Lunes, 22 de junio de 2020
David Bohm en su libro La totalidad y el orden implicado dice
lo siguiente: “Luego, podemos muy bien decir que una teoría es, en primer
lugar, una manera de formarse una idea, es decir, una manera de mirar el mundo,
y no una forma de conocimiento de lo que es el mundo”.
David Bohm fue un destacado físico cuántico y que según dicen hizo
importantes contribuciones en epistemología y neuropsicología. Yo discrepo. Los
físicos son especialistas en fenómenos físicos. Y en los fenómenos físicos el
ser humano en tanto ser humano no está presente. David Bohm no es un
especialista en el estudio de fenómenos sociales, en especial en fenómenos
económicos. Y tampoco es un especialista en psicología del conocimiento. De ahí
que sus reflexiones epistemológicas y psicológicas adolezcan de muchas
deficiencias. La filosofía de Marx es tan impactante y tiene tanta influencia
social justamente porque Marx fue un gran especialista en el estudio de los
fenómenos económicos sociales.
He leído además en Youtube las conversaciones entre David Bohm y
Krishnamurti y me parecen muy vacías e intuitivas. Entiendo por
intuición la aproximación a tientas al objeto del conocimiento. No definen
ninguna de las categorías que emplean: el yo, la conciencia, la mente, el
cerebro, la imagen, y un largo etcétera. Hacen afirmaciones como que la mente
es universal sin explicar que entienden aquí por universal, si se refieren al
universal como universal abstracto o universal concreto. Además no plantean el
problema como se debe plantear, esto es, como la contradicción entre lo
particular y lo universal, entre la sensación y el concepto, entre la práctica
y la teoría, sino como si lo universal tuviera una entidad propia separada de
lo particular. No cesan de hablar de forma abstracta y mística. No hablan para
nada de la determinación social e histórica de la conciencia. Al escucharlos
siento un enorme vacío y no veo el mundo real: no veo los migrantes llegar en
sus pateras a Occidente y morir ahogados entre los llantos de sus familiares.
Solo veo categorías que se mueven alrededor de un yo individual que lucha desde
su interior por ser feliz en cualquier clase de mundo sin ningún interés social
por cambiarlo.
Analicemos detalladamente la cita que encabeza este trabajo. Dice David
Bohm que una teoría es una manera de formarse una idea. ¿Cuál es la enorme
laguna en esta afirmación? Que no nos dice que es una idea. Tal vez podríamos
entender por idea un conjunto encadenado de razonamientos de los cuales
extraemos conclusiones lógicas. Pero si por idea David Bohm entendiera lo que
yo he dicho, ¿por qué no dijo lo que yo he dicho y ha empleado un término tan
vago como idea? No lo sabemos. O si lo sabemos: la vaguedad es una forma de
hablar con la apariencia de que se está diciendo algo importante sin decir nada
preciso. De todos modos la definición que yo he proporcionado sobre la teoría
no deja de ser una definición formal. Está vacía de contenido. Y con estas
definiciones no se llega muy lejos.
A continuación dice Bohm que la teoría es una forma de ver el mundo.
Esto no deja de ser una afirmación muy general, muy formal y muy vacía. Cuando
Bohm habla de forma, ¿a qué se refiere? ¿A la forma lógica, a la forma
sustancial, a la forma física,…? No lo sabemos. Y cuando habla de “ver”, ¿a qué
se refiere? ¿A la percepción, a la representación, al concepto, al lenguaje, a
los sentimientos…? No lo sabemos. Estas son las clásicas deficiencias de
ciertos científicos que se dedican a la filosofía sin el rigor que esta esfera
de saber exige.
Por último Bohm afirma que la teoría no es una forma de conocimiento del
mundo. Es evidente que esta afirmación está cargada de idealismo y de
escepticismo. Si la teoría no es una forma de conocer el mundo, tampoco lo
serán los conceptos, los juicios y los razonamientos. Y por derivación tampoco
lo serán la percepción y la representación. Dicho de otro modo: los seres
humanos a lo largo de su dilatada historia no conocen el mundo, solo se han
formado una idea del mundo. Esta es la epistemología de Bohm. Puro escepticismo
y puro formalismo.
Si estudiamos detenidamente la cita de Bohm, nos percatamos que para
este afamado físico las ideas tienen un estatuto epistemológico no cognitivo,
ya que opone las ideas al conocimiento. Otra cosa: ¿qué entiende por mundo? ¿No
es “el mundo” una expresión extremadamente general? Creo que sí. El mundo en la
actualidad es la pandemia que mata a miles de personas, que quiebra la
economía, que provoca el cierre de empresas, que causa paro y pobreza, que
angustia a las personas. Y la pregunta que debemos hacernos es la siguiente:
¿los seres humanos no pueden conocer este mundo y por tanto proponer
revolucionarlo y deben contentarse solamente con hacerse una idea de este
mundo?
Lo que dije antes: de los físicos, al no ser expertos en fenómenos
sociales, no podemos esperar grandes aportes en teoría de conocimiento ni en
filosofía en general. Y el mundo, el mundo en su realidad social,
necesita de pensadores que lo teoricen y propongan cambios
revoluciones. No de pensadores que duden de que las teorías sean formas para
conocer el mundo. El escepticismo en este terreno es absolutamente
contrarrevolucionario y nada humano.
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