viernes, 3 de febrero de 2017

*FEMINISMO EN LA POSMODERNIDAD




Entendemos la posmodernidad como un concepto amplio pero que en líneas generales es una corriente que aparece a finales del s. XX y se caracteriza por ser un periodo que sostiene diferentes movimientos culturales, artísticos, literarios y filosóficos que se extienden hasta la actualidad. Se distingue además por ser oposición férrea a las tendencias modernas o convencionales.

La posmodernidad da inicio a la muerte de los Grandes Relatos, a la posibilidad de reconstruir la sociedad a partir de una reconciliación con su historia, al desencanto por el progreso de conjunto, a la desaparición de los ideologías (se niega muchas de ellas), etc.

Esto da como resultado el inmediatismo en la actividad humana, a que el mensaje en cuanto al fondo o contenido importe mucho menos que la forma del mensaje, a que el individualismo sea una expresión determinante en el plano social, a que el relativismo y el subjetivismo permitan tener miradas alternativas de la realidad, etc.

En cuanto al feminismo, es una corriente de movimientos sociales y políticos orientado a la conquista de derechos, su comprensión ordenada varía de acuerdo a las clasificaciones de diferentes literaturas. Para la entendimiento del presente artículo desarrollaré el feminismo de la tercera ola (entiéndase que hay tres olas feministas en la historia), como digo, me ocuparé de la tercera ola, ya que es en la que actualmente nos encontramos, con la finalidad de entender el comportamiento feminista contemporáneo.
La tercera ola del feminismo empieza a inicios de los 90 y se mantiene aún vigente. En esta generación hay dos tipos de feminismos que destacan por sus prácticas, llamados: feminismo radical y transfeminismo. No habría que hacernos rollo para entender sus “grandes” diferencias, ambos son compatibles o simbióticos en la práctica social. 

En el marco de la posmodernidad, el feminismo contemporáneo ha encajado perfectamente. Cuando me refiero al feminismo contemporáneo, ha de entenderse en el feminismo de género. Y cuando me refiero al feminismo de género, ha de entenderse el feminismo extremista o radical. 

Con los elementos de la posmodernidad y las prácticas sociales del feminismo contemporáneo me animo a dar características generales de la feminista radical. Su comportamiento manifiesta una super sensibilidad selectiva hacia los problemas de la mujer de su contexto, muestra intolerancia hacia los símbolos o valores sociales por el hombre heterosexual, tienden al histrionismo (victimización), son teofóbicas, presentan actitudes de superioridad, tienen disposición a la agresividad en grupo, etc.

Así como la homofobia es una manifestación abominable producto del extremismo y falta de tolerancia hacia los homosexuales, la heterofobia es lo inverso. Entiéndase por heterofobia al miedo, aversión o repulsión por lo heterosexual. 

Los extremistas, llámese también fanáticos están tanto en el bando feminista como en el bando conservador de la sociedad. Advertir su presencia en la práctica política es importante ya que su actuar atenta contra las posibilidades de construir un verdadero sistema democrático, de orden, de paz y de complementariedad entre hombres y mujeres… 

Autor: Derick Flores Gonzalez

*Fuente: diario Caplina 02/02/17 (Tacna)
*Fuente: diario La Región 02/02/17 (Moquegua)

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