miércoles, 3 de junio de 2015

LA GESTACIÓN DE 7 ENSAYOS DE INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD PERUANA DE JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI LA CHIRA





Portada de la edición griega de los 7 Ensayos.  Traductor:  Rigas Kappatos. 2008



Antonio Rengifo Balarezo
regifoantonio@gmail.com

Cuando tenemos en nuestras manos los 7 Ensayos de Interpretación de la realidad Peruana (1928) o cualquiera otra obra, ignoramos, muchas veces, la intencionalidad de su autor, sus circunstancias cuando gestaba la obra y el contexto de la época. La presente ponencia intentará aportar una explicación.

1.- La misión del militante:  la revolución socialista
Poco antes de regresar al Perú, Mariátegui conformó una embrionaria célula comunista con otros peruanos en Génova y acordaron la creación de un partido socialista revolucionario en el Perú.  Con esa misión llegó al puerto del Callao el 17 de marzo de 1923; en pleno endurecimiento de la dictadura del presidente Leguía.

La revolución socialista es un objetivo estratégico que requiere una larga preparación y la construcción de Partido que conduzca dicha revolución.  Pero, la construcción del Partido también requiere una preparación. 

2.-Un requisito:  estudiar la realidad peruana.
         A poco de su llegada el presidente Leguía le ofrece la dirección del diario La Prensa.  Aunque tiene apremios económicos, rehúsa tal ofrecimiento.  Nada ni nadie lo desvía de la misión asumida. 

Para la construcción del Partido se necesita estudiar del proceso histórico y los problemas de la realidad que pretende cambiar; Así se  logra la justificación de la revolución y explicitar el teatro de operaciones en el cual el Partido va a actuar.  Es decir, elaborar un diagnóstico orientado por la lucha de clases.  7 Ensayos no fue un requerimiento de sociólogo ni de lograr prestigio académico.

3.- El capital aportado por Mariátegui para el estudio:  su conocimiento
         El único capital con que contaba Mariátegui era su conocimiento.  No  tuvo bienes patrimoniales.  Cuando regreso de Europa ocupó con su mujer y su hijo Sandro un camarote de última categoría.  Al descender del barco le solicitaron que pagara el sobre peso por la cantidad de libros que había traído.  Un amigo, Sebastián Lorente, tuvo que oportunamente auxiliarlo con el pago

En mayo de 1924 le amputaron la pierna y quedó confinado a una silla de ruedas.  Su mujer no tenía dinero para pagar la operación y sacarlo de la clínica.  Entonces sus amigos del Círculo de Periodistas organizaron una función teatral en su beneficio.

Su casa del Jr. Washington, donde pasó los años más fecundo de su vida, era alquilada.  Algunos meses estuvo en la condición de inquilino moroso.  La mesa de su hogar era atendida por su esposa con frugalidad en donde los ñoquis de papas eran infaltables.

A su precaria salud, restringidos ingresos económicos se aunaba la presión y represión de la dictadura de Leguía y la embajada norteamericana.  No tenía tiempo para convalecer de sus crisis de salud.  Tenía que trabajar escribiendo para que su hogar sobreviva.  Además, otros menesteres también demandaban su esfuerzo.  Desechó muchos proyectos que visitaban su vigilia.  Sólo realizó lo que un imperativo vital le ordenó. (Las cursivas son palabras de Mariátegui)

4.- Equipo de estudios:  formación y fracaso
Elaborar el diagnóstico de la realidad peruana no es tarea de un solo hombre, sino de un equipo de investigadores.  Los intelectuales no podían provenir del Partido socialista por su inexistencia. Mariátegui no se queda en la idea sino intenta formar investigadores.  Para tal fin realizó tres actividades convergentes:  publicación de la revista Amauta (6/6/1925), conformación de un Ateneo de Estudios Económicos, sociales y educacionales y funda ciónde la Editorial, Librería e Imprenta Minerva (31/10/1925) de su hermano Julio. 

La publicación de la revista Amauta no fue solo con la intención sembrar la simiente socialista; sino propiciar la organicidad de intelectuales y artistas. Ahí escribió sus artículos con un enfoque netamente socialista para dar orientación a los intelectuales y, luego, trascurrido un tiempo, seleccionar a los colaboradores de la revista con los cuales tuviera afinidad para conformar el equipo de estudios. Mariátegui ha dicho que lo más suyo estaba en Amauta; en tal sentido y por economía de esfuerzo, sus artículos fueron insumidos en 7 Ensayos.

La propuesta del Ateneo está contenida en su artículo:  Hacia el estudio de los problemas peruanos.  Luego confeccionó un programa Para el Ateneo con el título:  Un programa de estudios sociales y económicos.  Y más aún, propuso un método:  El hecho económico en la historia peruana

En Minerva, Mariátegui se encargó de la parte editorial.  Dicha editorial tuvo como finalidad elevar el nivel cultural y político de los intelectuales peruanos. Propició la publicación de autores que tocaban los problemas nacionales:  Hildebrando Castro Pozo, Antonio Encinas, Ernesto Reyna, Luis E. Valcárcel y otros. También propició la traducción de libros europeos.

Aunque reconoce que:  En la historia peruana, no se encuentra ningún eficaz ejemplo de cooperación intelectual; tiene esperanza en la nueva generación.  Sin embargo, perdió su apuesta.  Esperó un cierto tiempo y el resultado fue que  no podía compartir tesis y un método. Y no solo eso, el trabajo en equipo es muy difícil en nuestro país, como ocurre hasta ahora.

5.- El acopio de información:  limitación e ingenio
No solo tuvo obstáculos para conformar un equipo de estudios; sino también para acopias datos.  El mismo Mariátegui señala dos limitaciones:  bibliotecas desabastecidas o insuficientes fuentes bibliográficas y falta de estadísticas

¿En dónde está el ingenio de Mariátegui para superar los obstáculos?  Don Jorge Falcón entrevistado por el autor del presente texto nos brinda una respuesta:
.
su estudio no está en la rebusca bibliográfica, sino en la aplicación de su ideología a la conversación con las gentes que viven esa realidad de explotación, discriminación, etc.

Para el acopio de datos fue crucial para Mariátegui la inauguración del III Congreso nacional indígena el 29 de agosto de 1923 en Lima.  Asistieron 50 delegados indígenas de todo el país y un temario de 13 puntos.  En el debate destacó el indio puneño Ezequiel Urviola; quien, además, fue el traductor del quechua al castellano de los delegados monolingües. El congreso se realizó en el local de la Federación de Estudiantes, sin embargo, no asistieron los estudiantes.

En ese congreso se produjo su acercamiento espiritual con Pedro Zulen, catedrático de filosofía de la universidad de San Marcos y otrora fundador y conductor de la fenecida Asociación Pro-indígena (1909-1916).  Mariátegui y Zulen fueron los únicos espectadores a quiénes había atraído dicho evento.  Luego se reunirían en la casa de Mariátegui, Pedro Zulen y Ezequiel Urviola

En nuestro país hay una tendencia de adquirir conocimientos informalmente, vivencialmente, vitalmente;  así era mayormente en las comunidades andinas y en la mayor parte de la población en la época de Mariátegui y él mismo era partícipe de la concepción andina. Precursoramente, Mariátegui utilizó las técnicas de investigación cualitativa: entrevistas en profundidad a personajes clave, grupos focales, etc.  Tan igual como Mao en China, ante la falta de estadísticas.

Para el acarreo de material en la elaboración de 7 Ensayos, Mariátegui estuvo exento de prejuicios; no descartó como informantes a un hacendado o un ganadero, por el sólo hecho de serlo; sino más bien, aprovechó las oportunidades que el mismo las propiciaba para obtener datos.  Tal como deja constancia en sus 7 Ensayos:

un rico propietario inteligente y experimentado que conversaba conmigo últimamente, me decía que…. (…) Un ganadero me observaba últimamente, que mientras sobre una cosecha de algodón el crédito…

6.- La óptica marxista para acopiar material
Mariátegui regresa de Europa pertrechado con el método marxista para aplicarlo creativamente a la realidad peruana. En una carta a Samuel Glusberg y en un tono autobiógráfico dice:  residí dos años en Italia en donde desposé una mujer y algunas ideas.  Y en la Advertencia a sus 7 Ensayos:  He hecho en Europa mi mejor aprendizaje.  El 10 de junio de 1927 Mariátegui desde la prisión envía una carta al diario La Prensa en la que se declara públicamente Marxista convicto y confeso.  (¡Asombroso!) 

  Según la interpretación de Mariátegui el marxismo:

es un método fundamentalmente dialéctico.  Esto es, un método que se apoya íntegramente en la realidad, en los hechos…No es como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios y de consecuencias, iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales. 

En setiembre de 1928 Mariátegui hace un deslinde ideológico con la Alianza Popular Revolucionaria de Haya de la Torre cuando define a Amauta como una revista socialista. Y con agudo sentido pedagógico y sembrador de ideas, explica –en el mismo número de Amauta- su concepción del socialismo:

No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia.  Debe ser creación heroica.  Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano.

Para Mariátegui el método de reglas fijas y rígidas no es método.  En buena parte una investigación es una aventura del pensamiento.

La manera de interpretar y/o cuestionar a una sociedad es mediante el enfoque holístico y la historicidad de los procesos sociales, otorgándole prelación al hecho económico.  No con estudios sectoriales. ahistóricos y  aislados o ensimismos. El profesional,  intelectual o militante tiene que sobrepasar los límites de su especialización y desde una posición socialista contribuir a un cambio social. El enfoque holístico o el concepto de totalidad proviene de dos vertientes que en Mariátegui ocasiona un efecto sinérgico.  La vertiente marxista y la vertiente de la concepción andina.

Para Mariátegui: no existe la separación entre el sujeto que conoce y el objeto por conocer.  Esta manera de proceder, es influida por la cosmovisión andina. Mariátegui asume una posición ideológica y la explicita.  La llamada “neutralidad ética” del científico la desecha.  Se compromete con el objeto de investigación.  Ya en su celebérrima Advertencia a su 7 Ensayos, manifestó:  no soy un crítico imparcial y objetivo.  Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones.

Como producto de la digestión mariateguiana del materialismo marxista en clave metodológica tenemos:

No vale la idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y móvil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante rica en potencia y capaz de movimiento.

Para Mariátegui:  el dato no es sino el dato.  Yo no me fío demasiado del dato.  Lo empleo como material.  Me esfuerzo por llegar a la interpretación.  El dato tiene sentido en relación con otro datos, con el proceso en que se insertan y con el contexto social. Además, guiados por la teoría de la lucha de clases.

7.- Redacción

La secuencia de los ensayos de Mariátegui indica su marxisticidad.  Los tres primeros ensayos son los fundamentos o la base sobre la cual se erige la superestructura, los siguientes cuatro ensayos.  Las citas de Marx, Engels y Lenin están casi ausentes; puesto que no era un “marxista gramatical”, como diría el poeta César Vallejo, otro de nuestros peruanos universales.

En los escritos de Mariátegui no se hallan ningún atisbo de egolatría.  El es un escritor declarativo, testimonial y transparente. Escribía con galanura y poseía un pluma ágil y diestra..  Dominaba nuestro idioma hasta tal punto que con solo 22 años de edad, le  enmendó la plana a don José de la Riva Agüero y Osma, Marqués de Monte Alegre, de Aleustia y de Casa Dávila.  Reconocido intelectual erudito y futuro presidente de la Academia Peruana de la Lengua.  Riva Agüero se asumía como la quintaescencia del lenguaje castizo y proclamaba la inexorabilidad de las reglas gramaticales.  (Recuérdese, para asombro nuestro, que Mariátegui fue autodidacta y únicamente cursó primero de educación primaria).

Para Mariátegui eran inadmisibles las palabras solemnes y la retórica. Así lo ha manifestado con ocasión de la publicación de la revista Amauta:

La verbosidad, enfermedad endémica en nuestro país, fue criticada despiadadamente, aunque con ironía, por Mariátegui, desde su época juvenil cuando ejercía de periodista parlamentario.

Su estilo es a la vez periodístico, párrafos cortos; y literario; tiene formulaciones rotundas y elegantes que han sido extraídas para usarse como epígrafes, títulos o principios doctrinarios.
Además, posee una prodigiosa capacidad de síntesis.

Mariátegui,  nos trasmite sencillamente su  manera de escribir: 

Tengo tendencia al método.  Me preocupa mucho el orden en la exposición.  Me preocupa más todavía la expresión de las ideas y las cosas en fórmulas concisas y precisas.  Detesto la ampulosidad. (…)  Procuro tener, antes de ponerme a escribir, un itinerario mental de mi trabajo.

Utilizó como género expositivo el ensayo donde la subjetividad está presente

8.- Valoración de los 7 Ensayos:  Aportes, el problema del indio

En valoración de los 7 Ensayos y de su autor no me referiré a la calificación que ha merecido por escritores, artistas, intelectuales y dirigentes políticos del Perú y de numerosos lugares del extranjero.

Los 7 Ensayos tienen varios aportes.  En primer lugar tipificó la economía peruana como una economía colonial.  Sin embargo, le dio prioridad a la liquidación de la feudalidad.  De ahí aporte  a la dilucidación del llamado Problema del Indio.  Eso se también se debió a sus fuentes de información y al utilizar un método de manera flexible, el marxismo.  Hombres ilustrados que habían viajado por la Sierra no vieron al indio vivo y actuante.

Julio César Tello, nativo de Huarochirí, serranía del departamento de Lima vivió su primera infancia en su pueblo natal.  Llegó a ser el padre de la arqueología peruana.  Viajero incansable por nuestro territorio, descubrió las valiosas e inigualables culturas preincaicas; sin embargo,  no vio la raíz de la situación indígena, el trasfondo económico.  He aquí la apreciación de José María Arguedas referida a Tello:

Pierde de vista al indio vivo. Admira el folklore; pero forma un conjunto de bailarines de su pueblo nativo Huarochirí, y los viste con trajes “esterelizados” creados por él; inspirándose en motivos arqueológicos, con menosprecio de los vestidos típicos del pueblo de Huarochirí.  (…)  Tello se proclama indio con orgullo, aparentemente sincero.

         Tal era el aspecto de indígena de Tello que cuando en una de sus expediciones solicitaban hospitalidad en alguna Casa/hacienda.  El hacendado hacía ingresar a sus ayudantes; pero no a Tello por su fisonomía de nativo, dormía en el pórtico de la casa/hacienda.

José de la Riva Agüero y Osma, perteneciente a la antigua aristocracia criolla emprendió un viaje desde Lima a la Sierra sur y llegó hasta Bolivia.  Usó todo tipo de transporte. El resultado fue una amena y erudita crónica de viaje:  Paisajes peruanos.  Ni siquiera como descripción aparecía la situación de la masa indígena. Sin embargo, Mariátegui con serias limitaciones, en silla de ruedas y desde Lima  hizo un aporte para dilucidar el llamado Problema del Indio y hallar su solución.

Aprecien a Mariátegui  cuando devela el problema del Indio desde Lima y en silla de ruedas:
La crítica socialista lo descubre y esclarece, porque busca sus causas en la economía del país y no en sus mecanismos administrativos, jurídico o eclesiástico, ni en la dualidad o pluralidad de razas, ni en sus condiciones culturales y morales. La cuestión indígena arranca de nuestra economía.  Tiene sus raíces en el régimen de la propiedad de la tierra.  Cualquier intento de resolverla con medidas de administración o policía, con métodos de enseñanza o con obras de viabilidad constituye un trabajo superficial o adjetivo, mientras subsista la feudalidad de los “gamonales”.

(…) No nos contentemos con reivindicar el derecho del indio a la educación, a la cultura, al progreso, al amor y al cielo.  Comenzamos por reivindicar, categóricamente, su derecho a la tierra. (30)

Epílogo

El alumbramiento de 7 Ensayos ocurrió en Lima, en octubre de 1928;  Desde esa fecha, 7 Ensayos navega de bolina en las aguas procelosas de los conflictos sociales.  Según el flujo y reflujo del movimiento popular; esta obra ha sido consultada, requisada o incinerada.

Personas de lugares muy distantes y diversos del planeta se interesan por la obra de Mariátegui; no únicamente por su genialidad, sino por la existencia de explotados y explotadores.  Ha sido traducida a los principales idiomas del mundo, entre ellos al chino (1988), japonés (1988); al griego (2008) por Rigas Kappatos.. 

Esta obra de temática peruana ha consagrado a Mariátegui como uno de los peruanos universales.  Es una obra clásica, no envejece, como lo afirmó el renombrado historiador de la República Jorge Basadre.

Mariátegui falleció antes de cumplir los 36 años de edad, el 16 de abril de 1930.  El cortejo fúnebre fue una manifestación multitudinaria de fervor popular hacia un hombre íntegro y valiente.  Era uno de los suyos, era del pueblo.

Desde el altiplano kollavino, conmovido por el prematuro fallecimiento de Mariátegui el poeta y escritor autodidacta, Gamaliel Churata, profetizó:

Sobre el sepulcro del compañero
no cae el silencio de la muerte,
sino florece el porvenir.


Ω Ω Ω



NOTA.-  El presente texto es un resumen de la ponencia enviada al Congreso Internacional de Sociología:  Pensadores sudamericanos.  Al Perú le asignaron el tema: Mariátegui y los 7 Ensayos de la Realidad Peruana.
Comunidad Andina de Estudiantes de Sociología.
Machala, Ecuador, del 02/05 de junio del 2015.-
Las citas figuran en la ponencia original.
Grimaldo Antonio Rengifo Balarezo
Sociólogo egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Lima- Perú.
30 de mayo del 2015.-

GALERIA DE FOTOS








Mariátegui con su prole: Sandro, José Carlos, Sigfrido y Javier.
Casa del Jr. Washington


Mariátegui rodeado por los delegados del sindicato minero de Morococha
Ricardo Martínez de la Torre, Jorge del Prado.  A la izquierda, rodeando a Mariátegui, la delegación del sindicato de Morococha:  Gamaniel Blanco, Santiago Loli, Ramón Azcurra y Adrián Sovero. La delegación de mineros de Morocoha impulsó la organización y fundación de la Federación de Trabajadores Mineros del Perú. Todos los que aparecen en la foto fueron militantes del partido socialista fundado por Mariátegui.
(Entrada a la pérgola del Parque de la Reserva. Lima)


Casa palaciega de José de la Riva Agüero y Osma en Lima.


Augusto Bernardino Leguía Salcedo, presidente del Perú
Durante el oncenio del presidente Leguía  (1919/1930), el Perú cambió su situación de dependencia: del imperialismo inglés paso al norteamericano. Dio seguridad a las inversiones yanquis; desterró o encarceló a sus opositores, reprimió el sindicalismo obrero promovido por Mariátegui; así como también, los levantamientos campesinos.  La capital de la república tenía 228,740 habitantes en 1920, tal como lo registra Mariátegui en su sexto ensayo.  Lima fue remozada con la inauguración de obras públicas. Leguía promulgó una cuestionable Ley de conscripción vial que afectaba exclusivamente a los indios. Al retornar Mariátegui a Lima criticó dicha ley y otras medidas del gobierno.  Fue víctima de la represión gubernamental, a lo que él llamó “accidentes de trabajo”.


Foto:  Martín Chambi
Indios en el juzgado. Cuzco Perú 1929
Judicializar a los indígenas fue una manera de arrebatarles sus tierras y expandir los latifundios.  De esta manera los indios eran compelidos a perder su libertad y convertirse en siervos de los gamonales para sobrevivir.  En el juzgado, los indios están en un medio completamente extraño, en inferioridad de condiciones.  La injusticia y el abuso de autoridad ocasionaron los levantamientos campesinos; levantamiento que fueron reprimidos sangrientamente por el ejército de un Estado que no los representaba.  Mariátegui con sus 7 Ensayos fue a la raíz del llamado problema del indio.



Fuente: www.mariategui.org
La marcha del cortejo fúnebre

 Foto 24 Aspecto del Cortejo en el jirón Washington ingresando al Paseo Colón en hombros de los obreros que formaron cuadrillas para turnarse hasta el cementerio general de Lima. Se aprecian los estandartes y banderolas de los sindicatos de Lima.




El cortejo pasando por la esquina de la Plaza de Armas y la calle Pescadería
Obsérvese el balcón del antiguo Palacio de Gobierno y el ataúd cubierto con la bandera roja del partido socialista.  En este tramo los obreros entonaron con más vigor las canciones revolucionarias: La Internacional, Vamos unidos, himno compuesto por Martínez de la Torre, Hijos del pueblo, Venid todos compañeros, etc.
 


Anna Chiappe Vda. de Mariátegui ante el nicho de su esposo.
Cementerio Presbítero Maestro, Lima.
Mariátegui únicamente me dejó amigos.
(Conversación de Anita con el autor del presente texto)




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