Estimados amigos:
Les hago llegar un artículo harto polémico.
Atentamente,
Fernando Arce
LAS IMPLICANCIAS DEL TERRUQUISMO
Este nombre que se ha puesto referido a quienes están obsesionados desde
que se acabó con la parte más dura del terrorismo senderista, un grupo de
ciudadanos comienzan a ver que el terrorismo no ha desaparecido
totalmente, y que sus remanentes se encuentran en pleno accionar.
Segundo, se observa que estos ciudadanos confunden, pues los remanentes
son necesariamente terrucos, de esta confusión es preciso aclarar que los
remanentes mencionados ya no son parte del senderismo primigenio, porque ellos
han pasado a servir de protección a los narcotraficantes en la zona del VRAE, y
a la vez se han convertido en una firma más del narcotráfico.
Los ciudadanos que formarían lo que constituye el terruquismo está
errado por lo manifestado en el párrafo anterior, ha nacido como ya se a
dicho, en que estos peruanos tienen una obsesión de todo lo que asemeja o se
parece al actuar terrorista, resultan senderistas, desde las huestes del VRAE
hasta cualquier ciudadano que ellos sin miramientos los califican de terrucos.
Este grupo llamado terruquistas, implica para el Perú político, se
encuentren equivocados, porque su desconocimiento que observan de los temas de
subversión y están imbricados por ideológicas propias de los grupos dominantes
del país, a los que se le ha denomina derecha bruta y achorada.
La Derecha Bruta y Achorada (DBA) tiene un peso determinante en su manera de llegar a todos los
ciudadanos peruanos, a través de los medios de comunicación a su servicio
o simplemente son dueños de los mismos; ello permite que trasmitan un mensaje
ideológico marcado no solo por ser de derecha conservadora, sino también se esmeran
en luchar contra la subversión, y los convierten en ciudadanos obsesionados por
el flagelo del senderismo; y por tanto, se sobrepasan en sus convicciones y
denuncias sobre el terrorismo.
Llegando ha mostrar síntomas patológicos en el comportamiento emocional
que puede alcanzar a más peruanos, perturbando sus capacidades en el del
conocimiento de los temas, que son tratados en el mundo, a fin de entender la
presencia de grupos subversivos. Está por demás afirmar que en relación a la
subversión terrorista no solo se altera la normalidad de vida en los países;
sino crean situaciones de zozobra, incluido el terror entre los ciudadanos en
diversas naciones, incluyendo al Perú.
Lo dicho lleva a pensar de cómo puedan comprender esta situación los
ciudadanos adheridos al denominado terruquismo, como una ideología política, y
se llegue vehemente a que nadie ponga en discusión sus planteamientos y sus
acciones ausadoras. El caso más evidente en estos últimos días, aparece un
general en retiro realizando un operativo al estilo montesinista en el LUM,
destinado a demostrar que las nuevas generaciones de funcionarios y servidores
públicos se vean envueltos en simpatizar con el senderismo.
Estas formas de actuar incluyen a casi toda la dirigencia
(parlamentaria) del fujimorismo actual, ellos son la representación del sector
conservador y de derecha que participa en política y en la vida social del
Perú.
Esta posición del conservadorismo peruano es sumamente crítica y
peligrosa, porque sus objetivos están en denunciar acusando para maltratar al
ciudadano peruano que pertenece o simpatiza por un partido político de raíces
democráticas, en especial de la izquierda la cual es la más vapuleada porque
éstos no merecen ningún tipo de consideraciones en participar en política y de vivir
bajo el techo de un Estado de derecho.
El fujimorismo se pone prácticamente fuera de la ley, ellos al actuar de
manera prepotente, sin razones y sin principios de respeto a la dignidad de la
persona humana, se vuelve una organización autocrática, cuyo repudio como hemos
ya señalado en anteriores oportunidades, se identifica con ser “fascismo de
medio pelo”, sin calidad, ni esperanza de que sus dirigencias entiendan que el
mundo se dirige a vivir en democracia, bajo el marco del Estado de derecho, y
no del estado de derecha -conservadora y brutal- contrario con todos aquellos
que discrepan de las agrupaciones y personajes del facismo criollo.
La tarea se hace difícil para los peruanos que usamos más la razón,
dirigida a asumir que el Perú se encuentra bajo un sistema endeble de
democracia, la que nunca existió, y por tanto, no fue motivo del juego
democrático. Esto ocurre ahora, a pesar de los 18 años que se derrotó al
conservadorismo mafioso del primer fujimorismo, Aún nuestra democracia es
vulnerable y de baja intensidad.
Cualquier cambio que se intente realizar en favor de continuar con el
Estado de derecho democrático, encuentra obstáculos por la presencia inevitable
de la jerarquía vertical fujimorista, la misma que durante una década ha
trabajado paradójicamente por establecer “un partido político” donde el
clientelaje se hace masivo, aprovechando no solo de la pobreza material de los
peruanos; sino también de la pobreza intelectual, donde reina la
desinformación, creando en consecuencia un fanatismo entre los miembros del
segundo fujimorismo.
Al entender de quienes son profesionales de las ciencias sociales,
económicas e informáticas -las cuales no son de practica del terruquismo y del
fujimorismo de segunda generación- se hace más que imprescindible la democracia
como sistema y metodología del Estado de derecho, para que el país no se
tambalee, poniendo en riesgo lo que significa el respeto a la persona humana,
el derecho y deberes de lo que es ciudadanía, y lo que se entiende en toda
sociedad lo que significa solidaridad, donde por ejemplo el gran y mediano
empresariado practique –sintiendo- lo que es la responsabilidad social
empresarial (RSE) la misma que motivó considerarse en la última Encíclica
“Laudato si” del 24 de mayo del 2015, escrita del actual papa Francisco.
Es decir, los conservadores de derecha y todos los que simpatizan con el
movimiento que los representa: fuerza popular (segundo fujimorismo), carecen de
principios para poder debatir con el resto de la ciudadanía, de lo que
significa la democracia política liberal, el progreso y el logro de la
democracia social y económica; de lo que ha llamado el jurista y politólogo
italiano Norberto Bobbio lo liberal social, tan contrario a la ideología
neoliberal que practican -no se sabe- bajo una condición básica de orden
filosófico, político, cultural y socio económico, a fin de que las repúblicas
de los países del tercer mundo y de las naciones emergentes siga igual y peor.
Lo que aparece en la expresiones de el conservadurismo neo liberal con
el rostro del fujimorismo en sus dos fases, es la envidia que ellos tienen
contra los poseedores de una formación que les da capacidad, para entender el
fenómeno sociológico, económico y humano vinculado estrechamente a la vida
humana y para ser absorbida por la ciudadanía mundial.
El no alcanzar ni tratar de informarse, tanto las dirigencias como los
ciudadanos a pie, llevan a pensar que el presente y el futuro nos divide y la
reconciliación esperada solamente es un sueño por ser inalcanzable dada la
presencia negativa de los grupos conservadores del anti cambio.
Existe como muchos ilustres peruanos –los egregios del siglo XX- al
mostrar que las dirigencias conservadoras de entonces no llegan o no quieren
entender al Perú tanto país, como de sus grupos sociales, en especial de la
macha indio/mestiza, Esta situación de carencias en lo cognitivo se ha
incrementado, ello explica la situación de desgobierno y falta de capacidad,
para vivir los peruanos en democracia, si esto no ocurre situación cada día
empeorara.
Atentamente,
Fernando Arce
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