martes, 24 de noviembre de 2020

CUAL DEBE SER LA INCLINACION DE LA JUVENTUD ACTUAL[1]

 


Donato Gonzáles Rejas

 

La Paz, Bolivia, 10 de junio de 1928.

 

1.- Inmerecidamente designado para inaugurar este acto de “regocijo”, según manifestaron varios compañeros ayer en la noche, quiero cumplir este mandato. Aunque no tenía intenciones de regocijarme por no tener de que, sin embargo, quiero participar del contento de los demás; contento que no me explico, naturalmente, pero que supongo que más obedece a un acto de camaradería entre los componentes de la institución, sea porque estos traten de ensayarse en los actos de salón, o ya porque el programa de acción contemple estos espectáculos.

Pues bien, decía que mis compañeros me han encomendado la misión de empezar este acto, y al cumplir este encargo, quiero aprovechar la oportunidad para extenderme, de una manera breve, en algunas consideraciones de actualidad.

2.- No puede haber actitud más simpática que la asumida por este grupo de muchachas y muchachos entusiastas, al tener el propósito de asociarse con fines culturales. Como este propósito ha nacido de corazones jóvenes, alimentados, seguramente, de sanos ideales, es preciso la colaboración decidida de toda clase de elementos amantes a la cultura; especialmente, de los que tengan una noción completa de la responsabilidad que lleva consigo la juventud, y mucho más, si se tiene en cuenta que estos principios enunciados serán rectos y duraderos, como un grabado permanente indestructible ante todos los agentes tentadores y destructores de la Naturaleza.- Es en este sentido que el que habla ha aceptado la invitación honrosa que esta institución le hiciera.

3.- Cuál debe ser la inclinación de la juventud de nuestro tiempo? La juventud lleva consigo bravas responsabilidades, que si no logra vencerlas o por lo menos trabajar por su cumplimiento, habrá traicionado a su generación.- Vivimos un momento eminentemente de agitación espiritual. Por doquier se siente la clarinada del nuevo amanecer; es cierto que la aurora se nos presenta alegre y sin muchos nubarrones, pero siempre es necesario fijar la vista en la resplandescencia y curso de su sol: trabajar, trabajar y aprovecharlo integro… Magnifico es el pensamiento de José Ingenieros, al respecto: “El derecho a la vida está condicionado por el deber del trabajo” y agrega “Quien nada aporta a la colmena no tiene derecho de probar la miel”.- Es claro que la juventud debe distinguirse por su espíritu eminentemente trabajador. Las grandes obras existentes están a base de trabajo: los grandes inventos han nacido de la perseverancia y amor al trabajo, de los sabios. Por eso decimos que toda creación, toda obra es producto del trabajo.

4.- No hay duda que las nuevas corrientes ideológicas echan los cimientos de una nueva obra. Es decir, su espíritu es netamente creador. Primeramente, la ideología de la juventud revolucionaria, converge hacia el punto donde se pueda encontrar una sociedad más humana; donde el egoísmo sea considerado como un crimen, y no como al presente que se tiene como un adorno espiritual. Las corporaciones de nueva creación, tienen un espíritu de cooperación con los demás y una tendencia esencialmente humanitarista y por consiguiente, una misión puramente social.

Los gobiernos que verdaderamente son los verdaderos portavoces del pueblo, escuchan a la juventud; interpretan el sentir de ella y de las masas y de que aquella es un heraldo. En la instrucción se trata de amparar los nuevos métodos pedagógicos y científicos. A la cátedra se trata de llevar a individuos de sólida moralidad y de vocación (Rusia, Francia, etc., en Europa; México, Uruguay, Chile, Argentina, etc., en América).

5.- Hay revolución en los espíritus, y por consiguiente en las ciencias y en las letras, y su inclinación es esencialmente humanitaria y social.- Si las nuevas creaciones literarias están a base netamente de interpretación social y económica, ya se trate de hacer resaltar las necesidades de la humanidad en uno u otro orden. Tratan de interpretar, si no crear, una nueva sensibilidad. Las ciencias, a su vez, entienden y profundizan sus investigaciones al campo del mejoramiento social. Interpretan las necesidades del ambiente que les rodea y no sienten egoísmo en transmitirle sus secretos, de una manera sencilla y clara.

6.- Debemos luchar contra toda opresión. Hoy, el ideal fundamental de la juventud, de ambos sexos (y perdonen la redundancia), es su mejoramiento moral. No su examen de conciencia o mejoramiento moral como llaman hipócrita y socarronamente los frailes; sino un mejoramiento espiritual, a base de la interpretación que cada uno debe hacer de la responsabilidad que tiene para consigo mismo, para con la sociedad, para con la humanidad entera, y en especial la herencia que debe legar a las generaciones futuras. Cada uno debe ser capaz de almacenar una buena porción moral, digna de transmitirla a los demás sin el remordimiento de que les pueda servir en perjuicio.

7.- Ya pasaron los tiempos, en que la juventud debía ser partidaria del “yoyismo”; postulado egoísta y condenable. Si tenemos un poco de sentimiento humanitario, si tenemos moralidad, si tenemos, en fin, conocimientos, por muy escasos que sean, compartamos de ellos con los demás: con el miserable indio que fecundiza y labra el altiplano, no obstante su estado de desnudez. Tratemos de curar las heridas del pueblo, y finalmente, trabajemos por mejorar su condición miserable.

8.- Quedo muy agradecido a mis compañeros, por haber tenido la idea de hacerme participar de este “festival cultural”, mezclado con “su” poco de romanticismo y solemnidad; acto que servirá, seguramente, como punto de partida y como promesa formal de todos los miembros que componen este centro para seguir trabajando por su engrandecimiento, que también contribuya al engrandecimiento de una Bolivia próspera, culta y libre de prejuicios y de miseria social.

 

Discurso pronunciado en el Centro de Iniciación cultural.

 

La Paz, Bolivia, 10 de junio de 1928.

 

Fuente: Del Archivo Familiar, proporcionado por Ondina González Bolaños



[1] Este documento forma parte del acervo del Archivo de Donato Gonzáles Rejas. 

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