INDICE
LAS ORGANIZACIONES DEL PUEBLO Y EL PROCESO ELECTORAL DE LOS AÑOS 2020 -2021 Y 2022
I.- PLANTEAMIENTO CENTRAL
II.- PROPUESTA DE CAMBIO
III.- CARACTERÍSTICAS DE UN REPRESENTANTE DEL PUEBLO
IV.- LA TRANSFORMACIÓN DE UN DIRIGENTE O ACTIVISTA “INVITADO”
V.- LOS VIENTRES DE ALQUILER Y EL DOMINIO ECONÓMICO - POLÍTICO DE LAS MUNICIPALIDADES
VI.- NO EXISTEN PARTIDOS POLÍTICOS
VII.- LA GRAN BURGUESÍA ES INCAPAZ DE ORGANIZAR UN PARTIDO POLÍTICO
VIII-EL REFORMISMO Y OPORTUNISMO AL INTERIOR DEL PUEBLO,
COLABORAN CON EL SISTEMA Y LA CLASE DOMINANTE.
IX.- CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES – 13 Propuestas.
Lima, 08 de marzo de 2020
LAS ORGANIZACIONES DEL PUEBLO Y EL
PROCESO ELECTORAL DE LOS AÑOS 2020 – 2021 Y 2022
-0-
LA REORGANIZACIÓN DE LOS GRUPOS
POLÍTICOS- Por José Carlos Mariátegui
“Sostenemos que los que aún no han
muerto están agónicos. Sostenemos que una necesidad higiénica nos ordena que
nos apartemos de ellos. Sostenemos que no es nuestro deber averiguar si podemos
resucitarlos sino, perdiendo toda esperanza romántica de un milagro, inhumarlos
sin tardanza y sin pena” (NUESTRA ÉPOCA – Revista
Política y Literaria Año I – N° 2- Lima, 06 de julio de 1918)- Texto completo
en Separata aparte.
“Una valoración objetiva del potencial
de las organizaciones del pueblo, nos lleva a la conclusión que no se necesita
recurrir a los “partidos políticos”, para seleccionar a sus candidatos propios
y participar directamente en las elecciones generales, regionales o municipales”
(Propuesta de Cambio- Presente Edición – Página 3)
En el
contexto del Bicentenario de la República, se realizarán elecciones políticas
continuas en los próximos tres años. El 26 de enero 2020 se eligió al nuevo
Congreso que completará el mandato del Parlamento que fue disuelto el 30 de
setiembre pasado. El 2021 se realizará las Elecciones Generales para elegir al
Presidente de la República y al Parlamento por un período de cinco años. El
2022 se llevará a cabo la renovación de los Gobernadores Departamentales y los
Consejos Municipales.
Frente a
esta realidad, las organizaciones del pueblo no pueden permanecer indiferentes.
A continuación, presentamos algunos planteamientos y propuestas que requieren
ser analizados y debatidos en el más breve plazo.
El concepto
“Organizaciones del Pueblo” involucra a los Frentes de Defensa, sindicatos,
gremios, colectivos, asociaciones, federaciones de instituciones regionalistas residentes
en Lima y diversas organizaciones de la sociedad civil. En adelante O.P.
I.-
PLANTEAMIENTO CENTRAL
En las
elecciones generales, regionales y municipales, las O.P. no participan
directamente con candidatos propios, porque carecen de legalidad, pues nunca se
inscribieron en el Jurado Nacional de Elecciones-JNE-
En los
últimos 50 años de la República, se mantuvieron al margen de la política
electoral del Estado y se cobijaron en algún partido político tradicional, para
apoyar determinada Lista de Candidatos o actuaron como simples electores.
En enero del
presente año, hubo intentos aislados de alguna O.P. para presentar sus
candidatos propios al Parlamento, recurriendo a una organización política
inscrita en el JNE, en calidad de “INVITADOS”. Pero, se produjeron
discrepancias internas, enfrentaron críticas y oposición y no recibieron el
apoyo orgánico de su institución.
Las O.P. con
varias décadas de experiencia, se han mantenido como organizaciones
“apolíticas”, han desarrollado importantes jornadas de protesta, pero no se han
elevado al nivel de la lucha contestataria.
Este error
histórico, ha permitido que cada 5 años los millones de electores que conforman
el pueblo, sean manipulados por los aparatos especializados del Estado y los
partidos políticos al servicio de las empresas transnacionales y las potencias
extranjeras.
En el Perú
no existen partidos políticos, porque los actuales carecen de doctrina, de
programa y de militantes que se identifiquen con las necesidades e intereses
del pueblo peruano. Lo que existe actualmente, son organizaciones inscritas en
el JNE en base a un padrón firmado por miles de ciudadanos desconocidos que
transitaban por las calles, pero nunca se incorporaron como militantes. Estas
organizaciones no tienen existencia real, no tienen vida política, no tienen
locales partidarios, vegetan en el anonimato, en síntesis son cadáveres
políticos. Pero el JNE los resucita cada 5 años, promoviendo el millonario
negocio del mercado electoral, pues dichas organizaciones se convierten en
“vientres de alquiler”.
II.-
PROPUESTA DE CAMBIO
Una valoración objetiva del potencial de las Organizaciones del Pueblo,
nos lleva a la conclusión que no se necesita recurrir a los “Partidos
Políticos” para seleccionar a sus candidatos propios y participar directamente
en las elecciones generales, regionales o municipales.
El pueblo
peruano que vive únicamente de su fuerza de trabajo, está constituido por
cuatro clases sociales definidas: obreros, campesinos, clase media o pequeña
burguesía y burguesía nacional. Por otra parte, está la gran burguesía que es
propietaria de los principales medios de producción y constituye la clase
dominante. En total la población suma más de 30 millones de habitantes, de los
cuales el 99% está conformado por el pueblo y el 1% por la clase dominante.
La absoluta
mayoría del pueblo, es integrante de las organizaciones de base de la sociedad
civil. Los Frentes de Defensa del Pueblo agrupan a militantes naturales,
asentados en territorios ancestrales y ciudades del Perú actual, con
delimitación geopolítica definida. A estos militantes naturales y territorios
de trabajo –residencia, no llegan los “Partidos Políticos” de izquierda y de
derecha. Esta es la fortaleza de los Frentes a nivel nacional.
En octubre
de 1918 se in inició el trabajo de construir la unidad del pueblo peruano y
organizar a los diferentes frentes, gremios, sindicatos y colectivos en una
sola organización, en un gran frente nacional, en un FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO
PERUANO.
La
organización del Frente Único lo planteó por primera vez en el Perú J.C.
Mariátegui, a su regreso de Europa en marzo de 1923 y esclareció la diferencia
con el Partido Político. El Frente tiene una composición heterogénea, agrupa a
diferentes tendencias y facciones que se desarrollan en el seno del pueblo,
exigiendo únicamente la aceptación del principio clasista. El Partido es de una
clase y una organización doctrinariamente homogénea. Confundir Frente con
Partido lleva a la destrucción del Frente y a construir un Partido sólo de
membrete.
El proceso
de reorganización, unificación y reconstitución de las O.P. iniciado en octubre
de 2018, debe continuar y culminar en un Congreso Nacional, para constituir la
organización propia del pueblo con una dirección centralizada y un sistema
orgánico descentralizado y moderno. Esta organización es el FRENTE
ÚNICO O FRENTE UNIDO DEL PUEBLO PERUANO.
Luego de
constituido formalmente, el Frente debe inscribirse en el JNE, adjuntando un
Padrón respaldado por 25 mil firmas, de conformidad con las últimas disposiciones
del Reglamento Electoral. De esta manera, queda expedito para seleccionar y
elegir sus propios representantes, sin alquilar la inscripción de ningún grupo
político.
III.-
CARACTERÍSTICAS DE UN REPRESENTANTE DEL FRENTE
Un dirigente
o activista consecuente y perseverante, probado durante varios años en la lucha
reivindicativa de su pueblo y/o sector laboral, es el indicado para
representarlo y continuar la lucha programática en el seno mismo de las
estructuras del Estado. Participar en el proceso electoral como candidato al
Parlamento, al Gobierno Regional y al Gobierno Local no es oportunismo, no es
abandonar la organización social, ni traicionar al pueblo.
Un dirigente
o activista que “sirve al pueblo de todo corazón”, es conocido
por toda la comunidad a nivel de cada provincia o departamento. Y como tal, no
necesita invertir decenas de miles de soles para comunicarse con la población y
ganar su confianza.
Esta
particularidad y característica especial es una enorme ventaja, ante otro
candidato desconocido, advenedizo y oportunista que aparece repentinamente y
quiere llegar al Poder Legislativo para beneficiarse personalmente, servir a
las organizaciones corruptas y a las empresas transnacionales. Este
candidato necesita invertir decenas de miles de dólares en la televisión, radio
y periódicos, para hacerse conocido. Esta realidad muestra la gran
diferencia entre candidatos de distinta procedencia y explica por qué las
elecciones es un gran negocio y el voto ciudadano se ha convertido en una
mercancía.
IV.- LA
TRANSFORMACIÓN DE UN DIRIGENTE O ACTIVISTA “INVITADO”
Cuando un
dirigente o activista de un Frente de Defensa o Sindicato, es candidato al
Parlamento, Gobierno Regional o Gobierno Municipal en calidad de “Invitado” por
un partido político; de la noche a la mañana se convierte en representante de
dicho partido, abandona su organización matriz y transfiere los conocimientos y
experiencias de su organización social al partido político. En el desarrollo de
sus actividades, se transforma en activista del partido que lo invitó.
De esta
manera, los aciertos, méritos y experiencias exitosas del Frente o Sindicato
logrados en varios años, pasan a ser patrimonio del partido político,
beneficiándose grandemente sin haber participado en las luchas del pueblo y
peor aún, siendo contrario al cambio social y al desarrollo del país. Este es
el costo social y político de las “invitaciones” en los
procesos electorales. Quien pierde todo es el pueblo y sus organizaciones de
base. Quien gana todo es el “partido político” que sólo existe de membrete.
V.- LOS
“VIENTRES DE ALQUILER” Y EL DOMINIO ECONÓMICO –POLÍTICO DE LAS
MUNICIPALIDADES.
En toda la
historia de la República, las elecciones han funcionado siempre como un
“mercado electoral” porque funciona la ley de la oferta y la demanda. Los
“Partidos Políticos” ofertan su Partida de inscripción en el JNE. Los clientes,
son los miles de ciudadanos y ciudadanas que individual o colectivamente se
presentan como candidatos en los diversos procesos electorales.
Los
candidatos(as) pagan elevadas sumas de dinero al dueño del “Partido”, para alquilar
su inscripción y participar en la Lista Oficial de Candidatos. Cuando ganan las
elecciones, las nuevas autoridades son sometidas a la tutela del
“Partido”. Éste, copa todo el aparato burocrático- administrativo de
los Gobiernos Regionales y Municipalidades, nombra a los gerentes, sub
gerentes y asesores, maneja el Presupuesto de Apertura y el Presupuesto Anual,
elabora los diversos proyectos de inversión, gana todas licitaciones a través
de testaferros, organiza una red de proveedores para asegurarse las utilidades,
etc., etc. De esta manera, da trabajo a toda su familia y al grupo de
mercenarios que le sigue.
Si ganaron
las elecciones en varias Regiones y Municipalidades, las utilidades son
enormes. Las nuevas autoridades electas, son prisioneros del “Partido” durante
cinco años.
El
Testimonio de CÉSAR ACUÑA PERALTA, propietario del Partido “Alianza para el
Progreso”, cuando era Gobernador Regional de la Libertad, esclarece ampliamente
el tema expuesto en el párrafo anterior. El 9 de setiembre de 2015 El Comercio
le hace una ENTREVISTA y entre otras cuestiones le hace una pregunta
final: ¿Existe futuro para su agrupación más allá
de los Acuña? El entrevistado responde: “Yo creo que sí, estamos
construyendo un partido. Tenemos en este momento la mayor presencia en el
ámbito nacional. Cuatro millones de personas marcaron la A en las elecciones de
octubre último y, gracias a ello, conseguimos tener 1 070 autoridades
electas. Tengo un ejército.”
Las un mil
setenta autoridades electas que señala César Acuña Peralta, no son militantes
del partido en formación “Alianza para el Progreso” –A-. Son clientes, entre
candidatos a Alcaldes y Regidores, que alquilaron la inscripción legal de dicho
partido en el JNE. Luego, ganaron las elecciones en varias provincias y
distritos y se convirtieron en autoridades. Su afirmación “TENGO UN
EJÉRCITO” es expresión de un sentimiento de propiedad y jefatura sobre
dicho contingente. Queda completamente claro el contenido y proyección del
mercado electoral.
VI.- NO
EXISTEN PARTIDOS POLÍITICOS
“Está
comprobado que los partidos políticos de derecha e izquierda no tienen sistema político
– orgánico. No tienen militancia, cuadros ni dirigentes con solvencia
ideológica. Las organizaciones políticas son puro cascarón” (Boletín N°1 Coordinadora
FEDIRAL - COMITÉ WARIi- Setiembre 2017)
Los partidos
políticos, son empresas de propiedad individual que activan el mercado
electoral cada cuatro o cinco años, movilizando millones de dólares en los
arreglos con los candidatos. La oferta se expresa públicamente en la práctica
del “Vientre de alquiler”, permitido por el Jurado Nacional de
Elecciones. Miles de clientes que no tienen organización política se disputan
esta oferta. Para participar en este negocio el cliente-candidato no necesita
tener Currículum Vitae, sino poseer dinero.
Esta táctica
de la clase dominante para mantenerse en el poder, le ha ido muy bien hasta
ahora. El hombre del pueblo, el buen vecino, el activista o dirigente de los
Frentes de Defensa y de otras organizaciones sociales, no tienen acceso a este
mercado. Por consiguiente, no pueden competir. El camino es otro, apoyarse en
sus propias fuerzas y en su ´propia organización.
La absoluta
mayoría de la población opina que en el Perú no existen partidos políticos con
militancia organizada. Se inscribieron formalmente en el JNE acompañando un
Padrón con firmas de ciudadanos(as) anónimos que transitaban por las calles.
Recolectaron cientos de miles de firmas de gente que no tiene conocimiento de
los principios y programa de la organización política y por consiguiente, no
tienen ninguna identificación ideológica y política. Después de aprobada su
inscripción, los partidos están inactivos y en silencio total frente a los
problemas nacionales e internacionales, pues no opinan, ni se pronuncian sobre
los sucesos de la vida real. No tienen local público. No capacitan, no educan a
los ciudadanos (as). En síntesis, no cumplen con la Ley de Partidos Políticos.
Pero, lo más grave es que el Estado financia con millones de soles la vida parasitaria
de estas organizaciones. Estos cadáveres políticos “resucitan” cada cinco años,
faltando pocos meses para las elecciones generales, regionales y municipales.
VII.- LA
GRAN BURGUESÍA ES INCAPAZ DE ORGANIZAR UN PARTIDO POLÍTICO
La Gran
Burguesía es la clase dominante que se mantiene en el poder, desde inicios de
la República, a través de los gobiernos de turno. En el siglo XIX se mantuvo en
el poder mediante sucesivos golpes militares. En la última década de este siglo
surgió el Partido Civil en oposición al militarismo. Y después aparecieron
otros partidos.
Hace 100
años, en el contexto general del Centenario de la República (1821 -1921), José
Carlos Mariátegui hace un balance de los partidos políticos en la histórica
Revista ”NUESTRA ÉPOCA” en los siguientes términos:
“Sostenemos
no solo que no habría utilidad en reorganizar los partidos existentes.
Sostenemos que habría peligro en reorganizarlos si, por fortuna, reorganizarlos
no fuera imposible. Sostenemos que los que aún no han muerto están
agónicos. Sostenemos que una necesidad higiénica nos ordena que nos
apartemos de ellos. Sostenemos que no es nuestro deber averiguar si
podemos resucitarlos sino, perdiendo toda esperanza romántica de un milagro,
inhumarlos sin tardanza y sin pena.
Las agrupaciones
políticas han nacido casi con la misma facilidad que las sociedades de auxilios
mutuos. Más que traza de partidos han tenido generalmente traza de clubes
electorales con bandera transitoria y versátil.
¿Será posible, por ejemplo, reorganizar el partido civil?
El partido
civil surgió de una reacción contra el militarismo. Pero su mismo carácter
original era el de un partido precario. Y lo era también su nombre. Hoy el
partido civil no es realmente un partido. Anarquizado, acéfalo, envejecido,
anémico, el partido civil carece de objeto y de influencia. Sin
doctrina, sin orientación y sin prestigio, ¿qué matiz del sentimiento público
puede personificar? El pueblo no lo quiere. La gente mercenaria que le
sirve para sus escasos estruendos callejeros solo sabe de él que es el que paga
mejor.
“Partido
Civil” ¿Qué quiere decir en la hora actual este nombre? Hablando en
verdad estas palabras no son sino la razón social de una empresa de negocios
políticos en quiebra y liquidación.
¿Y el
partido constitucional? ¿Y el partido demócrata? ¿Y el partido liberal?
No
prolonguemos, pues artificialmente la existencia de estos grupos. El más breve
y benévolo análisis de estos partidos nos afirma en el convencimiento de su
ineptitud y de su caducidad. Y de que su subsistencia es convencional y
aparente.
No son
partidos reales. Son simulaciones de partido. Suman unas cuantas mentiras
trascendentales a las muchas mentiras de nuestra vida política. Obstruyen el
progreso democrático de la nación.
No necesitamos que se les restaure ficticiamente. Necesitamos que se les
sepulte y sustituya. Nuevas
agrupaciones capaces de adquirir efectiva fuerza popular deben reemplazar a
estas agrupaciones figurativas y desacreditadas. Nuevas agrupaciones que
aporten a la lucha política ideas y aspiraciones definidas.
Todo empeño
de inocular vida en organismos moribundos será desventurado y ocioso. Ahondará
y extenderá el desconcierto y la incertidumbre de los pueblos. Mostrará una vez
más nuestro insensato afán de atarnos al pasado. Y hará que en el Perú cada
símbolo de acción política será un mausoleo”.(José Carlos Mariátegui- Nuestra
Época Año I- N°2 –LA REORGANIZACIÓN DE LOS GRUPOS POLÍTICOS- Lima, 06 de julio
de 1918)
Continuará ....
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