Alberto Fernández y
Kristalina Georgieva.
Foto: MercoPress
·
Walter Formento, Wim Dierckxsens
01/09/2020
“Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una
nación. Una es la espada, la otra es la deuda.” John Adams. 2do
Presidente de los EEUU (1797-1801).
“…la Iglesia celebra las formas de gobierno y
los bancos —muchas veces creados a su amparo— cuando cumplen con su finalidad,
que es, en definitiva, buscar el bien común” si bien “pueden decaer en
estructuras de pecado”. Del mismo modo, ha denunciado que la mayor estructura
de pecado es “la misma industria de la guerra, ya que es dinero y tiempo al
servicio de la división y de la muerte”. Papa Francisco, Febrero, 2020
La Deuda externa sigue a la Guerra, que puede ser
militar o financiera y, viene a consolidar en lo cotidiano económico la
realidad que esa Nación o País ha sido derrotado y subordinado. Las condiciones
de la Deuda, esa que le impone el acreedor (potencias o transnacionales
financieras) al deudor, hacen al modo en que las condiciones de la dominación
se imponen. Estas serán primero económicas en lo financiero, para luego serlo
en lo industrial desindustrializando, en lo comercial importando, en lo
cultural prefiriendo lo importado, en lo estratégico siendo parte de la
destrucción de las capacidades de ejercer soberanía propia
nacionales-sudamericanas.
La primera situación de Deudor que le imponen a las
Provincias Unidas del Sud (constituidas en 1816 en el Congreso de Tucumán) lo
hace Inglaterra en 1824. El acuerdo lo personificara Rivadavia en
representación de los Intereses Británicos y de los grupos locales de buenos
aires, que dejara en manos de éstos el bien estratégico más preciado, que eran
las millones de hectáreas de tierra fértil y el puerto de Buenos Aires, y
combatirá para destruir las capacidades industriales que las provincias unidas
del sud hispanoamericanas habían desarrollado desde el año 1590.
La deuda externa impuesta por los intereses
angloholandeses y de los grupos locales asociados con Rivadavia, viene a
coronar la victoria militar que primero se dio y que les permite imponer el
plan de separar el puerto de buenos aires y sus tierras fértiles del proyecto
estratégico hispanoamericano-sanmartiniano para subordinarlo al proyecto
británico-Rivadaviano de desmembrar las provincias unidas, constituidas en
1816, y subordinar todo al puerto y a la provincia de buenos aires denominándola
República Argentina.
Ley de Entidades Financieras y la nacionalización
de las deudas de 1977-82
Así como repasamos la primera imposición de deuda
externa en 1824, cuando se enfrentaban proyectos de país-territorio: Uno que
refería a la potencia imperial británica en ascenso y consolidada, luego de la
derrota del proyecto Español que entra así en su fase de declive. Y el tercero
es el proyecto hispanoamericano que planteaba las provincias unidas del sud,
desde el Alto-Perú hasta la Patagonia, Malvinas y Antártida (Hoy: Bolivia,
Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y todo el sur del Brasil).
En 1976-1977, las potencias anglosajonas
(Inglaterra y EEUU) confrontaban el proyecto nacional suramericano
hispanoamericano que se había fortalecido desde la crisis financiera mundial de
1929, en Argentina y toda la región. Ese proyecto había reconstituido las capacidades
industriales estratégicas, su complejo industrial científico tecnológico y la
soberanía durante la crisis financiera y guerra de 1929-1950. Estas capacidades
son las que busca debilitar y destruir el golpe de estado y la facción golpista
en 1976, con Kissinger-Martinez de Hoz y la facción militar afín. La Ley de
Entidades Financieras de 1977 será el principal paso para destruir las
capacidades industriales soberanas. Le seguirán la monopolización del papel
prensa, de las agencias de noticias y de los medios de comunicación.
La ley de entidades financieras no solo consolida
al poder financiero por sobre la producción real, sino que subordina y
consolida a un conjunto de grupos económicos locales que se desnacionalizan no
solo en lo económico, sino también en lo político, cultural y estratégico.
Pasando a operar en las filas del bando transnacional.
En este marco es que Alejandro Olmos (p), impulsó
la causa penal que determinó el origen ilícito de la deuda pública Argentina.
El 4 de abril de 1982 hizo la primera presentación en la Justicia. En el año
2000, tras 18 años de investigación, el Juez Jorge Ballestero emitió un fallo
que no tiene precedentes en el mundo, y que corrobora la ilicitud de la Deuda
Externa, estableciendo la responsabilidad de los funcionarios de la dictadura
financiero-militar que la contrajeron y la corresponsabilidad de los organismos
internacionales como el FMI, que aprobaron prestamos ilícitos y fraudulentos.
La deuda externa Argentina no tiene justificación
administrativa, económica ni financiera. De 7.000 millones que el país debía
cuando asumió la dictadura, pasó a deber 45.000 millones en 1983. Cavallo,
Aleman, Sigot, Gonzalez Solar, estatizaron la deuda privada de grupos
financieros locales como: Macri, Bridas, Pérez Companc, Bulgheroni, Renault
Argentina, Grupo Clarín, Papel Prensa, etc. En 1984, el Ministro de Economía,
Bernardo Grinspun, alcanzó a auditar el 50% y determinó que el 90% de la deuda
era fraguada. En setiembre de 1984, los grandes bancos extranjeros proceden con
un golpe de estado/mercado que derribara al Ministro de Economía Grinspun en
1985. Luego, el ministro José Luis Machinea firmara los pagarés y hará
responsable al Estado de la deuda privada frente a los acreedores
internacionales.
1989 y la Deuda Eterna
Pero será recién a partir de 1989/91 que se crean
las condiciones para que el Gobierno de Argentina tenga que aceptar las
condiciones que les imponen los intereses vencedores en la Guerra de Malvinas.
La llamada Guerra de Malvinas fue el escenario donde se pudo forzar el ingreso
de Argentina a una guerra contra Inglaterra y Estados Unidos juntos. Por lo
tanto, es la historia del ingreso a un conflicto militar que se había perdido
de antemano.
No se podía ganar una guerra militar en el terreno
y las condiciones que imponen las dos grandes potencias anglosajonas. Por lo
tanto, fue el modo en que se resolvió un fuerte enfrentamiento interno entre
intereses, donde una facción, la liberal y luego neoliberal, formaba parte ya
de antemano de los intereses conjuntos ingleses y norteamericanos. El ciclo
histórico que se había abierto desde 1929-44 llegaba a su fin y cerraba en el
periodo 1979-1991, con ello los intereses angloamericanos y angloholandeses se
consolidaban nuevamente. La Perestroika Soviética en 1991, sería la
manifestación que el unipolarismo angloamericano seria la nueva fase; pero el
triunfo de Clinton en 1993 alerta que el unipolarismo está compuesto por dos
actores contrapuestos, el angloamericano continental (el industrialismo
norteamericano histórico fundacional de 1782, con
Washington-Adams-Lincoln-Roosevelt) y el anglo-holandés globalista (los
mercaderes de la cities financieras de venecia-amsterdam-londres-nuevayork).
Este es el marco, contexto y situación que darán
sentido a cada interés y fuerzas políticas en el tiempo social que va de 1979
hasta 1991. El plan de nacionalización de Deuda Externa en 1992-1994 y la
reforma de la constitución nacional de 1994 dan forma y contenido a la nueva
situación internacional, donde las transnacionales financieras se despliegan
como una fuerza que necesita prescindir de los estados naciones, de los
acuerdos regionales y de los organismo internacionales del bipolarismo.
El Tratado de Madrid de 1990, donde al proyecto
nacional sudamericano hispanoamericano se le imponen las condiciones del
proyecto conjunto de ambas facciones anglo financieras (anglo-americano y
anglo-holandés), aunque con contradicciones entre ambas es el momento de
ejecución de la destrucción de las capacidades estratégicas soberanas
industriales, científicas y tecnológicas. Es la imposición del plan financiero
angloholandés de colonización, por segunda vez, la primera en 1824-1853-1862 y
la segunda en 1976-82-1991.
En 1992, con el “canje de deuda” del Plan Brady,
donde se refinanciaron 31.000 millones de dólares, entre honorarios y
comisiones se pagaron alrededor de 250 millones de dólares. Con el Plan Brady
se quintuplicó el precio de cada bono y la deuda total. Luego, Cavallo,
contrató a los “bancos tenedores de bonos” para que determinaran el monto de la
deuda Argentina y los intereses. Uno de los representantes de la “banca
tenedora” era Guillermo Walter Klein, artífice junto a Martínez de Hoz y
Cavallo de la deuda de la dictadura financiero-militar de Kissinger-Videla-Martínez
de Hoz 1977-82.
Revisando los archivos del Ministerio, se hallaron
los documentos que prueban el grado de complicidad del FMI en todo esto. Entre
ellos, una carta del director del FMI, Michel Camdessus, fechada el 16 de junio
de 1993 y dirigida a la comunidad financiera internacional, en la que sugiere
aprobar toda la política económica del gobierno porque Argentina se había
comprometido a entregar sus capacidades estratégicas de soberanía a través de
las privatizaciones de las llamadas empresas públicas, en concreto todo el
complejo estatal-publico industrial-comercial-servicios científico tecnológico.
Cuando se instrumentó el Plan Brady en 1992, donde
el FMI para apoyar el ingreso al Plan exigió la modificación de la legislación
laboral, la privatización del sistema jubilatorio y la venta de todas las
empresas públicas, especialmente la petrolera estatal YPF. La consecuencia fue
un gran negocio con la venta de los bienes públicos, comprados a precio vil por
los bancos extranjeros. Todo lo que ocurrió de 1992 en adelante, se programó en
Estados Unidos con la colaboración del FMI, del BID y del Banco Mundial. El
Banco Mundial, certificó que la deuda contraída durante la dictadura en nuestro
país fue utilizada en: un 40% para fuga de capitales, un 30 % en pago de
intereses de la deuda y un 30 % en compra de armamentos.
Situación de la República Argentina diciembre de
2019:
· Entre 2015 y 2019, el peso de deuda argentina
creció un 87%. En 2019 represento el 91% del PBI.
· En 2015 la deuda externa era del 28% de la deuda
total, 2019 es el 50 %. Además la porción de la deuda en manos de acreedores
extranjeros se triplicó en 4 años.
· Gran parte de esta deuda vence entre 2020 y 2023.
· Por año el pueblo argentino tendría que pagar 50
mil millones de dólares. Con estos plazos y estos montos la deuda es impagable.
· El 90 % de los dólares que ingresaron al país como
deuda durante los últimos 4 años (2015/19) no se invirtieron en operaciones
productivas, sino que se fugó en operaciones financieras.
Durante los últimos cuatro años Diciembre
2015-2019, particularmente los dos últimos Diciembre 2017-19, se tomó deuda de
modo llamativamente desmesurado: se acudió al FMI, se suscribieron acuerdos de
pago, y no solo que ningún funcionario fue al Congreso, sino que todo se hizo
sin autorización alguna del Poder Legislativo. Esto permite presuponer un plan
común entre los Fondos Financieros de Inversión privados, la administración
Lagarde-Lipton del FMI y particularmente del gobierno de Macri para construir
esta situación de insostenibilidad. Por insostenibilidad se entiende no solo la
capacidad de pagar la deuda externa con los acreedores financieros privados,
sino de poder gobernar la republica argentina con otro plan de gobierno que no
sea el de los acreedores financieros transnacionales “privados”. Para hacer
frente a los vencimientos se debería reducir el presupuesto en un 80 %, esto
sería no pagar jubilaciones, ni a docentes y abandonar las obras públicas.
Macri, deuda & fuga
Ese plan tuvo dos autores intelectuales: la
administración Macri en la Argentina y la gestión Christine Lagarde y David
Lipton en el FMI. Una pieza clave de la estrategia era permitir la fuga de
capitales: por eso el gobierno de Macri levantó todas las barreras a la salida
de divisas del país y el FMI no le exigió que hiciera nada al respecto antes de
desembolsar el dinero, contradiciendo al artículo IV de su estatuto. En tanto
que los Fondos de Inversión, que aprovecharon esas circunstancias para embolsar
ganancias que cuadruplican los valores del mercado internacional, deberán pagar
el costo de ese riesgo, porque no solo conocen el modus operandi si no que
forman parte de una estafa global.
Esto es lo que fue “confirmado por el BANCO MUNDIAL
(World Bank. Organismo Oficial de la ONU) que certifica con máximo
poder fedatario el delito denunciado por Cristina Fernandez y ratificado por
Alberto Fernández. Lo que planificaron y ejecutaron durante el gobierno de
Macri es un acto de máxima criminalidad financiera, en perjuicio directo del
Pueblo y la Nación Argentina. “Esta crisis del crédito que nos obliga al
default, ha sido planificada. Por eso están interviniendo los máximos pesos
pesados de la geopolítica mundial. En el World Bank -Banco Mundial- a mediados
de febrero, se produjo una Crisis de Directorio, por la que renunció su
economista en jefe Pinelopi Goldberg.
Concluida la primera misión del Fondo Monetario
Internacional (FMI) en el año para avanzar en un acuerdo con respecto al
préstamo Stand By por USD 44.000 millones, el presidente Alberto Fernández
celebró que el organismo de crédito internacional reconociera la posición
argentina respecto de los procesos de endeudamiento.
Dos factores fundamentales concurren a lo que la
Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó como un préstamo
virtualmente ilegal: la violación del Artículo IV del Convenio Constitutivo del
FMI, que prohíbe al organismo “financiar” la salida de divisas, y la
reincidencia en dicha conducta, si se considera el desempeño del Fondo en la
crisis argentina de 2001-2002.
El FMI de Georgieva banca y hay plan
El FMI confirmo que la deuda es insostenible y
solicita una quita apreciable a los acreedores privados. El FMI le pidió a los
acreedores privados que acepten una quita "apreciable". Con esto le
hizo un guiño trascendental al gobierno de Alberto Fernández en la tensa
renegociación con los bonistas.
Alberto Fernández tiene un plan para pagar la deuda
externa. Utilizar el artículo 4 del estatuto del Fondo para establecer el
cronograma de pagos al FMI y la oferta inicial que hará Guzmán a los bonistas
bajo legislación internacional. El artículo 4 implica una revisión de las
cuentas nacionales, lo cual le permite a Alberto Fernández establecer el roll
over (traspaso de un contrato que finaliza a otro que todavía tiene
lejano su término) de la deuda con el FMI y definirá la propuesta
-quita de capital e intereses y postergación de los pagos- de los bonos con ley
New York que tienen los acreedores “privados”, fondos de inversión y bancos que
operan en Wall Street y Londres, entre otras plazas financieras.
La jugada del artículo 4 no es un hecho azaroso, ya
estaba en el plan de Alberto Fernández cuando Francisco habló con Georgieva y
le explicó las intenciones del entonces presidente electo. La futura directora
ejecutiva del FMI -aún no había asumido- creyó en el Papa y se comunicó con
Alberto Fernández. Y el futuro presidente aceptó las reglas de juego: si no
había aval de Estados Unidos y los estados más poderosos de Europa, no había
plan para honrar la deuda externa cuando fuera sostenible. La gira europea se
ajustó a la propuesta estratégica de Georgieva, y el presidente regresó de
Roma, Berlín, Madrid y París con un respaldo explícito a su plan de postergar
los pagos al FMI y recortar el capital y los intereses de los bonistas bajo
legislación internacional.
En el G20 de Finanzas, el ministro mantuvo un
encuentro clave con Georgieva y una reunión estratégica con Steven Mnuchin,
secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Mnuchin ratificó a Guzmán que
Donald Trump respalda la estrategia negociadora de Alberto Fernández, y
confirmó que ese aval será honrado cuando el FMI trate el Caso Argentino. Los
plazos de pagos al FMI y la propuesta inicial a los bonistas bajo legislación
extranjera con los números del estado de la economía nacional que establezca la
revisión técnica fijada por el artículo 4 del estatuto del Fondo.
El ministro de Economía, consiguió acordar tres
años de gracia antes de transferir la primera cuota. El primer pago debía
realizarse en 2021, pero se abonará recién desde 2024.
Destrucción de los motores de economía real y
soberanía
Desde 1977 la estrategia de destrucción de los
motores estratégicos de soberanía económico política vienen siendo
desfinanciados y desmembrados. Pero fue a partir de 1991, cuando ya se había
firmado el Tratado de Madrid-Londres de rendición, que se procede a privatizar
sus nodos económicos centrales y también todo su sistema de controles
aduaneros, de certificación de calidad, etc., entre 1995-1999.
Cuando privatizar significa entregar al capital
transnacional financiero, se transnacionalizan los nodos económicos centrales y
se abren las condiciones para que estos nodos importen los bienes y servicios
de modo también transnacional. Por lo tanto, esos motores estratégicos
estatales públicos (el producción naval marítima y fluvial que
componían la flota de transporte soberano propio, el complejo aeroespacial, el
ferroviario también con la producción de locomotoras y vagones de todo tipo, el
compelo automotor que siempre fue mixto, el complejo industrial militar
científico tecnológico estratégico nacional en todo su rango, diversidad y
interconexión, el complejo de telecomunicaciones, el de radio y televisión;
luego los de base: el minero, agrario, acero, aluminio, petrolero, gasífero,
petroquímico, etc., con el correspondiente sistema de educación pública primaria,
técnica, universitaria que formaba los cuadros técnicos para sector y
nivel) no solo se debilitan sino que se los entrega para el
desmembramiento y apropiación privada transnacional de sus nodos estratégicos a
partir de los cuales dominan el terreno de la actividad. Este es el modo en que
Deuda y Guerra operan para doblegar nuevamente la voluntad soberana de un
Pueblo. Doblegar pero no vencer.
Los esquemas de poderes internacionales y
nacionales en el gobierno macrista
En el periodo a partir de 1966-73, los actores del
poder internacional transitan una crisis que hace a las nuevas condiciones en
que se desarrollaran las relaciones de poder internacionales. Los actores del
poder internacional se transforman y ponen en crisis las relaciones en que se desplegaron.
Las corporaciones multinacionales norteamericanas en su despliegue, con la
reconstrucción de Europa a partir de reconstruir Alemania y de la
reconstrucción del Asia pacífico a partir de reconstruir Japón, desequilibran
la balanza comercial y de pagos de Estados Unidos porque ahora producen en
Alemania y en Japón, y venden en EEUU. Esta crisis se manifestará como la caída
del Patrón Dólar-Oro y su relevo por el Patrón Petróleo-Dólar en 1973. Y en su
desarrollo hacia el año 2008, a esta crisis, se le sumará el planteo multipolar
de moneda, el Petro-Yuan-Oro.
En el periodo 1973-1983, el Bipolarismo
internacional EEUU-URSS, ingresa en su etapa de Perestroika, de “caída” o
desgranamiento. Pero ambos actores internacionales hacen sus movidas como si sus
fuerzas estuvieran intactas. La URSS se desgrana en 1987-91 y Estados Unidos
ingresa en este momento en el periodo 2008-2020. Por otro lado, desde 1955, el
Movimiento de Países No Alineados viene desplegándose como movimiento que
convoca a los países del Tercer Mundo, a los que están por fuera del
Bipolarismo, con Egipto, India, China, Indonesia, Irán, Irak, Japón, etc. Esta
reunión estableció una Nueva Alianza Estratégica Afro-Asiática. Esta historia
en movimiento se articulará por varios caminos con la realidad que produce el
periodo posterior a la perestroika soviética 1991-1999.
En síntesis, en 1979-91 las Transnacionales
Globales angloamericanas (Citigroup, HSBC, Santander, etc.) dan un salto
cualitativo que implica su despegue de sus bases nacionales y sus plataformas
financieras e industriales recorren el mundo, consolidándose desde la China
Británica de Hong Kong, Shanghái, Taiwán, etc.
En estas circunstancias de cambio estructural en
los actores de poder internacional, y en la confrontación entre ellos, se sitúa
la guerra por el control de Argentina y Chile. Donde el control de paso
bioceánico Pacifico-SUR-Atlántico-SUR-Indico se vuelve
región de máxima prioridad para el transporte marítimo de mercancías en el
futuro inmediato 2010-2050. En este contexto se situará lo que se llamó la
Guerra Argentino-Chilena de 1979 por el Paso Beagle, donde el conflicto no pudo
escalar debido a las resistencias desde Chile y Argentina. Por ello, luego,
tomara forma de Guerra argentino-británica por Malvinas en 1982. Donde los
grandes vencedores fueron los intereses transnacionales conjuntos,
norteamericano e inglés, y los perdedores el interés estratégico nacional de
Argentina y Chile, y con ello de Suramérica toda.
La Situación internacional, esquemas de poder y
situación de Crisis Mundial
En la crisis que se abre entre 2001-2008, caída de
las Torres financieras gemelas y del Banco de Inversión Global Lehman Brothers,
ambas en la City de Nueva York, se pone claramente de manifiesto el
enfrentamiento estructural entre los intereses financieros unipolares
norteamericanos continentalistas con centro en Washington y los intereses
financieros unipolares globalistas con base de apoyo en la red de cities
financieras globales y sus bancos centrales controlados, por ejemplo la City de
Nueva York y la Reserva Federal. El ataque sobre las instituciones de la city
financiera global de nueva york en 2001 y 2008 pondrá de manifiesto la reacción
del continentalismo norteamericano al desembarco de la banca financiera de
inversión sobre la banca comercial, que lleva a que la economía ficticia de
timba financiera subordine a la economía real. Esto, que viene sucediendo de
hecho desde enero de 1994, se institucionaliza con la derogación de la ley
Glass Steagall en 1999, por Bill Clinton, y muestra lo estructural del
conflicto estratégico al interior del unipolarismo financiero, continentalistas
angloamericanos versus globalistas angloholandeses, tanto en 2001 como en el
2008. Esta crisis mundial estructural se manifestará en dos hechos disruptivos
y complejos de apreciar: El Triunfo del nacionalismo industrialista oligárquico
de Trump en Estados Unidos contra la City Globalista de Nueva York; y el
Triunfo de nacionalismo oligárquico del Brexit con Boris Johnson en Gran
Bretaña contra la City Globalista de Londres.
Crisis Mundial: Trump, Brexit, Brics y Francisco
El despliegue del conflicto y enfrentamiento al
interior del mundo de los intereses financieros unipolares, en 2013-2014 crea
condiciones que se expresarán en los emergentes esquemas de poder del: Diálogo
de Civilizaciones interreligioso, denominado Multipolarismo filosófico cultural
Pluriversalista, y de la Nueva Ruta de la Seda con todo un nuevo sistema
estatal-publico industrial-científico-tecnológico, un nuevo sistema
bancario-comercial y una nueva moneda, que es la estrategia del Multipolarismo
económica político Pluriversalista.
Dos nuevos esquemas de poder emergen, por la grieta
que abre el choque de intereses financieros unipolares en un conflicto
histórico de los intereses financieros. Estos dos esquemas son complementarios
pero no iguales, pueden coincidir o divergir. En esta primera etapa larga,
coinciden con aportes desde diferente plano estratégico.
Dos esquemas de poder del unipolarismo financiero
en crisis y confrontación estructural, y dos esquemas de poder del
multipolarismo cooperando entre sí, aunando sus capacidades económico-políticas
y filosófico-culturales. Confrontando estos contra la guerra financiera y la
guerra militar-paramilitar del unipolarismo global.
Estos hechos son los que crean las condiciones, los
actores del poder y las ideas que permiten abordar la resolución de un
conflicto en Argentina y Suramérica con soberanía, subordinando al poder de la
Guerra y de la Deuda.
marzo 2020
https://www.alainet.org/es/articulo/208716
No hay comentarios:
Publicar un comentario