha hoy debilitada)
y afectan a Morena (nueva fuerza de izquierda que, pese a todo, sigue ganando
terreno), además de que se anulan a sí mismos al desperdiciar un voto que
seguramente iba a ser un voto consciente, un voto desperdiciado que si los
migrantes que estamos fuera de nuestra patria pudiéramos ejercer, no dudaríamos
en hacerlo. ¿Creen que le quitan el sueño a Carlos Slim, a los dueños de
Televisa, a los altos funcionarios corruptos, a los monopolios, a los políticos
mafiosos con la idea de no ir a votar? ¿Quién conoce a un priista o panista que
se vaya a abstener del voto en estas elecciones? ¿Creen que las revoluciones se
hacen enviándole mensajes al enemigo? Que cada quien saque sus propias
conclusiones con responsabilidad y siendo consecuentes con lo que predicamos.
Por nuestra
parte, nosotros creemos que las elecciones son un medio y no un fin, un medio
para preparar el terreno rumbo a la transformación profunda; creemos que el
espíritu de las elecciones es una buena oportunidad para organizar, informar,
educar y concientizar; creemos que es imprescindible impulsar a líderes del
pueblo para que cuando lleguen a ser elegidos a cargos públicos, puedan usar
las tribunas y denunciar el atraco contra México, organizar al pueblo,
denunciar toda ley antipopular y proponer leyes en beneficio de los pobres;
creemos que estas elecciones bien pudiesen servir para acabar de matar al PRD,
aprovechar el debilitamiento del rancio PRI y dar una paliza a todos los
partidos corruptos por igual, junto con sus políticos que los conforman.
En
conclusión: Morena en lo “oficial” es un partido político, pero en la práctica
no pierde su esencia de movimiento social, por eso decimos que somos un partido
en movimiento. El día que Morena pierda esa cualidad, ese será el día que sí
tendrá validez el dicho de “todos son iguales”.
Que cada
quien haga lo que le corresponda.
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SIGLO XXI - QUINTO LUSTRO - "Un nuevo orden emerge de la desintegración del capitalismo que irá reemplazando la célula económica (familia) por una nueva matriz reproductiva (comunas) que cumplirá funciones defensivas, judiciales, productivas y administrativas."
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