domingo, 5 de abril de 2020

LAS ONGs, SUS TENTÁCULOS Y EL TROTSKISMO



Escribe: Thierry Meyssan
Domingo, 29 de Marzo del 2020

El Departamento de Estado USA, USAID y NED, forman una estructura. La NED cumple papel que le cupo a la CIA. Aparecen en la trama ONG como Transparencia Internacional y el trotskismo.(vt)
El discurso de Ronald Reagan en Londres se produce después de los escándalos que rodearon las revelaciones de los manejos sucios de la CIA, revelaciones provenientes de varias comisiones investigadoras parlamentarias.

El Congreso prohibió entonces a la CIA la organización de nuevos golpes de Estado como medio de conquistar mercados. En la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional busca entonces otras vías que le permitan sortear dicha prohibición.

La comisión bipartidista de reflexión se constituyó antes del discurso de Ronald Reagan, aunque el mandato oficial de la Casa Blanca sólo le fue entregado posteriormente. Ello indica que aquella Comisión no respondía a la pomposa ambición presidencial sino que era anterior. El discurso no es por lo tanto otra cosa que la justificación retórica de decisiones ya tomadas de antemano en líneas generales y destinadas a su puesta en escena por parte de la comisión bipartidista.

El presidente de la comisión bipartidista de reflexión era el representante especial de Estados Unidos para el Comercio, lo cual indica que el objetivo de dicha comisión no era precisamente promover la democracia sino, según la terminología consagrada, la promoción de la «democracia de mercado».

Este extraño término corresponde al modelo estadounidense: una oligarquía económica y financiera impone sus decisiones políticas a través de los mercados y del Estado federal, mientras que los parlamentarios y jueces electos por el pueblo protegen a los individuos de la arbitrariedad de la administración.

De los cuatro organismos periféricos de la NED tres fueron conformados para la ocasión. El cuarto, el organismo sindical (ACILS), no hubo que crearlo porque ya existía desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, aunque había cambiado de nombre en 1978, cuando se descubrió que dependía de la CIA. Esto permite deducir que el CIPE, el IRI y el NDI no nacieron por generación espontánea, sino que también fueron creados bajo los auspicios de la CIA.

Además, a pesar de ser la NED una asociación creada conforme al derecho estadounidense no es un instrumento de uso exclusivo de la CIA sino un dispositivo común con los servicios británico (fue por eso que Reagan la anunció precisamente en Londres) y australiano. Esa característica fundamental nunca se menciona a pesar de estar enteramente confirmada por los mensajes de felicitación de los primeros ministros Tony Blair y John Howard en ocasión del vigésimo aniversario de la supuesta «ONG».

La NED y sus tentáculos son órganos del pacto militar anglosajón que vincula a Londres, Washington y Camberra, pacto en el que se incluye igualmente la red de intercepción electrónica Echelon. Además de la CIA, el MI6 británico y el ASIS australiano también pueden solicitar los servicios de ese dispositivo.

Para esconder esa realidad la NED ha propiciado la creación, por parte de varios aliados, de organizaciones análogas que trabajan con ella. En 1988, Canadá se dotó de un centro llamado Derechos & Democracia, que se concentró sobre todo en Haití y posteriormente en Afganistán. En 1991, el Reino Unido instituyó la Westminster Foundation for Democracy (WFD).

El funcionamiento de ese organismo público está diseñado según el modelo de la NED: su administración está en manos de los partidos políticos (consta de 8 delegados: 3 del Partido Conservador, 3 del Partido Laborista, uno del Partido Liberal y el octavo para los demás partidos representados en el parlamento británico). La WFD fue muy activa en Europa del Este.

Finalmente, en 2001 la Unión Europea se dotó del European Instrument for Democracy and Human Rights (EIDHR), que despierta menos sospechas que sus homólogos. Ese órgano depende de EuroAid, dirigida por un alto funcionario tan poderoso como desconocido, el holandés Jacobus Richelle.

La directiva presidencial 77

Cuando votaron la fundación de la NED, el 22 de noviembre 1983, los miembros del Congreso de los Estados Unidos ignoraban que aquella organización ya existía en secreto, en virtud de una directiva presidencial fechada el 14 de enero.

Aquel documento, que no fue desclasificado hasta 20 años más tarde, organiza la «diplomacia pública», expresión políticamente correcta para designar la propaganda. Instituye además en la Casa Blanca varios grupos de trabajo dentro del Consejo de Seguridad Nacional, uno de ellos encargado de pilotear la NED.

Henry Kissinger , administrador de la NED. ¿Quién dijo «representante de la sociedad civil»? El consejo de administración de la NED no es por lo tanto otra cosa que una correa de transmisión del Consejo de Seguridad Nacional. En aras de salvar las apariencias, se decidió que, de manera general, los agentes o ex agentes de la CIA no podían figurar en el consejo de administración.

A pesar de lo anterior, las cosas no pueden estar más claras. La mayoría de los altos funcionarios que han desempeñado un papel central en el Consejo de Seguridad Nacional han sido administradores de la NED. En ese caso se encuentran, por ejemplo, Henry Kissinger, Franck Carlucci, Zbigniew Brzezinski y Paul Wolfowitz , personalidades que la Historia no recordará precisamente como idealistas de la democracia sino como estrategas cínicos de la violencia.

El presupuesto de la NED no puede ser interpretado de manera aislada ya que esa institución recibe además instrucciones del Consejo de Seguridad Nacional para la realización de acciones que se inscriben en el marco de grandes operaciones en las que participan varias agencias.

Existen fondos, provenientes esencialmente de la Agencia Estadounidense de Ayuda Internacional (USAID) , que transitan por la NED sin aparecer en su presupuesto, simplemente para darles un carácter «no gubernamental». Además, la NED recibe indirectamente el dinero de la CIA, previamente blanqueado por intermediarios privados como la Smith Richardson Foundation, la John M. Olin Foundation o la Lynde and Harry Bradley Foundation.

Para evaluar la verdadera envergadura de ese programa habría que añadir al presupuesto de la NED los subpresupuestos correspondientes del Departamento de Estado, de la USAID, de la CIA y del Departamento de Defensa, lo cual resulta hoy en día imposible.

Ciertos elementos conocidos permiten sin embargo hacerse una idea de su importancia. En los últimos 5 años, Estados Unidos gastó más de 1 000 millones de dólares en asociaciones y partidos únicamente en el Líbano, pequeño Estado de 4 millones de habitantes. Globalmente, la mitad de esa suma la distribuyeron públicamente el Departamento de Estado, la USAID y la NED . La otra mitad fue entregada secretamente por la CIA y el Departamento de Defensa.

Este ejemplo permite deducir que el presupuesto general que Estados Unidos dedica a la corrupción institucional se cuenta en decenas de miles de millones al año. En todo caso, el programa equivalente de la Unión Europea, que tiene un carácter enteramente público y sirve de apoyo a las acciones estadounidenses, es de 7 000 millones de euros al año.

En definitiva, la estructura jurídica de la NED y el volumen de su presupuesto oficial no son más que apariencia. En esencia, la NED no es un organismo independiente a cargo de acciones legales que anteriormente realizaba la CIA sino una vitrina que el Consejo de Seguridad Nacional utiliza para garantizar los aspectos legales de operaciones ilegales.

La estrategia trotskista

Durante su etapa de instauración (en 1984), la NED tuvo como presidente a Allen Weinstein. John Richardson ocupó después ese puesto durante 4 años (desde 1984 hasta 1988) y fue finalmente reemplazado por Carl Gershman (desde 1998).

Los tres tienen tres cosas en común. Son judíos, fueron miembros del partido trotskista Social Democrats USA y trabajaron en la Freedom House . Todo eso tiene su lógica. El odio al estalinismo llevó a algunos trotskistas a unirse a la CIA para luchar contra los soviéticos. Y llevaron a la CIA la teoría de la toma del poder a escala mundial, transponiéndola a las «revoluciones de colores» y la «democratización». Simplemente desplazaron la doctrina trotskista aplicándola al combate cultural analizado por Antonio Gramsci : el poder se ejerce en las mentes más que por la fuerza. Para gobernar a las masas, una élite tiene que inculcarles primero una ideología que las programe para que acepten el poder que las domina.

El Centro Americano para la Solidaridad de los Trabajadores (ACILS)

Conocido con el nombre de Solidarity Center, el ACILS, rama sindical de la NED, es de lejos su principal canal. Distribuye más de la mitad de las donaciones de la NED, sustituyó organismos anteriores que habían trabajado durante toda la guerra fría en la estructuración de sindicatos no comunistas a través del mundo, desde Vietnam hasta Angola pasando por Francia y Chile.

La utilización de sindicalistas para encubrir ese programa de la CIA entraña de por sí una excepcional perversión. Lejos de la divisa marxista «Proletarios de todos los países, ¡uníos!», el ACILS asocia los sindicatos obreros estadounidenses con el imperialismo que reprime a los trabajadores de los demás países.

Esa filial estuvo bajo la dirección de un personaje singular, Irving Brown, desde 1948 hasta el fallecimiento de este último en 1989.

En 1981, Irving Brown pone a Jean-Claude Mailly en el puesto de asistente del secretario general del sindicato francés Force Ouvriere, André Bergeron. Bergeron reconocerá que el financiamiento de sus actividades proviene de la CIA. Mailly se convierte en secretario general de FO en 2004.

Algunos autores aseguran que Brown era hijo de un ruso blanco cercano a Alexander Kerensky. Lo que sí está comprobado es que Brown fue agente del OSS, el servicio de inteligencia estadounidense, durante la Segunda Guerra Mundial y que participó en la creación de la CIA y del Gladio, la red secreta de la OTAN, pero se negó a asumir la dirección porque prefería concentrarse en su especialidad: los sindicatos.

Tuvo su base en Roma y posteriormente en París, no en Washington, lo que le proporcionó especial influencia en la vida pública de Italia y Francia. Al final de su vida, Brown se jactaba de haber dirigido siempre –por debajo de la mesa– el sindicato francés Force Ouvriere, de haber manipulado los hilos del sindicato estudiantil francés UNI (en cuyo seno militaron Nicolas Sarkozy y sus ministros Francois Fillon, Xavier Darcos, Hervé Morin y Michele Alliot-Marie , así como el presidente de la Asamblea Nacional Bernard Accoyer y el presidente de la mayoría parlamentaria Jean-Francois Copé) y de haber formado personalmente, en el sector de izquierda, a los miembros de un grupúsculo trotskista, como Jean-Christophe Cambadelis y el futuro primer ministro francés Lionel Jospin.

A fines de los años 1990, los miembros de la confederación AFL-CIO pidieron cuentas sobre las verdaderas actividades del ACILS, cuya naturaleza criminal en numerosos países ya había sido por entonces ampliamente documentada. Cualquiera creería que las cosas cambiaron después de aquel escándalo. Pero no fue así. En 2002 y 2004, el ACILS participó activamente en el fallido golpe de Estado perpetrado en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez y en el exitoso derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en Haití .

El ACILS se encuentra actualmente bajo la dirección de John Sweeney, ex presidente de la confederación AFL-CIO, otro personaje proveniente del partido trotskista Social Democrats USA.

El Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE)

El Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE) se concentra en la difusión de la ideología capitalista liberal y la lucha contra la corrupción.

El primer éxito del CIPE fue la transformación, en 1987, del European Management Forum –un club de grandes patronos europeos– en World Economic Forum –el club de la clase dirigente transnacional. El gran encuentro anual de la aristocracia económica y política global en la estación de esquí suiza de Davos contribuyó a forjar un sentido de pertenencia clasista, más allá de las identidades nacionales de los participantes.

El CIPE es muy cuidadoso en cuanto a no tener ningún vínculo de tipo estructural con el Foro de Davos, razón por la cual resulta imposible –al menos por el momento– probar que World Economic Forum esté siendo manejado por la CIA. Les costaría, sin embargo, mucho trabajo a los dirigentes de Davos explicar por qué ciertos líderes políticos han escogido su Forum Económico como escenario de acontecimientos de la más alta importancia si no se tratara de operaciones planificadas por el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Por ejemplo, en 1988, fue en Davos, no en la ONU, donde Grecia y Turquía hicieron las paces. En 1989, fue en Davos donde las dos Coreas, por un lado, y las dos Alemanias, por el otro, realizaron su primera cumbre a nivel ministerial, en el caso de las primeras, y su primera cumbre sobre la reunificación alemana. En 1992, fue también en Davos donde Frederik de Klerk y Nelson Mandela presentaron juntos –por primera vez fuera de Sudáfrica– su proyecto común para aquel país. Más increíble aún, fue en Davos, en 1994, después del Acuerdo de Oslo, que Shimon Peres y Yaser Arafat negociaron y firmaron su aplicación en Gaza y Jericó.

El vínculo entre el Foro Económico de Davos y Washington pasa evidentemente por Susan K. Reardon, ex directora de la asociación profesional de empleados del Departamento de Estado convertida en directora de la Fundación de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, órgano encargado de la administración del CIPE.

El otro éxito del Centro para la Empresa Privada Internacional es Transparency International. Esta «ONG» fue creada oficialmente por un oficial de la inteligencia militar estadounidense, Michael J. Hershman, quien es por demás administrador del CIPE y, hoy en día, uno de los responsables del reclutamiento de informantes para el FBI así como presidente-director general de la agencia privada de inteligencia Fairfax Group.

Transparency International es ante todo una fachada para las actividades de la CIA en materia de inteligencia económica. Es también un instrumento de comunicación utilizado para obligar a otros Estados a modificar sus legislaciones de forma favorable a la apertura de sus propios mercados.

Para esconder el origen de Transparency International, el CIPE recurrió a las habilidades del ex director de prensa del Banco Mundial, el neoconservador Frank Vogl. Este último instauró un Comité de personalidades que contribuyó a crear la imagen de que se trataba de una asociación proveniente de la sociedad civil. Este comité de fachada está bajo la dirección de Peter Eigen, ex director del Banco Mundial en el este de África. En 2004 y 2009, la esposa de Eigen fue candidata a la presidencia de la República Federal de Alemania por el SPD.

La actividad de Transparency International favorece los intereses de Estados Unidos y no es en lo absoluto confiable. En 2008 esta seudo ONG denunciaba la corrupción de PDVSA, la empresa estatal del petróleo de Venezuela. Basándose en información falsificada, Transparency International situaba a PDVSA en la última posición de la clasificación mundial de empresas estatales.

El objetivo era evidente: sabotear la reputación de una empresa que sirve de base económica a la política antiimperialista del presidente venezolano Hugo Chávez. Al ser sorprendida en flagrante delito de intoxicación, Transparency International se negó a contestar las preguntas de la prensa latinoamericana y a modificar su propio informe. Lo cual no tiene en definitiva nada de sorprendente si recordamos que el corresponsal del CIPE en Venezuela, Pedro Carmona, fue precisamente el personaje que Estados Unidos puso en el poder –donde no logró mantenerse– durante el fallido golpe de Estado contra Hugo Chávez.

En cierta forma, al dirigir la atención de los medios de difusión hacia la corrupción económica, Transparency International enmascara la actividad de la NED, que se dedica a la corrupción políticas de las élites dirigentes en beneficio de los anglosajones.

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(*) NATIONAL ENDOWMENT FOR DEMOCRACY (Fundación Nacional para la Democracia)
Extraído del artículo: La NED, vitrina legal de la CIA, Red Voltaire, 11/10/2010.



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