Gruta marina
es una figura literaria creada por Miguel Gutiérrez en alegoría al órgano
sexual femenino. Aparece en la página
302 de su novela: Confesiones de Támara Fiol (2009); proferida
por Támara, personaje principal de dicha novela.
Lo
de gruta denota una cavidad sagrada para venerarla y musitar una oración
erotizada; previa profanación placentera.
Fue
un hallazgo elegante, breve y exacto del lenguaje poético de un novelista. Desde la antigüedad se le denominó: Concha
venera, asociada al mar. La
asociación al mar también es por los efluvios odorantes que tonifican…
Posesión tónica calificó José Carlos Mariátegui, a la relación
sexual con la mujer verdaderamente amada (1).
Para él, la exaltación erótica es
un estado propicio a la creación, al descubrimiento. (2)
Si
bien, Confesiones de Támara Fiol no
es la mejor novela de Miguel, bien vale por haber acuñado el sentido figurado
del órgano sexual femenino: Gruta marina.
(A.R.B. Lima, 28/12/2018)
(1) BAZÁN, Armando:
Mariátegui y su tiempo
Vol.
20 de las ediciones populares
de
las obras completas de J.C.M.
Empresa
editora Amauta. 2da. edición
(Lima 1972) p.64 de 239.-
(2)MARIÁTEGUI, J.C.:
Esquema de una interpretación de
Chaplín (1928)
Obras Completas
Tomo 3 “El Alma Matinal”
Lima, Biblioteca
Amauta, 1959 pp 55 – 58)
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