El Captor
28-08-2015
1- China continuará como líder mundial
indiscutible en exportaciones de bienes
Desde 2009, China viene abriendo una brecha cada
vez mayor en el ranking de exportaciones por países frente a sus principales
competidores internacionales. En el último ejercicio consignado con datos
anuales, 2014, las mercancías exportadas por el gigante asiático ascendieron a
2,2 billones de dólares, frente a los 1,6 billones de Estados Unidos o 1,5 de
Alemania. El abaratamiento de los bienes chinos que supone una devaluación del
yuan frente al dólar permitirá mantener dicha tendencia e incluso acentuarla
con casi total seguridad.
2- Estados Unidos y Europa abaratarán la
factura de sus compras internacionales
La primera economía del mundo en volumen de
importaciones -y con el peor saldo por cuenta corrriente en su balanza de
pagos- es Estados Unidos. Su principal socio comercial es China, que absorbe en
torno al 20% del total de la factura importadora estadounidense. La devaluación
del yuan chino podría generar en consecuencia un ahorro anual de en torno a
50.000 millones de dólares en Estados Unidos y de hasta 20.000 millones de
euros en la Zona euro.
3- Las ventas mundiales a China se resentirán
por su encarecimiento
La devaluación del yuan frente a las divisas
origina tanto un abaratamiento de los productos de China frente al exterior
como un encarecimiento de los productos del resto del mundo frente a China. Por
lo tanto, las exportaciones europeas, japonesas, orientales y americanas con
destino a China o bien se estancarán o bien deberán reducir sus precios al
objeto de mantener su competitividad en el primer mercado asiático.
4- La balanza comercial de la Zona euro
reeditará números rojos frente a China
El saldo de “exportaciones menos importaciones”
consignado en la Eurozona frente al espacio comercial de China seguirá anotando
valores de déficit como consecuencia del proceso de devaluación del yuan chino,
situándose en una cifra negativa de en torno a 100.000 millones de euros. Cabe
recordar que esta circunstancia era inversa a principios de siglo, es decir,
las exportaciones europeas al mercado chino superaban a las importaciones
procedentes de dicho país; por consiguiente no existía déficit, sino superávit.
5- Las bolsas mundiales temblarán con cada
nueva guerra de divisas
La manipulación de los tipos de cambio entre las
divisas internacionales origina, tal y como se ha indicado en los puntos
anteriores, el encarecimiento o abaratamiento de los productos y mercancías de
las diferentes economías mundiales -Alemania, Brasil, Japón…- según sea el
enfoque adoptado. En este nuevo lance de guerra de divisas que supone la
devaluación del yuan chino, se vuelven a trastocar los equilibrios de costes y
beneficios de las empresas que desarrollan su actividad en el mercado internacional,
generando una merma de las expectativas sobre su evolución y las consiguientes
pérdidas en su cotización bursátil.
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