sábado, 26 de septiembre de 2015

TEORÍA ECONÓMICA DE MARX: EL VALOR Y SUS INTERRELACIONES




sábado, 26 de septiembre de 2015


El concepto de valor no es de autoría exclusiva de Marx. Antes que él los dos grandes pensadores de la economía clásica burguesa, Adam Smith y David Ricardo, habían elaborado ese concepto y con un notable desarrollo. De hecho la determinación del valor por el tiempo de trabajo es obra de David Ricardo. Así que Marx se presenta como el culminador del concepto de valor y no como su único autor. Lo mismo sucede con la plusvalía y la ganancia. No en vano Marx critica a Ricardo por confundir las leyes de la plusvalía con las leyes de la ganancia. Lo que hay que evidenciar y no perder de vista nunca es que la teoría económica de Marx se presenta en parte como desarrollo de la economía clásica. Y en todo desarrollo hay continuidad y hay ruptura.

El concepto de valor tiene muchas determinaciones y experimenta cambios de forma y sentido en su relación con el resto de los conceptos con los que constituye un cuerpo teórico. No se puede separar el concepto de valor de los conceptos siguientes: valor de uso, valor de cambio, plusvalía, precio de costo, ganancia, capital constante, capital variable, capital fijo, capital circulante, renta, beneficio, interés, dividendo, valor individual, valor de mercado, precio de producción … Hay dos defectos fundamentales en los que incurren los detractores de la teoría del valor de Marx: uno, no tienen en cuenta la totalidad de las determinaciones del concepto de valor, y dos, no tienen en cuenta las interrelaciones con los conceptos del cuerpo total de la teoría económica de Marx. Además suelen recurrir a definiciones aisladas de los conceptos y con eso quieren manejarse en sus razonamientos y conclusiones. Hablar del valor y no hacerlo del valor en su forma relativa, en su forma de equivalente y en su forma objetivada como dinero es un error de fondo que solo puede derivar en razonamientos poco fundamentados y en conclusiones aventuradas. 

Si bien en la economía clásica, la que representa Adam Smith, Ricardo y Marx, el concepto de valor es fundamental y central, no lo es así en la economía convencional, cuyo padre fundador es Stanley Jevons. El concepto de valor en Jevons está centrado en la utilidad y especialmente en la utilidad marginal (adicional), esto es, está centrado en una de las determinaciones del valor de uso. A esta teoría se la llama teoría subjetiva del valor. Pero hay intelectuales poco versados en estos detalles que haciendo uso del concepto de valor de Marx después defienden una teoría subjetiva del valor, o lo que es lo mismo, defienden que los precios están determinados por la utilidad adicional. Decir que los precios están determinados por la utilidad adicional es lo mismo que afirmar que están determinados por las necesidades y deseos de los compradores. El error aquí estriba en que partiendo del concepto de valor de Marx, o utilizándolo en apariencia, esto es, sin tener conocimiento fundamentado del mismo,  defienden la teoría del valor de Jevons sin que los intelectuales en cuestión sean autoconscientes de este fenómeno de su conciencia teórica. Llegados a este punto, y habiendo aclarado las raíces teóricas del concepto de valor en la economía clásica y en la economía convencional, los detractores de la teoría del valor de Marx deben decidirse sobre una cuestión básica: o defienden el concepto de valor de la economía clásica o defienden el concepto de valor de la economía convencional. Hay que aclarar que el concepto de valor en la economía clásica hace del trabajo su sustancia básica, mientras que en la economía convencional el trabajo queda desterrado a un simple factor de la producción. Los detractores  podrán argumentar que ellos defienden el concepto de valor de Marx de un modo heterodoxo. Pero en tal caso tendrán que decir con qué determinaciones del concepto de valor elaborado por Marx se quedan, cuáles rechazan y cuáles añaden. Ya que cuestionar un concepto sin definir uno nuevo o sin modificarlo no es un procedimiento teórico riguroso.

Cuando vemos a una persona, no vemos su esqueleto sino su carne. Tampoco vemos su corazón ni su sistema nervioso central. Es cierto que todas las partes del cuerpo humano están interrelacionadas, pero interrelación no significa mezcla indeterminada ni confusión. De hecho hay distintas disciplinas médicas especializadas en cada una de las partes diferenciadas del cuerpo humano. Algo análogo sucede con el cuerpo socio económico capitalista. Los conceptos de valor y plusvalía pertenecen al esqueleto de la teoría económica de Marx, mientras que los conceptos de precio de producción y de ganancia pertenecen a su cuerpo aparente. La economía convencional no quiere entrar en el estudio del esqueleto de la economía capitalista, le basta con lo que se manifiesta en la superficie de los fenómenos. Por su parte los intelectuales poco versados en la economía marxista hablan de la teoría de la plusvalía de Marx como si fuera un fenómeno aparente. Y pretenden examinar la validez de la teoría de la plusvalía de Marx con fenómenos aparentes del mundo capitalista. Marx distingue entre valor individual y valor de mercado, y entiende por valor de mercado el valor medio de las mercancías producidas en cada esfera de producción. De manera que habrá empresas que vendan sus mercancías por encima de su valor individual y habrá empresas que la vendan por debajo. De lo que se deduce que la plusvalía generada por cada empresa no coincide con la plusvalía de la que se apropia. Además en la realidad del mercado siempre se da el monopolio casual que en palabras de Marx significa “el monopolio del que disfruta el comprador o vendedor gracias al estado fortuito de la oferta y la demanda”. Así que repito: es un error querer vincular la plusvalía directamente con los  hechos de la realidad. Ese papel le corresponde a la ganancia media y a los precios de producción.

Quien estudie con detenimiento  El Capital, podrá leer secciones con los siguientes títulos: Transformación de la plusvalía en ganancia, transformación de la ganancia en ganancia media, transformación del dinero en capital de préstamo, transformación de los valores en precios de producción… Los conceptos en la teoría económica de Marx no permanecen inmóviles, no son fijos, no sufren de esclerosis, sino que están en continuo desarrollo, transformación y movimiento. El error de los detractores de la teoría económica de Marx a este respecto estriba en lo fundamental en lo siguiente: emplean los conceptos de Marx como cajones con contenidos conceptuales fijos  y los ponen en relación con otros conceptos de forma externa y con los hechos de la realidad de modo fortuito.



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