I
EL RICO DEBATE ACERCA DE LAS
ELECCIONES EN ARGENTINA, HACE PENSAR EN LAS ELECCIONES DE MÉXICO 2018
11-11-2015
1. He
leído decena de artículos alrededor de las elecciones presidenciales de la
primera y la segunda vuelta en Argentina. La primera vuelta se llevó a cabo el
25 de octubre [] de manera conjunta con las elecciones
legislativas. Habrá una segunda vuelta (o ballotage) el 22 de noviembre ya que
ninguna fórmula obtuvo en las elecciones generales más del 45% de los votos
positivos, o más del 40% de los votos positivos con una diferencia de al menos
10 puntos porcentuales con respecto a la segunda fórmula, en cantidad de votos
positivos. Por ello los candidatos presidenciales Daniel Scioli del “Frente
para la Victoria” y Mauricio Macri del “Frente Cambiemos” deberán enfrentarse
en una nueva elección.
2. Los argentinos no tienen mucho de donde escoger:
votan por Scioli, que podría ser la continuidad del kichnerismo con muchas
contradicciones, o se deciden por Macri que es el representante de la derecha
más reaccionaria y cercana a fascismo. Algunos, que apenas representan un cinco
por ciento de los votos, están llamando al “voto blanco” porque consideran que
Scioli y Macri “son más de lo mismo: proyectos empresariales y proyanquis que
están entregando a Argentina hacia un profundo proceso de privatización. Si en
México existiera la “segunda vuelta electoral”, en 1988, 1994 y 2000 Cárdenas
hubiese competido con Salinas, Zedillo y Fox y López Obrador con Calderón en
2006 y con Peña en 2012; pero los empresarios harían perder a los
socialdemócratas.
3. Este debate que hoy se registra en Argentina
también se ha desarrollado en México pero en la primera vuelta. Aquí tanto
Cárdenas como López Obrador han sido apuntalados por la centro/izquierda o
socialdemocracia. El PRI/PAN derechista, por los empresarios, medios de
información y clero. En Argentina, con excepción de algunos pequeños grupos
radicalizados de izquierda como los trotskistas y anarquistas, no existe una
socialdemocracia desarrollada. Son los herederos del peronismo en sus varias
vertientes y el Frente Cívico Radical, ambos empresariales y anticomunistas,
así como el sector militarista, los que han dominado en los últimos 50 años la
escena política. Aquí parece haber una ventaja política en México.
4. En México, antes de la implantación del neoliberalismo
en 1982, las derechas y las izquierdas socialdemócratas eran ampliamente
manipuladas por el PRI que se colocaba siempre en el centro político. Pero a
partir de ese año el PRI se corrió hacia la derecha conformando con el PAN un
estrecho maridaje interrumpido por pequeños pleitos de familia. ¿Qué hizo el
socialdemócrata PRD? Para terminar de descomponerse y no quedarse solo en las
negociaciones partidarias, corrió también a los brazos del PRI. El partido
Morena de López Obrador es ahora la esperanza partidaria electoral que debe
luchar para salvarse de las mil y una trampas preparadas por el sistema
político: mediatización, absorción, amenazas, represión, acuerdos, ventajas,
presupuestos, etcétera.
5. En Argentina se ha propagado que Macri ha recibido
un fuerte apoyo de la derecha internacional encabezada por Vargas Llosa y que
de ganar rompería con organismos internacionales como Unasur, ALBA, Bancosur,
apoyaría bases militares yanquis, etcétera. De Scioli se dice que conservaría
las buenas relaciones con los países del ALBA a pesar de su derechismo
empresarial. Pregunto: ¿Qué pasó con los movimientos de desempleados, los sin
trabajo, los piqueteros, los caceroleros, con las organizaciones obreras de
izquierda y centroizquierda? La realidad es que los resultados de las
elecciones en Argentina van a ser determinantes para las elecciones en toda la
región y la relación con el imperio de los EEUU. Argentina es importante país
de América.
6. Si López Obrador no abre el camino con los
sectores en lucha: maestros, electricistas, mineros, telefonistas, indígenas,
campesinos, apoyándolos de manera abierta y sin miedos, es seguro que la
burguesía buscará cerrarle todos los caminos. Morena –evitando toda
centralización que por autoritaria ha pasado a mejor vida- debe abrirse a todos
los sectores buscando organizar batallas conjuntas contra todo tipo de
privatización. En los últimos años han surgido muchos, miles de frentes o
comités de defensa del agua, de la luz, de las tierras, de los derechos
humanos, contra la carestía. Morena puede ofrecer sus servicios y participar
junto a las organizaciones. ¿Qué mejor apoyo puede recibir Morena a cambio de
acompañar a los trabajadores?
7. Si Morena rompe su sectarismo hacia los
trabajadores mexicanos, seguramente otras organizaciones e individuos romperán
con el suyo. El debate en Argentina está cada día más interesante para los
pueblos de América Latina porque lo que allí suceda –en medio de los ataques
imperialistas contra Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador- va a influir de
manera determinante. Los Kirchner no se proclamaron partidarios del socialismo
y la sociedad igualitaria, pero sus 12 años de gobierno ayudaron a los países
de América en la lucha antimperialista. Muchos hubiésemos querido que
conformaran una izquierda radical mundial, que fueran consecuentes luchadores
anticapitalistas; pero sólo hicieron lo que pudieron.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
II
MAURICIO SCIOLI, O EL FUNDAMENTO
DEL VOTO EN BLANCO
11-11-2015
Declaración
por el voto en blanco de Jorge Altamira (PO), organización miembro del FIT
|
La agenda
que los candidatos capitalistas han venido esquivando desde las Paso, ha
irrumpido con fuerza debido a la presión inevitable de la realidad. La mega
devaluación, la desvalorización de la fuerza de trabajo, la búsqueda de un
rescate financiero internacional – los puntos planteados desde el comienzo por
el Partido Obrero -, se han convertido en el eje político de la campaña hacia
el balotaje. No por eso, tanto Macri como Scioli siguen empeñados en engañar al
electorado. ¡Cómo podrían sobrevivir de otro modo!
Prat Gay
Los voceros económicos de Macri
describen una perspectiva en rosa. Para el ex JP (Morgan), Prat Gay, la
devaluación macrista no tendría impacto en los precios –por el contrario, hasta
los estabilizaría. El ex banquero, incluso de Duhalde y Kirchner, asegura que
los precios internos ya tienen incorporados los tipos de cambio que se
registran en la Bolsa o en el mercado negro, de modo que una devaluación del
tipo oficial que los lleve al paralelo no alteraría la situación actual. Si
fuera así, esta remarcación de precios está ofreciendo una ganancia
extraordinaria a los agiotistas, esto porque las importaciones se seguirían
haciendo por mercado oficial. Prat Gay, además, no tiene en cuenta que las exportaciones
también se liquidan, invariablemente, por el mercado oficial –aunque haya una
elevada sobre-facturación o contrabando. Es claro que una devaluación
acompañada por una reducción o eliminación de las retenciones a las
exportaciones, tendría un impacto fenomenal sobre los precios de los alimentos
y de los combustibles. Estos aumentos afectarían numerosos costos de producción
y los salarios. La negación del impacto de una devaluación sobre los precios es
una campaña sucia contra el electorado. Lo peor no se encuentra, sin embargo,
en esto, porque el plato fuerte del ajuste son los tarifazos. La suba más
importante en la Bolsa, en los días recientes, la han registrado las eléctricas
–precisamente porque descuentan un fuerte aumento de las tarifas de servicios
(y las acciones de los bancos, que tiene una cartera voluminosa de títulos
públicos con rendimientos descomunales). Como las tarifas han funcionado como
un subsidio enorme a las ganancias capitalistas, su eliminación elevará en
forma sustancial los costos de producción –ni qué decir que desatará una gran
lucha salarial. En definitiva, los ‘esclarecimientos’ que los voceros del
macrismo ofrecen acerca de la devaluación son ‘carne podrida’.
Lo que el macrismo difunde con mucho menos empeño
es su programa de re-endeudamiento en escala fenomenal, aunque, aquí sí, esto
no vaya a mover el amperímetro, porque no va a suscitar ningún ingreso masivo
de capitales. Ocurre que Cambiemos pretende convertir en títulos públicos una
deuda que ya existe bajo otra forma (Cronista, 6.11). Nos referimos, por
supuesto, a los u$s 15 mil millones de dólares ya establecidos por el juez
Griesa en beneficio de los ‘fondos buitres’, que podría llegar a los 30 mil
millones si se acogen al fallo la totalidad de los acreedores que no entraron a
los canjes de 2005 y 2010. A esto habría que añadir los u$s 20 mil millones,
aproximadamente, que el Banco Central debe a los importadores y a las empresas
que no han podido girar utilidades aprobadas al exterior. Además, está
negociando préstamos de organismos públicos internacionales. Solamente esto
aumentaría entre un 25/28% la deuda pública nominada en dólares, que es de poco
menos de u$s 200 mil millones (ver Cronista, 2.11). Como una devaluación del
40% reduciría el PBI en dólares en el mismo porcentaje (pasaría de u$s 550
millones a menos de u$s 400 mil millones, la relación deuda pública, en dólares
y pesos (u$s 300 mil millones) con el PBI alcanzaría al 75/80% del PBI –sin
contar los elevados intereses comprometidos tanto en dólares como pesos, ni el
llamado ‘cupón del PBI’, ni tampoco la necesidad de financiar los déficits
fiscales que orillan el 7% del PBI- $ 350 mil millones. Se trata de una
relación de quebranto, que impondría un nuevo remate de activos nacionales. Hay
evidencias de que los bancos locales han estado vendiendo sus préstamos al
Banco Central a inversores especulativos y que compensan las pérdidas que
supone esta transacción mediante la inversión del dinero en activos dolarizados
–añadiendo presión a la devaluación. La Argentina K habría logrado crear sus
propios ‘fondos buitres’ en pesos, o sea nacionales y populares.
Bein y Ferreres
El mismísimo programa del macrismo acaba de
reiterar Miguel Bein, el asesor ‘number one’ del sciolismo, en el insospechado
Página 12 (3.11). Bein invierte los términos de Prat Gay: condiciona la
devaluación a un reendeudamiento internacional, pero esta diferencia se diluye
apenas se toman en cuenta las contradicciones del planteo de Bein. Bein
declara, significativamente, que “el tope de sus prioridades” es “la
recapitalización del Banco Central”. Lo mismo plantea el conocido ‘neoliberal’
Orlando Ferreres (Cronista, 2.11). En realidad, con reservas internacionales
disponibles inferiores a los u$s 10 mil millones y reservas netas de deudas virtualmente
en cero, el Banco Central no está para condicionar nada –se encuentra en la
misma situación de Cavallo cuando metió el ‘corralito’, deberá devaluar como
dice Prat Gay. El Fondo de Garantía de la Anses, por su lado, ha dilapidado la
totalidad de los bonos negociables en su poder (Boden, varios tipos de Bonar),
malvendiendo sus tenencias para que no suba el tipo de cambio en la Bolsa. Este
remate es lo mismo que una pérdida de reservas en divisas.
La quiebra del Banco Central es enorme: su activo
es inexistente, frente a un pasivo de un billón de pesos – entre deuda con
bancos locales (a la tasa fenomenal del 30% anual) y circulación de moneda, en
partes iguales. No tiene reservas internacionales y sus créditos con el Tesoro,
de u$s 90 mil millones, no valen nada porque el Tesoro está quebrado – con un
déficit anual de $ 250 mil millones. (El llamado ‘desendeudamiento’ no ha sido
otra cosa que un vaciamiento financiero sin precedentes de Argentina). Una
devaluación del 40% reduciría en la misma proporción la deuda del Banco Central
en pesos, en perjuicio de los ahorristas y tenedores de pesos, pero aun así
requeriría la recomposición del activo por decenas de miles de millones de
dólares. Por otro lado, cualquier forma de endeudamiento para reponer las
reservas internacionales del Banco Central (que hoy costaría tasas de interés
muy elevadas) no significaría una “recapitalización”, esto porque se cancelan
recíprocamente. Recapitalizar es aportar capital, es poseer activos mayores a
los pasivos. Este aporte de capital podría venir de la retención de utilidades
en el tiempo y/o un aporte extraordinario del Estado – en ambos casos imposible
en el momento actual, y en el segundo caso confiscatorio de los sectores
populares, que lo financiarían con los impuestos. Un aumento de las reservas
que fuera consecuencia de un balance favorable del comercio exterior podría
generar utilidades a capitalizar en el tiempo, esto siempre que ese aumento
promueva una reactivación prolongada de la economía, que diera mercado a los
pesos que se emitan en contrapartida. De acuerdo a las normas internacionales
para la banca privada, el capital bancario debería consistir en un 10/15% de
los activos. La banca central obtiene sus utilidades de los intereses que cobra
por la suscripción de títulos de la deuda pública o por los descuentos de
valores que hace a la banca privada. La tesis K de que la banca central sería
inmune a las pérdidas es una violenta contradicción con todas las leyes que
rigen el funcionamiento del capitalismo.
Bein insiste en un planteo que ya había adelantado
hace dos meses (off the record) Ámbito Financiero. Se trata de un nuevo
blanqueo de capitales, con la expectativa infundada de obtener u$s 10 mil
millones –monedas. Los beneficiados reclaman, para acceder al planteo, poder
retener en el exterior el dinero o los bonos estatales que se ofrezcan. Pero
antes que nada exigen la devaluación del peso, uno, para revalorizar los bonos
que adquieran, dos, para que se repongan las reservas que garanticen el pago de
las deudas. El mismo Bein, al igual que Prat Gay, ya ha dicho que había que
arreglar con los ‘fondos buitres’. Kicillof acaba de apelar el fallo de Griesa
que admite nuevos acreedores al reclamo original, o sea que compromete a
Argentina a aceptar el fallo de la Cámara de segunda instancia. La aceptación
de la jurisdicción neoyorquina por parte de los K compromete a la Argentina de
Scioli o Macri a pagar a los ‘buitres’. El JP Morgan, la cuna de Prat Gay,
habría ofrecido un “préstamo puente” para capear la primera parte del próximo
mandato, pero siempre bajo la condición de obtener un acuerdo con los ‘fondos
buitres’. Para ‘ayudar’ a este arreglo, los ‘fondos’ han ofrecido cobrar en
forma proporcional a los vencimientos de la deuda regular, en lugar de hacerlo
de una vez como había sido la exigencia inicial – o recibir un bono a la tasa
que está pagando Argentina. La diferencia entre Macri y Scioli acerca de la
salida de la bancarrota en curso es la que tienen dos comisionistas que pugnan
por cerrar el mismo negocio. Al coincidir en la necesidad de “recapitalizar el
Banco Central”, en referencia a contraer deuda nueva en gran escala, Scioli y
Macri están simplemente reconvirtiendo al “desendeudamiento” en
“re-endeudamiento” –sin tocar, por supuesto, los grandes beneficios que los
fondos capitalistas han obtenido en un caso y van a obtener en el otro.
“Ortodoxos”
La propuesta más ‘ortodoxa’ (y reveladora) de
“recapitalización del Banco Central” la formuló un economista financiero, Julio
Piekarz, un ‘neo-liberal’, por supuesto, hace unos meses (Clarín, 23.8).
Piekarz introdujo el tema “recapitalización del Banco Central” en la agenda de
los Macri y Scioli. Plantea convertir en títulos públicos las llamadas Letras
Intransferibles en dólares en el Banco Central (que valen cero porque el Tesoro
no puede pagarlas), esto para venderlas, por tramos, en el Mercado de Valores –
unos u$s 70 mil millones. Supone que una venta dosificada no afectaría el valor
de estos bonos, ni en general los del conjunto de la deuda pública. Es una
suposición sin fundamento; la propuesta sería inviable en la práctica. Las
dimensiones de la crisis son, como se puede ver, más amplias que las fórmulas
que ensayan los alquimistas. En esta alternativa, el capital correspondiente
quedaría inmovilizado en el Banco Central a cambio de una deuda que sería
asumida por el Tesoro. Sería una operación financiera pura, que se distingue de
las deudas en dólares que van al Banco Central pero luego de haberse convertido
en pesos para inversiones en infraestructura, especialmente. Aquí observamos
los intereses capitalistas contrapropuestos dentro de una misma salida
capitalista. Son, sin embargo, dos propuestas igualmente parasitarias, esto
porque las inversiones en pesos (o sea que no implican importaciones medios de
producción o materias primas) no deberían necesitar divisas. Con este último
tipo de financiamiento, Martínez de Hoz produjo el vaciamiento de YPF. La
reconversión de las Letras incobrables en deuda de mercado expresa en forma
nítida la transformación del ‘desendeudamiento’ en ‘re-endeudamiento’. Los K y
la burguesía nacional finalizan su tiempo comiéndose la cola.
Nosotros
Un gobierno de trabajadores deberá operar, durante
un larguísimo periodo transicional, con un sistema bancario, que en este caso
consistirá en una banca estatal única. La capitalización de esta banca deberá
pagarla el capital, como ocurrirá en todos los planos de una salida obrera y
socialista. Ni deuda usurera, ni aporte de los trabajadores: un impuesto
extraordinario a las grandes fortunas y al gran capital, que han sido los
grandes beneficiarios del saqueo sistemático de los recursos fiscales y
monetarios, y la nacionalización del comercio exterior y los recursos
estratégicos.
Como se ve, votamos en blanco porque tenemos una caracterización
de los intereses sociales a los que sirven ‘el pibe’ y ‘el motonauta’.
III
¿SER PROGRESISTA SIGNIFICA JUGAR
PARA LA DERECHA?
Tiempo
Argentino
11-11-2015
Después
de muchos años de escribir, militar y polemizar sobre cuestiones políticas,
sorprendentemente me encuentro ahora en duda acerca de lo que significa
"ser progresista".
En países como el nuestro, donde existe una larga
historia de intromisión del capital extranjero y donde la cuestión nacional
adquiere importancia fundamental, entendí siempre que la incomprensión de este
hecho era uno de los flancos débiles del llamado "progresismo" pero,
a pesar de ello, estimé que su defensa de los Derechos Humanos, de las leyes de
mejoramiento social, del rechazo al oscurantismo (por ejemplo, apoyo al aborto
gratuito, al divorcio, etcétera), su abominación del franquismo, el fascismo y
el nazismo, podrían llevarlo, en algunas ocasiones, a acompañar a las mayorías
de los sectores económicamente postergados en su lucha por el ascenso social.
A pesar de las experiencias del 45 y del 55 -y de tantas
otras veces- mi buena voluntad me llevó a suponer que en determinadas ocasiones
podían ser aliados circunstanciales de las mayorías populares, aunque fuera
para alejarse del mundo de los privilegiados. Ponía también mi esperanza en que
generalmente son sectores politizados y sopesan bien las consecuencias de su
voto cuando están en el cuarto oscuro. Pero frente a las próximas elecciones
estoy perplejo. En nombre del progresismo y ante la disyuntiva Scioli-Macri,
sectores autodenominados "progresistas" sostienen que votarán en
blanco o se abstendrán pues no advierten diferencia alguna entre ambos
candidatos.
Por esta razón –y para que no incurran en un error
del cual luego se lamentarán- considero conveniente recordarles algunas cosas.
Dejando por ahora las cuestiones nacionales,
¿Olvidan quienes son los amigos de Mauricio en el campo internacional? Se los
recuerdo: en 2008, se reunieron los integrantes de la Fundación Libertad y
según Pagina/12 (24 de febrero) fueron: "Un agente de la CIA, un egresado
de las Escuela de las Américas, buena parte de los expresidentes de derecha de
Sudamérica de los últimos 20 años incluido el mejicano Vicente Fox, un grupo de
intelectuales liberales, anticastristas y antichavistas, el halcón Roger
Noriega, el ex mandatario de la derecha española José María Aznar y por la
derecha vernácula, Mauricio Macri." Se juntaron con motivo de ser el
aniversario de la fundación Libertad y el encuentro "tuvo por objetivo
aglutinar a los partidos de derecha ante lo que consideran un avance de los
gobiernos populistas de la región". Además, participaron tres
intelectuales, también de derecha: Rosendo Fraga, Marcos Aguinis y Mario Vargas
Llosa, y un periodista clave del diario La Nación: Claudio Escribano.
Poco después, de regreso en Buenos Aires, Macri
condecoró a José María Aznar, que junto con Mariano Rajoy, ha hundido a España
en la desgraciada situación que sufre hoy.
Otra reunión semejante se dio en octubre de 2010 en
Buenos Aires, organizada por la fundación para el "Análisis y los Estudios
Sociales", presidida por el mismo Aznar, en conjunto con la
"Fundación Pensar" de Mauricio Macri. Allí participó el antichavista
venezolano Ledesma Díaz quien declaró entusiasta: "Queremos defender el
derecho de propiedad." Y también participó el representante de la derecha
chilena Sebastián Piñera, quien sostuvo que en la región hay dos modelos: uno
es el bolivariano y otro, el de la libertad.
En ese encuentro también estuvo Laura Alonso, quien
a su vez, es asidua visitante de la embajada de Estados Unidos en la Argentina,
cuya fundación recibe financiación de Paul Singer, uno de los multimillonarios
buitres que acosa a la Argentina, por su deuda externa. Un periódico comentó
que "todas estas entidades tienen el apoyo y han recibido donaciones de la
poderosa Fundación Nacional por la Democracia que concentra todos los fondos
del congreso estadounidense y apoya la línea del Departamento de Estado"
(17/10/2012). Otros participantes de ese cónclave fueron Iván Petrella, de la
fundación "Pensar", del PRO, quien sostuvo la necesidad de terminar
con la gratuidad de la enseñanza universitaria y Vicente Massot, un troglodita
de La Nueva Provincia de Bahía Blanca, hombre tan audaz que, en otra
oportunidad, llegó a sostener la necesidad de aplicar torturas a los detenidos.
En la misma época, visitaron a Macri, en Buenos
Aires, los chilenos Jovino Novoa y Felipe Salaberry, pinochetistas, quienes le
trajeron el aplauso de la UDI (Unión Democrática Internacional), considerada
como la organización de partidos de centro derecha –lo de "centro" es
sólo un decir- con más de 80 países miembros. Un periódico los definió como
"herederos del Plan Cóndor, de Pinochet a Unión-Pro" (Sur,
13/10/2009).
No sería extraño que en estas reuniones donde
concurrió el PRO gozosamente, hubiese concurrido también el candidato a
concejal por el macrismo de la localidad santafesina de Gálvez, el veterinario
Julio Fornari quien tuvo amables referencias para las villas cercanas a su
casa, según informó Clarín el 3/9/2009: "Hay que ir y prenderles fuego
para evitar que crezcan por que son como las ratas, tienen cría todos los días.
Y las autoridades permiten que viva esa montonera de ratas… La única solución
es juntarnos 100 vecinos, y prenderles fuego. Quemarlos."
Esta suposición mía no es aventurada porque
seguramente las mismas inclinaciones alentaron las acciones de la UCEP (Unidad
de Control del Espacio Público) inventadas por Mauricio para resolver los
problemas sociales en la Ciudad de Buenos Aires.
Esto sería suficiente para que un verdadero
progresista, después de revisar minuciosamente los archivos de Scioli,
comprendiese que los dos candidatos no son lo mismo y que votar en blanco
implica apoyar concretamente a Macri junto a todos estos personajes.
Entonces, ¿De qué progresismo hablan? ¿En qué
consiste el "progresismo" de Victoria Donda, capaz de pasearse por
las playas marplatenses de la manito de Prat- Gay, asesor del grupo Loma Negra
(Fortabat) y detectado por haber facilitado la salida de divisas del país,
después de haber sido funcionario del FMI? ¿Se trata de un "progresismo
yanqui" que hasta sería capaz de acompañar en su campaña eleccionaria a
Donald Trump, junto al Tea Party y lo más reaccionario de Estados Unidos, quien
fue socio de Macri en el negocio de Lincoln West, en Manhattan?
¡Como para no estar perplejo!
IV
MACRI HABLA Y METE MIEDO
Miradas
al Sur
11-11-2015
Faltan once días para el domingo 22 de noviembre,
esa jornada en la que la vida política argentina estrenará un formato
electoral: la segunda vuelta, llamada “ballottage” por los franceses, en la que
los ciudadanos deben decidir entre dos candidatos después de un primer turno en
el que ninguno de ellos superó el porcentaje mínimo requerido. La palabreja
quiere decir “votar con bolitas”.
Eso es lo que necesitan Daniel Scioli y Mauricio
Macri, conseguir más bolitas que el otro; una bolita más les alcanzaría para
depositar en el despacho principal de la Casa Rosada a quien quiere mantener
las cosas bien hechas a lo largo de 12 años, corregir lo que considera
mejorable y desarrollar nuevas herramientas para alcanzar un desarrollo
nacional, con participación del capital nacional e inclusión social. También
alcanzaría para todo lo contrario, ya que siempre fueron conocidas las
políticas que impulsan Macri y su equipo. Sin embargo, al finalizar la semana,
los principales referentes económico y energético de Cambiemos, decidieron que
los planes salieran del cono de sombra y sinceraron los ejes de sus propuestas
Desnudos al sol
Alfonso Prat-Gay fue el economista que Macri
decidió tirar a la cancha; ex presidente del BCRA y consultor del J. P. Morgan
en Nueva York, Londres y Buenos Aires, la banca acusada de la burbuja
inmobiliaria generada por préstamos hipotecarios otorgados a familias con bajo
poder adquisitivo, que en poco tiempo no podían pagar sus cuotas mensuales, y
que estallara en 2008.
El jueves pasado adelantó que, en caso de imponerse
su sector, “habrá un dólar único” y “subirá el oficial”. De ese modo
complementó la propuesta explicitada por el ex jefe de Shell y referente
energético y potencial ministro de Cambiemos, Juan José Aranguren, quien se
proclamó a favor de la liberalización del tipo de cambio y la eliminación de la
administración cambiaria. Más allá del deporte nacional de referirse al dólar,
aunque no se lo tenga, esas medidas implican una devaluación inmediata, es
decir la suba de los precios en las góndolas de los supermercados y los
almacenes de barrio. O sea, un demoledor ataque a los sectores populares.
El destape macrista también incluyó, al referirse a
la “quita de subsidios”, la revisión de las tarifas de los servicios públicos.
Profundizando la propuesta, Aranguren adelantó su decisión de “evaluar” lo
actuado por YPF en sus tres años de reestatización, “para poder recomendar o no
la continuidad de este tipo de administraciones”, una clara apertura hacia la
posibilidad de volver a privatizarla o achicarla, con desregulación del mercado
energético. O de entregarla, al igual que Aerolíneas y los fondos de pensión, a
los fondos buitre, que tan deseosos están en complacer.
El plan explicitado facilitaría el ingreso de
capitales extranjeros sin restricciones, rentabilidades extraordinarias a los
exportadores gracias a un tipo de cambio “alto” y a la posibilidad de exportar
con libre remisión de las utilidades.
Otra vereda
Entre las novedades también figura la alusión del
equipo sciolista al tema inflacionario. Su propia ministra de Economía, Silvina
Batakis, se encargó de hablar del tema, reconocer su existencia y dar detalles
sobre medidas vinculadas, como el nuevo piso para pagar Ganancias, que duplica
el actual hasta llegar a los $37.000 de salario bruto, con liberación de esa
carga en el medio aguinaldo de diciembre. Datos fuertes que no siempre llegan a
oídos de sus potenciales beneficiarios.
Además, reiteró que el gobierno de su sector
garantizaría el 82% móvil para los jubilados que cobran el haber mínimo. Otro
tanto expresó sobre la propuesta de devolución del IVA a los beneficiarios de
planes sociales. No por complejo, el tema impositivo deja de afectar a cada uno
de los que gastan hasta en un sachet de leche, por el que aportan el 21% al
Estado. El retorno de ese impuesto implica que quien invierta $1.000, por
ejemplo, en alimentos, tendrá una devolución de $210 que, otra vez como
hipótesis, podrá volver a destinar a cuestiones básicas.
Movimientos
El escenario de las campañas es totalmente
novedoso. Incluye un cara a cara inédito en el país, en el que se usará hasta
el escenario extraño del espectáculo, bautizado como “El debate”, a partir de
reglas impuestas por una fundación manejada por los grandes empresarios,
moderado por los mismos periodistas que ya descalificaron a Scioli en primera
vuelta y que, día a día, opinan en su contra. Los que se sienten frente a las
pantallas televisivas, sin siquiera pensarlo, irán “completando” los dichos de
uno y otro con la información ya anclada en sus cerebros a partir del discurso
de esos profesionales.
El Frente para la Victoria calentó sus músculos
después del domingo 25. Crecieron sus recorridos puerta a puerta que siempre
caracterizaron a la militancia peronista; grupos, colectivos políticos,
culturales, sociales, afines a las políticas actuales o asustados ante la
posibilidad de perder conquistas, se pusieron en movimiento.
El propio candidato sumó a su esquema de actos con
escenario, dirigentes y cámaras de televisión recorridos por las mismas calles
barriales que caminan quienes debieran votarlo. A la hora de los votos, podrá
calcularse si el relanzamiento de la campaña le permitió acercar a quienes no
votaron sus propuestas.
La Presidenta dejó en claro, desde los balcones
interiores de la Rosada y a través de sus discursos formales, que apoya con
toda la fuerza de su sector la postulación de Daniel Scioli y que aspira a su
triunfo. Su imagen positiva y el trabajo de sus seguidores estarán
representados en las urnas del 25. A Scioli le tocó salir a cosechar nuevos espacios.
Massa y massistas
Del mismo modo que logró mantenerse arriba del ring
hasta el último minuto electoral, el ex candidato de UNA trata de que su fuerza
sobreviva aún después del tercer puesto alcanzado. Dijo cosas atinadas. En
primer lugar, que el voto no tiene dueño y el ciudadano no es ganado. En
segundo término, recordó sus propuestas de campaña y le planteó a su espacio
que mire cuáles son los planes de los dos que quedaron en escena. También jugó
mucho con el concepto de “cambio”, tratando de dar señales favorables a quienes
usaron un derivado verbal de ese concepto para designar a su espacio.
Sin embargo, y el caudal de votos nada despreciable
de su “ancha avenida” lo muestra, las simpatías del ciudadano no siempre se
mueven al compás de la batuta de sus dirigentes.
Ni el tigrense, ni las elecciones lo decidieron, la
Constitución Nacional lo dispone: el 10 de diciembre de 2015, Cristina Kirchner
colocará la banda presidencial a quien elija el pueblo.
Ese día el país habrá cambiado, por encima de
cualquier eslogan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario