Jueves,
23 marzo 2017
Medicina
La exposición a este tipo de radiación es la
principal causa del cáncer de piel, patología que se divide principalmente en
dos grandes segmentos: el cáncer de piel tipo melanoma -que se caracteriza por
ser más agresivo y letal-, y el cáncer de piel tipo no melanoma, el más
frecuente en la población. Sobre la prevención de esta enfermedad, sus causas,
tratamientos y los signos que deben alertarnos a consultar a un especialista,
habla en la siguiente entrevista el dermatólogo del Hospital Clínico de la
Universidad de Chile (HCUCH).
“El 80 por ciento de la radiación ultravioleta se
acumula antes de los 20 años”, afirma el especialista en cirugía dermatológica
de nuestro plantel, Dr. Andrés Figueroa, advirtiendo respecto a las
consecuencias que hoy sufre la población, dada la falta de cultura respecto a
fotoprotegerse que existía hasta hace pocos años.
“Hoy vemos cada vez más pacientes de 30, 40, 50
años que están consultando porque ya tienen un cáncer de piel”, explicó el Dr.
Figueroa, quien señaló que esta patología se divide en dos grandes segmentos:
Uno es el cáncer de piel tipo melanoma y otro que se llama cáncer de piel no
melanoma. Hay otros más infrecuentes como el carcinoma de merkel o los
linfomas, pero no son los que normalmente se percibe uno como cáncer de piel.
“El melanoma se asocia a la exposición de radiación
ultravioleta de forma intensa e intermitente. Por ejemplo, esa gente que va a
la playa, se quema y queda roja, y lo repite así varias veces en su vida, eso
se relaciona con el cáncer de piel tipo melanoma. En cambio, la exposición
crónica de los agricultores y la gente que trabaja mucho al sol, se relaciona
con el cáncer de piel tipo no melanoma. Y en este grupo, existe el carcinoma
basocelular y el carcinoma espinocelular”, detalló.
-En términos de riesgo, ¿son similares ambos tipos?
El melanoma –que es un cáncer que se origina de las
células que dan el pigmento de la piel, los melanocitos–, es mucho más
agresivo, el compromiso de distancia (metástasis) es mucho más rápido, por lo
tanto, es más letal. Afortunadamente es menos frecuente. El no melanoma es
mucho más frecuente, de hecho el principal cáncer a nivel mundial en frecuencia
es no melanoma, y en específico el basocelular, y ese no tiene la capacidad de
desarrollar metástasis, o sea, compromiso a distancia.
-¿Cuáles son los signos que deben alertarnos a
consultar a un dermatólogo en estos casos?
Hay una regla que nosotros utilizamos harto que se
llama A,B,C, D y E. Esto es: Hay que fijarse A, en un lunar que es asimétrico;
B, que los bordes sean difuminados; C, que tenga dos o más colores o un color
negro muy intenso; D, que el diámetro sea mayor de seis milímetro; y E, de
evolución, cualquier lunar que pique, que crezca, que sangre o llama la
atención. Esto no significa que estos lunares sean malos, sino que hay que
evaluarlos. Eso en el caso de los melanomas.
-¿Y cómo se presenta el cáncer de piel tipo no
melanoma?
Generalmente se presenta como un tumorcito que
empieza a crecer, que se ulcera o sangra y que no sana, o como una herida que
en el tiempo no sana. Eso no tiene nada que ver con los lunares y se presenta
en forma espontánea.
-Para actuar preventivamente frente al cáncer de
piel, ¿qué protocolo debemos seguir en términos de control médico?
La idea es que sea una cosa complementaria: las
personas que tienen antecedentes familiares de cáncer de piel, pacientes que
tienen un carcinoma previo ellos mismos, pacientes que son de piel clara,
pelirrojos, o que trabajan mucho al sol, o quienes tienen lunares atípicos,
deben ser controlados regularmente. Aun así, es útil también que la gente se
empiece a examinar sus lunares.
-¿Quiénes son los pacientes que corren más riesgo
de poder desarrollar un cáncer de piel?
Las personas que se exponen más a la radiación
ultravioleta, quienes tienen menos defensas contra la radiación también tienen
más riesgos, por ejemplo, la gente de piel clara, pelirrojos, rubios de ojos
azules, esas personas tienen muchas menos defensas contra el sol, por lo tanto
son más expuestas a desarrollar este tipo de cáncer.
-¿Qué tipos de tratamiento existe para el cáncer de
piel?
Generalmente depende de cuánto compromiso tenga. Si
es un melanoma que llamamos in situ, que está recién partiendo, muchas veces la
parte quirúrgica es lo óptimo. En cambio, cuando tienen compromiso a distancia,
hay gángleos comprometidos o algún otro órgano que está con el tumor, lo que
hacemos es un tratamiento mixto, que lleva cirugía, quimioterapia, radioterapia
e incluso a veces inmunoterapia. Se hacen varias cosas para tratar de alargar
la sobrevida de esos pacientes. Eso por la parte del melanoma. En cambio, en el
carcinoma basocelular y espinocelular, principalmente lo que se usa es la
cirugía y ahí cabe una mención especial para una cirugía que se llama, cirugía
micrográfica de Mohs, que es una cirugía para el tipo de carcinoma no melanoma,
que consiste en ir sacando el tumor por capas, y analizándola, una a una, para
estar seguros que se removió completamente todo el tumor.
-¿Cuáles son las indicaciones de cuidado?
Hay que hacer una fotoprotección tanto activa como
pasiva. La activa es aplicarse el protector solar, cada tres horas, en cantidad
suficiente, 30 minutos antes de la exposición solar, eso es súper importante. Y
la otra fotoprotección que también es muy importante es la pasiva, que es usar
vestimenta adecuada, lentes para el sol, un sombrero, tratar de no exponerse al
sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, que son las horas de más
radiación, y buscar siempre la sombra.
-Y en el caso de lactantes y niños, ¿cuál es la
indicación?
La idea es que ninguna guagua sea expuesta a la
radiación solar antes del año de edad. Después de eso está recomendado el uso
de algunas pantallas solares que filtran el 100 por ciento de la radiación, por
lo tanto, son adecuadas para su uso después del año de edad. (Fuente:
UCHILE/DICYT)
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