Estimados
amigos:
Que
triste es para los peruanos la actual situación del desmanejo de Estado;
han pasado casi 200 años y el Perú es una república incompleta, carece de
institucionalidad, tiene autoridades que si bien en estas últimas décadas han
sido elegidas, ellas no representan lo que requiere la ciudadanía y
perspectivas de entender el bien común.
La
efectividad de las encuestas viene dando la razón a los sociólogos y
politólogos, de que PPK no es necesario en el gobierno, simple y llanamente
está impedido de ser presidente, -el 63% de los peruanos quieren que
abandone el cargo- y a la vez más -el 80% desaprueba su gobierno-;
el se viene comportando al igual de los ministros y gobernantes en los años 50
en que se vivía el transito entre la autocracia y el relanzamiento de la
democracia representativa que, incluyera la amnistía de los partidos puestos
fuera de la ley como el APRA, el centro y la izquierda, por aquello que
inventaron los autoritarios y los conservadores que a esos movimientos que
propiciaban los cambios había que temerles. La mejor arma era reprimir esos
cambios sociales y sus adalides era ponerlos en la cárcel y desterrarlos.
En esas
épocas los ministros y presidentes, igualmente como ahora con PPK, les parecía
normal que, a la vez actuaran en negocios con el Estado, en contratos y
concesiones de todo tipo como dueños y accionistas principales de sus empresas;
es decir, no se entendía -aunque sea nominativa- que la función pública no
podía ejercerse al mismo tiempo de sus negocios privados.
En
resumen a PPK si algo le queda de ética personal no le cabe más que irse; pero
también hay políticas y políticos que con su comportamiento de simples
caudillos –carecen de objetivos y preparación- que presiden verticalmente sus
partidos y a lo que además se agrega el fardo descubierto de tener relaciones
directas e indirectas con los corruptores de la empresas constructoras brasileras.
Lo dicho está referido a esas y esos caudillos que en este momento también les
toca desaparecer de la política, principalmente a la señora Keiko, la señora
Villarán, García Pérez, y Toledo Manrique, estos dos últimos ya no tienen aire
y están fuera de carrera; en cambio, la primera dama citada carece desde
siempre de cualidades para ser presidenta de un país democrático.
Ella usa
el apellido Fujimori creyendo que con ello el electorado la proclamaba, y esto
no ha sido aprovechado. El veredicto del tiempo confirma que ningún
Fujimori puede ser gobernante.
La señora
aparte de no tener cualidades personales -ver la última entrevista y las
decisiones autoritarias para acabar con el MP y TC-, ella está fuera de la
realidad actual y futura de la república en democracia, la señora no alcanza
para ser presidenta, ha cometido errores y muestra que su estrategia fracasa
por más que Salamanca u Oxford le podía prestar; lo mismo les pasa a sus
asesores, por más que repasen los textos de las ocurrencias de la política
nacional y mundial, ellos también están descalificados desde el principio en
que nacería FP. ¿No se dieron cuenta de las condiciones de la candidata?
Los
momentos coyunturales pueden abrir esperanzas; sin embargo, las ciencias
sociales y la historia revelan que en el recorrido, aun cuando haya
demoras, se impone la certeza que estos “caudillos de la coyuntura” siempre
terminan mal, pues una vez que se van o mueren, sus seguidores del
movimiento cada vez son menos y quedan en el recuerdo.
Lo que
decimos de la señora, podríamos decir lo mismo del hermano menor Kenji
Fujimori, pasa a ser un muñequito, y sus asesores se igualan a los de la señora
Keiko, al creerse herederos del poder, el asunto se complica.
Partiremos
de que los fujimoristas no saben o no se dan cuenta que, nacen de un gobierno
autoritario y corrupto de diez años, dañando la república haciéndola más
incompleta, nadie puede olvidar que el fujimorismo tiene en su haber
muertos y desaparecidos, y despedidos (por su política económica neoliberal).
En su lucha por acabar con el terrorismo, se cometió irregulares procedimientos
por parte de la fuerza armada y el gobierno de Fujimori al formar
cuadros paramilitares. El general Hermoza en representación
lamentablemente de la FA, formó alianza de gobierno con Fujimori/Montesinos.
Todo la
lucha antiterrorista insano nace del desconocimiento de cómo hacerle frente a
la insurgencia subversiva porque nunca se entendió este alzamiento, por eso no
fueron capaces de acabar, al no tener un enfoque del fenómeno, no sabían cómo
actuar, cayeron en cometer graves desatinos tanto los gobiernos como los
propios militares, y aún más específicamente los gobiernos de Fujimori dieron
puerta abierta a los escuadrones paramilitares.
Felizmente,
la PNP después doce años, preparó el camino para arruinar al terrorismo y desde
septiembre del 1992 comenzó a capturar a las cabezas de la subversión. La
policía se preparó, era su oficio y estaba formada bajo el comando de una elite.
La institución partía tanto del entendido y del respeto de los derechos
humanos, como de estar seguros y convencidos de que su trabajo de detectives
fue muy profesional y no fallarían.
Para
muchos peruanos del momento y el después, es complicado asimilar una
“comprensión de los hechos sociales de una lucha que un grupo subversivo
asesino pudo armar, y que se llegó a un conflicto interno armado”, hay
que leer por lo menos la última publicación de la Comisión de la Verdad en su
libro resumen, a fin de evaluar objetivamente los hechos.
Habrá
quienes no aceptan lo que decimos, son peruanos que se informan de oídas
porque nunca leen y los que leen lo hacen, a través de un solo sector de
información, especialmente de tinte conservador y con valores
exclusivistas cargados de la discriminación étnica –ante los quechuas
hablantes: pobres y sacrificados- todo ello como consecuencia de los rezagos de
la herencia sentida de la colonialidad interna que aún persiste.
Con estas
aclaraciones y de otras más, reforzadas con conocimiento de los laboratorios de
las ciencias y las estrategias habrá reconciliación, distinguiendo que en
dicha reconciliación no pueden entrar: primero, los mata gentes y sectarios del
terrorismo; y segundo, en el otro extremo están los que han construido la
derecha bruta y achorada (DBA) -con sus cautivos y adoctrinados seguidores-.
Atentamente,
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