¡Por la Reforma Universitaria!
¡Por la Reforma Educativa!
¡Por la Reforma de la Democracia!
(13 de diciembre de 2016)
Por Miguel Aragón
Varias decenas de miles de hombres y mujeres, en su
mayoría jóvenes estudiantes y trabajadores, estudiantes universitarios y
estudiantes de institutos técnicos, así como maestros y padres de
familia, se movilizaron por las calles de Lima, en una cantidad estimada en más
de 30 mil personas, en una movilización compacta y entusiasta
que ocupó más de cinco cuadras seguidas, y recorrió más de 20 cuadras por
calles céntricas.
La movilización no ha sido de “apoyo al ministro interpelado”, tampoco ha sido de
“apoyo al gobierno de turno”, ni tampoco en “defensa de la democracia”,
de esta vieja democracia, cada vez más obsoleta.
Digámoslo claro, la movilización ha sido por el derecho a una educación
nueva, como parte de la lucha por una vida digna.
“La educación se respeta” fue la consigna más agitada
reiteradamente.
En las próximas semanas, las movilizaciones
continuarán en forma más amplia, intensa y combativa, y
podemos estar seguros que a mayores movilizaciones, estas se
desarrollarán con mayor precisión y amplitud en las demandas reivindicativas.
Las pugnas superficiales entre alanistas,
fujimoristas, y ppks, son discrepancias secundarias, son discusiones
internas dentro del Gobierno de Concertación Nacional, instaurado
el 28 de julio, son pugnas por “cuotas de gobierno”. En este sentido, el pueblo
no tiene porqué apoyar a ninguno de los bandos en disputa. El pueblo ha
rechazado, y continuará rechazando, la nueva repartija de gobierno.
Pero debemos de tener muy en cuenta, que la actual
disputa en las alturas entre varias tendencias de la misma facción
neoliberal, está girando en torno a un derecho de las mayorías. En
la pugna entre los diferentes matices políticos que defienden los intereses de
la clase dominante, estas tendencias están utilizando el derecho a la educación
del pueblo, como un pretexto para su colusión y pugna.
Frente a esta realidad concreta, el pueblo no puede
quedarse al margen, la juventud estudiosa y los maestros no podemos
quedarnos como simples espectadores. Por el contrario,
maestros y estudiantes, debemos levantar nuestras propias demandas,
y agitar nuestras propias consignas.
POR LA RENOVACIÓN DE LA EDUCACIÓN
La educación en el Perú actual sigue siendo una
educación obsoleta, pasadista, memorística y carente de un sentido
práctico definido, no está acorde con los avances de la ciencia nueva, y con
las nuevas tendencias educativas que están impulsando la renovación del
mundo entero. Ante la incapacidad del viejo estado, para atender las crecientes
necesidades de las mayorías, en las últimas décadas los gobernantes de turno
han optado por promover la privatización de la educación, reduciéndola a
un negocio más.
En la educación en el Perú actual se percibe
que sigue pesando la vieja herencia feudal, y sucesivamente,
gobierno tras gobierno, han fracasado en sus intenciones de renovar la
educación y colocarla a la altura de una educación renovada y moderna,
que contribuya a preparar millones de trabajadores calificados, miles de
técnicos y cientos de científicos, que urgentemente requiere el país para
impulsar la renovación peruana.
Frente a esta situación crítica, y frente a
la incapacidad de la clase dominante, el pueblo trabajador está demandando la
reforma universitaria, la reforma educativa y la reforma de la democracia.
Esos han sido las motivaciones principales de la Gran Movilización de Masas
del lunes 12 de diciembre.
Hace dos años, en los meses de diciembre de 2014 y
enero de 2015, se movilizaron amplias masas de jóvenes en defensa del
derecho al trabajo digno, y tras sucesivas marchas lograron contrarrestar
la arremetida de la clase dominante contra los derechos laborales de los
trabajadores jóvenes (lucha contra la aplicación de la llamada “ley pulpín”).
Ahora, nuevamente los jóvenes han salido a las
calles, y se están movilizando en defensa del derecho a la educación,
y en las próximas semanas se movilizarán en defensa de otras
demandas reivindicativas (entre ellas el derecho a la atención de la
salud)
ANTE LA CRISIS DEL PARLAMENTO ¿QUÉ HACER?
El parlamento feudal burgués, tras cerca de
doscientos años de democracia precaria, está demostrando que se encuentra
en grave crisis, ha degenerado en una carga pesada e inútil. Cada
vez se escuchan más voces que demandan “cierre del Congreso”. Pero la
experiencia de los últimos cincuenta años, nos enseña que el “cierre del
congreso” no resuelve nada, como no resolvieron nada, el cierre del
congreso el 3 de octubre de 1968 por el gobierno autoritario de Velasco, ni el
cierre del congreso el 5 de abril de 1992 por el gobierno autoritario de
Alberto Fujimori. Por el contrario, ambos cierres del congreso solo sirvieron
para acrecentar y afianzar a la clase dominante en el poder. Ese no es el
camino del pueblo.
Frente a la grave crisis de la democracia feudal
burguesa, expresada en la crisis del parlamento, tenemos que desarrollar la
lucha por la renovación de la democracia, por una democracia nueva.
Desde el año 2003 se han venido reactivando las
luchas de masas. En las luchas más importantes, la población se ha movilizado
agrupada en sus organizaciones naturales, en las comunidades nativas
amazónicas, en las comunidades campesinas alto andinas, y en los municipios
locales y provinciales, configurando así las células del nuevo poder
democrático en desarrollo.
Está llegando el momento de instaurar la Asamblea
del Pueblo Peruano, que podría estar conformada por 200
alcaldes provinciales, y por 200 representantes de las comunidades (agrupadas
en las 200 cuencas hidrográficas que existen en el país). Esta democracia
renovada, será la llamada a remplazar a la vieja democracia
representativa.
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