miércoles, 9 de diciembre de 2020

LA NUEVA LEY DE AGRO EXPORTACIÓN


 

Escribe: Milciades Ruiz

La lucha de los obreros de las empresas agroexportadores se vio coronada con la derogatoria del régimen que los oprimía, ley 27630, llamada “Ley Klimper”, su promotor en el gobierno de Fujimori. El poder legislativo lo hizo a cambio de promulgar otra ley sustitutoria, en el plazo de 15 días. Hay expectativa sobre esta tarea para eliminar incertidumbres entre los involucrados. He aquí, algunas consideraciones.

1.      Para todo país, el comercio exterior tiene importancia vital. De este rubro depende en gran medida el desarrollo nacional. En el intercambio internacional, los ingresos de divisas o recursos monetarios, tienen que ser necesariamente mayores que los egresos. Cuanto mayor sea esta diferencia, el Perú podrá disponer de mayores utilidades o, superávit, para impulsar su desarrollo. Si los ingresos y egresos están en equilibrio, el país se estanca. Y si los egresos son mayores que los ingresos el país pierde recursos y se hunde.

2.     Los ingresos de divisas o dinero al país, así como los egresos, son de diversa forma:

a)    Dinero en efectivo ingresante: Envíos desde el extranjero como ayuda familiar, ingreso de capitales, créditos solicitados (estatales y privados), donaciones o cooperaciones, dividendos y réditos de negocios en el extranjero, etc.

b)    Dinero en efectivo que sale: Envíos al extranjero al menudeo, compromisos crediticios, salida de capitales y dividendos de los negocios de inversionistas extranjeros o de nacionales que van a esconderse en paraísos ocultos, etc.

c)     Dinero en especie comercial por compra venta de bienes y servicios. (alimentos, mercadería diversa, equipos, maquinaria, tecnología, etc.).

La suma de estos rubros es lo que nos da un saldo a favor o en contra. (Balanza de pagos). Podemos combinar la fuerza que damos a estos rubros, compensando pérdidas y ganancias, pero siempre el saldo final tiene que ser positivo.

De todos esto rubros, el más dinámico y constante, es el intercambio comercial (exportaciones/importaciones) y por eso se procura tener una balanza comercial con superávit. Gran parte del poderío de los países desarrollados se debe al comercio, con un superávit creciente y continuado que les ha permitido acumular divisas para expandir sus negocios incesantemente, adquiriendo capacidad de dominio sobre otros países.

Por eso, esos países procuran no perder el nivel alcanzado y desarrollan una serie de estrategias para capturar mercados y mantenerlos cautivos, pues con ello, aseguran la continuidad del nivel de vida sus poblaciones.

3.     Por las consideraciones señaladas, queda claro que, al Perú le conviene el más alto nivel de exportaciones y el más bajo nivel de importaciones, a fin de tener siempre un superávit significativo impulsor de su desarrollo. Por consiguiente, se hace necesario mantener e incrementar el crecimiento de nuestras agro exportaciones.

4.     Para impulsar las agroexportaciones los países otorgan ayudas a sus empresas, a fin de que estas, capten la mayor cantidad de divisas, que ingresarán para reimpulsar sus economías. Se estimulan las exportaciones mediante políticas y mecanismos estatales que les permita ser lucrativas. Se utilizan subsidios directos, indirectos, franquicias aduaneras y tributarias, zonas francas, apoyos administrativos, apoyo promocional y diplomático, etc.

En el Perú el MINCETUR facilita acuerdos comerciales y PROMPERÚ, brinda apoyo a exportadores, buscando mercados y participaciones en ferias internacionales. En esta línea política se expidió la ley 27630, pero distorsionando de manera excesiva sus propósitos en perjuicio de los trabajadores y del desarrollo nacional, con un régimen oneroso en favor de la inversión extranjera, que pasó a tener mayor peso que la inversión nacional.

Con el mandato constitucional de que la inversión extranjera tiene el mismo trato que la inversión nacional, se propició que las iniciativas nacionales fueran desplazadas por las extranjeras, pues estas, por su mayor poder, acaparan glotonamente los privilegios y beneficios de dicha ley. Este sistema antipatriota ha ocasionado que la mayor cantidad de recursos generados por la agroexportación se vaya al extranjero a empoderar a nuestros depredadores. Este desequilibrio se tiene que corregir.

5.                 La ley 27630, impulsó las agroexportaciones no tradicionales que han tomado un auge exponencial, pero los beneficiarios no son precisamente los agricultores peruanos sino, los inversionistas ajenos a la problemática del agro nacional y campesinado, siendo estos, los que mayor ayuda necesitan para salir de la pobreza. Las empresas urbanas agro exportadoras acaparan toda la cadena productiva desde la siembra, acopio, procesamiento agroindustrial, hasta el mercado extranjero, porque la mano de obra es barata y se aseguran el control de la misma, bajando costos, mejorando calidad con tecnología avanzada y elevando rentabilidad.

Las agroexportadoras de capital extranjero por su mayor poder económico quitan espacio a los capitales nacionales, que pasan a ser subsidiarias. Los grandotes tiene toda la maquinaria de la cadena de abastecimiento, empaque, almacenes refrigerados, instalaciones agroindustriales, transporte, marca, etc. Pero hay otro efecto, que pasa desapercibido. La groexportación incontrolada genera inflación porque el mercado interno queda desabastecido y así, el kilo de palta que la población peruana compraba a dos soles, ahora tiene que comprarla a 12 o más soles. Igual sucede con otras frutas y hortalizas. Otro asunto a corregir estableciendo los excedentes no dañinos a la economía popular.

6.                 Por lógica, si las agroexportaciones son exitosas, entonces ¿Por qué no masificar las exportaciones en beneficio de los agricultores peruanos organizados empresarialmente? Todos los productos agrícolas andinos y selváticos son exportables y tienen ventajas comparativas favorables por las bondades de nuestros ecosistemas. Este debería ser el objetivo de la legislación supletoria a la 27630.

No solamente privilegiar a la agricultura costeña sino también incorporar a la serranía y la selva, ayudando a compensar los costos de lejanía. Es más, solo se repara en las exportaciones no tradicionales quedando en el olvido las exportaciones tradicionales como, algodón al que hemos puesto la soga al cuello prohibiendo competir con el algodón proveniente de China y la India que cultivan transgénicos con menores costos y mayor rendimiento. Nosotros mismos le quitamos mercado a los algodoneros.

Pero también, tenemos la exportación tradicional de lana de ovino y fibras de camélidos que languidecen por falta de apoyo. Lo producen los campesinos más pobres del Perú y, sin embargo, siendo de la serranía, son discriminados por la política estatal, que los margina de los beneficios que se dan a los exportadores de frutas y hortalizas costeñas. ¿Por qué no acabar con esta segregación, en la nueva legislación?

Otro tanto sucede con las exportaciones tradicionales de la selva, como el caso del café. Este es el cultivo de mayor extensión en el Perú a cargo de un cuarto de millón de pequeños parceleros a lo largo de toda la selva alta, desde la frontera norte con Ecuador y Colombia, hasta la frontera sur con Bolivia, en su mayor parte migrantes de la serranía, organizados en empresas cooperativas de servicios.

Los caficultores quechuas y aimaras, son campeones mundiales en café especial de alta calidad por años, sin recibir ningún incentivo ni reconocimiento del Parlamento, como sí se hace con deportistas y artistas. Este año los caficultores de Sandia y Carabaya (Puno) han sido galardonados con medalla de oro, como el mejor café del mundo, en el VI Concurso Internacional de Cafés Tostados al Origen (AVPA), desarrollado en Francia, en el que participaron alrededor de 200 marcas de café de 25 países de todos los continentes.

Los campesinos galardonados, Prudencio Ochochoque Mamani y Genaro Cahuana Quispe estaban en sus chacras, monte adentro, ignorando que habían sido premiados con la presea de oro. No les ayudaron ni con el pasaje. Ese es el trato de la república bicentenaria, a los peruanos ancestrales. ¡Qué diferencia con el trato que reciben los Klimper, Ciulloniz, Romero, Rodríguez Banda, beneficiados con la ley 27630! La nueva legislación de promoción agroexportadora debería corregir esta segregación.

7.                 Por las razones expuestas, en el mercado internacional, en cada línea de exportación, compiten los países por posesionarse de cada mercado y captar divisas. Entonces, los países ayudan a los exportadores a ser más competitivos dejando fuera a sus competidores. De este modo desplazamos a los países que producen lo mismo que nosotros (mango, espárragos, quinua, paltas, etc.).

En muchos productos competimos con países vecinos, pero también con México que está más cerca a EE UU ahorrando flete y bajando costos. También, competimos con países de otros continentes según temporada de cosechas. Es una guerra sorda por la disputa de mercados. Los países que no ayudan a sus exportadores pierden mercado y divisas.

Lógicamente, los inversionistas especuladores del comercio internacional buscan ir a aquellos países que otorgan mayores beneficios a la exportación, impidiendo el surgimiento de exportadores nacionales. Tenemos la ventaja de que, en nuestro país, se produce todo el año y en diversos pisos ecológicos, mientras que en el hemisferio norte por la nieve de invierno solo disponen de medio año.

Pero estas ventajas suplen en muchos casos las exoneraciones tributarias para extranjeros y deberían ser de provecho nacional. Sin embargo, son las poderosas empresas extranjeras las que sacan provecho. Para el neoliberalismo, los minusválidos tienen que correr en igualdad de condiciones con los atletas poderosos para ser competitivos. De este modo se propicia la desigualdad en favor de los más poderosos. Este aspecto debería analizarse antes de legislar.

8.                 Habiéndose anulado la ley 27630 que otorgaba privilegios en desmedro de los derechos laborales de los trabajadores de las empresas agroexportadoras y en perjuicio del erario nacional, se precisa determinar:

1°- La incorporación del régimen laboral en las agroexportadoras al régimen laboral común asegurando el mejoramiento de derechos laborales.

2°- El régimen tributario en función a su capacidad económica. Hay grandes empresas transnacionales que no necesitan exoneración y hay pequeñas empresas que sí, lo merecen. Podría aplicarse una tasa selectiva en razón inversa a sus capacidades económicas.

9.                 También es necesario precisar lo que está oculto. Es muy diferente las exportaciones hechas por capitales nacionales porque el retorno, más utilidades, fortalecen nuestra economía. En cambio, las inversiones extranjeras se llevan su capital y las utilidades fuera del país. Algunas, ni siquiera traen capital, sino invierten adquiriendo crédito de la banca nacional, que es dinero de ahorristas peruanos. Entonces, si lo que se llevan y lo que nos dejan es equitativo habrá beneficio compartido. Si es oneroso para el país, se tendrá que corregir.

10.             Otro asunto a considerar es el rol subsidiario de las empresas proveedoras y de agricultores proveedores en las relaciones de equidad con las empresas agroexportadoras que les compran productos exportables, pues aquellos, no tienen otra opción, por carecer de los medios para exportar directamente. Muchos productores de palta abastecen a los exportadores de palta, como también lo hacen muchos otros en diversos rubros de exportación. Podría establecerse que un 10% de la producción exportada corresponda a agricultores nacionales proveedores, con los mismos beneficios promocionales.

Habiéndome excedido de texto, y conociendo la poca disposición a la lectura, solo me atrevo a trasmitir mi experiencia como gerente de organización gremial que me permitió organizar asociaciones nacionales por línea de producción, sin distingo de ideología política. Los productores de arroz, papa, maíz, algodón, etc., se organizaban por valle y todos se vertebraban a nivel nacional, autofinanciando sus actividades, incluyendo la investigación de nuevas variedades, mediante el sistema de autogravamen del 0,05% a las facturaciones.

Esto mismo, puede ser aplicado a cada rubro de agro exportación a fin de mejorar su competitividad sin cargar al estado. De este modo, los productores de palta, de café, granada, mango, etc., generarían sus propios fondos, administrados autónomamente por el gremio, para fines de marketing o, promoción comercial, investigaciones de mercado, mejoramiento genético, etc. La sola aplicación del autogravamen al café alcanza para crear el banco del café como impulsor financiero de la economía del café.

Queda mucho por agregar, pero a riesgo de no tener acogida, llego hasta aquí nomás, con la paciencia de ustedes.

Diciembre 12/2020

Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/

 

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