lunes, 19 de noviembre de 2018

ODEBRECHT, LA CORRUPCIÓN, LOS IMPLICADOS SOMETIDOS ANTE LA JUSTICIA Y LA REFORMAS INSTITUCIONALES



Odebrecht y las otras empresas brasileras responden su accionar a la estrategia de la geopolítica del poder único que la república federal del Brasil ejerce en Latinoamérica. El comportamiento de estas empresas no sólo fue ganar los concursos de las obras públicas trascendentales en los países, sino para lo cual sobornó a los gobernantes; en el caso del Perú tanto en el ámbito central, como regional (caso de los gobiernos de Ancash, Callao y Cuzco) y municipal (caso de Lima Metropolitana).

El objetivo brasilero ha sido debilitar más la desconfianza en las autoridades de los países, llegando a dominar dolosamente, significando que hubo una alianza político/económica entre las empresas constructoras y las instituciones casi siempre con las cúpulas de los gobiernos (sean estos de izquierda o de derecha). Lo importante para los brasileros es penetrar en los asuntos de los gobiernos de los países latinoamericanos. Poco importa si los medios sean delincuenciales, con tal de conseguir sus fines.

Lo dicho en el anterior párrafo nos conduce a manifestar que la justicia brasilera como poder autónomo, investiga a las empresas en su país descubriendo a las mafiosas, iniciando procesos penales hasta encarcelar a los responsables de la corrupción; sin embargo, la justicia brasilera decide al poco tiempo que los responsables de los actos de corrupción no solo declaren su culpabilidad; sino se acojan a dar detalles de los delitos cometidos, de esa manera los culpables se hacen acreedores a la rebaja de años de carcelería y muchos alcancen su libertad, siempre y cuando, se conviertan en delatores de los hechos ilícitos.

Estos hechos de comisión de delito no llega a ser justiciero ¿por qué en un corto tiempo se descubre, se sanciona y se encarcela?, teniendo como final que las cortes brasileras, permitan que los culpables se acojan a las prerrogativas de rebaja de las penas y la libertad respectivamente, esto lleva a preguntar, si con ello se intentó engañar al consenso mundial que hubo válida justicia. O más bien existió un blufee, un aparato que informa y que a la vez desinformar, escondiendo que en el Brasil todo éste accionar ha sido compartido entre las empresas y los gobiernos, respondiendo a su geopolítica, cumpliendo con sus políticas de poder sobre los países sudamericanos. El Perú al no estar organizado y no teniendo elites preparadas, sucumbiría ante dicho poder.

Empero, debemos significar que el Perú también tiene características de ser un país geopolítico por su centralidad y su salida a los océanos Pacífico y el Atlántico, por lo cual puede tener un intenso movimiento comercial con los más variados países. El ejercicio geopolítico viene desde la etapa del Perú prehispánico y del imperio incaico que abarcaba territorios completos de algunas repúblicas y en otras partes (Ecuador, Bolivia, Colombia, Chile y Argentina); y lo mismo pasaría en la etapa colonial, cuando España ejercía su poderío, para el caso del Virreinato de Lima que contó con los mismos territorios prehispánicos. El imperio Español sacó mucho provecho y utilidades económicas de la condición geopolítica del Perú. En la republica sus autoridades, al no ser elites no entienden el saberse país geopolítico.
  
Otros comentarios

Los Odebrecht (padre, hijo y espíritu santo) son amigos fraternos de García Pérez desde la década del 80, esto no haría que se produzca delación entre ellos. El pedido de asilo de Alan García respondería al temor de que ha llegado  información que lo implica y está por llegar información más comprometedora, producto de las delaciones de Odebrecht y sus funcionarios. .

Hecho inesperado es que Jorge Yoshgiyama Sasaki sobrino de Jaime, rompe la obediencia muy propia de la cultura del Japón al denunciar a su tío que no sólo es su protector familiar; sino que el tío Jaime le da trabajo, lo designa gerente general de su empresa. Con estos antecedentes, Jorge quiebra los “respetos orientales”. Para sus allegados, posiblemente, Jaime Yoshiyama se convertiría en el responsable de todo, haciéndose la víctima que lo inmolaría  

En los dos casos de las sospechas delincuenciales, García y Keiko existe la creencia que ellos serían inmunes a la delación brasilera. La demora en los casos mencionados ante el poder judicial se puede calificar que los jueces y fiscales no están preparados para este tipo de delitos, apareciendo que actuarían con mucha “benevolencia”. Esta última apreciación es posible comparar de que son pocos los agentes de la justicia que están convencidos que hay que cambiar (la presencia renovada y las nuevas disposiciones), en particular en el caso de Concepción Carhuancho y José Domingo Pérez no sólo son excepciones; sino que salen adelante, bajo una distinta dimensión, así  se toman los tiempos necesarios en los procesos en que se distinguen las audiencias preventivas y de las sanciones que dictarán en los juicios orales.

La acción de la justicia peruana, en este nuevo momento aún no llega a constituirse en mayores cuadros renovados de magistrados. Eso mismo pasa con los partidos políticos y con el manejo de los gobiernos del Estado. Por eso no hay dirigencias organizadas y cuadros de gestión en las instituciones estatales y en especial de los tres poderes públicos. No hay elites preparadas.

Pareciera que el actual presidente Martín Vizcarra consciente y/o por la ventura  de la “buena suerte”, intenta por referéndum aprobar las reformas: política (poder legislativo con la bicameralidad); sistema de justicia (con un nuevo CNM, señalar a los verdaderos actores en la administración de la justicia), y ha de terminar con una ley general del sistema de administración de justicia.   

Sin embargo, después del 9 de diciembre de este año, en general los poderes públicos estarán obligados a laborar las respectivas reformas en cuanto, a los objetivos institucionales y de sus estructuras organizativas de cada poder del Estado. El ejecutivo tiene una tarea inmensa porque tendrá que reformar el poder central (ministerial) y de los gobiernos descentralizados.

Las reformas por realizar deben partir tomando en cuenta que el poder ejecutivo disminuya el exceso de carteras ministeriales, en razón a que siendo poder central sus funciones son normativas, planificadoras, y supervigilantes del resto de las instituciones, siendo los gobiernos descentralizados los que directamente son responsables de ejecutar los servicios públicos; así, también le corresponde al Ejecutivo promover las actividades y la ejecución de las obras públicas, pero la ejecución misma corre a cargo de los entes descentralizados.

El ejecutivo central solo realizará obras y actividades de carácter interregional y  casi siempre son las obras públicas que en su mayor parte tengan financiamiento internacional de mayor cuantía. Depende esto último de ser transferido a los gobiernos descentralizados, siempre y cuando, éstos muestren capacidad ejecutora y estén organizados de tal suerte que su capacidad instalada tenga la fuerza adecuada y pertinente para accionar.

Asimismo, se debe considerar lo urgente que significa cambiar y reformar los actuales mal llamados gobiernos regionales, dado que éstos son continuación de la vieja división departamental, de raíces políticas en la colonia y del sistema de hacienda y del latifundio en la república, cuando los intereses departamentales los manejaban los caciques a nivel departamental y provincial.

También se hace urgente cambios en el ámbito de los gobiernos y territorios provinciales y distritales del orden municipal. Estas instancias de gobierno como bien sabemos es por demás complicada para una buena y regular gestión. No solo es un problema territorial en un país de complicada geografía; sino que esto puede superarse con una redistribución de ámbitos de gestión, considerando la primacía del concejo provincial con relación a los distritales.

Finalmente, los cambios y las reformas distribuyen poder de gestión, partiendo de los municipios en cuanto a la realidad de los hechos y tomándose en cuenta las instancias tal como señala el derecho administrativo en relación al vínculo de la gestión pública entre los tres gobiernos: el central y los dos descentralizados; esto tiene que convalidarse, bajo una concepción que se encamine al desarrollo humano y sustentable. Ello significa no olvidar del carácter unitario y descentralizado que es una forma de gobierno asumida por el Perú y relevada en la constitución política de 1978.

Fernando Arce Meza                                 Surco, 18 de noviembre del 2018

Otro sí: Las fuerzas conservadoras y la derecha bruta y violentista quieren que fiscales y jueces no procesen los casos de corrupción, asimismo, el asilo de García Pérez si se produce, bajaría el tono renovador y el inicio de las reformas judiciales ¿ganarán esta batalla los conservadores? El presidente Martín Vizcarra y la ciudadanía impedirán que continúe la impunidad y la desinstitucionalización. La república del Perú democrático debe ser completa, incluida la justicia igualitaria.  


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