Daniel
Eskibel | May 3, 2016
“La comunicación electoral es como la guerra relámpago: acciones fulminantes para la conquista rápida de grandes segmentos de población. Pero la comunicación de los gobiernos y de los partidos es como la guerra de trincheras: pequeños espacios que se van ganando lentamente durante años.”
La comunicación política tiene 2 grandes modelos: la guerra
de trincheras y la guerra relámpago. Ninguno de los 2 modelos es más efectivo
que el otro. Todo depende, en definitiva, de los tiempos disponibles y de la
naturaleza de la batalla.
La Primera Guerra Mundial fue una guerra de
trincheras. Lenta, trabada, posicional y con largas batallas para conquistar
posiciones territoriales mínimas.
La Segunda Guerra Mundial, en cambio, fue la guerra
de la blitzkrieg (guerra relámpago, al decir de los alemanes). Grandes
movimientos de tropas, desplazamientos veloces y conquista de muy amplios territorios.
La comunicación de
un gobierno se parece a la guerra de trincheras. También la comunicación a
mediano y largo plazo de un partido político o candidato. Son años disputando
pequeños espacios y avanzando palmo a palmo.
La comunicación
electoral, por su parte, se parece más a la guerra relámpago. Una acción
fulminante dirigida a la conquista de grandes sectores del electorado. Sin
margen de error, por cierto.
Boxeo, atletismo y comunicación política
La comunicación de
un gobierno y la comunicación de un partido político son como el boxeador que
gana por puntos. Buena defensa, pocos errores, pegada precisa en el momento
preciso, desgaste del adversario, paciencia y acumulación de fuerzas.
La comunicación
electoral es como el boxeador que gana por nocaut. Contundente, rápida,
demoledora, enérgica. Acá no hay puntos que valgan, acá hay que dejar fuera de combate al
adversario.
Si fuera
atletismo, el gobierno y el partido político son maratonistas. Saben que tienen
que correr unos cuantos kilómetros-años y que deben administrar bien sus
energías-recursos. Que no importa tanto quién sale primero en punta sino quien
llega primero a la meta. Y que la resistencia y la continuidad del esfuerzo son
claves.
El candidato, en
cambio, es un corredor de 100 metros llanos. Puesto en la campaña electoral
debe salir primero, mantenerse primero y llegar primero.
Los 4 movimientos de la vida política
La vida política
obliga a sus protagonistas a dominar 4 grandes movimientos:
1.
La guerra de
trincheras, la comunicación política posicional a mediano y largo plazo.
2.
La guerra
relámpago, la
comunicación política electoral rápida y de corto plazo.
3.
El pasaje de las
trincheras a la guerra relámpago (cuando el gobierno o el partido llegan a la
instancia electoral).
4.
El pasaje de la
guerra relámpago a las trincheras (cuando la campaña electoral termina y hay
que encarar
varios años de gobierno u oposición).
Son 4 movimientos
diferentes, y todos ellos son vitales para cualquier partido político. Lo más
complejo es dominar los 4 movimientos.
No uno solo. Los 4.
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Fuente: http://maquiaveloyfreud.com/la-comunicacion-politica-entre-las-trincheras-y-la-guerra-relampago/
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