(03 de setiembre de 2015)
Por: Miguel Aragón
Otras posiciones:
Hace una semana, al iniciar esta serie, pensé exponer solamente las tres posiciones principales que existen en las filas del pueblo con respecto a la pregunta “¿Cuál es el enemigo principal del pueblo peruano?”. Pero, sería muy injusto de mi parte, no anotar otras posiciones existentes sobre el mismo tema. A continuación repasemos algunas de ellas.
4.- En un sector muy reducido, pero no por ello
despreciable, del pueblo, hay quienes consideran que en la actualidad el
enemigo principal del pueblo peruano es el revisionismo. Los
autodenominados “cruzados antirevisionistas”, a los cuales se les puede
contar con los dedos de una mano, pretenden colocar en el centro del
debate actual, la contradicción entre el supuesto “marxismo-leninismo” de
ellos, y un supuesto “revisionismo” de los que no comparten sus ideas.
A los pocos interesados, que puedan tomar en serio
las opiniones de esta tendencia, les recomiendo realizar, a manera de
ejercicio, la siguiente investigación.
Revisar con atención las 1.653 páginas de los
cuatro primeros tomos de las Obras Escogidas de Mao Zedong, que fueron
escritos entre marzo de 1926 y setiembre de 1949, es decir antes del triunfo de
la revolución de nueva democracia en China, y subrayar, y a la vez
contabilizar, cuantas veces Mao Zedong utilizó la categoría teórica
“revisionismo” para luchar contra las tendencias discrepantes que existían en
el desarrollo de la revolución en China.
De manera similar, revisar con mayor atención
todavía, cuantas veces José Carlos Mariátegui utilizó y escribió esa expresión
“revisionismo” en las 230 páginas del libro Peruanicemos al Perú, en las
352 páginas del libro 7 Ensayos de interpretación de la realidad
peruana, y en las 285 páginas del libro Ideología y Política.
Después de realizadas estas dos necesarias y
agradables investigaciones, recomiendo revisar cualquiera de los artículos
publicados por los “cruzados antirevisionistas” y hacer el mismo conteo de
cuantas veces ellos utilizan el manoseado concepto “revisionismo”.
5.- A diferencia de ese minúsculo sector marginal,
hay otro sector mucho más amplio, variado, confundido y confuso, que
actualmente se expresa de manera persistente a través de los grupos de correos
y los mensajes en la red facebook. Entre ellos no hay la menor unidad de
criterios serios. Unos consideran que el enemigo principal es Yehude Simon
promotor de la coalición de izquierda Únete por la Democracia, otros
consideran que el enemigo principal es Marco Arana promotor de la otra
coalición de izquierda Frente Amplio.
El listado de insinuaciones veladas, de acusaciones
directas y de ataques personales contra ambos, y contra otros dirigentes,
todos ellos surgidos en las filas del pueblo, es una relación
inagotable, que no tiene fin, y yo no tengo la menor intención de sumarme a
esos repetidores de acusaciones. Cada día salen más y más acusaciones, la
mayoría sin ningún sustento serio. Estas campañas de desprestigio, me hacen
recordar las campañas que se hacían en el pasado contra Jorge del Prado,
Alfonso Barrantes, Javier Diez Canseco, y otros dirigentes de la “izquierda”
peruana. Todas estas campañas negativas del pasado y del presente, solamente
sirvieron y sirven para debilitar la unidad del pueblo, para debilitar
las luchas del pueblo, y favorecen los objetivos de la clase
dominante.
Los promotores de estas campañas negativas,
pretenden encumbrar a los pre-candidatos de su simpatía y elección, no en
base a sus propias virtudes y aspectos positivos, que realmente sería lo
más conveniente. No, todo lo contrario. Ellos pretender surgir, destacar
y ganarse el apoyo de la mayoría del pueblo, denigrando a los posibles
rivales dentro de las filas del pueblo, sean estos rivales reales o
imaginarios. Esta actitud no es un síntoma de fortaleza, sino de indudable
debilidad.
De esa manera tan torpe, por decir lo menos,
lo que consiguen es sembrar un espíritu y una actitud pesimista, derrotista
y claudicante, propia del sector más disolvente de la pequeña burguesía
individualista y anarcoide, cumpliendo así una función muy apreciada y
estimulada por los agentes de la clase dominante infiltrados dentro del pueblo.
Por mi parte, reitero nuevamente, yo considero que
el enemigo principal del pueblo peruano es la clase dominante (otros
dicen que el enemigo principal es el imperialismo, y un tercer sector
dicen que el enemigo principal es la burguesía, en todo caso estas son
discrepancias en las filas del pueblo). Según mi opinión, para luchar
contra la clase dominante y sus representantes políticos, tenemos que unir a
todas las fuerzas susceptibles de ser unidas, en un frente unido, que
sea lo más amplio, flexible y diverso posible. Para
fortalecer el frente unido del pueblo peruano TODOS SOMOS NECESARIOS, nadie
sobra.
Considero que tenemos que estudiar y aplicar los
criterios básicos de la estrategia y la táctica política que nos enseña la
historia. Enseñanza que se puede resumir brevemente de la siguiente
manera:
“En lo estratégico, a largo plazo, enfrentarnos uno
contra diez enemigos; pero en lo táctico, a corto plazo, enfrentar
diez aliados contra un solo enemigo”.
Estratégicamente debemos despreciar la fuerza
del enemigo de clase, con expresiones tales como “el imperialismo es un
coloso con pies de barro” (Lenin), “el imperialismo es un tigre de papel” (Mao
Zedong). Esas dos expresiones tienen valor estratégico, pero no tienen valor
táctico.
A nadie, en su sano juicio, se le ocurriría
participar en la lucha diaria contra el imperialismo solamente con “baldazos de
agua” para disolver al supuesto “coloso con pies de barro”, o pretender luchar
solo con inofensivas “tijeras” para cortar al supuesto “tigre de papel”.
Tácticamente, en las luchas a corto plazo, tenemos
que tomar muy en serio la fuerza (económica, política, militar y cultural) de
los enemigos, y necesariamente tenemos que unir, aunque sea temporalmente,
una fuerza superior a la fuerza del enemigo, para atacarlos parte por
parte, y derrotarlos uno por uno.
Tenemos que entender que nuestra participación en
la lucha político electoral de abril y junio de 2016, no es una lucha
estratégica, sino una lucha eminentemente táctica. En esas luchas
electorales del año 2016, no se decidirá “la cuestión del poder”, sino
simplemente la cuestión de la participación del pueblo en el gobierno, y nada
más.
Las elecciones del año 2016 no serán “el fin de la
historia”, simplemente serán un paso, un escalón preparatorio más, para
las luchas de los próximos años. Luchas políticas, de las cuales la
más importante tal vez podrían ser las elecciones municipales de octubre de
2018, para las cuales debemos comenzar a prepararnos desde ahora mismo.
Después de precisar cuál es el enemigo principal
del pueblo, nuestro siguiente paso debe ser investigar, ordenar y agitar cuáles
son en la actualidad los puntos centrales del Programa Reivindicativo, del
Programa Mínimo de unidad del pueblo peruano.
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