lunes, 26 de febrero de 2018

PPK GO HOME : INTERESES DE GRUPO FRENTE AL INTERÉS NACIONAL Y EL REEMPLAZO DE UN PRESIDENTE CORRUPTO




Estimados amigos:
Nuestro país pasa por momentos difíciles, hasta se muere un periodista estrella que iba a narrar los partidos del mundial, después de 36 años que volvía el Perú, para ganarse un puesto en el fútbol internacional.
Así como volvemos al mundial, deberíamos también volver o por lo menos iniciar una nueva primavera democrática, como ocurrió en la última quincena de noviembre del año 2000, cuando con Valentín Paniagua, creíamos que los problemas del Perú comenzaban a tener soluciones decentes
Ahora estamos iguales o peor que cuando en noviembre del 2000 fuga Alberto Fujimori, para residir en Japón y no enfrentar las acusaciones de las desapariciones, robos, muertes y engaños que los peruanos sufrimos en la década del 90. La mentira y actuar sinuoso ha sido el pan de cada día de los desvergonzados y atorrantes presidentes, ello no solo es una constante; sino que con esto se llegará en algún momento a que nadie vote en la segunda vuelta por un gobernante.
En el Perú hemos tenido presidentes zamarros desde el siglo XIX,  comenzamos con los generales Gamarra (Zamarra) y su yunta Gutiérrez de la Fuente, José Rufino Echenique, José Antonio Pezet  por corruptos, golpistas y entreguistas, sin contar a los militares de esos 25 años de la behetría militar.
En el siglo XX hemos tenido también civiles y militares autócratas y corruptos como Leguía y Odría –verdaderos embusteros y zamarros-, y al final del siglo XX tuvimos al chusco tiranuelo Alberto Fujimori que dio un autogolpe, formando el gobierno de la mafia con Montesinos y el general Hermoza Ríos.
No olvidemos a Alan García en su primer gobierno, no solo por la hiperinflación, sino también por la corrupción y negociados, caso el tren eléctrico, el dólar MUC y los aviones Mirage. Se escapó de los juicios gracias a la prescripción y hasta volvió a ser nuevamente presidente.
En el siglo XXI creímos, como ya lo hemos dicho, que comenzaba la democracia, primero ha de ser política y después económica; esa primavera de esperanzas duró nueve meses; porque los cuatro siguientes presidentes elegidos en estos 17 años, resultaron defraudándola con sus malas acciones políticas, como la corrupción y los entreguismos al estilo Leguía, Odría y Fujimori. Es decir, la constante es el desgobierno y los demanejos administrativos e irregularidades para arrebatar los fondos del erario público.
El último presidente Pedro Pablo K es el más redomado de todos los anteriores, se distingue por ser lobbista y entreguista, adornado con la codicia y la ambición, él no separa el cargo público del interés privado de las empresas, especialmente de las transnacionales, en las cuales trabajó tanto de consultor, como de destacado y experimentado financista, y que, cuando ejerció el cargo de ministro actuó como si continuara sirviendo a las empresas donde  trabajó.
El ejemplo más evidente fue cuando cambió el contrato del gas, para fortalecer la exportación del mismo con bajas regalías para el Estado, y con ello benefició a los mexicanos que exportaron el gas a Europa. Era de esperar que siendo presidente su gobierno representaría a un grupo donde imperan los altos intereses económicos y una ideología por demás conservadora y neoliberal.
PPK además de su conducta de conveniencias lo llevó a adquirir la nacionalidad  norteamericana -obligado a renunciar a la nacionalidad peruana-. El presidente Belaúnde al saber que se nacionalizó estadounidense, comentó que en esas condiciones a ese hombre nunca lo hubiera nombrado ministro; sin embargo, al ser candidato el 2011 y 2016 ofreció que renunciaría a la nacionalidad norteamericana, se sabe que esto no ha ocurrido. Al ser norteamericano PPK se blinda y en cualquier momento fuga a los EEUU ¿será otro Toledo que se hará difícil expatriarlo para ser juzgado por sus malas artes?
Sus actividades irregulares han motivado investigaciones del MP, por los posibles negocios con Odebrecht,  a esto se une el indulto de Fujimori – este resultó un canje político-  como recompensa a los votos de Kenji y sus amigos, que evitaron su vacancia; en consecuencia, PPK mueve sus fichas para intentar no dejar el gobierno como cualquier político tradicional en aprietos.
Sin embargo, hoy en el Perú hay sectores de peruanos que ejercen ciudadanía y saben como deshacerse de este señor, como el último representante de la generación de políticos malogrados que en el siglo XX tuvieron semejante comportamiento de que nada les importa. Los tiempos han cambiado para los embusteros y cínicos que pierden credibilidad y legitimidad en ejercicio del cargo.
Se espera que más congresistas de FP no votaran contra la segunda vacancia, esta conducta tiene que ver con el presentar en el congreso la moción de dicha vacancia. Empero, por encima de los acontecimientos en el Perú encontramos diferencias, y está creciendo aunque lentamente lo que significa ser ciudadano. En los tiempos pasados no existían ciudadanos, habían súbditos, eran presidentes por demás todopoderosos: los Leguía, Benavides, Odría incluyendo a Fujimori que pudo fugar y un buen tiempo no se le pudo rescatar de su auto destierro dorado del imperio del Japón.
Los políticos de la calaña de estos últimos, incluido PPK, deben ser retirados porque ya nadie les cree, ante la ciudadanía ya perdieron credibilidad, tanto es así que llegó a rogar a sus amigos y a los amigos de sus amigos, para que lo acompañen de ministros, frente a las renuncias de sus ministros descontentos.
El apoyo que le brindan los fujimoristas apartados de Keiko y que siguen Kenji no son garantía de estabilidad de PPK, pues los grupos políticos tienen sus propios intereses y juegan su propio partido, ni tampoco valdrá el apoyo de los 10 congresistas de peruanos por el cambio que están de adorno.
Los que son ciudadanos en el Perú tienen que gestar la renuncia de PPK, este señor es demasiado atrevido y cínico, tiene que elevarse el clamor de que no siga de presidente. PPK está de caída, solo tiene 13% de aprobación y el 54% pide la vacancia y es probable que mayoritariamente los peruanos creen que debe renunciar para evitar más retrasos en el crecimiento económico.  
Esto último es lo más sensato, pero estos hombres de la catadura moral como  PPK no entienden, ellos tienen su propia lógica, y hacen cálculos para quedarse o simplemente se fugaran librándose del asedio de un país en crisis. Negoció su no vacancia con el indulto, trata de empujar en elevar el sueldo mínimo, no deja de quitar el piso a los procuradores que se ciñen a la ley y en la defensa de los intereses públicos, rompe con las disposiciones y socava la institucionalidad, le importa poco el régimen democrático, su manera de pensar y obrar lo condena a ser ideológica y en las acciones prácticas son semejantes a lo que representa el fujimorismo. En el 2011 en la segunda vuelta apoyó a Keiko Fujimori. Con la renuncia o vacancia de PPK habría un fujimorista menos en el poder ¿estarán decididos los de FP por vacar a PPK de presidente?
Como bien sintetiza en su artículo Claudia Cisneros ayer en el diario La República: “todo lo público y nacional es ahora mercancía privada del presidente para negociar su permanencia en el poder. Y mientras abusa de esa manera perversa su cargo, hunde al país, ahonda las brechas, exacerba la indignación y cocina un peligroso caldo de cultivo para la anarquía y la violencia”.

Atentamente,
Fernando Arce Meza                         Surco, 26 de Febrero del 2018

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