Urgente
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23-01-2018
Angela Merkel
decidió mermar la sociedad estadounidense para afianzar su vínculo con el
dinero chino. Pero también es un cambio geopolítico que ha forzado una
realidad: el inestable Donald Trump gobierna en Washington DC y el estable Xi
Jinping permanece en Pekín, aunque esto va más allá de los nombres. Es muy
interesante observar cómo se ve desde Moscú y el aporte fue de Hernando
Kleimans.
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MOSCÚ (RIA Novosti). El Bundesbank concretó el paso
siguiente en el proceso de "divorcio geopolítico" entre Alemania y
USA. Sin ningún tipo de advertencia, el regulador central germano declaró que
incluye el reminbi (yuan) en sus reservas de divisas y, lo que es especialmente
importante, esto ocurrirá a cuenta de la reducción de la parte del dólar
estadounidense.
Este gesto tiene claramente un trasfondo político,
especialmente si se tiene en cuenta que todo el mundo occidental ahora espera
con el corazón congelado una auténtica batalla diplomática entre Donald Trump y
Ángela Merkel en el marco del Foro Económico Mundial en Davos. Las acciones del
Bundesbank, que hasta este momento en un régimen acelerado efectuó la
repatriación de parte de la reserva alemana de oro de las instituciones
financieras norteamericanas, apuntan a que Europa está lista en la práctica a
enseñar su capacidad de valerse sin las valiosas indicaciones y el
"protectorado" de parte de USA.
Desde un punto de vista formal, el Bundesbank, por
supuesto, es una organización independiente pero sus vinculaciones políticas
con el gobierno de Ángela Merkel no son secreto para nadie. Las especiales
características picantes de la situación están dadas por el hecho de que
gracias a la posibilidad de "trolear" a Trump el BC alemán violó una
norma no escrita: anunciar los cambios en las reservas sólo después de que ya
hubiesen ocurrido. Sobre la inminente compra de yuanes por dólares el regulador
notificó a la sociedad con anticipación.
Las acciones de Berlín en el frente de divisas
deben ser analizadas en el marco de una tendencia más amplia al lento
reformateo del sistema mundial de divisas. Hace dos semanas los medios
estadounidenses y japoneses efectuaron un ataque informativo contra el
reminbi/yuan, lanzando una serie de materiales analíticos que afirmaban que
todos los intentos de China por lograr la internacionalización de su divisa
fracasaron, aunque el FMI tuvo que incluir el yuan en su canasta de divisas.
"Las ambiciones de Pekín, vinculadas con el
yuan (reminbi), aparecen como liquidadas definitivamente", informó la agencia
Bloomberg el 07/01. "La internacionalización del yuan perdió
impulso", repitió la agencia japonesa de información de negocios Nikkei.
Es evidente que existían determinados fundamentos
para la malevolencia pues, pese a que el dólar estadounidense ocupa el 41,7% de
la "canasta oficial de divisas del FMI", su parte en las reservas
mundiales de oro de los bancos centrales asciende al 63,5%, lo que refleja de
una manera no proporcional la gran incidencia de la divisa norteamericana en el
sistema financiero mundial. El objetivo final de esta campaña informativa fue
el sabotaje de los intentos de China de lanzar el comercio del petróleo en
yuanes en la bolsa de futuros de Shanghai. El mensaje soporte de los expertos
estadounidenses fue el siguiente: "China no logró nada con el yuan y el
FMI y esto significa que los futuros petroleros en yuanes también serán una
plena desilusión. No hay que comerciar petróleo con yuanes. ¡Petrodólar para
siempre!".
Resulta ser que el banco central alemán con una
pronunciada falta de ceremonia arruinó la velada en la que financistas y medios
norteamericanos y japoneses festejaban ruidosamente el fracaso de la
internacionalización del yuan. En su intervención en la conferencia de Hong
Kong, Andreas Dombret, miembro del consejo de directores del Bundesbank declaró
que parte de las reservas en divisas de la institución financiera central
alemana será convertida a yuan pero no precisó la suma o el porcentaje de
reservas. Luego otro miembro del consejo de directores del Bundesbank, Joachim
Wuermeling, explicó a la agencia Reuters los motivos de un gesto inesperado:
"La decisión sobre el yuan es parte de una estrategia a largo plazo y
refleja el elevado papel de la divisa china en el sistema financiero
mundial", subrayó él.
Pese a los agoreros, China viene avanzando.
Desde el punto de vista de Washington lo más
desagradable en la declaración del Bundesbank es el enfoque a una
diversificación de reservas a largo plazo, lo que de manera natural significa
la debilitación del papel del dólar y la consecuente reducción del nivel de la
demanda mundial para con él, en el caso de que otros jugadores sigan el ejemplo
del banco central alemán.
Esto es especialmente importante si tomamos en
cuenta los déficits gigantescos de presupuesto de USA, que aumentarán aún como
mínimo en un billón de dólares debido a la reforma impositiva de Donald Trump:
la maquinita de imprimir es un cómodo instrumento para emparchar los agujeros
financieros en el presupuesto norteamericano gracias a que existe una demanda colosal
de dólares fuera de USA. Si esta demanda no existiera o si ella se redujese
fuertemente, los Estados Unidos tendrían que vivir de acuerdo con sus medios
(cosa que ellos ya hace tiempo se olvidaron cómo se hace) o marchar por el
camino hiperinflacionario de Zimbabwe.
En este sentido, precisamente las declaraciones del
Bundesbank pueden tomarse por los estadounidenses como una amenaza a la
estabilidad financiera o, cuanto menos, interpretarse como un marcador de una
relación bastante hostil de parte de los financistas estatales alemanes. Es
absolutamente evidente que ninguna acción del Bundesbank o del Banco Central
europeo, que también hace relativamente poco informó sobre la compra de yuanes,
puede por sí misma conducir a serios problemas para el sistema del dólar, pero
es que esto no es necesario. Nadie quiere repetir el experimento de Muamar
Gadafi, quien intentó "de un salto" sacar a toda África de la esfera
del dólar y crear una unión monetaria panafricana sobre la base del oro y del
petróleo. Es más, el sistema "dolarizado" no puede ser destruido de
un solo golpe sin consecuencias catastróficas para el mecanismo financiero
mundial y por eso los deseosos de su liquidación claramente pasaron a una
táctica que, en forma condicional, puede llamarse "muerte por mil
cortes", es decir el desmontaje con ayuda de centenares de pequeños pasos,
cada vez reduciendo levemente la demanda y el área de utilización de la divisa
estadounidense.
Hasta el momento del derrumbe terminal del sistema
del dólar sus oponentes continúan utilizándolo e incluso intentan extraer
beneficios de esto. Por ejemplo, la misma China hace poco lanzó bonos estatales
en dólares para demostrar que la demanda para con sus obligaciones de deuda no
depende de las valoraciones de las agencias de rating norteamericanas. Y
también para aliviar a las compañías chinas la atracción de créditos en dólares
fuera de China. Las autoridades chinas esperan en crecimiento del PIB más bajo
de los últimos 27 años: un modesto 6,5%.
El Banco Asiático de inversiones de
Infraestructura, un proyecto chino, en esencia futuro competidor del Banco
Mundial, está dispuesto a emitir bonos en dólares para financiar los proyectos
en Asia y en los países BRICS (Brasil Rusia India China Sudáfrica). Durante
2017 un número récord de compañías chinas se posicionó en colocaciones
primarias públicas en la bolsa neoyorquina, vendiendo sus acciones en dólares
norteamericanos. Esto no significa que se suprimió la
"desdolarización". Esto significa que para China es importante
utilizar eficientemente el actual sistema financiero mundial antes de que la
estructura alternativa sea plenamente funcional. En este sentido,
inequívocamente vale la pena aprender de China.
La alemana démarche
de yuanes sin duda es conveniente para Rusia y no sólo debido a la debilitación
del sistema del dólar en su integridad. Las acciones del Bundesbank son el
reflejo del conflicto político entre Europa y USA, y el desmoronamiento del
"Occidente colectivo" alivia seriamente la promoción de los intereses
económicos rusos y el trabajo de los diplomáticos rusos. Vale incluso señalar
especialmente la declaración de Joachim Wuermeling, el citado miembro del
consejo de directores del Bundesbank, quien subrayó que los directivos del
regulador central alemán "consideran la inversión en otras divisas",
además del yuan.
Iván Danilov, analista financiero de la agencia RIA
Novosti (Russian Information Agency o Agencia Rusa de Información) y autor del
blog especializado Crimson Alter.
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