17-08-2017
1. La teoría marxista en relación con otros campos
teóricos
¿El marxismo puede incorporar contribuciones
teóricas de pensadores que no se presentaron como marxistas? ¿Puede el campo
teórico marxista beber de las fuentes de otros campos teóricos?
El marxismo es un método y este nada más es el
método que inscribe el punto de vista del trabajo, como su razón de ser, con el
objetivo de actuar en la totalidad dinámica de la sociedad, teniendo en cuenta
la lucha de clases del trabajo contra el capital.
El método marxista, a partir del punto de vista del
trabajo, niega y afirma al mismo tiempo: niega al capital y se afirma a sí
mismo, esto es, afirma la totalidad dinámica del trabajo a contramano de la
totalidad dinámica del capital, considerando siempre contextos mundiales,
porque el capitalismo es planetario.
En este sentido, todo lo que pueda contribuir al
método marxista, en su relación “de paso” para comprender la totalidad dinámica
de la sociedad burguesa contemporánea puede ser incorporado a la teoría
marxista.
2. Filosofía, marxismo y psicoanálisis: eliminar el
patriarcado.
Una de las grandes contribuciones de Gilles Deleuze
y Félix Guattari al pensamiento contemporáneo está relacionada con la
ampliación del complejo de Edipo.
Como se sabe, en la perspectiva freudiana el
Complejo de Edipo tiene un escenario familiar específico: el padre, la madre y
el hijo (la hija ya entra por la puerta de atrás).
En libros como El anti-Edipo (1972) y Kafka.
Por una literatura menor (1975), Deleuze y Guattari desarrollaron el
concepto de un complejo de Edipo que rebasa el contexto de la familia nuclear,
pasando a hablar de la estructura de la civilización burguesa como un todo,
además del hecho de haber diluido la importancia, en el psicoanálisis
freudiano, de la sexualidad.
Si en el complejo de Edipo freudiano el padre se hace
presente como una figura central, en el contexto de la totalidad dinámica de la
civilización burguesa la pregunta que debe ser hecha siempre, como razón de
método, es: ¿cuál es el padre que importa en una situación histórica u otra?
Hoy, por ejemplo: ¿cuál es el padre o cuáles son
los padres que centralizan el complejo de Edipo de la civilización burguesa
mundial?
El marxismo está, en ese sentido, retado a ser
anti-patriarcal.
3. Marxismo matriarcal, familiarismo y
patriarcalismo
Antes de intentar analizar la cuestión del padre a
ser negado, es importante pensar el efecto de ella en la realidad de los
pueblos, a saber: el familiarismo. La civilización burguesa, como complejo de
Edipo, produce un sistema familiar mundial.
Este argumento presenta un problema fundamental
para el método marxista. Este debe negar el complejo de Edipo de la
civilización burguesa para construir una sociedad, en potencia, sin Edipo; por
lo tanto, no familiarista, en el sentido edípico del término.
En términos estructurales, como la civilización
burguesa se divide en capital y trabajo, el primero puede ser pensado como el
padre y el segundo como el hijo. En este contexto, el método marxista debe
negar ser el hijo del padre, así como el trabajo debe negar al capital.
Para el efecto, necesita identificar la figura o
las fuerzas sociales que gobiernan las fuerzas productivas revolucionarias del
capital. Eso es indispensable, como cuestión de método para el marxismo, porque
el efecto del complejo de Edipo mundial, siendo el familiarismo, nos afecta a
todos, marxistas y no marxistas.
La tendencia del familiarismo edípico es la de
acomodarnos a él, en él, domesticándonos. En este sentido, para encontrar el
padre a ser negado, con el objetivo de superar el complejo de Edipo de la
civilización burguesa, es preciso eliminar el propio familiarismo, lo que no es
nada fácil porque estamos en él, lo somos, familiarmente.
El marxismo es, pues, un método anti-patriarcal.
Debe afirmar a la madre, fuera de la estructura edípica de la civilización
burguesa. Para ello, no puede errar el blanco: es preciso negar al padre
correcto.
4. Dos formas de familiarismo patriarcales de la
civilización burguesa
El mayor problema de la actualidad, para las luchas
de clase del trabajo contra el Edipo del capital y en el capital, tiene que ver
con las siguientes dos fases de la civilización burguesa: el sistema colonial
europeo y el sistema colonial estadounidense.
Estos dos sistemas produjeron dos modelos de
complejo de Edipo: el Edipo del familiarismo de la civilización burguesa
eurocéntrica y el Edipo del familiarismo del capital gringo.
Estos dos “Edipos” se implican con dos formas
distintas de familiarismo: el europeo y el estadounidense.
El mayor problema para la lucha de clases mundiales,
hoy, tiene que ver con la siguiente tendencia: negar el Edipo del sistema
colonial europeo a partir del sistema familiar edípico del imperialismo yanqui.
Si es posible hablar de crisis en la Izquierda y,
en este sentido, de crisis del marxismo está relacionada con la siguiente
encrucijada histórica: superar el familiarismo del sistema colonial europeo y
del gringo, al mismo tiempo. De lo contrario, el marxismo no estará a la altura
de los desafíos edípicos del capitalismo, en la actualidad.
Trágicamente, los partidos marxistas de hoy o
parten del sistema familiar europeo, para negarlo, sin considerar al
familiarismo estadounidense; o parten del sistema familiar gringo para negar al
familiarismo eurocéntrico. La primera versión engendra un marxismo anacrónico;
la segunda es producto del Edipo del capitalismo estadounidense y, por lo
tanto, se hace edípicamente como “izquierda edípica gringa”.
Las nuevas izquierdas de la actualidad son, como
tendencia, edípicamente gringas y concentran sus energías anti-edípicas contra
el sistema colonial europeo. Esto significa que también son anacrónicas, por la
sencilla razón de que el blanco de ellas es el pasado del sistema familiar del
capitalismo.
El marxismo está retado a ser revolucionario, como
lo es Edipo. Para ello, no puede ser un marxismo edípico: ni europeo, ni
gringo. La mejor forma de eliminar al sistema familiar europeo y sus edípiles
eurocéntricos, es: negar el sistema familiar del imperialismo estadounidense.
El método de la lucha de clases anti-edípica del
capitalismo contemporáneo es, pues: desfamiliarizarse del sistema colonial
gringo.
5. Marxismo matriarcal
Al hacer esto, a partir de la totalidad dinámica
del trabajo, en el campo de la lucha de clases, se produce una civilización
matriarcal.
El marxismo, o es matriarcal o se convierte en un
edipianismo histérico del capital.
Traducción
del portugués: Luis Carlos Muñoz Sarmiento
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