Estimados amigos:
Les alcanzamos un artículo sobre reflexiones sobre la carencia de
líderes, en consecuencia la falta de la toma de decisiones tanto en los asuntos
personales como en la vida nacional.
El Perú como república en casi doscientos años ha tenido a los más dos
presidentes líderes, y en el siglo XIX, como el mariscal Castilla y don Manuel
Pardo, después lo que ha habido en el Perú solo son caudillos y remedos de
partidos políticos. Tal vez en el siglo XX hubo atisbos de destacados egregios
que trazaron en la década del veinte líneas por el cambio. La sociedad civil
tan importante en la vida un país, no ha podido crear instituciones donde se
formen los líderes que hagan posible dirigir al Estado y a las empresas en
general.
Finalmente, en esta oportunidad queremos saludar a los amigos y
compañeros del IREMAP que el día de ayer domingo 5 de agosto, hubo una
competición democrática de listas por alcanzar la dirección de tan importante
asociación de profesionales peruanos dedicados a poner las bases para las
reformas impostergables de las organizaciones de los poderes del Estado.
Esperamos que el triunfo del doctor Manuel Montoya Ugarte y su lista,
asuman y enfrenten una vez más el reto que significa dirigir una institución
como IREMAP, es tal vez otra oportunidad por recomponer sus aspectos internos y
sus planteamientos de reforma, pues como todo ente de la sociedad civil
peruana, ha tenido una breve crisis que damos por seguro que el doctor Montoya
y los miembros tanto de su lista como de todos los asociados, sabrán salir
victoriosos, porque el Perú requiere de que IREMAP contribuya y apoye a los
gobiernos que estén verdaderamente decididos en cambiar las estructuras
estatales.
Sí en el Perú en esta década no se inician los cambios mencionados, será
muy penoso que los cambios inmediatos y futuros del Estado peruano se renueven
y asuma una voluntad de progreso republicano.
Atentamente,
Fernando Arce Meza
Reflexiones sobre la falta de líderes
y la indecisión en los asuntos de la vida personal y nacional
Se hace difícil comentar los desastres de las instituciones tutelares de
la república, pero la situación por la que pasan obligan a comentar y tal vez a
echar más leña al fuego.
Todos sabemos que las instituciones tienen una organización y ésta no
vive si no tiene personal directivo que le de movimiento. En el Perú las
instituciones fallan porque en su mayoría de éstas no cuentan con el personal
calificado.
Los tres poderes públicos, unos menos y otros más, por ejemplo en el
plano directivo tienen carencias, muchas veces no sólo porque no tiene la
preparación respectiva, sino porque la personalidad del directivo tiene un gran
peso tanto para ejercer el cargo, como para tener condiciones de dirección, aun
cuando aparece con más formado en títulos universitarios y de los centros
superiores tanto anivel nacional, como internacional.
Otra de las carencias de los directivos de las instituciones tutelares
es que no quieren o no pueden decidir, es decir, no están acostumbrados a tomar
decisiones trascendentales, esperan que otros poderes del Estado les resuelvan
el problema, y casi siempre toman como justificación que no hacen debidamente
sus acciones porque les falta personal y presupuesto, razón por la cual los
subordinados comenten infracciones por no estar debidamente remunerados,
compatibles con las funciones que realizan.
Esto último hace posible que se justifique el comportamiento de servicio
público del personal subordinado, ello vale para que los directivos los alcance
esta justificación, los directivos estatales también se sientan no compensados,
y muchas veces no solo su actuar es timorato, sino que searregla para
recibir ingresos extra de terceros.
Esto es imperdonable como cuando decimos con la “democracia no se come”,
“robó pero hizo”; “va robar pero seguro que va hacer obras”, ninguna de estas
expresiones puedan pasar como paradigmas en los comportamientos ni deben pasar
como de perdonavidas. Los peruanos se comportan de esa manera porque nunca lo ético
no solo le ha sido importante en su vida; sino que tampoco conoce que
últimamente que en el código penal, el mentir es un delito.
Esto que comentamos no son para este siglo o al anterior, tiene sus
raíces, desde los inicios de la independencia, el Perú como bien sabemos, no
tuvo suficientes personajes de la civilidad que mostraran liderazgos, se dejó
el gobierno en manos de las cúpulas militares, inapropiadas para crear
república y país, no hubo hasta el momento elites nacidas de la
formación familiar y de la instrucción escolar, ni tampoco la sociedad civil ha
sido capaz de corregir los grandes defectos tanto de las instituciones
gubernamentales, incluidos presidentes, congresistas y miembros del sistema de
justicia; como también las elites no se han ocupado con altura en la economía y
en el empresariado.
Esto último ha convertido a los gobiernos y al Estado como a la
civilidad en entes que largamente han pertenecido a los grupos de poder económico
y político, cuyos efectos se muestran en los actos de exclusión, y por tanto
del uso de los comportamientos autoritarios; ello ha sido la vertiente
impropia, muy ligada a la exclusión y la discriminación.
En consecuencia la independencia en el quehacer de la vida de los
pueblos no ha sido práctica de vida, y los pocos periodos en que se ha
recurrido a las elecciones, fuente de la democracia; sin embargo ella en su
competición electora no tuvieron la calidad de ser limpias, primó la trampa
abierta y escondida. El conservadorismo fue lo preferido, a través
de la autocracia, significando con ello su poder y la impunidad que mucho
tiempo han sufrido los peruanos, este daño se volvió
persistente y perverso, el cual existirá por décadas y su reversión costará
en formación y aprendizaje cívico.
La personalidad de los peruanos sobre todo de aquellos que han alcanzado
algún poder y algunas posiciones económicas expectantes, el poderoso prima
sobre los otros. Estamos dentro los marcos de los comportamientos
discriminatorios no distantes del esclavismo denunciado por los organismos
internacionales como la OIT en que la vida laboral y del trabajo en los países
del mundo atrasado habrá de ser tan duro como en la era esclavista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario