15/04/2017
| Eric Toussaint
El endeudamiento privado fue utilizado por las
clases dominantes, desde los comienzos de la historia hace 5000 años, para
esclavizar, expoliar, dominar y desposeer a las clases populares —entre ellas,
a las mujeres que son las principales víctimas—, a las clases trabajadoras:
pequeños campesinos, artesanos, pescadores hasta los asalariados de ahora y los
miembros de sus familias —el endeudamiento de los estudiantes para poder
proseguir sus estudios— 1/. El proceso era (y continúa siendo) simple:
el prestamista exigía al prestatario que ella o él pusiera como garantía lo que
poseía. Por ejemplo, la tierra que tenía y cultivaba el campesino, o las herramientas
de trabajo si se trataba de un artesano. El reembolso del préstamo se hacía en
especie o en moneda. Para pagar el préstamo, como el tipo de interés
era elevado, el prestatario estaba obligado a transferir al prestamista un gran
parte de su trabajo y se empobrecía. Si no podía pagar la deuda,
el prestamista desposeía al deudor del bien que había puesto como garantía. En
algunas sociedades, eso podía llegar a la pérdida de la libertad del deudor y/o
de miembros de su familia. Era la esclavitud por deudas. En Estados Unidos y en
algunos países europeos la falta de pago de una deuda podía ser sancionada por
la ley mediante mutilaciones físicas hasta comienzos del siglo xix. Incluso
hasta ahora, el impago de deudas es punible con penas de cárcel, ya sea en
Europa o en otras partes del mundo.
Deudas privadas a través de los tiempos
Desde hace 5000 años, las deudas privadas tuvieron
una función crucial en las relaciones sociales. La lucha entre ricos y pobres,
entre explotadores y explotados, tomó con mucha frecuencia la forma de un
conflicto entre acreedores y deudores. Con una remarcable regularidad hubo
insurrecciones populares que comenzaban de la misma manera: por la destrucción
ritual de los documentos correspondientes a la deuda
(tabletas, papiros, pergaminos, libros de contabilidad, registro de impuestos…)
La nueva crisis internacional, que comenzó en 2007,
reveló el comportamiento fraudulento de los bancos. Como consecuencia de unas
expulsiones masivas de viviendas que se sucedieron en Estados Unidos, en España
y en otros lugares, cada vez más personas cuestionan las deudas en países en
los que habitualmente la obligación de pagar un crédito era (hasta hace poco)
incontestable. Ada Colau, elegida alcaldesa de Barcelona en 2015, reunió en
torno a su persona, a partir de 2012, un importante sostén popular al
participar activamente en una plataforma contra los desahucios realizados por
los bancos en contra de familias incapaces de continuar el pago de sus deudas
hipotecarias. Algunos años antes, hubiera sido inimaginable que una mujer o un
hombre fuera elegido para un alto cargo después de haber organizado ocupaciones
ilegales de bancos para defender a las familias que habían suspendido el pago
de una deuda. En todo el planeta, los movimientos sociales cuestionan el pago
de deudas privadas ilegítimas ya sean hipotecarias o de estudiantes, ya sean
reclamadas por grandes bancos privados o por agencias de microcréditos.
Estas son, a grandes rasgos, algunas etapas
históricas del sistema deuda privada en Oriente Próximo, en Europa y en
otras partes del mundo conquistadas por las potencias europeas. Habría que
completar con lo que pasaba en Asia, en África y en las Américas precoloniales,
pero el cuadro aquí esbozado ya es bien elocuente.
En Mesopotamia, las anulaciones generales de deudas
se sucedieron a lo largo de 1000 años
El Código de Hammurabi se encuentra en el museo del
Louvre, París.
En el tiempo de las malas cosechas, la
imposibilidad de los campesinos para reembolsar las deudas contraídas con el
Estado (impuestos en especie impagados) o con altos funcionarios y dignatarios
del régimen acababa regularmente con la desposesión de las tierras de los
campesinos y con su esclavitud. Incluso miembros de sus familias eran reducidos
a esa esclavitud por deudas. Con el fin de responder al descontento popular, el
poder establecido anulaba periódicamente las deudas privadas /2. Uno de
los decretos de anulación determinaba que los acreedores oficiales y los
cobradores de impuestos que hubieran expulsado a campesinos de sus tierras
debían indemnizarlos. Si un acreedor había acaparado un bien mediante presión,
lo debía restituir y/o reembolsarlo completamente, y si no lo hacía era
condenado a muerte.
Mapa: Mar grande; Mesopotamia; Egipto; Canaán; Mar
Rojo
Después del -1400, ya no se encuentra ningún acta
de anulación de deudas en Mesopotamia. Las desigualdades se habían reforzado y
desarrollado con fuerza. Las tierras eran acaparadas por los grandes
propietarios privados, y se arraigó la esclavitud por deudas. Durante los
siglos siguientes, se tiene, no obstante, la prueba de violentas luchas
sociales entre acreedores y deudores.
La piedra de Rosetta confirma la tradición de las
anulaciones de deudas
A partir del siglo viii a.c., encontramos en Egipto
proclamaciones de anulaciones de deudas y de liberación de esclavos por deudas.
Una de las motivaciones fundamentales de las anulaciones de deudas era que el
faraón quería disponer de un campesinado capaz de producir los alimentos
suficientes y, a su vez, disponible para participar en las campañas militares.
Por esas dos razones, se tenía que evitar que los campesinos fueran expulsados
de sus tierras por los acreedores.
En otra parte de la misma región, se constata que
los emperadores asirios del primer milenio a.c. adoptaron la tradición de
anulación de deudas. Pasó lo mismo en Jerusalén en el siglo v a.c.
Como prueba, en -483, Nehemías, ciertamente
influido por la antigua tradición mesopotámica, proclamó la anulación de las
deudas a los judíos endeudados con sus ricos compatriotas. Fue en esa época en
la que se termina la Torah /4.
Durante siglos, numerosos comentaristas de textos
antiguos, comenzando por las autoridades religiosas de la parte de las clases
dominantes, afirmaron que esas prescripciones solo tenían un valor moral o que
constituían votos piadosos. Sin embargo, las investigaciones históricas de los
dos últimos siglos demostraron que esas prescripciones correspondían a
prácticas comprobadas /6.
Mapa que muestra los países, ciudades, pueblos y
otros lugares mencionados en el Nuevo Testamento (en Grecia, Italia,
Mesopotamia y Tierra Santa)- Edward Wells, 1700. (Haz clic sobre la fotografía
para ampliarla)
Solón
Grecia: En Grecia, a partir del siglo I a.c.,
acontecieron luchas muy importantes contra la esclavitud por endeudamiento y
para la anulación de las deudas privadas del pueblo. Aristóteles escribió en La
Constitución de los atenienses: “Los hombres pobres con su esposa y sus hijos
se convirtieron en los esclavos de los ricos”. Se desarrollaron luchas sociales
y políticas que consiguieron disposiciones legales que prohibían la esclavitud
por deudas. Se trataba principalmente de las reformas de Solón en Atenas. En
Megara, una ciudad vecina de Atenas, una facción radical llegó al poder. Allí
se prohibió los préstamos con interés y se hizo de manera
retroactiva, obligando a los acreedores a restituir los intereses percibidos /8.|
Feudalismo: Al comienzo del feudalismo, una gran parte de los
productores libres fueron convertidos en siervos ya que los campesinos cargados
de deudas eran incapaces de reembolsarlas. Ocurrió, especialmente, durante el
reino de Carlomagno a fines del siglo VIII y comienzos del siglo IX /10
La religión cristiana lo prohibió hasta el siglo XV. Las autoridades
protestantes y católicas terminaron por promoverlo.
En Europa, el problema de las deudas privadas
volvió bajo una forma exacerbada a fines de la Edad Media
El problema de las deudas privadas se exacerbó, a
partir de los siglos XIII y XIV, con la monetarización de las relaciones. En
efecto, el trabajo gratuito y los impuestos en especie fueron progresivamente
reemplazados por sumas de dinero. Por consiguiente, los campesinos, los
artesanos, etc. debían endeudarse para poder pagar sus impuestos. Al ser incapaces
de reembolsar los préstamos, cada vez más campesinos, artesanos u obreros
fueron víctimas de confiscaciones, desposeídos y/o encarcelados, y con
frecuencia mutilados /12.
En 1339, en Siena (Italia), el gobierno municipal
de la ciudad anunció al Concejo que era necesario abolir el encarcelamiento por
deudas, puesto que si no se hiciere, se tendría que encarcelar a casi todos sus
ciudadanos tanto era el grado de endeudamiento. Dieciséis años más tarde, en
1355, el pueblo de Siena se sublevó e incendió la sala del palacio municipal
donde se guardaban los libros de contabilidad. Querían hacer desaparecer los
rastros de las deudas que se les reclamaba y que, a sus ojos, eran odiosas /13.
Otro de los hechos que demostraban el rechazo a la
explotación mediante la deuda se produjo en Florencia, a fines del siglo XIV,
cuando las clases trabajadoras tomaron momentáneamente el poder. Liderados por
los Ciompi—se llamaban así los obreros jornaleros de la industria textil— se
reivindicaba, entre otras cosas: suprimir la amputación de una mano en el caso
de un impago de deuda y declarar una moratoria sobre las deudas impagadas /14.
Exigían también un puesto en el gobierno y que los ricos pagaran más impuestos.
En la misma época, se desarrollaron acontecimientos similares en Flandres,
Valonia, Francia, Inglaterra…
Thomas Münzer
Desde 1470 hasta 1525, una multitud de
sublevaciones campesinas desde Alsacia hasta Austria, pasando por la mayoría de
las regiones de Alemania, Bohemia, Eslovenia, Hungría y Croacia, estaban
ligadas en gran parte al rechazo de las deudas reclamadas a los campesinos y a
los ciudadanos de las clases dominadas. Centenares de miles de campesinos
tomaron las armas, destruyendo centenares de castillos y decenas de monasterios
y conventos. La represión produjo más de 100.000 muertos entre el campesinado /15 Durante una de las rebeliones, en
1493, los campesinos sublevados exigieron el establecimiento de un año de
jubileo en el que todas las deudas serían anuladas /16. En el conflicto
que enfrentaba a los campesinos y otros componentes del pueblo (en particular
la plebe urbana así como los sectores más pauperizados, vagabundos, mendigos…)
a las clases dominantes locales, Martín Lutero había escogido su campo y
proclamaba que las leyes del Antiguo Testamento como el año de jubileo ya no
eran aplicables. Según Lutero, el Evangelio describía solamente un
comportamiento ideal, ya que en la vida real, una deuda siempre ha de ser
pagada.
En un texto anónimo que circuló por Alemania a
partir de 1521, se podía leer este diálogo entre un paisano y un notable que
describe muy bien la utilización del endeudamiento para desposeer al trabajador
de su herramienta de trabajo o de su tierra:
Campesino: ¿Qué me trae aquí? Eh, bueno, querría
saber en qué pasa usted el tiempo.
Notable: ¿Y cómo lo debería pasar? Estoy aquí,
sentado contando mi dinero. ¿Acaso no lo ves?
Campesino: Dígame señor, ¿quién le ha dado tanto
dinero que usted pasa su tiempo contándolo?
Notable: ¿Quieres saber quién me ha dado este
dinero? Te lo voy a decir. Un campesino golpeó a mi puerta para pedirme
prestado 10 o 20 florines. Me informo si posee un trozo de buena tierra. Y me
dice: “Sí, señor, tengo un buen prado y un excelente campo que valen los dos
una centena de florines”. Le respondo: « ¡Perfecto! Pon como garantía tu prado
y tu campo, y si te comprometes a pagar un florín por año de interés, puedes
tener tu préstamo de 20 florines». Contento de escuchar estas buenas noticias,
el campesino replica: “le doy gustosamente mi palabra”. Pero yo agrego “Debo
prevenirte que si ocurre que tú no satisfaces tu pago a tiempo, tomaré posesión
de tu tierra y seré su propietario.» Eso no preocupa al campesino, y compromete
conmigo sus pastos y su campo. Le presto el dinero y el campesino paga los
intereses puntualmente durante un año o dos; pero luego aparece una mala
cosecha y pronto se halla en un retraso del pago. Confisco su tierra, lo
expulso, y su campo y su prado son míos. Y hago esto no solo con campesinos
sino también con artesanos” /18.
He aquí, resumido con palabras muy simples, el
proceso de desposesión al que los campesinos y artesanos de Alemania y de otros
lugares intentaban oponerse.
La conquista de las Américas y la imposición de la servidumbre por deudas a través del peonaje
Durante
la conquista de las Américas, la imposición de la dominación europea fue
paralela a la servidumbre por deudas de las poblaciones nativas /19. El peonaje
fue la forma utilizada (.). El diccionario Littré definía en el siglo XIX el
peonaje de la siguiente manera: “Se dice en México, de una especie de
esclavitud impuesta a los indígenas, y que resulta de la potestad que tiene los
propietarios de retenerlos y obligarlos a trabajar gratuitamente hasta saldar
las deudas que esos trabajadores habían contraído con la propiedad”. El peonaje
era un privilegio por el que el terrateniente podía retener a los peones y
obligarles a trabajar gratuitamente en sus haciendas hasta la completa
cancelación de las deudas que hubiesen contraído. Estos empeños, pagaderos con
el trabajo futuro, eran, además, transmisibles de padres a hijos, lo que de
hecho los convertía en una forma de servidumbre. En México, no fue abolido
hasta 1910, durante la revolución.
14/04/2017
Traducción Griselda Piñero
Notas:
1/ En esta época, el Estado no tenía deudas.
Asimismo, el Estado en el antiguo Egipto, Grecia y Roma tampoco pedía créditos,
salvo casos excepcionales en el caso de Roma. En Europa, los Estados no
comenzaron a endeudarse sistemáticamente hasta los siglos xiii y xiv, y no
dejaron de hacerlo hasta ahora.
2/ En
esta época, el Estado no tenía deudas. Asimismo, el Estado en el antiguo
Egipto, Grecia y Roma tampoco pedía créditos, salvo casos excepcionales en el
caso de Roma. En Europa, los Estados no comenzaron a endeudarse
sistemáticamente hasta los siglos xiii y xiv, y no dejaron de hacerlo hasta ahora.
3/ La Torah (ley religiosa judía) es la compilación
de textos que forman los cinco primeros libros de la Biblia: el Génesis, el
Éxodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio.
4/ La
Torah (ley religiosa judía) es la compilación de textos que forman los cinco
primeros libros de la Biblia: el Génesis, el Éxodo, el Levítico, los Números y
el Deuteronomio.
5/ Michael Hudson, op. cit.
7/ Véase David Graeber, op.cit.
8/ Véase
David Graeber, op.cit.
9/ Véase Karl Marx, El Capital, libro 3, Notas sobre
la usura precapitalista. Véase también Ernest Mandel Tratado de economía
marxista, Ediciones Era, S.A. México D. F., 1969; Tomo I, capítulo IV; sección:
El capital usurario. Descarga libre en pdf: https://teoriasociologicai.files.wo...
10/ Véase
Karl Marx, El Capital, libro 3, Notas sobre la usura precapitalista. Véase
también Ernest Mandel Tratado de economía marxista, Ediciones Era, S.A. México D.
F., 1969; Tomo I, capítulo IV; sección: El capital usurario. Descarga libre en
pdf: https://teoriasociologicai.files.wo...
11/ Silvia Federici, en su libro, Calibán y la bruja,
p. 47, muestra cómo esta evolución afectó aún más gravemente a las mujeres del
pueblo. Véase Silvia Federici, Calibán y la bruja, Traficantes de sueños,
Madrid, 2014.
12/
Silvia Federici, en su libro, Calibán y la bruja, p. 47, muestra cómo esta
evolución afectó aún más gravemente a las mujeres del pueblo. Véase Silvia
Federici, Calibán y la bruja, Traficantes de sueños, Madrid, 2014
13/ Véase Silvia Federici, op. cit., pp. 68-73. Véase
también, Patrick Boucheron, ibid, p.189
14/ Véase
Silvia Federici, op. cit., pp. 68-73. Véase también, Patrick Boucheron, ibid,
p.189
15/ Remitimos a la versión francesa: Friedrich Engels
(1850), La guerre des paysans en Allemagne, Éd. Sociales, Paris, 1974
16/
Remitimos a la versión francesa: Friedrich Engels (1850), La guerre des paysans
en Allemagne, Éd. Sociales, Paris, 1974
17/ Citado por Silvia Federici en Calibán y la bruja,
op. cit. p.115, nota 48, tomado de G. Strauss (ed.) Manifestations of
Discontent on the Eve of the Reformation, Bloomington, Indiana University
Press, 1971, pp. 110-111.
18/
Citado por Silvia Federici en Calibán y la bruja, op. cit. p.115, nota 48,
tomado de G. Strauss (ed.) Manifestations of Discontent on the Eve of the
Reformation, Bloomington, Indiana University Press, 1971, pp. 110-111
19/ El papa Nicolás V había autorizado en enero de 1455
la servidumbre perpetua de las poblaciones consideradas como enemigas de
Cristo. Eso justifico, entre otras aberraciones, la esclavitud de los africanos
en esa época (especialmente en las plantaciones creadas por los portugueses en
Madeira) y después permitió a los conquistadores europeos hacer lo mismo en el
Nuevo Mundo. He aquí un extracto de la bula Romanus Pontifex: “Nosotros,
considerando la deliberación necesaria para cada una de esas materias
indicadas, y visto que anteriormente, fue concedido a dicho rey Alfonso de Portugal
por otras cartas, entre otras cosas, la facultad plena y completa con respecto
a cualquier sarraceno, pagano y otros enemigos de Cristo, en cualquier lugar
donde se encuentren, y los reinos, ducados, principados, señorías, posesiones,
bienes muebles e inmuebles que ellos posean, de invadirlos, conquistarlos,
combatirlos, vencerlos y someterlos; y de reducir a una servidumbre perpetua a
los miembros de sus familias, de apoderarse para su propio provecho y para el
de sus sucesores, apropiarse y utilizar para su propio uso y para l de sus
sucesores, sus reinos, ducados, condados, principados, señorías, posesiones y
otros bienes que les pertenecieran…” (el autor hizo el subrayado)
Por otro lado, como lo comenta David Graeber, los
conquistadores, y entre ellos Hernán Cortés, se habían endeudado hasta el
cuello para financiar sus operaciones. De pronto, explotaron y expoliaron con
una brutalidad máxima a las poblaciones conquistadas con el fin de reembolsar
sus deudas. Véase David Graeber, op. cit., pp. 416 – 422.
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