Jurado Nacional de
Elecciones. Foto: La República.
I
DE RIPLEY: RESOLUCIÓN 0371 -2016
Sin ningún rubor el JNE hace cumplir la nueva
normativa electoral (caso Acuña) o la evade con mil artilugios (caso Fujimori).
Pero, este comportamiento llega al colmo de los colmos cuando, específicamente
para favorecer a la Alianza popular (APRA - PPC ), saca La Resolución
0371-2016-JNE, un día antes de efectuarse las elecciones.
La Resolución “indica que no es válido aplicar el
incremento de la valla, debido a que la norma fue promulgada el 18 de enero,
después de que había vencido el plazo para la inscripción de alianzas
electorales, el 12 de diciembre del año pasado”. Es decir, la norma fue válida
para el caso Acuña pero no es aplicable para el caso Alianza Popular. Ciertamente
es de Ripley y pasará a la historia de las barbaridades en las elecciones
peruanas.
Que la democracia en el Perú está en crisis, no hay
duda. Que la raíz de esta crisis radica en la organización de su economía,
tampoco se duda. Que la crisis de la democracia parlamentaria, de sus métodos y
sus instituciones revela el carácter dictatorial de la democracia del capital,
es lo que estas elecciones exhiben sin disimulos.
A todo esto, los electores aceptaremos las decisiones
de un JNE, antidemocrático e ilegitimo, que a todas luces ha sesgado el proceso
electoral. Aceptaremos los resultados de unas elecciones anómalas y
fraudulentas. Aceptaremos las decisiones dictatoriales de un JNE que trasgrede
el tan cacareado “Estado de Derecho”.
En los próximos días veremos de qué estamos hechos
los peruanos.
Tacna, 11 abril 2016
EBM
II
¡Viva la Democracia! Ji-ja, Ji-ja
'THE ECONOMIST' SUGIERE QUE LAS ELECCIONES EN PERÚ
SON UN "FRAUDE"
Diario internacional considera que el proceso electoral en nuestro país es "una farsa peligrosa".
‘The Economist’, uno de los diarios británicos más importantes del
mundo, se refirió a las elecciones en Perú, y cuestionó el proceso
electoral, sugiriendo un fraude y calificándolo como una “farsa”.
“Decisiones tontas de la
autoridad electoral subvierte la democracia y socava el estado de derecho”, se
lee en el artículo. Después, el medio hace uso de una analogía sobre los candidatos excluidos de la contienda electoral.
“Los aficionados al fútbol están
familiarizados con el juego ocasional en que el árbitro cambia el curso del
juego por error con la expulsión de jugadores y adjudicando un penal dudoso o
dos. Los peruanos están descubriendo, para su desconcierto, que el árbitro
pueda determinar quién gana en la política, también”, señalaron.
Asimismo, ‘The Economist’ consideró
que la frase “la ley es la ley” viene siendo mal aplicada por
las autoridades electorales en nuestro país.
“En este caso la ley es ridícula,
está siendo mal aplicada y, al parecer, no es lo mismo para todo el mundo. La
ley electoral ha sido desfigurada por las modificaciones frecuentes y el
detalle regulador absurdo”, indicaron.
La publicación también se refiere
a Keiko Fujimori, candidata a la presidencia por Fuerza Popular, quien
tuvo una solicitud de exclusión en su contra pero no fue retirada de contienda.
“Frente a la perspectiva de una
elección privada de toda credibilidad, los loros cambiaron su tono.
La ley, al parecer, no es siempre la ley. Un tribunal electoral, en una
sentencia de contrabando en 12:05a.m. el Viernes Santo, decidió que la Sra
Fujimori no debe ser descalificado. Se rechazó una alegación similar contra
otro candidato”, sostuvieron.
La República 8 de
abril 2016
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COLECTIVO PERÚ
INTEGRAL
11 de abril de 2016
II
ELECCIONES
2016: FALSA LIBERTAD
Escribe
Claudia Cisneros
Cuando el
poder entra por la puerta (así sea trasera), la libertad sale por la ventana.
Lo que pasará hoy en las elecciones peruanas es como lo ha dicho con todas sus
incómodas letras el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, es propio de
una semidemocracia. Y no ha sido solo a título personal sino institucional como
aclaró la OEA (http://goo.gl/tzztw4). Y por más ninguneo y vapuleo a Almagro o
a la OEA por parte de los políticos interesados en seguir sosteniendo la pseudo
libertad que nos venden ellos y el JNE. Lo cierto es que tras este proceso
electoral el Perú ha perdido ya bastante. Ha perdido en idoneidad y
confiabilidad de sus organismos electorales. El JNE y el JEE han quedado
desnudados en su parcialidad y privilegios para perdonarles la vida a unos
partidos y candidatos y no a otros. La democracia peruana es a partir de la
performance política e injerente del JNE y el JEE, más pobre y decadente.
Távara y compañía han contribuido a devaluar nuestro Estado de Derecho, a
degradar nuestra democracia.
Cuando
el JNE decidió no sacar de carrera electoral a Keiko, Kenji y el fujimorismo en
pleno, cuando el JNE decidió no aplicar la misma ley que sacó de carrera a
Acuña por las mismas razones de ley, el JNE decidió entre quiénes quería que
los peruanos elijamos para presidente (http://goo.gl/eTCnSG). Cuando el JNE no
sacó al Apra de carrera (https://goo.gl/oTSpo7) al no aplicarle la misma
rigurosa ley que aplicó a Julio Guzmán eliminándolo del proceso electoral, el
JNE, Távara y toda su corte, se atribuyeron el poder de elegir por nosotros las
opciones entre las cuales los peruanos estaríamos luego obligados a elegir. Y
eso es una grosera restricción de nuestras libertades cívicas y políticas. Es
un grosero intervencionismo político de los organismos electorales en el
proceso electoral que tenían por principal misión llevar a cabo de manea
neutral e imparcial.
Podrán
insultar mil veces a Almagro o a los medios extranjeros que ven las cosas con
mayor claridad que muchos interesados partidarios y políticos en el Perú
(http://goo.gl/A1MfVC), podrán decirles que no tienen que intervenir, podrán
escupir un millón de veces al techo de vidrio, solo para tener que sentir cómo
esos fragmentos se nos clavan en la democracia que ha quedado herida.
Podrán decir, los interesados, que el show continúa, que hay otros
candidatos o candidatas, que el proceso es indetenible, que unos exageramos al
pronunciar la palabra fraude, que es más por inoperancia que intencional lo que
ha hecho el JNE, pero lo cierto es que los peruanos que no tenemos un interés
partidario particular (y por ello podemos mirar sin anteojos interesados) vemos
con claridad cómo nos han robado un poco de libertad, cómo la ley ha sido usada
por los organismos para manejar nuestra voluntad.
Ellos
han hecho el menú a su antojo o contubernio y ahora nos pretenden convencer de
que somos libres de elegir el plato que queramos, nos quieren convencer de que
eso es democracia, libertad y ejercicio de la voluntad. Falso. Farsa. Fraude.
Elegir de entre quienes el JNE ha decidido previamente, inaplicando el mismo
rigor de ley para todos es un asalto a nuestro derecho, un recorte a nuestra
libertad y un abuso del poder que tienen sobre la ley.
Ciertamente
a quienes siguen en carrera no les conviene pronunciar la palabra que este
proceso del JNE merece. Ciertamente quienes se han beneficiado de más del
tercio de votantes que fueron dejados sin candidato han dicho poco o nada de lo
que en otras circunstancias, si estuvieran ellos en esos pellejos o mirando
desde la tribuna, habrían dicho.
Gane
quien gane este domingo la legitimidad de su victoria será puesta en duda.
Digan lo que digan todos hemos sido ya afectados por la irresponsabilidad,
parcialización, injerencia política y condenable actuación del JNE y el JEE.
Gane quien gane todos hemos perdido ya. No hay que rendirse sin embargo, no hay
que transar ni doblegarse porque quienes tienen el poder en sus manos y bajo su
responsabilidad usen la fuerza de la ley para atropellarla, para violarla, para
aplicarla interesadamente, irresponsablemente. Al contrario, debemos usar los
mecanismos y herramientas que nos da la democracia y el Estado de Derecho para
llevar a proceso a quienes lo merecen, a quienes han dañado y viciado este
proceso. Deberán ser juzgados como corresponde. Algún día. Quizás no en el
siguiente gobierno, pero en el próximo.
Távara y
sus amigos no deben olvidar que dos de los hombres más poderosos están
encarcelados. Dos de los hombres que mayor poder tuvieron en la historia
reciente del país, que jamás imaginaron en sus peores pesadillas que llegaría
un día en que todo el poder que los hacía creerse intocables, cesaría. Que
llegaría un día en el que sus fechorías, delitos y atropellos contra la patria,
su salud institucional, legal y moral serían puestas en una lista de condena.
Távara y sus amigos deben seguir sudando de miedo (http://goo.gl/JjD0Ks) porque
no hay gran poderoso que no haya caído o esté por caer. Todo se paga. Aquí, en
tierra. Y lo que ellos hicieron tendrán que confesarlo o pagarlo. Temprano o
tarde deberán pagar el gran daño infligido al Perú.
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