- LUCHA POPULAR CONTINUARÁ EN NUEVAS CONDICIONES
- NINGUNA ILUSION FRENTE AL NUEVO GOBIERNO
- CONSTRUIR DESDE LA BASE LA HERRAMIENTA DE COMBATE
- CERRAR EL PASO AL PELIGRO PRINCIPAL ES LA PRIMERA TAREA
Han transcurrido casi dos semanas del proceso
electoral del 10 de abril y el Perú se apresta a una segunda vuelta prefijada
para el 5 de junio. El país desarrolla diversos balances de la experiencia
vivida, pero como ya lo adelantamos a través de las expresiones de nuestros
voceros, el pueblo no puede hacerse ilusiones. Cualquiera sea el resultado de
la próxima confrontación, será el preludio de un escenario complejo y adverso
para los trabajadores. La lucha continuará entonces, sólo que en nuevas condiciones.
UNA VICTORIA FRAUDULENTA QUE SE PRETENDE LEGALIZAR
Desde un inicio, nosotros denunciamos que la Mafia
y el Poder de la Clase Dominante se apuntaban a recuperar las posiciones que
vieran amagadas en los comicios del 2011, no obstante su condición de
principal responsable del deterioro y el envilecimiento de la vida nacional.
Señalamos que, en efecto a través de estas
elecciones, se buscaba colocar al electorado ante una disyuntiva perversa:
optar en una segunda vuelta, entre Keiko Fujimori y Alan García cuya
candidatura se inscribía en los planes más precisos de la Casa Blanca. Estos
propósitos no pudieron coronarse porque la figura del ex mandatario aprista
llegó a la contienda fuertemente descalificada. La inmensa mayoría identificó a
AGP como el político más corrupto de nuestro tiempo y le negó categóricamente
respaldo, tanto a él, como a su circunstancial aliado, el PPC de Lourdes
Flores. Alcanzaron, oficialmente apenas el 5.6% de los votos.
Si bien la derrota de García fue el primer paso en
la lucha contra el enemigo principal de nuestro pueblo, no fue posible obtener
una victoria completa. Por el contrario, como se había pronosticado, Keiko
Fujimori logró la primera votación en abril y ahora busca consolidar su avance
en los comicios complementarios.
Y aunque algunos voceros de la Izquierda
consideraron la votación del Frente Amplio como una verdadera victoria, ésta
registra en realidad la calidad de un avance que podría consolidarse, pero
también diluirse si no se afirmara de manera categórica un sólido esfuerzo
unitario. Objetivamente la dispersión que afectó a las fuerzas democráticas y
progresistas de la sociedad peruana, aun subsiste como una llaga abierta que
afecta severamente la posibilidad de construir un país mejor.
Es claro que para que todo esto haya ocurrido,
resultó indispensable la colusión de las autoridades electorales en la comisión
de diversas acciones que bien pueden considerarse fraudulentas. Ellas, desde un
inicio, desalentaron a las fuerzas más avanzadas de la sociedad retardando –por
ejemplo- y sin ningún motivo, la inscripción del movimiento electoral de
Vladimir Cerrón, que había cumplido largamente con los requisitos impuestos por
ley. Sabotearon también el reconocimiento a la inscripción de Gregorio Santos, afectando
sus posibilidades de alzarse como una figura neta en la izquierda, ensañándose
en su condición de redo en cárcel aún sin sentencia.
Luego de la inscripción de las candidaturas
presidenciales, las mismas autoridades resolvieron separar de la contienda a
dos candidatos –Cesar Acuña y Julio Guzmán- atribuyéndoles supuestas faltas
que, cuando ocurrieron, no estaban previstas como tales en la Ley Electoral. No
obstante, cuando se demostró que tanto García como Keiko Fujimori habían
cometido acciones similares, las mismas autoridades electorales las absolvieron
de cargo alguno y les permitieron seguir en la contienda. Con su acción,
modificaron radicalmente un escenario ya que estaba diseñando el marco de la
derrota, sin atenuantes, de la Mafia.
Estas autoridades volvieron a mostrar su huella
cuando, 24 horas antes de la votación, resolvieron "disminuir"
del 7 al 5% la "valla electoral", favoreciendo impúdicamente al
cogollo alanista del APRA. El mismo día de la votación fueron denunciadas
otras irregularidades. En Chiclayo y en Lima se repartieron votos marcados con
el símbolo de la "K" –correspondiente a Fujimori- listos para ser
insertados en ánforas. Esto se denunció, incluso, en el Consulado Peruano de
Roma, sin que las autoridades electorales dieran explicación del hecho.
Pero la expresión más grave del fraude en marcha,
pudo apreciarse a partir del anuncio de la votación presidencial formalmente
reconocida. A Keiko Fujimori se le atribuyó un 39.8% de los votos cuando
realmente alcanzó 26.2%. Los 13 puntos de distancia constituyen una ficción.
Realmente, no existen. Fueron extraídos de una votación incluso opuesta: de los
votos nulos, blancos o viciados que fueron considerados "válidamente
emitidos" y "repartidos" entre los candidatos en forma
proporcional a la votación por ellos alcanzada. Así, a la Fujimori le
"sumaron" 13 puntos, a PPK 6 y a Mendoza 5.
Esta deformación pudo apreciarse incluso más en el
contexto de la elección parlamentaria. Pese a la votación obtenida que bien
podría haberle permitido alcanzar un 25% de curules en el Congreso –es decir,
unos 30 congresistas-, las autoridades electorales le adjudicaron 72
parlamentarios concediéndole una mayoría irrita e ilegal, pero absoluta en el
Legislativo.
Para eso, se valieron también de procedimientos
inaceptables como el despojar a Cajamarca de los parlamentarios legítimamente
electos, para reconocer como tales a los fujimoristas que obtuvieron una
votación francamente inferior y recortar los votos a otras bancadas. Aunque el
hecho está formalmente "en revisión", es posible que finalmente
impere la decisión de los poderosos en el tema. Por lo demás, el mismo FA
debió alcanzar 4 escaños en Lima, pero su cuota fue reducida a 3 para que el
Fujimorismo pudiese tener más escaños.
Aunque muy recientemente "Democracia
Directa" presentara un recurso de Nulidad de las elecciones, resulta muy
improbable que progrese su propuesta. Lo hecho, finalmente contó incluso con el
aval de los "observadores internacionales" que, aunque advirtieron distintas
irregularidades, finalmente convalidaron lo actuado.
GANÓ LA CARTA DEL IMPERIO
De esta extraña amalgama de factores adversos se
generó una realidad indeseada: ganó la Carta del Imperio. Aunque –como se ha
señalado- no logró todos sus propósitos electorales, sí salvó al
"Modelo" económico Neo Liberal y a la Carta Constitucional del 93; se
puede decir que impuso al país sus principales objetivos. Hoy, todo el tinglado
oficial -el Congreso de la República, el Poder Judicial, el Ministerio Público,
el Tribunal Constitucional- está en sus manos. Incluso, el Poder Ejecutivo será
monopolizado cualquier que fuere el resultado de la contienda de junio. Los dos
candidatos de la "segunda vuelta", no obstante registrar leves
"diferencias de estilo" en la gestión gubernativa, suscriben el mismo
programa económico y la misma voluntad de sometimiento a los designios del
Fondo Monetario y el Capital Financiero.
Mientras esta realidad subsista, nadie puede cantar
victoria por más que haya obtenido más votos que otro en la contienda. Y es que
se ha tratado de una derrota sin atenuantes para el movimiento popular y los
trabajadores. No hay que engañarse con gritos triunfalistas, ni sembrar
victorias ilusas. En la perspectiva, sólo sacrificio y lucha, espera al
pueblo.
Al Gran Capital, lo único que le interesa es la
tasa de ganancia, la recuperación del capital, la protección de sus
utilidades, su propio equilibrio financiero y los beneficios de su inversión.
Para esos afectos, tanto del Programa Económico de PPK como el de Keiko serán
similares. En el marco de esa situación peligrosa, uno y otra pueden recurrir a
la fuerza contra el pueblo. Hay que estar preparado para ello y responder como
sea necesario.
Perdieron los "Partidos Grandes", es
decir, el APRA y el PPC, pero a ellos, ilegalmente, les conservaron la
inscripción electoral para que queden como "carta de reserva"
del Imperio para consultas posteriores. El alud que derribo a García y a
Lourdes Flores también llevó al suelo a Alejandro Toledo y otros politiqueros
menores que jugaron un papel disociador en el pasado. Lamentablemente, nada de
eso fue aprovechado por las fuerzas más avanzadas de la sociedad.
HAY QUE HACER UN ANAISIS CRÍITICO DE LA DERROTA
La experiencia vivida está preñada de
significativas lecciones. No hay que permitir que se perpetúe la situación de
caos y desconcierto que han tenido sumido al movimiento popular. Hay que abrir
las puertas al debate y a la discusión de los problemas, sin concesiones
al partidismo ni el grupismo. En esta hora, tenemos el deber de sumar
voluntades ganando aliados para el pueblo a fin de impedir la dispersión y el
aislamiento de las fuerzas más conscientes de la sociedad peruana.
Esto pasa por revisar lo actuado. Si Keiko Fujimori
pudo alzarse con la victoria, fue porque no encontró ninguna resistencia.
Durante 5 años recorrió el país en costosas campañas, capitalizando el
descontento ciudadano y lanzando imprecaciones y dardos contra el gobierno en
funciones. La Izquierda oficial no la enfrentó nunca. Incluso, en más de una
ocasión, se sumó alegremente a la vocinglería desatada por el fujimorismo
contra Ollanta Humala y Nadine Heredia, sin atreverse siquiera a hacer un
deslinde con el insidioso mensaje de la Mafia.
Y en el marco de la campaña electoral, tampoco la
enfrentó. Dio por hecho que ella "ganaría" en primera vuelta, y busco
apenas desplazar a otros para ocupar el puesto "placé" a fin de
disputar con ella el balotaje de junio. La pugna entre los voceros de esa
"izquierda" y los representantes de otros colectivos políticos por
"el segundo lugar", fue siempre agresiva, y sólo consiguió que se
afectaran uno al otro, al extremo que perdieran estimados ciudadanos. Eso
explica que la lista de Fujimori alcanzara una aplastante votación
parlamentaria.
LA UNIDAD QUE HAY QUE CONSTRUIR
En esta coyuntura, las tareas del movimiento
popular se hacen más necesarias y urgentes. La Unidad de la Izquierda es un
propósito bueno. Pero hoy ella resultará insuficiente. Hay que unir a todas las
fuerzas democráticas, a todos los sectores progresistas. Y hacerlo no son
propósitos electorales, que entorpecen las acciones o distorsionan las
propuestas. Hacerlo con verdadero sentido político, para elevar la lucha de los
peruanos a niveles más altos.
En la perspectiva, será más necesario que nunca
combatir en defensa de la economía popular y las libertades democráticas;
el respeto a los derechos humanos; la preservación de los recursos
nacionales, la Independencia y la Soberanía;, que serán jaqueadas
crecientemente por la clase dominante siempre dispuesta a ofrecer todo a la
voracidad extranjera.
Y estas acciones deben ser desplegadas teniendo en
cuenta la fragilidad actual del movimiento popular. Objetivamente, el pueblo
carece de una Vanguardia Política que organice sus fuerzas, oriente sus luchas,
coordine sus acciones y señale del derrotero de victoria.
El oportunismo y el electorerismo han cegado a las
cúpulas partidistas de la "izquierda oficial" y la ha conducido a
sucesivas derrotas. Buscaron primero cobijarse tras el membrete electoral
del Partido de Yehude Simon; cuando eso fracasó, tentaron fuerza en el
denominado "Frente Popular"; cuando vieron que no lograrían sus
propósitos, se fueron a una alianza sin principios con Democracia Directa;
cuando eso se cayó, buscaron parapetarse en UNETE, que usaron para
"negociar" un acuerdo electoral con Verónica Mendoza. Y cuando
fracasaron en el empeño, volvió como "furgón de cola" del Frente
Popular sin derecho a nada.. Ni aportaron a la campaña con Cuadros
propios o propuestas de clase. Simplemente "se sumaron" a un coche
andando.
En las condiciones de hoy, entonces -y es doloroso
decirlo- no existe una Izquierda seria que asuma sus responsabilidades y cumpla
con su deberes de clase, que realmente convoque a los trabajadores y alienta y
promueva sus luchas. Por eso ninguno de los dirigentes de esos
"Partidos" ha logrado nada en la coyuntura. Ni siquiera han alcanzado
algo los liderazgos sindicales, alejados completamente de la inquietud de sus
bases. El único dirigente sindical que pudo participaren la brega –el
Secretario General de la CUT- obtuvo una votación paupérrima, que no se condice
con su condición de "líder" de los trabajadores en ningún nivel.
Por el Frente Amplio, sin embargo, lograron curules
por Lima los candidatos mejor calificados: Marisa Glave, Manuel Dammert e
Indira Huilca. A los dos últimos, tuvimos la posibilidad de respaldarlos
activamente por sus calidades personales y políticas. Es de esperar ahora que,
unidos a otros Cuadros procedentes del interior del país, puedan actuar como
fuerza fiscalizadora y de oposición.
HAY QUE CERRARLE EL PASO A LA MAFIA
El movimiento popular no puede caer en el
derrotismo. Tenemos importantes tareas relacionadas con nuestro país, y
el proceso emancipador de América Latina. Hoy está más claro que antes que el
Imperio y sus agentes en la región pretenden derrocar al Gobierno
Constitucional del Brasil derribando a Dilma Rousseff; y que enfilan sus
agresivas baterías contra la Venezuela Bolivariana. Pronto apuntarán también
contra la Revolución Ciudadana, del Ecuador y la Nicaragua Sandinista. Buscan
obsesivamente lograr que América Latina vuelva a ser un coto cerrado del
Imperio.
A la par que hay que levantar muy en alto la
bandera solidaria de los pueblos de nuestro continente, hay que observar con
cuidadosa responsabilidad el desenlace del proceso peruano. En torno a
él, numerosas personalidades del movimiento popular han sostenido con razón que
el mayor peligro que se cierne sobre el país es la entronización de la Mafia
Fujimorista en el Poder Ejecutivo. Así lo precisaron Verónica Mendoza, Guisela
Ortiz en nombre de estudiantes de La Cantuta asesinados por el Grupo Colina;
Indira Huilca, Genaro Ledesma y otras figuras del escenario peruano.
El Colectivo NO A KEIKO que jugara un rol destacado
en el desenmascaramiento de la Mafia Keikista, los Colectivos Juveniles que
aseguraran la grandiosa movilización del pasado 5 de abril; las redes sociales
que están en la tarea; han ratificado su voluntad de perseverar en la intención
de impedir que la Fujimori se alce con la victoria el 5 de junio.
Es natural que las organizaciones y los Partidos
Políticos de uno u otro signo no tomen partido por una u otra candidatura para
la próxima contienda. Ese es un derecho personal de cada ciudadano. Nadie tiene
que indicar a nadie cómo debe votar. Es una decisión individual y respetable.
Pero la dignidad, la ética y la defensa de los valores fundamentales de la vida,
nos llevan objetivamente a enfrentar con todo a una Mafia Asesina que se alza
para destruir lo avanzado y atormentar a los peruanos.
UN PRIMERO DE MAYO CON LA BANDERA EN ALTO
Estando en ciernes la celebración del 1 de Mayo,
queremos saludar a los trabajadores del Perú y el mundo, y exhortarlos a
continuar en la lucha contra la explotación capitalista y por la liberación
humana.
Lima, 21 de abril del 2016
El Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía.
Fuente: http://socialismoperuanoamauta.blogspot.pe/2016/04/cedis-documento-cedis-para-reproducir.html
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