István
Mészáros fue filósofo y, a pesar de ser de los más interesantes pensadores e
intelectuales marxistas, es todavía poco conocido por nuestras latitudes.
Heredero intelectual más importante de George Lukács y un referente ineludible
para pensar un mundo “Más Allá del Capital”.
La triste
noticia llegó a través de la militancia y el comunicado del Movimiento de Trabajadores
Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil: “Mészáros falleció ayer (01), víctima de
fallo multiorgánico tras sufrir dos accidentes cerebro-vasculares. Se
encontraba en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y estuvo siempre
acompañado por familiares y amigos”.
István
Mészáros nació en Budapest, capital de Hungría, en 1930. Ese año el mundo
sufrió las consecuencias de la “Gran Depresión” generada en Estados Unidos un
año atrás transformada en desempleo y en la perdida de la calidad de vida de la
población. Hungría era, desde 1920, el Reino de Hungría hasta 1945 cuando fue
ocupado por la Unión Soviética y se transformó en la República Popular de
Hungría.
En 1954
se graduó con honores en la carrera de Filosofía en la Universidad de Budapest.
Fue alumno, amigo y discípulo de George Lukács (1885-1971) en el Instituto de
Estética. Posteriormente al retiro de este, a causa de las polémicas con el
régimen stalinista, fue su sucesor en la Universidad. De donde también
intentaron expulsarlo por su defensa a Lukács. Formó parte de la “Escuela de
Budapest” formada bajo la influencia de su maestro y en la que participaron,
por ejemplo, intelectuales como Ágnes Heller. Sobre su relación con Lukács,
Mészáros se refiere como un amistad que duro 22 años, solo interrumpida por la
muerte de su maestro. Ambos compartían el proyecto de la actualización del
pensamiento marxista y sobre todo de la obra El Capital.
En
octubre de 1956, luego de la invasión soviética, Mészarós abandona Hungría. Se
dirigió a Italia, donde trabajo un tiempo en la Universidad de Turín y ya en
1959 se radicó en Inglaterra. Durante quince años mantuvo el cargo de Filósofo
en la Universidad de Sussex (Inglaterra) y fue nombrado como Profesor Emérito
en 1991. También fue profesor de Filosofía y Ciencias Sociales durante cuatro
años en la Universidad de York (Canadá) y dictó clases en la Universidad
Autónoma de México y en la Universidad de St. Andrews en Escocia.
Sus obras
mayormente se basan en la actualización del pensamiento marxista y de su
espíritu revolucionario. En los textos podemos encontrar sus reflexiones sobre
la crisis del Capital, de la civilización y las alternativas posibles desde una
perspectiva revolucionaria.
La Teoría
Marxista de la alienación (1970) es su primera publicación y se tornó
referencia indiscutida para los interesados en comprender el problema de la
alienación en nuestro tiempo. El libro analiza como texto central los Manuscritos
económico-filosóficos de 1844 de Carlos Marx. La primera edición
inglesa se agotó a los pocos meses y lo hizo ganador del Premio Isaac
Deutscher. El objetivo de la publicación era buscar la forma de superar la
enajenación y lograr la liberación, como recuperación de la humanidad. En ese
sentido, casi diez años después publicara un enorme trabajo: La obra de
Sartre: la búsqueda de la libertad (1979). Este libro ha sido de
reciente edición en Venezuela y se lo reseña refiriendo que “examina los
múltiples aspectos del legado de Sartre – como novelista, dramaturgo, filósofo
y actor político – y al hacerlo arroja luz sobre la obra entera, ubicándola
dentro del contexto histórico y social de la época de Sartre. Aunque crítico de
algunos aspectos de la filosofía de Sartre, Mészáros celebra su indoblegable
compromiso con la lucha contra el poder del capital y pone en claro lo que eso
significa para el individuo en su búsqueda de libertad”.
Luego
publicó Filosofía, ideología y ciencias sociales (1986) y El
poder de la ideología (1989). Pero su obra cumbre será Más allá del
capital. Hacia una Teoría de la Transición (1995). Allí se cristaliza
la tarea de actualización y reescritura de la obra de El Capital.
Quizá una de sus mayores virtudes y valores sea que es publicado en el auge del
neoliberalismo a nivel mundial. Ya caídos los socialismos “reales” y con un
horizonte difuso para las izquierdas, Mészarós irrumpe con un libro que
fundamenta la necesidad urgente de transformar la realidad, que analiza a la
luz de los procesos de globalización y las derrotas pasadas. En una inmensa
obra desarrollara y explicara al capitalismo como una forma posible de
realización del Capital (pero no la única). De allí las críticas a las
sociedades poscapitalistas que no lograron destruir la lógica del
Capital, donde predomina la división jerárquica del
trabajo. Ricardo Antunes explica que Mészarós “realiza una síntesis sin
duda inspirado en Marx (particularmente, en las magistrales indicaciones de
los Grundisse), pero que también es tributario de la matriz ontológica
de Lukács (con quién dialoga y polemiza fuertemente en varios lugares de su
libro) y, además, de la radicalidad de la Crítica de la economía
política de Rosa Luxemburgo, quien también lo inspira manifiestamente.
El resultado es una síntesis original, que revisa nuestro pasado y nuestro
presente, ofreciendo un manantial de herramientas para aquellos que apuestan
a un futuro, “Más allá del Capital”.
Además de
la agudeza teórica que demuestra Mészarós en sus anteriores obras, en Socialismo
o Barbarie. La alternativa al orden social del capital (1999) realiza
diversas reflexiones, en un tono más político, acerca de la crisis mundial, en
su carácter de crisis civilizatoria, y las posibles salidas a esta situación.
Incursionó, también, en el ámbito de la educación, criticando su carácter
mercantil y la pérdida de lugar de realización humana y socializante, en el
libro “La educación más allá del capital” (2005).
István
Mészáros se comienza a convertir en un amigo y referente de las nuevas
búsquedas de una sociedad emancipada, de los movimientos sociales y políticos
que junto con él hacen una lectura crítica de las experiencias socialistas del
este europeo. Que empiezan a percibir que hay algo más profundo para remover y
revolucionar que el propio capitalismo. Y se vive una retroalimentación
constante entre ambos. En 2009 Mészáros visito al Movimiento de Trabajadores
Rurales Sin Tierra (MST) en Brasil y en distintas declaraciones consideró a la
organización como “absolutamente vital para el futuro” y agregó que “sin los
movimientos de masas, sin movimientos de base, no tendremos fuerza para
contraponer las fuerzas hegemónicas de Estados Unidos”. También en aquella
oportunidad István recibió un homenaje a su compañera por el apoyo que esta
realizó durante años al MST y a las luchas de los pueblos de Nuestra América.
Mészarós
es hoy un autor de referencia para los teóricos e intelectuales de los
movimientos sociales y políticos en Nuestra América: Miguel Mazzeo, Isabel
Rauber, Ricardo Antunes, entre tantos otros nos convidan con sus citas y
análisis de la realidad a través del aporte del filosofo húngaro. E incluso fue
leído muy detenidamente por el Comandante Hugo Chávez. Este recomendaba su
lectura, especialmente Mas Allá del Capital, y fue citado en
el famoso “Golpe de timón”.
En 2009
el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela adjudicó a Mészáros el
Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2008 por el libro “El desafío
y la carga del tiempo histórico: El Socialismo del siglo XXI”. Así se
los valoró en el veredicto del Premio: “El desafío y la carga del tiempo
histórico: El socialismo del siglo XXI, es una continuación de su esfuerzo
teórico, que estudia las transformaciones experimentadas por el capital, por
los movimientos sociales, políticos e intelectuales y la lucha por la
construcción del socialismo. En este libro, Mészáros reconstruye con lucidez y
originalidad el análisis de los procesos de lo que él denomina el “metabolismo
social del capital”, abordando sus impactos sobre la supervivencia de la
humanidad, la destrucción de la naturaleza, las nuevas formas de alienación,
la mercantilización de la educación y la necesidad urgente de un proyecto
revolucionario socialista”. El premio fue entregado por Hugo Chávez y en el
acto expresó: “Tus ideas han comenzado a echar raíces aquí. Ya te consideramos
hijo de la patria de Bolívar, hijo de Venezuela”. Y concluyó: “En mejores manos
no podía quedar este premio. Felicitaciones István”. También alguna vez se
refirió a su obra cumbre diciendo que “es un libro de consulta diaria, casi que
diaria para mi, un gran aporte al mundo sin duda” y aceptamos la invitación del
Comandante Chávez: “es un libro para estudiar, para discutir, para
reflexionar”. Hasta la Victoria, István!
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Por Francisco Farina – @panchofarina de
Marcha (www.marcha.org.ar)–
02/10/2017
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