Estudio científico muestra cómo
los sistemas indígenas podrían complementar las soluciones modernas de
ingeniería para la seguridad del agua en la costa del Perú.
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Publicado:
2019-08-01
Un método peruano de 1,400 años de antigüedad para
desviar el agua podría suministrar hasta 40,000 piscinas de tamaño olímpico
para Lima cada año. Esta información procede de un reciente estudio publicado
en la revista científica Nature
Sustainability. Es un ejemplo de cómo los métodos antiguos podrían
solucionar problemas en países sin suficiente agua.
Miles de millones de personas en todo el mundo
enfrentan escasez de agua. Los depósitos artificiales almacenan el agua de
lluvia y el desbordamiento de agua para su uso durante los tiempos más secos.
Pero los reservorios son costosos, requieren años para planearse y aún pueden
fallar en satisfacer las necesidades de agua.
Lima depende del agua de los ríos en los Andes.
Solo toma unos días para que el agua fluya hacia la ciudad. Cuando comienza la
estación seca en las montañas, el suministro de agua disminuye rápidamente. La
ciudad sufre una escasez de 43 millones de metros cúbicos durante la estación
seca. Suministrar agua durante los meses de estiaje, a los más de 12
millones de habitantes en la capital significa una lucha constante.
Boris Ochoa-Tocachi, investigador en el Imperial
College de Londres y autor principal del informe, exploró uno de los últimos
sistemas de recolección de agua que quedan en la comunidad de Huamantanga,
a más de 3,300 metros de altura sobre el nivel de mar, en la provincia de
Canta, en la sierra de Lima: el mamanteo.
Huamantanga
está ubicada en el área de cabecera de una de las cuencas de los ríos que
proporcionan agua a la capital. Lima es actualmente la segunda ciudad desértica
más grande del mundo y, por lo tanto, depende en gran medida de las prácticas
locales de gestión del agua.
El sistema de mamanteo consiste en el
aprovechamiento del agua de lluvia con ayuda de canales andinos o amunas. Los
canales capturan el agua de una quebrada para desviarla hacia zonas de alta
infiltración a lo largo de todo su recorrido por la ladera de la montaña. Es
una solución ante la falta de agua que afronta la población en los meses de
verano, situación que se agrava por el cambio climático.
Investigadores del Imperial College London y sus
colegas de la Iniciativa Regional para el Monitoreo Hidrológico de los
Ecosistemas Andinos estudiaron el sistema de agua en Huamantanga
La población local todavía usa un método
desarrollado por antiguos peruanos que crearon sistemas en las montañas para
desviar el exceso de agua de lluvia de las fuentes a través de estanques y
canales hacia las laderas de las montañas y hacia abajo a través de fisuras en
las rocas.
Ochoa-Tocachi dice que la cantidad de agua que se
podía cosechar era desconocida antes del estudio. Los investigadores
midieron cuánto desaceleró el sistema el flujo de agua inyectando un tinte
especial en las tierras altas y observando cuándo reapareció en los cuerpos de
agua. El agua teñida comenzó a salir a la superficie dos semanas después y
continuó fluyendo durante ocho meses, una gran mejora en las horas o días que
normalmente tomaría.
"El resultado más emocionante es que en
realidad confirmamos que este sistema funciona", señala Ochoa-Tocachi.
"Hay prácticas tradicionales, sabemos que el conocimiento indígena es muy
útil", anota. En su opinión, hay pruebas de que el sistema es valioso y
que puede ser una herramienta para ayudar a resolver problemas actuales.
El
sistema de 1.400 años de antigüedad está diseñado para aumentar el suministro
de agua durante la estación seca al desviar y ralentizar el agua a medida que
baja por las montañas. Este método basado en la naturaleza está hecho de
canales especiales que guían el agua desde su origen a una serie de cuerpos de
agua y laderas. El agua va lentamente al suelo, luego fluye cuesta abajo a
través del suelo y vuelve a aparecer en cuerpos de agua cerca de la comunidad.
El objetivo es aumentar el tiempo de viaje del agua de días a meses para
proporcionar agua durante la estación seca.
Los investigadores consideraron cómo usar una versión
más grande del sistema para ayudar a Lima. Combinaron lo que aprendieron en
Huamantanga con el conocimiento de las cualidades físicas de los alrededores de
la región. Las estimaciones resultantes dicen que el sistema podría aumentar el
suministro de agua de la estación seca de Lima en un 7,5% en general y hasta un
33% al comienzo de la temporada seca. Esto equivale a casi 100 millones de
metros cúbicos de agua cada año, lo que equivale a 40,000 piscinas
olímpicas.
El sistema también es económicamente sólido.
Ochoa-Tocachi estima que construir canales similares a los de Huamantanga
costaría 10 veces menos que construir un embalse del mismo
tamaño. "Creo que hay mucho potencial en la revaluación de estas
prácticas de recolección de agua que tienen una historia muy larga. Utilizar el
conocimiento indígena para resolver problemas modernos de ingeniería puede ser
muy valioso", resalta.
Vista panorámica de Huamantanga. FOto: project
Mountain-EVOs
El dato: En julio pasado, el gobierno
peruano promulgó la Ley que declara de Interés Nacional y Necesidad
Pública la Implementación de la Siembra y Cosecha de Agua.
Foto abridora: Sam Grainger
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