Por: Jaime David Farías Delva
Publicado 12 enero 2020
Las
últimas semanas la derecha chilena ha mostrado su verdadero rostro, su
ambivalencia, su forma deshonesta e inmoral de gobernar, por un lado engaña a
la opinión pública diciendo que está por una nueva constitución, y por el otro
argumentan que no están dadas las condiciones, que garanticen un
proceso constitucional limpio, por lo que rechazan la idea de una
nueva constitución.
Al
parecer, la revuelta social con la consigna: “En chile nació y en Chile muere
el neoliberalismo, capitalista y patriarcal”, ha generado en los círculos de
gobierno y de poder: gerentes, agricultores, núcleos conservadores alineados
con los intereses empresariales nacionales y extranjeros, y la
clase política toda, un terror al cambio de sistema, que los ha llevado a
afirmar, que refutaran la idea de una nueva constitución, lo que en el fondo
expresa su profunda concepción antidemocrática. Mas aún,
defendiendo el modelo económico neoliberal, con las mismas
armas que asesinaron a un presidente elegido legítimamente por el pueblo.
La
ciudadela, fortaleza o bunker de la clase político-empresarial chilena, dice No
a los cambios, y no a las demandas sociales, y al igual que en el pasado
cercano, utilizando violencia, represión, secuestros y torturas; la
famosa paz armada de Sebastián Piñera, Gonzalo Blumel, Alberto Espina, Karla
Rubilar, Marcela Cubillos, esta última, amenazando a adolecentes secundarios
con la Ley de seguridad del estado, por cuestionar el método de selección
universitaria, que segrega y discrimina a los postulantes a la educación
superior chilena.
Ahora
bien, si a toda esta paz armada de Piñera, agregamos las palabras del Ministro
de hacienda Ignacio Briones, quien señaló a radio cooperativa que: “no hay dinero para aumentar las
pensiones básicas, no es posible de una, ni el aporte solidario básico… No sé
puede y quiero ser responsable y tajante…. Eso significaría UU$ 1.000 millones
que el país no tiene", indico. Estas
declaraciones demuestran que no hay voluntad de cambio, considerando que las
ganancias de las AFP alcanzan alrededor de los UU$ 550 millones, con pensiones
minúsculas de menos de $200.000. Y después se preguntan por qué el pueblo
exige NO + AFP.
Es
interesante explicar que uno de los principales motores de la economía
del país son los fondos de pensiones, junto con grupos financieros
internacionales y familias poderosas del país. Solo así podemos describir
el terror que genera en la clase dominante el solo pensar en la ausencia de las
AFP en el mercado. Ellos, los administradores de fondo de pensión, pueden
utilizar vuestras pensiones como accionistas de mercado, pero ud.
cotizante, no puede retirar ni un peso de sus ahorros de pensión. Un abuso
hasta ahora vigente y que no ha tenido cambios estructurales.
Cuando
de abusos hablamos, otro muy importante es el que se refiere a la acumulación
de agua en alrededor del 106%, distribuidos entre los diferentes grupos
económicos empresariales como son las forestales, las mineras y la
agrícoindustria, y tan solo, un 5% de consumo humano. Estos últimos se encontraron
con la sorpresa, de que el Senado chileno rechazo consagrar el agua como
bien de uso público en la constitución. Algunos diciendo que reabrirán el
debate en el proceso constituyente, sin embargo, creo, se debe tener presente
la desestimación que ha hecho la derecha a una nueva constitución en estos
últimos días.
Otro
punto que es importante reafirmar, es la necesidad de revisar antes de
cualquier desarrollo constitucional, los tratados de libre comercio TLC y
TPP11, pues estos tratados comerciales condenan a nuestro pueblo a seguir
siendo un país sin desarrollo tecnológico, exportador de bienes sin valor
agregado y con débiles leyes ambientales y sociales. Es decir, si no se hace
énfasis en lo señalado, estos tratados se extenderán a nivel constitucional y
ahí está la trampa que favorece las multinacionales. Lo peligroso de esto, es
que deja claro que la famosa hoja en blanco, de la supuesta nueva constitución,
No es tal. Más aún, comprometiendo diversos aspectos de la soberanía nacional y
sometiendo cualquier marco jurídico constitucional a los vaivenes y
lineamientos de las transnacionales-extractivista , que incluso afectarán
nuestra vida diaria en lo referente a salarios, AFP, trabajo etc. etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario