Crucifijo con la hoz y
el martillo entregado al Papa
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Estatuilla con la hoz y el martillo, símbolo del movimiento internacional de
los trabajadores y el comunismo, es una réplica de la imagen tallada por el
jesuita Luis Espinal, luchador social asesinado por paramilitares en Bolivia en
1980.
Servindi,
9 de julio, 2015.- El presidente boliviano Evo Morales le entregó al Papa Francisco un singular presente: una réplica
de la imagen tallada por el jesuita Luis Espinal, recordado por luchar por los
pobres y la justicia, y que representa un crucifijo tallado sobre una hoz y un
martillo.
Como
es conocido la hoz y el martillo son símbolos del movimiento internacional de
los trabajadores y del Comunismo.
Ante
tan insólito regalo el Papa habría mostrado su extrañeza e incomodidad, pero
sin dejar de sonreír.
Luis
Espinal fue asesinado por grupos paramilitares en marzo de 1980. Esta vez el
Papa rezó por el descanso del jesuita cerca del lugar donde
hallaron su cuerpo.
Luego
de aterrizar ayer en el Aeropuerto El Alto, en la ciudad de La Paz, el Papa
recorrió las principales calles de la ciudad, vitoreado por una multitud que lo
aguardaba.
Acto
seguido se reunió en Palacio de Gobierno con el presidente Evo Morales y con
representantes de la Iglesia Católica y la sociedad civil, en una ceremonia que
sirvió para que el mandatario le entregase el Cristo crucificado y otros
simbólicos presentes.
Junto
a la estatuilla, Morales le obsequió además un ejemplar del “Libro del Mar”, resumen
histórico de la demanda marítima contra Chile, y el Cóndor de los Andes, la
condecoración máxima del país altiplánico.
Antes,
durante las palabras de bienvenida al Papa en el aeropuerto, Morales también le
obsequió una “chuspa”, una pequeña bolsa de tejido andino. Tras cuatro horas en
La Paz, el Sumo Pontífice se trasladó en avión a Santa Cruz.
El jesuita que tallaba madera en sus tiempos libres
En
su tiempo libre, el sacerdote jesuita Luis Espinal convertía pedazos de madera vieja en obras de arte
utilizando muebles destartalados y restos inservibles, que de alguna manera
reflejaban su forma de pensar, sus ideales y sus propias vivencias.
Además,
Espinal se dedicó también al periodismo y a la producción cinematográfica,
utilizando ambos medios para difundir sus ideales y mensajes de lucha en favor
del pueblo boliviano.
De
origen español pero nacionalizado boliviano desde 1970, llegó a este país el 6
de agosto de 1968, en donde inmediatamente descubrió
las serias contradicciones entre la abundante riqueza natural y la pobreza de
las mayorías.
Desde
1968 hasta el año 1980 en que lo asesinaron, periodo de terribles dictaduras en
Bolivia, Espinal se dedicó a luchar por la justicia social y la democracia en
medio de violaciones de derechos humanos, cárceles, exilios, desapariciones y
fusilamientos.
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