martes, 15 de septiembre de 2015

DEBATE PROGRAMÁTICO (1): LOS "SEIS PUNTOS EN COMÚN" DE JUAN CRISTOBAL






 Materiales para el debate programático (2016-2021):

10 de septiembre de 2015        

El intelectual socialista  Juan Cristóbal ha divulgado por las redes de Facebook, el día de ayer 09 de setiembre,  una “Carta breve a la gente o partidos o grupos de izquierda”, en la cual él propone “Seis puntos en común” para unir nuestras fuerzas para enfrentar al enemigo.

De inmediato, yo le respondí comentando su propuesta; y en tiempo breve, Juan Cristóbal divulgó un segundo  comentario.
        
       A continuación trascribo los tres breves mensajes de esta rápida conversación. Espero que otros amigos también se sumen a este intercambio, intercambio  abierto, de ideas y propuestas.
       
        Saludos 

        Miguel Ángel Aragón  
Pd.-Como Anexo estoy incluyendo el artículo del investigador  Sinesio López, que fue publicado en el diario La República, al día siguiente, el 10 de setiembre. Me parece una buena contribución al planteamiento de  los temas en debate (MAO, 15-IX-2015)

 
CARTA BREVE A LA GENTE O PARTIDOS O GRUPOS DE IZQUIERDA:

Para poder enfrentar al enemigo de la derecha (capitalista o procapitalista o anticomunista), debemos tener en cuenta algunos puntos que en común pueden ayudarnos a crear un FRENTE UNICO DE IZQUIERDA, y estos son:

1) la verdad no es única, tiene variables, hay que discutir siempre las variables con las bases, si no nos ponemos de acuerdo la realidad nos hará ponernos de acuerdo.

2) si aceptamos lo primero, evitaremos el sectarismo, el dogmatismo, la acusación por la acusación, sin embargo es bueno recalcar: no hay que ser sectarios, ni dogmáticos, hay que ser leal y solidarios, transparentes, no tener nunca "cartas bajo la manga".

3) todos los grupos han tenido errores en el pasado, sería bueno que cada quien se diga esos errores y sea profundamente autocrítico en las discusiones para avanzar en la construcción del Frente.

4) si hay estrategias o tácticas diferentes, asumirlas y que la realidad nos demuestre la verdad de la situación, pero unidos y que cada quien se dé cuenta que su planteamiento no funcionaba.

5) armar un programa y un proyecto de gobierno y de país discutiendo con las bases, las bases son el sustento de todo, teniendo un solo principio fundamental: LA TRANSFORMACION DE ESTA REALIDAD, DE ESTE SISTEMA CAPITALISTA NEOLIBERAL.

6) si no nos unimos:

¿Quiénes saldrán ganando? el sistema capitalista, los empresarios, la derecha, los militares, la embajada norteamericana, y

¿Quiénes perderán? los de abajo: los pobres, los explotados, los trabajadores, los estudiantes, los jubilados, los ancianos, etc.

ESCOJAN A PARTIR DE ESTAS BREVES LINEAS QUE HACER.


Estimado Juan Cristóbal:

La "unidad de la izquierda" ahora no es posible, porque ya no es necesaria. Esa unidad fue necesaria y posible en la década de 1980, cuando se organizó la coalición partidaria "Izquierda Unida", y se organizó aplicando el centralismo democrático "de arriba hacia abajo".

            Ahora,  el desarrollo de nuestra realidad nos plantea un reto mayor, la "unidad del pueblo". La unidad del pueblo se está vertebrando aplicando la centralización democrática "de abajo hacia arriba".

Una cosa es la "coalición partidaria" y otra cosa muy diferente es el "frente de masas". Se entiende que la mayoría de los militantes y simpatizantes de los numerosos grupos de "izquierda", también forman parte del pueblo. TODOS SOMOS NECESARIOS, Nadie sobra en la lucha conjunta contra el enemigo común.

¿Cómo continuar fortaleciendo la unidad del pueblo?

Muy simple. En primer lugar, aprendiendo del propio desarrollo de las luchas del pueblo peruano, en especial del último periodo de reanimación de las luchas de masas (del 2002 al 2015). Y en segundo lugar, estudiando, comentando, debatiendo y desarrollando cada uno de los "Seis Puntos en Común" que tu propones, en tu mensaje del 09 de setiembre. Yo ya escogí "Qué hacer", a partir de los Seis Puntos en Común.


La unidad del pueblo es parte o debe ser parte de la unidad de la izquierda, ¿cual es primero? depende de cómo se desarrolle la situación y los propios elementos que conforman el frente de masas y los frentes partidarios, no hay una sola verdad, la realidad y la relación de fuerzas es la que se impone.

4.- DOCUMENTO ANEXO:

PERÚ: ALCANCE Y LÍMITES DE LOS MOVIMIENTOS REGIONALES (*)

Escribe:  Sinesio López

El Arequipazo, el Moqueguazo, el Baguazo, Conga, Tía María, la defensa de Petro-Perú en Loreto son movimientos sociopolíticos regionales que tienen una serie de características comunes y una incidencia similar en la política nacional, pero que actúan desarticuladamente porque no hay una fuerza política nacional que los articule. Estas características comunes definen un patrón de acción sociopolítica en los tiempos de neoliberalismo y de ausencia de partidos políticos nacionales.

La oposición al neoliberalismo y al extractivismo ha sido más social que política y ha provenido principalmente de las regiones. En estos niveles se ha producido una cierta articulación entre los movimientos sociales y los gobiernos regionales, provinciales y locales. Es probable que sin estos y sin las élites que los dirigen no hubieran podido organizarse, sostenerse y obtener algunos resultados. Son liderazgos locales o subnacionales que no logran alcanzar una dimensión nacional. La mayoría de los que entran en conflicto con el gobierno central y con el modelo económico neoliberal están vinculados a diferentes organizaciones de izquierda cuya fragmentación les impide tener una proyección nacional. Hay una cierta unidad dentro del movimiento regional, pero persiste una fragmentación nacional de los movimientos regionales.

La izquierda actual proyecta su división a los movimientos sociales regionales, a diferencia de los grandes movimientos sociales de los 70 cuya fuerza, masividad y centralización impulsó más bien la unidad de la izquierda. Esta fragmentación ha sido reforzada por la descentralización que ha producido una especie de desnacionalización de la política y de los partidos generando escenarios políticos regionales en los que las élites subnacionales disputan funciones, atribuciones, competencias, recursos, especialmente en las regiones que reciben el canon. Estos escenarios y sus élites subnacionales, incluidos sus liderazgos partidarios, han tomado distancia de los liderazgos nacionales limeños, cada vez menos influyentes en las diversas regiones del país.

Casi todos estos movimientos regionales han sido relativamente exitosos y han obtenido no tanto lo que ellos buscaban como frenar las imposiciones del gobierno central y la voracidad de las grandes corporaciones que afectaban o afectan los intereses de amplios sectores sociales de las regiones. Las respuestas de los diversos gobiernos han sido más o menos las mismas: la imposición, la criminalización de la protesta social y la declaración de los estados de emergencia en las regiones en conflicto. Casi todos ellos han sido renuentes al diálogo y a la negociación. Han concentrado las decisiones en la cúpula (la presidencia de la República y el MEF), para evitar la presión social, el escrutinio público y la accountability (sic).

Es probable que, con la desaceleración de la economía y la consiguiente disminución de los recursos para las regiones y con la coyuntura electoral del 2016, el malestar y las protestas regionales se incrementen y se expresen en la política y en los votos. Es probable que el éxito sonría a los candidatos a la presidencia que consigan una mejor articulación con las élites, los movimientos y los gobiernos subnacionales.

(*) Artículo publicado en el diario La República el día 10 de setiembre de 2015.

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