Publicado por Francisco Umpiérrez Sánchez
lunes, 12 de diciembre de 2016
Se supone que la izquierda radical debe criticar todas las formas
capitalistas donde se ponga de manifiesto la apropiación privada de la riqueza
social y que los productos sociales sean empleados para el enriquecimiento
desproporcionado de los individuos. En este sentido no entiendo porque los
líderes políticos e ideológicos de la izquierda radical no critican con dureza
a las élites del fútbol. Está a la vista de todos que es una clara
manifestación de la globalización capitalista en su sentido negativo, con una
explotación de masas que no tiene parangón. Se ha convertido, además, en un
negocio televisivo fuera de toda medida y control. Sin embargo, los
líderes de la izquierda radical actúan como si esa tremenda injusticia social
no existiera.
Últimamente por el caso Ronaldo se ha hablado en los medios de
comunicación de los derechos de imagen. Los futbolistas de élite ingresan
ingentes sumas de dinero por este concepto, pero encima crean sociedades
instrumentales con el fin de pagarle menos a Hacienda. No obstante, esta es la
parte accidental de dicho fenómeno económico. Así que no debería acaparar
nuestra atención principal. Porque perdidos en lo accidental nos olvidamos de
lo sustancial. O mejor: con lo accidental se oculta lo sustancial. Y lo
sustancial es que lo que ingresan los futbolistas de élite es una de las
grandes injusticias sociales de nuestra época. Mientras que por otra parte
todos sabemos lo difícil que les resulta a las pequeñas empresas y a los
autónomos generar beneficios para ampliar sus negocios.
La izquierda radical debería ser muy dura en este sentido. Debería
señalarlos con sus nombres: Messi, Ronaldo, Neymar, Bales, Ramos,… Y debería
gritarles a la cara: las cifras astronómicas que ustedes ingresan no es fruto
de sus esfuerzos, sino del sistema económico que ha hecho del fútbol una
mercancía con forma capitalista. A las empresas les vamos a prohibir que usen
sus imágenes para vender. Ya ganan en exceso. Y a sus clubes les vamos a
prohibir la venta de los derechos televisivos. Los partidos de fútbol deben ser
emitidos con carácter gratuito. Queremos arrinconar a la propiedad privada
dominante en el fútbol y vamos a hacer lo imposible para que ustedes no ganen
más de 50.000 euros anuales. El 98 por ciento de lo que ustedes ingresan no es
fruto de sus trabajos, sino de la enorme explotación de masas a nivel mundial.
Y si esto es así, y es así, ustedes son unos enormes explotadores que se
apropian de trabajo ajeno en cantidades ingentes. Ustedes son causantes
de una parte de la pobreza, porque cuando en un extremo alguien se apropia de
mucha riqueza es porque en el otro extremo muchos otros solo pueden apropiarse
del mínimo de riqueza para vivir dignamente.
Los periodistas deportivos son unos de los principales aliados de las
élites deportivas. Sin ir más lejos el otro día unos de estos periodistas,
Roberto Gómez, pedía que Sergio Ramos, que gana 10 millones de euros limpios al
año, ganara más. Y estos mismos periodistas, como tantos otros que no están
especializados en el fútbol, son al mismo tiempo quienes critican a los políticos
por los bajos salarios de los españoles o por la falta de atención a los
refugiados. Qué fácil es criticar al Estado, como ente abstracto y neutral, de
la pobreza, y qué difícil es criticar con dureza a las causantes individuales
de ese mal que tiene deshumanizado a millones de personas en el mundo.
Sigo sin entender la falta de valentía de la izquierda radical contra
una de las manifestaciones más evidentes de la desigualdad económica generada
por la globalización, que no es otro que el fútbol. ¡Malditos sean todos!
Fuente: http://fcoumpierrezblogspotcom.blogspot.pe/2016/12/el-futbol-cuando-el-accidente-oculta-la.html
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