Tras la victoria del Che Guevara en
Santa Clara y la entrada de Fidel Castro a Santiago de Cuba, el triunfo de los
rebeldes era inminente. Pero la fuga de Fulgencio Batista en la madrugada del 1
de enero de 1959, lejos de allanar el camino, creó un clima de rechazo y
confusión por el anuncio de una nueva Junta Militar al mando.
El triunfo de la revolución cubana,
ocurre cinco años, cinco meses y cinco días después del asalto al Cuartel
Moncada de 1953. Fue a partir de la derrota del Moncada que comenzó en Cuba un
proceso de enfrentamiento a la dictadura de Batista, establecida en el poder
desde el 10 de marzo de 1952.
Camilo Cienfuegos y Fidel Castro, enero de 1959
© AP PHOTO /
En siete años cerca de 20.000 cubanos
perdieron la vida en una lucha contra el Gobierno que siempre contó con el
respaldado de Estados Unidos y de otras dictaduras de la región como Rafael
Leonidas Trujillo, en República Dominicana.
Pero con la victoria del Che Guevara
en Santa Clara el 31 de diciembre y la entrada de Castro a Santiago de Cuba, el
triunfo era inminente. Batista huyó de Cuba en la madrugada del 1 de enero de
1959, en un avión rumbo a Santo Domingo.
Una junta militar al mando del
general Eulogio Cantillo gobernaría la Isla y los rumores de un golpe militar
en La Habana alcanzaron a los rebeldes, quienes se negaron a aceptar esta nueva
situación.
Pedro Martínez, subdirector general
de Radio Habana Cuba contó a Sputnik cómo este día fue decisivo para el destino
de Cuba.
"Desde antes del triunfo se
hicieron muchas maniobras para impedir que las fuerzas del 26 de julio,
encabezadas por Fidel Castro, pudieran entrar a la ciudad de Santiago de Cuba y
dentro de la burguesía estuvieron maquinando varias opciones: se hicieron
movimientos dentro del Ejército y hasta se convocaron a algunas figuras de la
sociedad civil", contó Martínez.
© AP PHOTO /
Desde la emisora Radio Rebelde se
alertó al pueblo: "La opinión pública no debe confundirse. Nuestros
dirigentes no han hecho otra declaración que la que estamos haciendo por Radio
Rebelde. No es cierto que nuestro máximo jefe Fidel Castro Ruz y el Presidente
Provisional de la República reconocido por la Revolución, Dr. Manuel Urrutia
Lleó, estén camino de La Habana", desmintieron.
Unos
minutos más tarde, Castro se pronunció en una alocución histórica desde Santiago de Cuba, donde leyó un comunicado con
instrucciones para todos los comandantes del Ejército Rebelde y el pueblo.
"Al parecer se ha producido un
golpe de Estado en la capital (…) Las condiciones en que ese golpe se produjo
son ignoradas por el Ejército Rebelde", precisó en su discurso.
Castro también convocó a una huelga
general con la consigna "Revolución, Sí; golpe militar, No", y ordenó
a sus comandantes Che Guevara y Camilo Cienfuegos continuar el avance hacia La
Habana y tomar las posiciones claves de la capital.
Según contó Martínez, "este
llamado fue la acción final para dar una respuesta contundente a las maniobras
militares que pretendían impedir que los rebeldes asumieran el poder".
© AFP 2018 /
"No había dudas de que la
dictadura había colapsado, los propios militares se estaban rindiendo en
masa", aseguró el directivo.
"También con mucha inteligencia,
Fidel hizo un recorrido desde Santiago hasta La Habana, a donde llegó el 8 de
enero de 1959 luego de transitar por las provincias que permanecían en huelga.
Esto quiere decir que estaba consolidado el triunfo de los rebeldes",
destacó.
Había triunfado en Cuba, la primera
revolución de América Latina que abrió paso a nuevos procesos sociales en la
región y movimientos de izquierda.
La huelga general en La Habana se
transformó en un multitudinario recibimiento a Fidel Castro y a los rebeldes
que le acompañaban, dando inicio a una nueva etapa para Cuba y el mundo.