Estimado Edgar:
Aquí algunas opiniones sobre los temas sugeridos:
1.
Pandemia - redes - conciencia - política
1. Considero la iniciativa “Perú Sano y Saludable” como una propuesta oportuna, apropiada y
positiva. Es oportuna porque que permite sobrepasar el momento de temor, incertidumbre
y pasividad que esta epidemia poco conocida y altamente perniciosa ha generado
en la población. Es apropiada porque sitúa el eje de la respuesta sanitaria en
la organización social y en el escenario inmediato de las condiciones
materiales de vida de las familias peruanas. Y es positiva porque mira hacia
adelante no sólo en el corto plazo sino también en un futuro más prolongado, y
porque entiende el problema sanitario no centralmente como lucha contra la
enfermedad, sino sobre todo como defensa de la vida y conquista de la salud y el
desarrollo humano pleno.
2. La propuesta formulada podría seguir una de estas
tendencias posibles:
a) Que priorice la obtención de logros inmediatos
circunscritos a la lucha contra determinadas enfermedades, y en la provisión
suficiente de medicamentos, profesionales de la salud y postas médicas u
hospitales. En este caso probablemente, una vez logrado uno o más de estos objetivos,
la organización evalúe que ya ha cumplido sus fines y entonces se inactive o se disuelva.
b) Que
priorice objetivos mediatos centrados en el logro de mayores resultados, como mejoras en las condiciones
de vida y vivienda: dotación de agua, desagüe, luz, internet, áreas verdes y de
recreación, pistas y veredas, mercados, colegios, comedores populares,
seguridad ciudadana, entre otras. En este caso es probable que la organización
emprenda luchas prolongadas sin resultados visibles a corto plazo y la
organización se desgaste y desaliente.
c) Que combine con flexibilidad y sabiduría el
alcance de logros inmediatos (actuales) y mediatos, y que en la consecución de
los mismos comprenda y asimile la estrecha interacción entre las condiciones de
vida y la salud y el desarrollo humano. En esta opción, en una perspectiva de
visión moderna del Perú y de verdadero proyecto nacional, la organización podrá
articularse con otros vastos sectores populares, para ir ganando espacios
efectivos en la construcción de un orden nuevo que acabe con la actual
situación de abandono de la salud y exclusión social de la mayoría de sus
ciudadanos.
3. Todo cambio social significativo, además de partir
de necesidades justas y esperadas, de contar con objetivos y metas claras, así
como de emplear métodos y procedimientos efectivos, debería ser realizado con
la participación activa y consciente de la ciudadanía organizada. Y para
garantizar el logro de sus propósitos, el afianzamiento de sus avances y el
desarrollo de sus potencialidades, además de sus sentidas motivaciones emocionales
y sus ineludibles fundamentos éticos, requiere
de contingentes volitivos y liderazgos
democráticos forjados en el proceso de la lucha misma.
4. En relación a algunos de los puntos planteados:
a) Se propone: “El pueblo organizado debe
opinar y proponer una nueva Política de Salud que el Perú requiere”.
Esto me parece muy importante y
quisiera hacer una breve digresión recordando una frase que enunció R. Virchov
hace más de 170 años, cuando participaba activamente en la revolución de 1848: “La medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina
en una escala más amplia”. Creo que cuando él afirmaba que la medicina (entiéndasela ahora como
cuidado de la salud) era una ciencia social, lo decía porque consideraba que
ésta tenía que ver con la plenitud de la vida de las colectividades humanas. Y cuando afirmaba que la política no es más
que medicina en una escala más amplia quería decir que la actividad directriz,
prioritaria y articuladora de un Estado (la política) tenía que ser ese cuidado de la salud dirigido
a lograr el desarrollo humano pleno. En suma una nueva Política de Salud
debería significar, en esencia, una política nacional, social, integral y
orgánica, dirigida a la conquista de la salud y el desarrollo humano pleno.
Aquí dejo esta breve digresión que de hecho requiere más precisiones y
especificaciones.
b) De acuerdo con el conocimiento, vinculación y
organización vecinal, barrial, zonal, distrital, etc. Es imprescindible
fomentar la solidaridad y colaboración entre los vecinos.
c) Es fundamental un padrón de los recursos humanos,
pero sería bueno no restringirlo tan sólo a personas ligadas al quehacer
sanitario. Conviene evaluar la efectividad de la organización por manzanas,
comparándola con la de calles o cuadras (a veces no nos conocemos ni entre los
que vivimos en la misma calle, y creo que sería más difícil que se conozcan los
que viven en las calles laterales y de la espalda). Por otro lado, pienso que
hay que partir de lo que ya existe: es probable que en muchos barrios ya hayan
comités organizados por calles u otras actividades.
También sería muy útil contar con un directorio
telefónico o de direcciones electrónicas de Postas Médicas, Centros de Salud,
Hospitales, Policlínicos donde pueda atenderse a pacientes infectados o no con
este coronavirus. Asimismo, con los teléfonos del MINSA, EsSalud, SAMU,
Bomberos, Comisarias, Serenazgo, Parroquias, Policlínicos y grupos civiles que
puedan dar ayuda en casos de urgencia. Igualmente, conocer las farmacias de
precios justos y productos con garantía, lugares seguros e higiénicos de venta
de alimentos, centros de abastecimiento de oxígeno, agencias de servicios
fúnebres y algunos referentes más que puedan ser útiles en emergencias
sanitarias.
d) Es provechoso fomentar la actividad de núcleos de
voluntarios en este trabajo.
e) Es posible que la red virtual permita dar los
primeros pasos, pero sin organización social real y efectiva será muy difícil
promover y hacer crecer un movimiento que pueda materializar un proyecto de
cambio.
2. A propósito de la pandemia. Punto de vista de un profesional
de la salud.
A. Medidas de prevención
B. Tratamiento en caso de contraer la infección
Algunos aspectos de mi
punto de vista sobre la pandemia están en el comentario sobre la entrevista a
la Dra. Barrientos, difundida en las redes, que adjunto a la presente. Pero me
gustaría añadir casi repitiendo a Laura Spinney en el “Jinete Pálido”, que toda
pandemia tiene un carácter profundamente social.
Va
un resumen sobre el virus, su trasmisión, mecanismos de infección y síntomas,
diagnóstico, tratamiento y prevención.
1. El
virus
El
SARS-COV-2 es un virus RNA, miembro de la familia de los Coronavirus. Los
coronavirus infectan principalmente a animales, pero debido al efecto
depredatorio de la actividad lucrativa del capital sobre la naturaleza, han
pasado también a infectar a los humanos. El SARS-COV-2 es el séptimo coronavirus que se ha propagado
al hombre.
Los
coronavirus 1º al 4º sólo se multiplican en las fosas nasales y la faringe del
huésped, y ocasionan cuadros de resfrío común generalmente leves. Luego de 5 a 7 días su replicación es detenida
por los sistemas de defensa del paciente y desaparecen del organismo sin
producir mayores daños.
Los
coronavirus 5º y 6º se multiplican en las vías respiratorias y en todo el
organismo del huésped, ocasionar procesos semejantes a la “gripe”, y pueden
causar neumonía viral de moderada a severa, con la subsiguiente muerte del
paciente por insuficiencia respiratoria aguda.
El
SARS-COV-2 (coronavirus 7º), hasta donde hoy se conoce, inicia su ciclo de
replicación en la mucosa nasofaríngea del huésped, pudiendo quedarse allí o
diseminarse al resto del organismo. En este último caso invade otros tejidos y
daña el endotelio de los vasos sanguíneos, lesionando órganos claves del cuerpo
como el corazón, cerebro, riñón y principalmente el pulmón, lo que produce
insuficiencia respiratoria aguda y falla orgánica múltiple, lo que desencadena la
muerte del enfermo.
2. La
trasmisión del virus.
El
virus es altamente contagioso y se propaga de persona a persona a través de las
gotitas de secreción nasal o saliva que se expulsan cuando el enfermo estornuda
o tose. También puede trasmitirse por medio de las manos de un huésped cuando
una persona infectada las contamina al estornudar o toser sobre ellas. No está
comprobado que el virus se trasmita por medio de alimentos, pero es necesario
adoptar las medidas apropiadas de higiene para su procesamiento. Las
concentraciones de gente y las ventanas cerradas favorecen la acumulación de la
carga viral.
Las
personas con mayores probabilidades de contagio son quienes trabajan en
mercados o supermercados, el personal de salud, los que tratan con la población
(en bancos, oficinas públicas, comisarías, tiendas, etc.), quienes usan o
laboran en transporte público, y en general los que frecuentan las
aglomeraciones.
El
virus puede permanecer con posibilidades infectantes, de 3 a 4 horas en el
papel, 4 horas en superficies de cobre, 24 horas en cartón, 3 días en
superficies de acero y plástico, y de 3
a 4 días en la habitación (si no es ventilada) de un enfermo.
3. Mecanismo
de acción, síntomas y evolución de la infección
Una
vez producido el contagio, el virus se replica inmediatamente en la mucosa
nasofaríngea, produciendo cientos de miles de copias virales en las primeras
horas y durante 5 a 7 días, antes que el huésped empiece a mostrar algún
síntoma de enfermedad. A este momento de la infección sin evidencia de
manifestaciones clínicas o de enfermedad se le llama período de incubación.
Después
de estos 5 a 7 días, cuando la multiplicación del virus ha alcanzado un punto
crítico y el organismo despliega sus mecanismos de defensa (respuesta
inflamatoria), la persona infectada empieza a presentar síntomas: fiebre, dolor de cabeza, de garganta, de músculos y cuerpo,
aparece la tos y puede haber pérdida del olfato y el gusto, así como diarreas.
Durante
7 días más la multiplicación y expansión del virus puede continuar, bien de
manera mínima, o por el contrario de modo masivo afectando principalmente al
pulmón, lo que llevará al paciente a tener dificultad
respiratoria, cansancio y tos, la que alrededor del día 15 puede agravarse
o complicarse produciéndose la insuficiencia respiratoria aguda o la falla
orgánica múltiple y la muerte subsiguiente del enfermo. Pero en estos segundos
7 días, cuando se da el caso en que el virus se replica mínima y limitadamente,
el paciente casi no tiene síntomas o los tiene muy leves, recuperándose después
de ese tiempo.
De
100 personas que se infectan, 80 pueden ser asintomáticos o tener muy pocos
síntomas, 15 tienen síntomas de moderados a severos y requieren seguimiento
médico en hospitales, y 5 tendrán síntomas severos a muy severos y son los que
necesitarán camas en las unidades de cuidados intermedios o intensivos, y
muchos tendrán que ser intubados y puestos en ventilación mecánica. Aunque una
buena parte de estos 20 pacientes se recuperan, muchos quedarán con secuelas
pulmonares, cerebrales y cardiacas de moderadas a severas.
4. Diagnóstico
y diferencia con otros procesos similares
El
diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en la evaluación completa del
paciente. Es decir, hay que considerar los antecedentes del paciente, la
secuencia de la aparición y presencia de los síntomas y signos, la evolución
del paciente y la interpretación de los análisis de laboratorio e imágenes.
Debido
a que la prueba molecular (que detecta la presencia del virus en la nasofaringe
del paciente) puede dar falsos negativos de entre 10 a 30 %, según el día en
que tome, y la prueba rápida (que detecta anticuerpos en la sangre del
paciente) puede dar falsos negativos en un 30 a 50 %, también según el día en
que tome, la decisión diagnóstica – como se menciona líneas atrás – es
fundamentalmente clínica o dependiente del juicio médico.
Se
debe diferenciar la infección por SARS-COV-2 de:
Resfrío común. Este
empieza bruscamente con estornudos, flujo nasal y dolor de garganta. Hay fiebre
leve o moderada, pero la evolución es favorable. La mejoría y la recuperación
del paciente aparecen a los dos a tres días.
“Gripe” o Influenza.
También empieza bruscamente y presenta fiebre, estornudos, flujo nasal, dolor
de garganta, de músculos y el cuerpo. Las molestias son moderadas a severas. Pero
igualmente en tres a cuatro días se aprecia una mejoría y recuperación del
paciente, salvo que se presente neumonía. Si ésta ocurre suele aparecer entre
los 5 a 7 días del inicio de los síntomas, más rápido que la infección por el
SARS-COV-2. Además la “Gripe” tiene una incidencia estacional.
Rinofaringitis alérgica y asma.
Casi siempre hay antecedentes de estornudos y tos de semanas o meses. Puede
haber silbido de pecho y dificultad para respirar. Hay historia familiar o
personal de problemas respiratorios a repetición. Usualmente no hay fiebre ni
empeoramiento progresivo del paciente.
5. Tratamiento
y cuidados
Actualmente
no hay tratamiento causal contra este coronavirus. Es decir, no hay ningún
fármaco o producto biológico (natural o sintético) que haya demostrado, con
métodos científicamente validados, inhibir o suprimir in vivo (es decir en el organismo) la multiplicación viral. Esta
afirmación incluye fármacos como la ivermectina, hidroxi-cloroquina,
azitromicina, ibuprofeno, o productos naturales como el eucalipto, el limón, el
kión, o compuestos químicos inorgánicos como el bicarbonato de sodio o el
dióxido de cloro.
Los
ensayos y las observaciones con algunos antivirales aún son iniciales e
incompletos, aunque desde el punto de vista teórico podrían funcionar.
Si
el MINSA recomienda ivermectina, hidroxi-cloroquina y azitromicina es porque,
debido a indicios que pertenecen más al campo de la anécdota que de la ciencia,
especulan compasivamente de que podrían mejorar al paciente. Ellos mantienen
así la expectativa de que los enfermos no sigan llegando en oleadas imparables a
los hospitales desbordados e insolventes. Si en las redes sociales circulan
profusamente otras propuestas, no olvidar que cuando se está ante una amenaza
desconocida y percibida como fatal e inexorable (por ejemplo en las fases
terminales del cáncer) el mecanismo de
defensa personal y cultural de los humanos anhela y busca soluciones mágicas o
milagrosas.
De
tal manera que el tratamiento y atención del paciente infectado con el
SARS-COV-2 con síntomas leves a muy moderados,
que no requieren hospitalización, consiste en: paracetamol para controlar la
fiebre y el dolor, hidratación adecuada, alimentación saludable, reposo o
actividad moderada, control de la temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia
respiratoria 4 o más veces al día. Si el paciente refiere fatiga o dificultad
leve para respirar se puede medir – si es posible – la saturación de oxígeno.
No
olvidar que las co-morbilidades incrementan significativamente el riesgo del
agravamiento y muerte del paciente. Tener especial cuidado con pacientes de más
de 60 años, de hipertensos, obesos, diabéticos, de personas con enfermedades
pulmonares crónicas como fibrosis, tuberculosis, o debilitadas
inmunológicamente como pacientes con cáncer o VIH.
Debe evitarse la automedicación. Trate de mantenerse
comunicado con su médico, o centro de salud, u hospital de referencia para
pacientes Covid-19. Si la dificultad respiratoria aumenta o su saturación de
oxígeno baja a 90 o menos, haga evaluar al paciente por el equipo médico para
determinar si requiere vigilancia en hospital.
6. Prevención.
Salir
de casa sólo para los fines estrictamente necesarios. Evitar las reuniones
sociales, aún las familiares. Si es inevitable la visita de un familiar que
vive en otro domicilio, mantener las medidas de protección facial, distancia
social y lavado de manos. Insistir en no exponer innecesariamente a las
personas de riesgo.
Evitar
las aglomeraciones y concentración de personas en espacios de poca ventilación
Usar
elementos de protección como mascarillas apropiadas; llevar protectores
faciales o lentes si va a un lugar de alta carga viral como hospitales,
mercados, bancos u oficinas públicas, omnibuses, etc. Si se vuelve a casa de
estos lugares, en caso haya permanecido por un tiempo considerable en ellos, limpiar
la base del calzado en solución de agua con lejía, cambiarse de ropa y darse un
baño.
Mantener
un metro y medio de distancia entre personas en lugares públicos.
Practicar
el lavado de manos reglamentario en los establecimientos públicos, o usar alcohol
o alcohol gel después de hacer una compra o un intercambio de objetos o dinero.
En
caso haya un paciente con SARS-COV-2 en casa: aisle al paciente, separe sus
utensilios y manténgalo con medios de protección para evitar que contagie a los
demás miembros de la familia. Si dispone de una habitación para este fin,
póngalo confortablemente en ella. Llévele los alimentos y asístalo en sus
necesidades (encargue a una sola persona para que lo atienda, la que deberá
tener material de protección adecuada). Si no dispone de habitaciones libres,
aisle su espacio con láminas de material sintético.
Recuerde
que en la prevención es preferible exagerar que escatimar.
Condúzcase
como si usted estuviera infectado y no desea contagiar a las personas que
quiere.
-.-.-.-.-.-.-
Hasta aquí los
comentarios. Espero puedan ser útiles.
Saludos,
Raúl Guevara Ch.
10AGO2020
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