jueves, 14 de junio de 2018

VALOR Y VALOR DE CAMBIO (CRÍTICA DE MARX A WAGNER)




El teórico construye el mundo mediante conceptos. Pero en los conceptos hay que distinguir dos aspectos: el objeto del concepto y el contenido del concepto. Así por valor de uso entendemos una cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas. El objeto del concepto es “valor de uso”, mientras que el contenido del concepto es “cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas”. Esta distinción es muy importante y muchos teóricos cometen errores importantes a este respecto. Marx y Wagner, por ejemplo, hacen uso de dos objetos conceptuales iguales, “valor de uso” y “valor de cambio”, pero los contenidos conceptuales atribuidos a esos dos objetos conceptuales por Marx y Wagner no son los mismos. Aclaro que el contenido conceptual que antes atribuí al objeto conceptual “valor de uso” no agota todo el contenido conceptual de dicho objeto. Más adelante lo pondré de relieve.


Las abreviaturas conceptuales

En economía marxista todo el mundo hace uso de la expresión “trabajo humano abstracto”.  Si a un lector no versado en economía marxista le preguntáramos qué ve o se representa con la expresión “trabajo humano abstracto”, inevitablemente nos responderá que no se puede representar nada con claridad. “Trabajo humano abstracto” es una abreviatura conceptual de la expresión “gastos de fuerza de trabajo humana sin tener en cuenta la forma en que se ha gastado, en agricultura, en la industria, en la ganadería…”. A esta expresión la denominaremos expresión conceptual desplegada. Si ahora al lector le preguntáramos qué se representa con la expresión conceptual desplegada, nos contestará que se representa con claridad la intensión significativa de esa expresión. Y entiende ahora por qué se denomina abstracto al trabajo humano: porque se hace abstracción de las formas particulares en que se ha gastado la fuerza de trabajo humana. El teórico riguroso debe evitar de entrada las abreviaturas conceptuales. Debe primero exponer las expresión conceptual desplegada y después las abreviaturas conceptuales. El lector se preguntará si se podría evitar el uso de las abreviaturas conceptuales. Yo le respondo que no. Para formar posteriores juicios es sintácticamente más fácil hacerlo con las abreviaturas conceptuales que hacerlo con las expresiones conceptuales desplegadas.

Wagner y el valor de uso

Wagner, según Marx, “me clasifica a mí (a Marx) entre aquellos para quienes el valor de uso debe ser desterrado radicalmente de la ciencia”. Quien haya leído El Capital sabrá que esto es un puro invento de Wagner. Entre otras cosas, Marx le replica de esta forma: “…la propia plusvalía se deriva del valor de uso de la fuerza de trabajo”. Sabemos por Marx que el uso de la fuerza de trabajo es la que crea, además de valor de uso, valor. Y como la plusvalía no es más que una parte del valor total de la mercancía, la plusvalía es una creación del uso de la fuerza de trabajo. A esto me refería antes: aunque Wagner usa el mismo objeto conceptual que Marx, por ejemplo, “valor de uso”, no le atribuye todos los contenidos conceptuales que le atribuye Marx, por ejemplo, que el uso de un valor de uso específico, la fuerza de trabajo, es la creadora del valor.

Valor y valor de cambio

Hablaré previamente de estos dos conceptos para que después se entienda mejor la crítica de Marx a Wagner. Cuando consideramos a la mercancía de forma aislada, distinguimos en ella dos lados: el valor de uso y el valor.  Cuando hablamos del valor de cambio, hablamos de la relación de cambio de las mercancías. El valor de cambio es la forma del valor. Así que debemos distinguir con claridad el valor de las formas del valor. Y Wagner como tantos otros economistas no distinguen con claridad que una cosa es el valor y otra la forma del valor. He dicho en muchos ocasiones que la mayor parte de El Capital está dedicado al estudio de las formas del valor. Para dejar claro que significa la forma del valor, expondré sus determinaciones más simples. Una mercancía no puede expresar por si misma su valor, necesita de otra mercancía para poder hacerlo. De la mercancía que expresa su valor, diremos que está en forma relativa de valor; mientras que de la mercancía que sirve de material de expresión de valor, diremos que está en forma de equivalente de valor. De hecho la forma de equivalente evoluciona hasta constituirse en equivalente general, esto es, en dinero.

La crítica de Marx a Wagner

Transcribiré primero la cita y después enumeraré sus ideas principales. Así si el lector no la entiende muy bien, no debe preocuparse porque después yo la detallaré en sus parte principales. El trabajo de Marx se titula Glosas de Marx a Wagner, contenido enEscritos Económicos Menores, páginas 409-410,  de la editorialFondo de Cultura Económica.

“Yo no hablo en parte alguna de la “sustancia social común del valor de cambio”; lo que digo más bien es que los valores de cambio (ya que el valor de cambio no existe sin que haya dos o más) representan algo común a ellos, algo totalmente independiente de sus valores de uso, a saber: el valor. De aquí que se diga: “Lo común, lo que se representa en la proporción de cambio de la mercancía es, por tanto, su valor. El curso de nuestra investigación nos llevará de nuevo ante el valor de cambio como el necesario modo de expresión o forma de manifestación del valor; pero primero, el valor de ser considerado independientemente de esta forma”. Yo no digo, por tanto, que la “sustancia social común del valor de cambio” sea el “trabajo”; y como trato por extenso, en un apartado especial, de la forma del valor, es decir, del desarrollo del valor de cambio, sería peregrino pretender reducir esta “forma” a la “sustancia social común", al trabajo. El señor Wagner olvida también que para mí no son sujetos ni el “valor” ni el “valor de cambio”, sino que lo es solamente la mercancía”.

Hay ciertos marxistas que cometen dos errores fundamentales al leer esta cita: una, hacen una errónea interpretación de la afirmación de Marx “yo no digo, por tanto, que la sustancia social común del valor de cambio sea el trabajo”, y dos, desconocen cuál es la diferencia teórica fundamental entre Marx y Wagner referido a ese tema.

Concepto y realidad

En su análisis Wagner parte del concepto, mientras que Marx parte de la realidad. Wagner parte del concepto de valor y luego lo divide en dos: en valor de uso y en valor de cambio. Mientras que Marx parte de la mercancía en su concreción y luego descubre que tiene dos lados: valor de uso y valor de cambio. Pero trayendo a colación una cita de El Capital, Marx nos advierte: “Al comenzar este capítulo decíamos, lisa y llanamente, que la mercancía es valor de uso y valor de cambio, pero esto es, en rigor, faso. La mercancía es valor de uso u objeto de uso y valor”. Después aclara que el valor de cambio es la forma de manifestarse el valor.

Dice Marx en la cita objeto de debate: “El señor Wagner olvida también que para mí no son sujetos ni el “valor” ni el “valor de cambio”, sino que lo es solamente la mercancía”. Esta idea es clave: el sujeto-objeto de la teorización de Marx es la mercancía. No es como, supone Wagner, el valor de uso ni el valor. No debe confundirse este hecho, que el sujeto-objeto de El Capital sea la mercancía, con el hecho de que el valor y el valor de uso sean sujetos gramaticales en un sinfín de oraciones de El Capital.

Confusión sobre el blanco al que se dispara

En la expresión “Yo no digo, por tanto, que la sustancia social común del valor de cambio sea el “trabajo”, la crítica no va dirigida contra el contenido conceptual “sustancia social común”, sino contra otro contenido: “el valor de cambio”. El error de Wagner consiste en atribuirle  al valor de cambio un contenido conceptual que no le corresponde. Puesto que la sustancia social común de los valores, no de los valores de cambio, sí es el trabajo humano abstracto. Así que resulta absurdo, como dice Marx, reducir el valor de cambio, esto es, la forma del valor, a “la sustancia social común”. En primer lugar, porque el valor se debe analizar primero independientemente de su forma de manifestarse, esto es, del valor de  cambio, y en segundo lugar, porque es mediante ese análisis cuando se demuestra que el contenido del valor es el trabajo humano abstracto. Después de realizar el proceso de abstracción, después de restarle el valor de uso a la mercancía y restarle al producto del trabajo el trabajo útil, Marx concluye: “Estas cosas no representan ahora más que el hecho que en su producción se gastó fuerza de trabajo humana, que se ha acumulado trabajo humano. Como cristalizaciones de esta sustancia social común a ellas son valores, valores de mercancías”.

Por qué Marx denomina al trabajo humano abstracto con la categoría filosófica “sustancia”, sería otro tema a debatir. Solo señalaré, y es casi lo principal, que la concepción de Marx sobre la sustancia la hereda de Hegel, donde es concebida como proceso.





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