- Lejos de iniciar un verdadero diálogo con los
agricultores del Valle del Tambo o de aceptar una nueva revisión al EIA de Tía
María, la minera ha iniciado una intensa y costosa campaña a través de diversos
medios de comunicación. Mientras tanto el Gobierno continúa asfixiando a las
autoridades de Islay, bloqueando sus cuentas bancarias.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 18 de junio, 2015.- Ha transcurrido uno de
los dos meses en los que Southern Perú se comprometió a suspender la ejecución
del polémico proyecto Tía María. Fue exactamente el 15 de mayo pasado cuando el
presidente ejecutivo de esta compañía, Óscar González Rocha, anunció la
paralización provisional, en un contexto de crisis y violencia en el Valle de
Tambo.
“Hemos escuchado al gobierno nacional a través del
presidente de la República Ollanta Humala y en el espíritu de recobrar el clima
de convivencia pacífica que el país requiere, le solicitamos el tiempo y las
facilidades necesarias para poder socializar el proyecto”, dijo en su momento
el representante de Southern para Perú.
Sin embargo, desde entonces hasta hoy ha sido
prácticamente nulo el proceso de diálogo entablado por la minera de capital mexicano
con la población de la provincia de Islay, en el departamento de Arequipa,
donde se ejecutaría eventualmente el proyecto Tïa María.
Más allá de bajar al llano y sentarse en una mesa
de negociación con los agricultores del Valle de Tambo, Southern ha optado por
una estrategia que no toma en cuenta a los principales opositores al proyecto.
Primero que nada afirmó que no someterá su segundo
-y cuestionado- Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a ninguna revisión por parte
de la Oficina de Servicio de Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS).
Como se sabe, bajo muchas críticas dicho documento
fue aprobado por el propio Ministerio de Energía y Minas.
Campaña millonaria
Lejos de acercarse a la población del valle,
Southern ha optado por intentar convencer a la población rural de las grandes
ciudades. Esto a través de una intensa campaña publicitaria en diversos medios
de comunicación con fuerte presencia en las grandes ciudades.
Bajo el rótulo de “Centro de información de
Southern Perú”, la minera informa supuestamente sobre los detalles más
resaltantes de sus operaciones, asegurando que no afectará al medioambiente. Y
además enfatiza en las aparentes “bondades” de la operación de la mina para con
las comunidades involucradas en su entorno.
Pero no solo los medios de comunicación han sido
objeto de avisos de parte de Southern. Y es que la intensa publicidad a través
de redes sociales y la difusión de videos interactivos persiguen el objetivo de
modificar la opinión pública antes de la quincena de julio, fecha en que habrá
concluido la suspensión del proyecto Tía María.
Sigue hostilización a
Municipalidad provincial de Islay
A todo esto, ni siquiera las entidades públicas han
mostrado un interés por dialogar. De hecho, hace unos días la Contraloría
General de la República pidió al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que
mantuviera bloqueadas las cuentas de la Municipalidad Provincial de Islay.
El argumento utilizado para esta solicitud es que
persistía el riesgo de un posible “uso inadecuado de los recursos públicos”.
De esta manera, el alcalde de Islay, Richard Ale
Cruz, se ve imposibilitado de ejecutar cualquier proyecto planeado para su
gestión desde el mes de mayo. Todo mientras Southern gana tiempo para difundir
sus puntos de vista a partir de una intensa y millonaria campaña publicitaria.
Dato:
Para el próximo 9 de julio está programado un paro
nacional en contra de diversas decisiones del Gobierno, entre ellas el apoyo
que le da al proyecto Tía María.
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