Foto: Tendencias 21
Servindi, 25 de marzo, 2020.-
"No debemos volver a la normalidad, porque la normalidad es el
problema. Volvamos a reformar lo esencial y dejar de lado algunas
prácticas y costumbres que se han revelado innecesarias y nocivas".
Así lo expresó Déborah Delgado
Pugley la docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) al
reflexionar y obtener algunas lecciones básicas sobre la crisis generada por la
pandemia del coronavirus.
"Ahora que podemos ajustar
algunas cosas, como nuestra economía de la salud y el cuidado así como nuestro
consumo, incluyamos más perspectivas" indica la autora en su artículo:
"Cambio climático y Pandemia: 7 lecciones que podemos aprender" que
compartimos a continuación:
Cambio climático y Pandemia: 7
lecciones que podemos aprender
Por Déborah Delgado Pugley*
Idehpucp, 25 de marzo, 2020.- Se
puede aprender mucho de la primera pandemia del siglo XXI. Sobre
cómo ha reaccionado el Perú y cómo ha reaccionado el mundo. También se pueden
establecer paralelos entre cómo venimos actuando frente al coronavirus y cómo
actuamos frente al cambio climático. Acá 7 puntos, a mi juicio, claves que
deberíamos asimilar:
1. No
solamente los seres humanos tienen la capacidad de cambiar el rumbo de la
historia de nuestras sociedades. Otros agentes “no-humanos”, como
virus o gases, pueden forzar cambios en el sentido del desarrollo.
2. Nuestras
sociedades están intrínsecamente -y biofísicamente- conectadas a nivel
planetario. De un lado, “los patógenos no respetan los límites de las
especies”, como dice el ecologista de enfermedades Thomas Gillespie, profesor
asociado en el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Emory.
De otro lado, en nuestros tiempos las personas y las cosas viajan de manera
intensa cruzando fronteras y permitiendo su difusión.
3. Las
pandemias son posibles por las mismas razones que originan la crisis
climática: un desarrollo que es demasiado demandante para los
ecosistemas. Que rompe su resiliencia con consecuencias directas en
nuestro bienestar. Al arrasar con bosques, matar animales y enjaular a algunos
enviandolos a mercados, rompemos ecosistemas y liberamos los virus de sus
anfitriones naturales. Cuando eso sucede, estos necesitan un nuevo anfitrión y
este puede ser humano. Los riesgos de clima y salud globales se construyen por
nuestra intervención.
4. El
Coronavirus nos ha obligado a parar actividades industriales altamente
poluentes. Esto es favorable en términos generales. Claramente mejora
la calidad del aire y del agua, disminuye el consumo energético de la sociedad
en general, y nos lleva a reducir nuestras emisiones de efecto invernadero.
5. Estos
cambios radicales que hemos estado haciendo en nuestro comportamiento y consumo
durante las últimos días nos permiten, como en un gran experimento, mirar más allá: ¿qué
servicios son realmente necesarios para vivir y vivir bien?, ¿a qué cosas
no podemos renunciar y de cuáles nos hemos podido despegar?
6. La
desigualdad se hace, como siempre en las crisis, sentir con fuerza. Hay
personas que pierden su estabilidad económica más rápido que otras. La
desigualdad espacial se hace más evidente. Pero también que hay
personas que toman más riesgos que otras. Cómo actúa cada sociedad y cada
Estado frente a ello habla muchísimo de nosotros.
7. Y
quizás lo más importante va al final: habría que escuchar a la ciencias
más seguido. Podríamos evitar sufrimientos enormes. Podríamos conocer
a qué riesgos nos enfrentamos (in)necesariamente y actuar en consecuencia.
No debemos volver a la normalidad,
porque la normalidad es el problema. Volvamos a reformar lo esencial
y dejar de lado algunas prácticas y costumbres que se han revelado innecesarias
y nocivas. Ahora que podemos ajustar algunas cosas, como nuestra economía de la
salud y el cuidado así como nuestro consumo, incluyamos más perspectivas. Dos
imprescindibles: los científicos y los profesionales del cuidado. Esta vez sus
dos perspectivas coinciden a indicar que vivimos en un solo planeta y los que
sufrimos al ponerlo en peligro somos todos. No hay que olvidar que la crisis climática
puede jugarnos pasadas mucho peores.
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*Deborah Delgado Pugley es profesora de Sociología e investigadora del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es Doctora en Desarrollo Internacional por la Universidad Católica de Lovaina y en Sociología por la Escuela de altos estudios de ciencias sociales de París. Durante los últimos quince años ha investigado sobre políticas ambientales y climáticas a nivel internacional y territorial. Ha participado como delegada a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático desde el 2010
*Deborah Delgado Pugley es profesora de Sociología e investigadora del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es Doctora en Desarrollo Internacional por la Universidad Católica de Lovaina y en Sociología por la Escuela de altos estudios de ciencias sociales de París. Durante los últimos quince años ha investigado sobre políticas ambientales y climáticas a nivel internacional y territorial. Ha participado como delegada a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático desde el 2010
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Fuente. Idehpucp: https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/cambio-climatico-y-pandemia-7-lecciones-que-podemos-aprender/
Fuente. Idehpucp: https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/cambio-climatico-y-pandemia-7-lecciones-que-podemos-aprender/
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