IDEAS DIALÉCTICAS ACERCA DE LAS CIENCIAS NATURALES

 

Carta de Federico Engels a Carlos Marx (*)

 

30 de mayo de 1873:

 

Querido Moro:

 

Esta mañana, en la cama, se me han ocurrido las siguientes ideas dialécticas acerca de las ciencias naturales:

 

El objeto de las ciencias naturales lo constituye la materia en movimiento, los cuerpos. Los cuerpos son inseparables del movimiento: sus formas y géneros solo pueden ser conocidos en movimiento; de los cuerpos fuera del movimiento, sin relación alguna con otros cuerpos,  no se puede decir nada. Sólo en el movimiento revela el cuerpo lo que es. De ahí que las ciencias naturales lleguen a conocer los cuerpos sólo considerándolos en su relación recíproca, en movimiento. El conocimiento de las distintas formas de movimiento es el conocimiento de los cuerpos. De este modo, el estudio de estas distintas formas del movimiento constituye el objeto principal de las ciencias naturales.

 

1.- La forma más simple de movimiento de la materia es el cambio de lugar (en el tiempo, para complacer al viejo Hegel), el movimiento mecánico.

 

a)      El movimiento de un cuerpo por separado no existe; sin embargo, relativamente hablando, podemos considerar como tal la caída. Movimiento, común a muchos cuerpos, hacia un punto central. Pero en cuanto el cuerpo por separado se mueve no hacia el centro, sino en otra dirección, si bien sigue subordinado a las leyes de la caída, estas leyes se metamorfosean.

 

b)      Las leyes de la trayectoria conducen directamente al movimiento recíproco de varios cuerpos: movimiento planetario, etc., astronomía, equilibrio temporal o aparente en el propio movimiento. Pero el resultado real de este género de movimiento es siempre, en última instancia, el contacto de los cuerpos que se mueven; caen unos en otros.

 

 

c)      Mecánica del contacto, cuerpos contiguos. Mecánica simple, palanca, plano inclinado, etc. Pero con esto no se agota la acción del contacto. Éste se manifiesta en dos formas: fricción y choque. Ambos poseen la propiedad de que a un determinado grado de intensidad y en determinadas circunstancias  producen acciones nuevas, no ya  sólo mecánicas: calor, luz, electricidad, magnetismo.

      

2.- La física propiamente dicha, es la ciencia que estudia estas formas de movimiento; después de investigar cada una de ellas en particular, deja sentado que en determinadas condiciones pasan unas a otras y en conclusión encuentra que, a un determinado grado de intensidad, que varía en los distintos cuerpos  en movimiento, originan acciones  que rebasan los límites de la física, los cambios de la estructura interna  de los cuerpos, las acciones químicas.

 

3.-  Química. En la investigación de las formas de movimiento arriba indicadas era más o menos indiferente si se verificaba con cuerpos animados o inanimados, Los cuerpos inanimados muestran estos dos fenómenos incluso en su máxima pureza. Por el contrario, la química puede conocer la naturaleza química de los cuerpos  más importantes sólo en sustancias que surgen del proceso de la vida; la principal tarea de la química pasa a ser, cada vez, más, la preparación artificial de estas sustancias. Forma la transición a la ciencia del organismo, pero la transición dialéctica solo podrá ser establecida cuando la química haya realizado esta transición real o se encuentre cerca de hacerlo.  

 

4.- El organismo; por ahora no me adentro aquí en ninguna dialéctica.

 

Como tú estás ahí, en el centro de las ciencias naturales, te  hallas  en inmejorables condiciones para juzgar lo que aquí hay de cierto.

 

Tuyo, F.E.

 

Si consideráis que todo esto tiene algún valor, no lo contéis a nadie, para que no me robe ningún sucio inglés; la elaboración, en todo caso, exigirá aún mucho tiempo.

 

(*) Nota informativa de Miguel Aragón (15 de agosto de 2020).-

F. Engels y C. Marx, entre los años 1843 y 1844,   asumieron la concepción  materialista, y en forma conjunta se iniciaron en la actividad socialista. Durante aproximadamente veinticinco años, hasta cerca de 1872, en su actividad teórica se dedicaron principalmente a la investigación de la evolución económica, social y política de la historia humana.

A comienzos del año 1873, Engels decidió “hacer una muda de piel”  completa, para concentrarse en el estudio de las ciencias naturales.

En el prólogo a la segunda edición del libro “La subversión de la ciencia por el Sr. E. Duhring” (más conocido como “Antiduhring”),  Engels comentó lo siguiente: “Marx y yo fuimos probablemente los únicos en salvar la dialéctica consciente de la filosofía idealista alemana, trasplantándola a la concepción materialista de la naturaleza y de la historia. Pero una concepción a la vez dialéctica y materialista de la naturaleza supone  el conocimiento de la matemática y de la ciencia natural. Marx era un matemático sólido, pero ninguno de los dos pudimos seguir los progresos de la ciencia de la naturaleza sino fragmentaria, irregular y esporádicamente. Por eso, cuando al retirarme del trabajo comercial y trasladarme a Londres me encontré con tiempo para ello, hice, según la expresión de Liebig, una “muda” completa, en lo posible, de piel matemática y científico-natural, dedicando a ella lo mejor de ocho años seguidos”.