El
expresidente Ollanta Humala y Marcelo Odebrecht. Foto: Caretas.
#EXCLUSIVO
DESDE BRASIL
Jorge
Barata, quien fue la cabeza máxima de Odebrecht en Perú, confesó el 12 de
diciembre en Salvador de Bahía mientras que el exrepresentante legal de Camargo
Correa, Marcos de Moura Wanderley, sería el próximo en revelar la ruta de las
coimas.
Por Milagros Salazar
Lunes, 16 de enero de 2017
Lunes, 16 de enero de 2017
Convoca
llegó a Brasil para conocer de primera mano los alcances del caso Lava Jato
para Perú, donde las empresas brasileñas Odebrecht y Camargo Correa pagaron
sobornos millonarios a funcionarios por lo menos en los últimos tres gobiernos.
En este reportaje, revelamos cómo fue la masiva confesión de Odebrecht, lo que
se viene con Camargo Correa y por qué no hay “ninguna duda” de que los 3 millones
de dólares que aparecía en una planilla de Odebrecht para el “proyecto OH” y
que la Policía Federal de Curitiba asoció con el expresidente Ollanta Humala,
era para un pago de sobornos.
Curitiba, Estado de Paraná.- Puerta 168. Debajo de la
numeración aparece la palabra “custodia” y un mensaje de advertencia: “Prohibo
el uso de aparatos electrónicos”. Detrás de esa puerta color gris, un hombre
que comandó uno de los más grandes imperios de la ingeniería civil de América
Latina con más de 180 mil empleados en 21 países del mundo donde construyó
obras colosales, permanece en una celda de apenas cuatro metros de largo y
cuatro metros de ancho.
Marcelo Odebrecht, bahiano, descendiente de una
familia de inmigrantes alemanes que llegó a Brasil hace más de 160 años, está
recluido en el segundo piso (que para los peruanos vendría ser el primero) de
la sede principal de la Policía Federal en Curitiba desde aquellos días de
junio de 2015 cuando sus abogados le prometieron que permanecería menos de una
semana. Pero el líder de la tercera generación de los Odebrecht lleva más de un
año en esa celda donde mata las horas haciendo ejercicios tres veces al día. Su
mirada altiva se desvanece poco a poco al tiempo de sus recientes confesiones
sobre los pagos de sobornos que consumó su compañía mediante un esquema
complejo que incluyó el uso de empresas offshore en paraísos fiscales y
la creación de una oficina especializada para pagar coimas a funcionarios de
Brasil, Perú y al menos otros diez países de América Latina y África por cerca
de 439 millones de dólares, de acuerdo con las confesiones de la compañía
difundidas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Las revelaciones de Lava Jato, la investigación de
corrupción más importante de los últimos tiempos, empezaron a subir de
temperatura a puertas cerradas el 12 de diciembre último. Ese día, Marcelo
Odebrecht y otros 76 directivos que se acogieron a la delación premiada
(colaboración) para reducir drásticamente las penas de sus delitos (al punto de
pasar de una condena de más de cien años de prisión a dos años y medio como
sucedió con el ‘doleiro’ Alberto Youssef), empezaron a contarlo todo a lo largo
de cinco días, entre el 12 y 16 de diciembre. En ese periodo se movilizaron
cerca de cien procuradores (fiscales) en diversos Estados de Brasil para
recoger los testimonios, según diversas fuentes a las que tuvo acceso Convoca
en Curitiba y Brasilia.
Los testimonios de los directivos de Odebrecht
fueron registrados por los procuradores de Brasil luego que los abogados de los
delatores entregaran un documento de más de mil páginas que daba cuenta del
pago de los sobornos a funcionarios de los países donde operaban, entre ellos
Perú. Las confesiones de este documento también llegaron a la justicia de
Estados Unidos, que decidió difundir un resumen de estos hechos delictivos sin
revelar los nombres de los funcionarios. La entrega del documento fue parte de
los requisitos de la negociación de la delación premiada que empezó en febrero
de 2016 y que sirvió de base para las preguntas de los procuradores brasileños
en la confesión masiva.
El
testimonio de Marcelo y Barata
Las declaraciones de Marcelo Odebrecht fueron
recogidas por tres procuradores de Curitiba durante tres días. Cada jornada
duró en promedio seis horas. Fueron casi 18 horas de una historia sorprendente
de pagos de sobornos a políticos y funcionarios públicos. “El lo contó todo,
colaboró”, dijo una de las fuentes que tuvo conocimiento cercano de estas
confesiones. Mientras el líder de la organización empezaba a hablar el 12 de
diciembre en el edificio robusto del barrio de Santa Cándida donde se ubica la
Policía Federal de Curitiba, ese mismo día a más de 2 mil 400 kilómetros en la
zona nordeste de Brasil, otra confesión de gran importancia para Perú
comenzaba: el exsuperintendente de Odebrecht en Perú, Jorge Henrique Simões
Barata, contó quiénes eran los funcionarios peruanos que recibieron las coimas,
los montos y cómo se estructuró el pago de sobornos. Desde 2009, los
representantes de las oficinas de sus filiales en distintos países asumieron la
coordinación del pago de estas coimas para las operaciones ilícitas que
realizaban mediante la ‘División de Operaciones Estructuradas’. En esos días,
Barata era el líder máximo en Perú.
El acuerdo de la delación premiada entre la empresa
y las autoridades de Brasil consideró una condición importante: dar seis meses
de plazo a Odebrecht para que confiese sus delitos ante las autoridades de
otros países como Perú.
Eran los tiempos del régimen de Alan García. El
registro de visitas a Palacio de Gobierno al que accedió Convoca
da cuenta que Barata tuvo hasta 16 reuniones entre 2006 y 2011, seis de las
cuales fue con el presidente García y diez fueron visitas registradas durante
el proceso de licitación del Metro de Lima, obra que está bajo sospecha por el
pago de sobornos. El consorcio de Odebrecht junto a la constructora peruana
Graña Montero firmó en diciembre de 2009 el contrato de la línea 1 del Metro de
Lima, que coincide con el año de un pago de soborno de un millón 400 mil
dólares, confesado por la empresa brasileña, para que un “alto funcionario”
influenciara en el comité de licitación para un contrato de un proyecto de
“transporte público”. Después de la firma del contrato, Odebrecht logró que se
incrementara el valor del tramo 1 en más de 100 millones de dólares. Lo mismo
sucedió con el tramo 2 que también terminó en manos del consorcio encabezado
por Odebrecht y que pasó de un presupuesto de 583 millones de dólares a más de
900 millones de dólares. Por los dos tramos, el incremento total superó los 400
millones de dólares como corroboró Convoca luego de
revisar el expediente completo de la obra (Ver ‘La vía legal del tren millonario de
Odebrecht’ ).
Pero hay otra obra símbolo que reúne a las empresas
constructoras investigadas por Lava Jato, que involucra a tres presidentes, y
sobre la que Jorge Barata tiene mucho que decir precisamente en esta semana que
Odebrecht empezará a entregar información al Ministerio Público de Perú, como
parte de un convenio preliminar de colaboración y que según un comunicado de
prensa de la Fiscalía será “información relevante para el esclarecimiento de
los hechos investigados”.
La ruta
de las coimas
Como se sabe hace pocas semanas, Odebrecht confesó
el pagó de 20 millones de dólares de coimas a “compañías específicas” por la
licitación de una obra en 2005. Ese año, las autoridades peruanas adjudicaron
los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur, que une Brasil con Perú por
la Amazonía, al consorcio liderado por Odebrecht. El tramo 4 de esta misma
carretera estuvo a cargo de otro consorcio, esta vez integrado por otras
constructoras investigadas en Lava Jato: Camargo Correa, Andrade Gutiérrez y
Quieroz Galvāo. Como parte de la operación Castillo de Arena, la Policía
Federal de São Paulo incautó documentos, correos y USB de la oficina y
domicilio de directivos de la empresa en 2009, que revelaron el pago de coimas
de Camargo Correa a políticos y funcionarios para ganar la licitación de obras,
el financiamiento de campañas políticas y realizaron transferencias a cuentas
en el exterior como parte de un sistema de lavado de dinero. En ese informe de
la Policía Federal, que revelaron por primera vez en Perú Convoca
y BRIO en junio de 2015, se menciona el pago de sobornos durante los
gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García para la construcción de la
Interoceánica Sur. El presupuesto de la obra se incrementó de unos 800 millones
de dólares en 2005 a cerca de 2 mil millones de dólares en marzo de 2015 debido
a la firma de 22 adendas al contrato, una modalidad que usaban las empresas
brasileñas en su propio país como parte del esquema de pagos ilícitos para la
adjudicación de las obras.
Quien coloca iniciales para justificar un pago es
porque quiere esconder un dinero destinado para fines ilícitos (...) de eso no
queda ninguna duda", dice Moscardi, el coordinador de los delegados de la
Policía Federal de Curitiba sobre OH.
En el informe policial sobre la incautación de los
documentos a Camargo Correa, se menciona el pago de sobornos de más de 6
millones de dólares vinculados a la Interoceánica Sur. Hoy se sabe que los
fiscales peruanos lograron determinar luego de intercambiar información con las
autoridades suizas, que uno de los pagos de sobornos de más de 90 mil dólares
coincide con movimientos de dinero a una cuenta corriente del Citibank de
Londres a nombre de una de las empresas de Josef Maiman, el exasesor del
presidente Alejandro Toledo. Entre los documentos incautados del pago de las
coimas de Camargo Correa aparece el nombre de Marcos de Moura Wanderley, quien
era el representante legal de la empresa y es conocido como la pareja de Rocío
Calderón, la amiga de la esposa del expresidente Ollanta Huamala, Nadine
Heredia.
En las últimas horas salió a luz en Brasil que los
abogados de Camargo Correa negocian con la Procuraduría de la República para
que unos 40 directivos de la empresa, entre ellos accionistas, firmen un nuevo
acuerdo de delación premiada que ocasionaría un gran sismo político en Brasil
que sin duda alcanzará a Perú y otros países porque permitiría revelar hechos
que la empresa no estaba contando a las autoridades como los pagos de sobornos
a través de cuentas en el exterior, según informaciones de la revista Veja. Convoca
pudo confirmar con fuentes en Brasil y Perú el inicio de estas negociaciones y
que en la lista aparece Marcos de Moura Wanderley, quien hasta ahora ha evitado
dar entrevistas a la prensa.
Informe
de la Policía Federal del caso Castillo de Arena.
La otra
confesión: Camargo Correa
Camargo Correa se ha escudado hasta ahora en Perú
reiterando que la investigación Castillo de Arena fue archivada en última
instancia en la justicia de Brasil. Lo que no dice la compañía es que no fue
por falta de pruebas sino por cuestiones formales debido a que la denuncia se
inició por una fuente anónima como sostiene Og Fernandes, el único vocal de la
Sexta Sala Superior de Justicia Federal en Brasilia que se opuso a la anulación
del caso como se puede ver en la argumentación de su voto (Ver: "Lo que la justicia de Brasil
obvió al archivar Castillo de Arena" ). Ahora, con las
negociaciones de una nueva delación de Camargo Correa, los procuradores
brasileños están manejado el tema con mucha cautela para que no se “contamine”
el caso Lava Jato con las pruebas anuladas en Castillo de Arena. La clave está
en “establecer una fuente autónoma” al de Castillo de Arena para llegar a los documentos:
las pruebas de las coimas.
Hasta el momento, como parte de la operación Lava
Jato, las confesiones de los directivos de Camargo Correa que se acogieron
inicialmente a la delación premiada, se concentraron en el pago de sobornos en
Brasil con pocos avances en la entrega de las pruebas porque la empresa ha
argumentado que no podía recuperar la información de los hechos ilícitos debido
a que el funcionario clave que conocía el sistema de coimas tiene problemas
mentales y no recuerda lo sucedido, de acuerdo con diversas fuentes consultadas
por Convoca.
"Cuando una empresa habla, es cuestión de
tiempo para que las otras empresas empiecen a hablar", dice a Convoca
el procurador de Curitiba Carlos Fernando dos Santos Lima en relación a las
confesiones de Odebrecht y lo que pude pasar con Camargo Correa.
Camargo Correa también aseguró a las autoridades
que luego de la operación Castillo de Arena, cambió a la mayoría de sus
empleados y que hoy no tiene rastros de la información. Pero las confesiones de
Odebrecht han propiciado que la compañía empiece a recuperar la memoria. Una
nueva delación premiada abre otras posibilidades no solo para Brasil sino para
Perú debido al avance de la investigación de los fiscales en Lima para
determinar que hubo pagos de sobornos en las obras a cargo de Camargo Correa:
el tramo 4 de la Interoceánica Sur (donde están involucrados funcionarios de
los gobiernos Toledo y García) y la planta de tratamiento de agua potable de
Huachipa en el régimen de García. Un personaje clave de Camargo Correa para las
confesiones, además de Moura Wanderley, es Pietro Bianchi, exdirector y
consultor de este grupo empresarial a quien se le incautó los USB con la
información de los sobornos de la Interoceánica.
El escenario se pone cada vez más interesante.
“Cuando una empresa habla, es cuestión de tiempo para que las otras empresas
empiecen a hablar y se puedan derribar barreras”, dice a Convoca
el procurador de Curitiba Carlos Fernando dos Santos Lima, quien forma parte de
la Fuerza de Tarea de Lava Jato. Este medio ubicó al abogado de Camargo Correa,
Celso Vilardi, pero prefirió no pronunciarse sobre el tema. “Yo no hablo con la
prensa”, respondió y luego pidió que se le enviara las preguntas por correo
electrónico. Vilardi derivó las consultas que le hicimos llegar a los
encargados de comunicación de la compañía en Lima que hasta el cierre de este
reportaje no respondieron.
Dalton
Avancini y Marcelo Odebrecht, expresidentes de las constructoras Camargo Correa
y Odebrecht, respectivamente. Foto: Camargo Correa - O Globo.
Los
millones del proyecto OH
El tercer gobierno bajo sospecha por el pago de
sobornos de Odebrecht es el de Ollanta Humala. Hasta el momento, la información
más cercana a Humala aparece en un informe de la Policía Federal de Curitiba de
febrero de 2016 en el que se asocia un monto de 4.8 millones de reales (3
millones de dólares al tipo de cambio de 1.6 reales por dólar usado por la
propia Policía Federal en su análisis) al “proyecto OH”, que el agente policial
Willigton Gabriel Pereira concluyó que sería el expresidente de la República.
Humala negó cualquier relación con ese monto de dinero, que en el informe no
aparece como un pago de soborno. Pero luego de un año las cosas han cambiado y
la investigación en manos de los procuradores, los agentes policiales, los
peritos y el celebrado juez Sergio Moro, ha avanzando a paso firme. ¿Qué sabe
hoy la Policía sobre los millones de OH? Convoca conversó con
el coordinador de los delegados de la Policía Federal de Curitiba que forman
parte de la Fuerza de Tarea de Lava Jato, Maurício Moscardi Grillo, quien
reveló lo siguiente.
-Normalmente la Policía Federal llega a
conclusiones sólidas a partir de sólidas evidencias…¿cómo fue en el caso de
Ollanta Humala?
- Cuando había siglas, se mostraba claramente que
era un desvío patrón para el pago de sobornos.
- A estas alturas, ¿no queda duda entonces que esos
3 millones de dólares sirvieron para el pago de coimas?
- Eso está totalmente claro. Si usted ve, en los
casos de los diputados brasileños que tenían siglas se confirmó que esos
valores eran pagos de sobornos. En un caso eran para recaudación de dinero
partidario de la campaña que es un forma de corrupción (…) si usted quiere
hacer un pago honesto, usted no pone siglas. Esas empresas tenían una relación
honesta y deshonesta. La relación honesta estaba bien calificada y para la
relación deshonesta colocaban iniciales. Quien coloca iniciales para justificar
un pago es porque quiere esconder un dinero destinado para fines ilícitos, si
no usted coloca el nombre completo de él y pone Presidente del Perú. Lo que hay
que confirmar claramente (ahora con la confesión de Odebrecht) es si el nombre
era de él, porque el dinero era para fines ilícitos por las condiciones que se
presentaron. De eso no queda ninguna duda.
Moscardi asegura que no avanzaron más allá por una
cuestión de “soberanía”. Ahora le toca a los fiscales peruanos cerrar el
círculo.
El
coordinador de los delegados de la Policía Federal de Curitiba, Mauricio
Moscardi Grillo, junto a su colega Renata Rodrigues, quien también trabaja en
el caso Lava Jato.
En su análisis, el agente policial Willigton
Gabriel Pereira detalla que los 3 millones de dólares, que aparecían junto al
“proyecto OH” forman parte de una tabla denominada “Posición Programa Especial
Italiano” que fue enviado vía correo electrónico por Fernando Migliaccio da
Silva, quien fue el hombre clave en la División de Operaciones Estructuradas
desde donde se manejaba el pago de sobornos. La destinataria de la tabla era
Maria Lúcia Guimarães Tavares, la secretaria de esa oficina de coimas.
El agente Pereira vinculó en su análisis las siglas
OH de la tabla con la información encontrada meses antes en el celular de
Marcelo Odebrecht incautado en su casa que da cuenta de tres reuniones con
Ollanta Humala, en dos de las cuales aparece con las siglas OH. La primera
reunión está programada para el 11 de junio de 2011 como “Jantar Pres. Perú”.
Era una cena con el presidente electo Humala a un mes de su juramentación en el
cargo, su esposa Nadine Heredia, y representantes de Odebrecht entre los que
estaba Jorge Barata (entonces cabeza máxima de Odebecht en Perú) y su esposa
Sara, y Luiz Antonio Mameri (director superintendente de Odebrecht en Angola y
América Latina que también aparece en la tabla del pago de coimas). 2011 es el
año registrado en la tabla para los 3 millones de dólares del “proyecto OH”. Convoca
se comunicó con Roy Gates, abogado de Nadine Heredia, para solicitar los descargos
de la exprimera dama,pero al cierre de esta publicación no obtuvo respuesta.
Los otros dos encuentros estuvieron programados
entre Humala y Marcelo Odebrecht durante la visita del empresario a Lima: el 1
de mayo de 2013 y el 22 de octubre de 2014. Humala ya estaba en el poder y
aparece identificado como OH.
Las confesiones de Odebrecht, principalmente de
Jorge Barata, deberían confirmar estos hechos. Según Folha de Sao Paulo, la
exprimera dama habría recibido US$ 3 millones de Odebrecht para financiar el
2011 las campañas del entonces candidato nacionalista Ollanta Humala, con
autorización de Lula (el expresidente de Brasil) como parte de una “caja que la
empresa (Odebrecht) tenía junto al PT (el partido de Lula), administrada por su
exministro Antonio Palocci. El abogado de Nadine Heredia, Eduardo Roy Gates,
señaló en Radio Programa del Perú que esa información no es cierta. “No hay
elemento de convicción, prueba o indicio en su contra. Todas son puras
especulaciones”. ¿Hasta dónde pueden llegar las investigaciones en Perú
para que se sepa toda la verdad? El procurador de Curitiba Orlando Martello
considera que existen las condiciones para llegar hasta el fondo de los hechos.
“No debe quedar duda que las autoridades recibirán información acerca de los
crímenes cometidos en Perú”, apuntó.
El acuerdo de la delación premiada entre la empresa
y las autoridades de Brasil consideró una condición importante: dar seis meses
de plazo a Odebrecht para que confiese voluntariamente ante las autoridades de
otros países donde cometió los delitos. De no hacerlo, las autoridades de
Brasil podían hacer público los hechos más relevantes de la confesión en Brasil
al concluir el plazo. En ese contexto es que la empresa firmó el 4 de enero el
convenio preliminar con el Ministerio Público de Perú para entregar información
y hacer un pago inicial de 30 millones de soles por los pagos ilícitos. Lo que
viene es una ola inevitable de confesiones que el país entero debe conocer.
Fuente: http://www.convoca.pe/especiales/lava-jato-y-castillo-de-arena/las-confesiones-de-odebrecht-y-camargo-correa-sobre-los-pagos-de-sobornos-en-peru/
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