El 4 de
noviembre del presente, La Coordinadora NO + AFP convocó a un paro nacional en
Chile, el cual comenzó con marchas a lo largo de todo el país, mítines en todas
las regiones y cacerolazos de apoyo al paro. Esto ocurrió desde Arica hasta
Magallanes. Dando la población en masa una rotunda respuesta a la Presidenta
Bachelet. La señora Bachelet que gobierna Chile con la Concertación (Democracia
Cristiana, Partido por la Democracia y otros) fue elegida por ser considerada “el
mal menor”. Lejos de escuchar el clamor popular. La señora Bachelet se dedicó a
evitar, por todos los medios, la desaparición de las AFP. Así, por ejemplo, su
gobierno dispuso el aumento de las jubilaciones con plata del Estado Chileno. Las
AFP, por intermedio de sus plumíferos de turno, tratan de mostrar que se puede
mejorar la situación de los jubilados, tomando como ejemplo el Perú, como si al
retirar el 95% de su Fondo de Jubilación, el ex trabajador pudiera sobrevivir hasta
el fin de sus días.
La señora
Bachelet olvida que un político lo primero que tiene que hacer es escuchar a su
pueblo. Cerrar las AFP es un clamor generalizado en Chile. Al no escuchar a su
pueblo, la señora Bachelet, se convirtió en fiel defensora de los intereses de
las AFP, un sistema de jubilación que nunca cumplió con el fin para el cual fue
creado. Las AFP, todo lo contrario, se dedicaron a crear nuevos pobres
apropiándose del dinero de los jubilados, con métodos truculentos como las
inversiones riesgosas de los Fondos Individuales. La AFP gana por las
colocaciones, de una parte, intereses que no fueron a dar al fondo de los
futuros jubilados y, de otra parte, trasladan al Fondo Individual las pérdidas
de las inversiones riesgosas. En consecuencia, los jubilados tuvieron que
recibir jubilaciones paupérrimas, por lo cual las personas de la tercera edad
tienen que seguir trabajando o dedicarse a pedir limosna.
En el Perú
basta observar que casi el 10% de sus jubilados reciben menos de 100 soles
mensuales. Y que una persona que gana 1100 nuevos soles va a jubilar con
aproximadamente 155 nuevos soles mensuales. Por ello es que respiraron
profundamente y con satisfacción cuando el congreso dio las facilidades para el
retiro, al momento de la jubilación, del 95% del fondo, de ese modo ven los
peruanos algo de dinero junto, y por supuesto felices, en ese momento, no se
dan cuenta del robo y estafa de que han sido víctimas, en toda una vida de
trabajo.
Tenemos
que aprender esta lección en el Perú, en donde además de las AFP, existe la ONP
para los civiles, pero la ONP tiene
una jubilación máxima
(aproximadamente 850 soles), unos soles más del sueldo mínimo vital, por desgracia
esta es la mayor jubilación. Esta estrategia fue ejecutada durante el gobierno
de Fujimori por su Ministro de Economía Boloña, diciendo que el estado estaba
quebrado y que las AFP iban a pagar una mayor jubilación, engañando sin rubor
alguno a los trabajadores peruanos. Esto significa que nuestra lucha es doble,
por un lado, luchar por la desaparición de las AFP, porque es un engaño y un
robo a millones de afiliados y, por otro lado, luchar por elevar la jubilación
de la ONP que debe representar como mínimo el 70% de lo que ganaba un
trabajador cuando todavía no se jubila.
Líneas
arriba hice la distinción de civiles, porque si los civiles tuvieran armas, su
jubilación sería similar a los miembros de la Fuerzas Armadas. Ya en las
manifestaciones de la plataforma NO + AFP se escuchan una serie de arengas
pidiendo que sus jubilaciones sean como la de los militares.
Verónica
Mendoza, perdón, la Presidenta Bachelet trata de criminalizar las protestas por
medio de querellas a los dirigentes de la Plataforma NO + AFP, por el incendio
de varios ómnibus y las barricadas en el paro último a lo largo del país, pero
la pregunta es simple a quien favorece criminalizar la protesta, obviamente a
las AFP y a los que sostienen el gobierno neoliberal. De acuerdo, a los
manuales de Guerra de cuarta generación, leídos por las Fuerzas Armadas de los
gobiernos neoliberales, todo debe estar bajo control del neoliberalismo, por
ello los servicios de inteligencia son los que se dedican a efectuar estas
operaciones especiales, para destruir cualquier grupo que se escape al control
del neoliberalismo.
Es
importante conocer que Piñera, si el hermano del que fue presidente de Chile,
formó las AFP en Chile en la época del General Pinochet y de ahí vino al Perú
para organizarlas durante el gobierno de Fujimori. Las AFP, por ello, son una
carga muy pesada para cualquiera de sus hijos dedicados ahora a la política.
Solo resta
informar al mundo que en Chile el neoliberalismo tuvo dos candidatos uno de
derecha y la otra supuestamente de izquierda: la Señora Bachelet. En el Perú
hubo una época que hubo un candidato de derecha y otro supuestamente de
izquierda: Ollanta Humala. Hace unos pocos meses el neoliberalismo tuvo dos
candidatos pero ninguno de “izquierda”. Verónica Mendoza apoyó al candidato más
neoliberal PPK (con el cuento del menos malo). ¿Se habrá ganado ya los favores
de la derecha para competir el 2021 a la presidencia como candidata
supuestamente de “izquierda”? El 99% de la población tiene la palabra y ojala
esta vez no lo engañe el 1% de la población que defiende el neoliberalismo.
Finalmente,
las AFP en el Perú deben desaparecer porque solo sirven para favorecer
intereses de grupos económicos y no son la solución que el pueblo necesita para
su jubilación.
Autor:
Mateo Salvatecci
Primer Video
Segundo Video
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