Los Papeles del Pentágono-Hannah Arendt
30-01-2018
Hannah
Arendt (1906-1975), una de las pensadoras más importantes del siglo XX, tuvo la
ocasión de analizar los Papeles del Pentágono (que tratan de las mentiras que
se contaron para justificar la intervención de EEUU en la Guerra de Vietnam).
Dichos Documentos (1), como los llama ella, fueron publicados por el diario The
New York Times, en junio de 1971.
Un total de 36 personas “inteligentísimas”, a las
que Hannah Arendt califica de “profesionales de la resolución de problemas”,
emplearon todas sus energías en “demostrar científicamente” que era perentorio
intervenir en la Guerra de Vietnam, ya que era vital “acabar con la
conspiración comunista” tramada por la URSS y China (países por aquel entonces
enfrentados) y con “la altísima posibilidad” de que “esa ideología maligna se
expandiera por efecto dominó a escala mundial”.
Arendt subraya que “eso no era más que una excusa
basada en un montón de mentiras. Lo que realmente se proponía Estados Unidos
era conquistar las mentes del mundo” (…) Se decidió machacar a un país débil y
sin ningún valor estratégico para presentar a los EEUU como ‘el gran médico’ y
‘salvador del mundo’ (…) Como el aniquilador del ‘diablo rojo’. Se trataba de
conseguir la veneración y el liderazgo mundial ‘in perpetuum’.
El equipo que elaboró Los Papeles del Pentágono
(historiadores, oficiales del Ejército, politólogos, etc.) puso todo su empeño
en manipular la verdad, con una frialdad sobrecogedora, “con tal de conseguir sus
objetivos”, afirma Arendt, autora, entre otras muchas obras, de “Los orígenes
del totalitarismo” y “La condición humana”.
El mismo Secretario de Defensa Robert S. MacNamara,
quien ordenó ese trabajo en 1967, dijo:
No resulta agradable ver cómo la mayor
superpotencia del mundo asesina o hiere gravemente a miles de civiles cada
semana, mientras intenta someter a una pequeña nación atrasada por motivos que
generan una gran controversia. (2)
“Los profesionales de la resolución de problemas”,
que hicieron un ciclópeo trabajo condensado en 47 volúmenes (7.000 páginas)
sólo consideraron “un límite” -enfatiza Arendt-: “cómo soportaría la opinión
pública estadounidense la pérdida de vidas norteamericanas”.
Una vez publicados los Papeles del Pentágono por The
New York Times y The Washington Post (entre otros grandes
periódicos, en 1971), la Administración de Nixon-Agnew organizó una campaña,
dirigida por Herb Klein, jefe de comunicaciones de la Casa Blanca, “para
destruir la credibilidad de la prensa en las elecciones de 1972”, explica
Arendt.
El Gobierno de Richard Nixon tomó conciencia de que
era prioritario “la creación de imágenes como política global, como conquista
de la mente de las personas, en lugar de la conquista del mundo”. Evidentemente
eso es – subraya Arendt- (alumna de Martin Heidegger) “algo nuevo en el arsenal
de las estupideces humanas registradas por la historia”.
En 8 de junio de 1972 se publica la foto de la niña
del Napalm y la incursión de los EEUU en Vietnam se desmorona como un castillo
de naipes con todas sus mentiras. La determinación del guerrillero venció a un
gigante que, al no estar convencido de nada, ni motivado, se movía con pies de
barro. La autora, una de las figuras más relevantes de la teoría política del
pasado siglo, señala:
Al final, cuando todas las señales anunciaban la
derrota, el objetivo no fue ya evitar una derrota humillante, sino hallar la
forma de evitar admitirla y “salvar la cara”.
Con la imagen de Kim Phuc, grabada a sangre y fuego
en la mente y memoria histórica de la humanidad, se acelera el fin de la
ominosa intervención estadounidense en Vietnam (1964-1975), guerra iniciada con
“mentiras flagrantes y la gélida manipulación de la opinión pública” que
concluyó con 58.000 bajas norteamericanas y, entre tres y seis millones de
muertos (gran parte de ellos civiles) por el lado vietnamita.
Notas
(1) Su ensayo “Reflexiones sobre los Documentos del
Pentágono” (págs. 81-142) está incluido en la obra “Verdad y mentira en política”
(Ed. Página indómita, enero 2017).
(2) Ibíd. P. 83.
Blog del autor: http://www.nilo-homerico.es/
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