I
¿QUIERE SABER CÓMO FUNCIONA EL EJERCITO SECRETO DEL PENTAGONO?
14 junio, 2021 by obsadmin
ENTREVISTA A WILLIAM ARKIN, PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN QUE EXPUSO EL «EJÉRCITO SECRETO DEL PENTÁGONO” (Realizada por Branco Marcetic de Jacobin)
¿Cuándo se enteró del programa de “reducción de firmas” y del ejercito secreto del Pentágono”?
Reducción de firmas es un termino que se usa habitualmente para definir la tecnología que permite ocultar los objetos del radar, sin embargo, desde hace más una década el mismo termino lo utiliza el Pentágono para esconder la actividad de su ejercito de espías, quizás la acepción más correcta sería “ocultamiento de rastros”
El termino empezó a aparecer con frecuencia en los anuncios de trabajo que ofrecen trabajo para el departamento de Defensa, sin embargo, nunca el Pentágono ha explicado que realmente significa este programa. No se menciona en sus presupuestos, ni se menciona en ninguna reglamentación. Y, cuando consulte al gobierno, básicamente dijeron: «Es un término que se utiliza, pero, no es un programa oficial». Sabía que no querían decir la verdad, así que me hizo sentir más curiosidad.
Empecé a recopilar currículum y anuncios de oferta de trabajo de las empresas que participan en el programa “reducción de firmas”. A continuación, contacte con algunas personas y con las organizaciones vinculadas al programa para ver si alguien me hablaba. No tuve éxito.
Las redes sociales son una parte esencial de las operaciones de espionaje modernas.
Finalmente, conseguí que un par de personas hablarán, y luego estas personas me comunicaron con otros implicados. Mis entrevistados se mostraban muy reacios a describir el cómo realizan sus operaciones clandestinas, pero se mostraron dispuestas a hablar, muy en general, sobre las técnicas que utilizan. Con esas pistas indague hasta llegar el espionaje real, descubriendo de paso, algún caso que les había permitido capturar a espías reales. Los detalles de estos casos me revelaron las técnicas del oficio de “ocultación de rastros”.
Escribe que hay alrededor de sesenta mil personas que forman parte de este «ejército secreto», que opera tanto en el extranjero como en el país. ¿Qué hacen exactamente?
Hay tres grupos compartimentados que participan en la “ocultación de rastros”, lo que significa que operan con identidades falsas o usan otras técnicas para proteger sus identidades cuando operan en tareas de espionaje.
El primer grupo son las operaciones especiales, en particular, las llamadas operaciones “negras”. ¿Qué son estas operaciones negras? Son todas técnicas de “ocultación de rastros”, que van desde la creación de identidades falsas hasta operaciones de guerra en el Medio Oriente y en otras partes del mundo. Hay, al menos unas treinta mil personas que forman parte de los Navy SEALS, Green Berets, etc., que operan bajo algún nivel de “ocultación”. No todos son completamente clandestinos. Y, como explico en mi artículo, no todos viajan con identidades falsas, pero cuando entran a un país cambian sus identidades.
El segundo grupo son los operadores de inteligencia humana del Departamento de Defensa. Esta actividad también incluye las escuchas a las personas con «vigilancia cercana». Por ejemplo, si quiero interceptar las comunicaciones de un sospechoso, necesito acercarme a él para seleccionar la señal de la torre de telefonía celular que este utilizando. Gran parte de este trabajo lo realizan personas encubiertas. Este grupo ha ido creciendo desde el 11 de septiembre y se ha convertido en una actividad bastante importante para el ejército.
El tercer grupo son los operadores cibernéticos, las personas que trabajan en línea, ya sea recopilando inteligencia o monitoreando a medio mundo (desde el ISIS hasta los rusos) o realizando “operaciones de influencia» tales como propaganda encubierta y operaciones psicológicas. Este es el grupo de más rápido crecimiento, utilizan identidades falsas y las mismas técnicas que acusamos de usar a los rusos durante las elecciones de 2016. Hay más de diez mil personas en la NSA y en el Pentágono utilizando estas técnicas del mundo digital.
¿Tenemos una idea de cómo actúan estas operaciones cibernéticas?
El ejemplo más obvio es la actividad contra el ISIS. Obtuvieron una gran cantidad de datos de inteligencia de las redes sociales. Y, también “plantaron” informaciones falsas en Facebook y en otras redes sociales para que la gente de ISIS se auto-descubriera.
Las redes sociales son realmente una parte esencial de las operaciones modernas. Los teléfonos celulares y las redes sociales están omnipresentes en todo el mundo. Incluso, en regiones donde la infraestructura no es buena, la telefonía celular e Internet son muy importantes. La mayoría de las personas en África utilizan sus teléfonos móviles para la banca y el comercio. El celular es la vía por la cual la mayoría de la población se ve influenciada por una información falsa o por campañas de propaganda. Es importante decir que parte de estas operaciones cibernéticas están dirigidas a adversarios de los Estados Unidos, como Rusia y China. Claro, que también hay evidencias que el Departamento de Seguridad Nacional y el ejército operan en las redes sociales dentro del propios Estados Unidos.
¿Esto viola las prohibiciones sobre la propaganda gubernamental dentro de Estados Unidos?
Ciertamente es digno de nuestra cautela. Existe la ley Smith-Mundt, que restringe, específicamente, al gobierno de los Estados Unidos para hacer propaganda dentro del país. Pero, en la era moderna, donde las líneas de comunicación se han vuelto promiscuas, diría que cualquier cosa pueda ser orientada en una campaña contra Rusia o China. Su impacto potencial puede atemorizar a los estadounidenses y a la opinión pública occidental.
Existe un peligro creciente que los estadounidenses sean destinatarios de esta propaganda y que esta se realice, inadvertidamente en los medios de comunicación tradicionales. Este es realmente un grave peligro, porque la gente cree que las noticias que está leyendo son verdad, provienen de fuentes independientes y no son parte de la propaganda gubernamental.
Por ejemplo, canales de noticias como Sputnik o RT son propiedad del gobierno ruso y mucha gente piensan que son independientes. De manera similar, y escondiendo la mano, Washington participa en este mismo tipo de operaciones de intoxicación. Y, dada la forma en que la mayoría de la gente consume información desde sus teléfonos móviles, creo que ni siquiera reconocen la diferencia entre las informaciones de un medio de comunicación y la propaganda oficial.
Parece que pocas personas, incluso en el Congreso, están familiarizadas con el programa de “ocultación de rastros”.
Una de las cosas que me fascina es que este programa tiene varios cientos de millones de dólares (cuesta unos mil millones de dólares) y ha involucrado a más de cien contratistas privados. También, hay decenas de agencias gubernamentales, cuyo único propósito es la actividad clandestina, del cual nada se sabe públicamente. Este es la primera entrevista que me hacen al respecto. Esto muestra el poder de este mundo clandestino.
Creo que gran parte de lo aparece, en los medios de comunicación en línea, es propaganda. En este sentido, la idea que internet iba a crear un periodismo ciudadano, y que internet traería más transparencia ha fracasado rotundamente. Las actividades de los servicios de inteligencia siguen siendo un hoyo negro.
Usted señala que, en un mundo en el que todos somos vigilados, se han creado redes sociales solo para dar informaciones enteramente falsas. Sugiere que muchos de nuestras redes sociales en línea son más falsos de lo que imaginamos. ¿Estoy exagerando las cosas?
Probablemente esté exagerando las cosas. Vamos a analizarlo. Vivimos en una sociedad que probablemente está en la infancia de las redes sociales. Realmente no sabemos todavía su real influencia en la sociedad. El Pentágono tiene un programa de varios cientos de millones de dólares para investigar el impacto de las redes en línea. Por otro lado, estoy en contra de la censura a las redes sociales. Cuando Facebook o Twitter censuran una opinión vamos por un camino muy malo. Estoy en contra del llamado apoyo «liberal» a Facebook – y a otras empresas de redes sociales- que ahora restringir la comunicación porque no les gusta o porque arbitrariamente la califican como «falsa».
Segundo, hay agentes que afirman lo siguiente: “las operaciones de inteligencia son cada vez menos físicas y cada vez más se producen en línea, porque las operaciones en línea son más eficientes, son más productivas». En esta idea hay un grave el problema: ¿estamos creyendo que lo trivial es más importante que lo importante?, ¿acaso vamos a conseguir que alguien cercano a Putin, nos sirva como fuente de información a través de Twitter o Facebook?
Pues, no, están equivocados. Lo que vamos a conseguir es mucha mierda, mucha gente que no tiene acceso a información importante, que lo que informa no es realmente importante para el gobierno o el ejército. Estamos en un mundo en el que irónicamente, un “influencer” es capaz de dar líneas de trabajo a la CIA y ahora, al parecer, los servicios de inteligencia han caído en manos de “influencers”
Entonces, veamos que paso con el trabajo que hizo la NSA contra el ISIS en Siria e Irak ¿tuvo algún efecto? Ninguno. El ISIS, puede haber perdido el califato físico, pero está creciendo en muchas otras regiones. No hay evidencia que demuestre que el gobierno de Estados Unidos haya logrado algún objetivo. Hemos gastado miles de millones de dólares en “influencia” y todo el mundo nos odia.
¿Tenemos idea que están haciendo las empresas privadas dedicadas al espionaje por Internet?
Hay más de cien contratistas privados en esta área, un porcentaje son pequeñas empresas dedicadas a la construcción de dispositivos, al estilo James Bond, hasta las empresas especializadas en crear identidades o finanzas falsas. Pero, no solo hay pequeñas empresas también hay grandes como General Dynamics, BAE Systems y Lockheed Martin.
Una empresa puede estar involucrada en una pequeña parte de este tinglado, por tanto, mi sensación es que muy pocos conocen el tamaño y alcance de estas “empresas del secreto”. Estamos ante un programa del Pentágono que no ha recibido ningún tipo de supervisión. Hasta donde yo sé, nadie en el Congreso ha tenido una audiencia sobre los “encubrimientos o reducción de firmas”, o la creciente naturaleza clandestina de las operaciones militares.
¿Por lo que sabemos parece haber una increíble sofisticación en las nuevas tecnologías del espionaje?
No estoy seguro de estar de acuerdo contigo. No se sí los medios que utilizan son eficaces. Impedir, por ejemplo, el reconocimiento facial, no requiere un maquillaje al nivel de Hollywood. Esto, pese a que la biometría se ha vuelto cada vez más esencial en el mundo del espionaje.
Cuando la identidad se convierte en una cuestión de registro, es decir, que el gobierno registra tus huellas digitales, tu firma, y tu identidad en las redes sociales, entonces todo este ecosistema es esencial para controlarte.
Muchas personas involucradas con el espionaje estudian la biometría con el propósito encontrar la manera de engañar estos sistemas. Es una historia que se repite. Durante la Guerra Fría las superpotencias se dedicaron a la investigación de la guerra biológica y química, siempre con la justificación de que no podrían derrotar estas armas a menos entendieran la tecnología que hay detrás.
Esto mismo es lo que está pasando ahora. Si un país no se comprende cómo funcionan los datos ¿cómo puede operar dentro de una nación adversaria de manera clandestina? ¿como puede actuar un agente infiltrado cuando los sistemas de reconocimiento facial, lectores de matrículas, cámaras en la calle, están tomando imágenes permanentemente?
¿Esta diciendo que nuestros portaviones, acorazados, bombarderos y tanques, son cada vez más irrelevantes?
Tenemos una visión muy distorsionada por la televisión y Hollywood. En la televisión puedo presionar algunas teclas en el ordenador y sé el nombre de tu perro. En la vida real, aunque tenemos una vigilancia ubicua, la mayoría de estos datos se pierden o no se utilizan.
En este momento, vivimos en un mundo en el que hay mucha más información que gente para procesarla, mirarla o almacenarla. Pero estamos llegando a un punto en el que la inteligencia artificial y el almacenamiento ilimitado harán que esa información sea más aprovechable y útil. Lo estamos consiguiendo.
¿Cuáles son las implicaciones, legales y políticas de la existencia de este programa?
En primer lugar, recordemos para qué sirve. Es una reacción al 11 de septiembre y a la necesidad de operar en lugares remotos. En segundo lugar, creció porque el mundo se transformó de un mundo analógico a un mundo digital.
El programa muestra la escala de la guerra contra el terrorismo. Muestra, también, la transformación del ejército tipo Segunda Guerra Mundial en un nuevo Ejercito basado en la moderna informática. Si bien todavía tenemos acorazados, bombarderos y tanques, cada vez son menos relevantes. Lo que hace el programa de ocultación es una ventana para comprender las transformaciones del ejercito del futuro.
¿Es esto algo que debería preocupar al ciudadano estadounidense?
El ciudadano siempre debe preocuparse por las operaciones secretas del gobierno estadounidense y comprender por qué son secretas. ¿Son simplemente secretos porque estamos protegiendo las fuentes, o son secretos porque hay una burocracia que no quiere ningún tipo de supervisión?
En el caso de la reducción de firmas, antes de mi artículo no había ningún tipo de información, ¿cómo se supone que vamos a supervisar estas actividades?
II
LA INFAME ESCUELA DE ESPÍAS DE LONDRES FORMA A MUCHOS DE LOS PERIODISTAS MÁS FAMOSOS DEL MUNDO
Traducción tarcoteca - Notorious London Spy School Churning Out Many of the World’s Top Journalists - mintpressnews.com 4.6.2021 por Alan Mc Leod @AlanRMacLeod
sábado, 12 de junio de 2021
"El hecho de que el mismo departamento que capacita a los altos cargos funcionariales estatales y agentes de agencias secretas de tres letras (sic) también sea el lugar donde se forma a muchos de los periodistas en los que confiamos para hacer frente a esos cargos y mantenerlos bajo control es seriamente problemático". Global Research
En una investigación previa, MintPress News analizó cómo un departamento universitario concreto, el Departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres DWS-KCL, funcionaba como una escuela de espías. Sus plazas de enseñanza están ocupadas por actuales o antiguos oficiales de la OTAN, de ejércitos y agentes de inteligencia con el fin de producir la nueva generación de espías y oficiales de inteligencia.
Sin embargo, ahora podemos revelar un producto aún más preocupante del departamento: periodistas.
Un desmesurado
número de los reporteros, productores y presentadores más influyentes del
mundo, que son a su vez representantes a muchos de los medios más conocidos y
respetados, incluidos The New York Times, CNN y BBC, aprendieron su oficio
entre las aulas de este departamento, despertando así serias dudas sobre los
vínculos entre el cuarto poder y las fuerzas de seguridad nacional.
Un Departamento de la Seguridad Nacional
Cada vez más, parece, las agencias de inteligencia de todo el mundo están
empezando a apreciar a los agentes con sólida formación académica previa. Un informe de 2009 publicado por la CIA describió lo beneficioso
que era "utilizar las universidades como un medio de entrenamiento de
inteligencia", escribiendo que "la exposición a un entorno académico,
como el Departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres, puede
añadir varios elementos que serían difíciles de proporcionar dentro del sistema
gubernamental".
El documento, escrito por dos miembros del personal del King's College, se
jactaba de que el cuerpo docente del departamento tiene "una amplia y
completa experiencia en inteligencia". No era exageración. Los actuales
profesores del Departamento de Estudios Bélicos [Departement of War
Studies] incluyen al exsecretario general de la OTAN George Robertson, al exministro de Defensa del Reino Unido Malcom Rifkind y a oficiales militares del Reino Unido, Estados
Unidos y otros países de la OTAN.
<<Aprecio
profundamente el trabajo que hacen para formar y educar a nuestros futuros
líderes de seguridad nacional, muchos de los cuales están en esta
audiencia>>, dijo el entonces secretario de Defensa estadounidense (y
exdirector de la CIA) Leon Panetta en un discurso en el departamento en 2013.
El King's College de Londres también admite tener varios contratos en curso con
el estado británico, incluso con el Ministerio de Defensa (MoD), pero se niega
a divulgar los detalles de esos acuerdos.
Conexiones americanas
Aunque es una universidad británica, el King's College se promociona
principalmente a los estudiantes estadounidenses. Actualmente hay 1.265 estadounidenses inscritos, lo que representa aproximadamente el 4% del cuerpo
estudiantil de la universidad.
Muchos graduados del Departamento de Estudios de Guerra llegan a alcanzar posiciones importantes en los principales medios de comunicación estadounidenses.
Andrew Carey, jefe de la oficina de CNN en Jerusalén, por ejemplo, completó allí un master en 2012. La cobertura de Carey sobre el último ataque israelí en Gaza ha presentado al estado del apartheid como "respondiendo" a los ataques con cohetes de Hamas, en lugar de ser el instigador de la violencia. En un documento interno filtrado que Carey envió a su personal el mes pasado en el punto más álgido de loas bombardeos les indicaba que siempre incluyeran el hecho de que el Ministerio de Salud de Gaza es supervisado por Hamas, para que los lectores no empezaran a creerse las bien documentadas cifras de víctimas palestinas provocadas por días de bombardeos.
<<Necesitamos ser transparentes sobre el hecho de que el Ministerio de
Salud de Gaza está dirigido por Hamas. En consecuencia, cuando citemos las
últimas cifras de víctimas y las atribuyamos al Ministerio de Salud de Gaza,
necesitamaremos incluir el hecho de que está manadado por Hamas>>, se lee
en sus instrucciones.
Una vez publicados, sus comentarios provocaron un rechazo considerable. “Esta
es una página directamente sacada del manual de instrucciones de Israel. Sirve para justificar el ataque contra civiles e
instalaciones médicas”, comentó Dena Takruri, principal presentadora y
productora de Al-Jazeera [a su vez cadena heredera de la BBC] .
El New York Times, el periódico más influyente de los Estados Unidos [propiedad de Jeff Bezos, Dueño de Amazon], también ha puesto en nómina a ex alumnos del Departamento de Estudios de Guerra. Christiaan Triebert (M.A., 2016), por ejemplo, es periodista en su equipo de investigaciones visuales. Incluso se le fabricó un premio Pulitzer cuando aún era alumno por su trabajo "Revelaciones sobre Rusia y las acciones agresivas de Vladimir Putin en países incluyendo Siria y Europa".
Contratar a estudiantes de la escuela de espías para atacar a
Rusia parece ser una táctica común del Times, ya que también empleó a Lincoln
Pigman entre 2016 y 2018 en su oficina de Moscú [especializado en
propaganda anti rusa pro-Navalny]. Josh Smith,
principal corresponsal de la influyente agencia de noticias Reuters y ex
corresponsal en Afganistán, también se graduó del departamento en
cuestión, al igual que Daniel Ford
de The Wall Street Journal.
Sin embargo, podría decirse que la figura mediática más influyente de la
universidad es Ruaridh Arrow. Arrow ha sido productor en muchos de los canales de
noticias más grandes del Reino Unido, incluidos Channel 4, Sky News y la BBC,
donde fue editor de servicio mundial y productor senior en Newsnight, el
programa político insignia de la cadena. En 2019, Arrow dejó la BBC para
convertirse en productor ejecutivo de NBC News. [en la foto Ruaridh Arrow
presentando un film en el Flash Festival sobre Gene Sharp, agente de la CIA].
La invasión británica
Como era de esperar para una universidad con sede en Londres, el principal
destino laboral/operativo de los graduados del Departamento de Estudios de
Guerra es el Reino Unido. De hecho, la BBC, la poderosa emisora estatal del
país, está llena de alumnos del Departamento de Estudios de Guerra. Arif
Ansari, jefe de noticias de la BBC Asian Network, hizo un master en el
análisis de la Guerra Civil Siria en 2017 y pronto fue seleccionado para un programa de
desarrollo de liderazgo, lo que lo colocó directamente a cargo de un equipo de
25 periodistas que se decidan a colocar noticias principalmente orientadas a
las sustanciales comunidades de Oriente Medio y el sur de Asia instaladas en
Gran Bretaña [recordar que incluso hoy día permanecen artificialmente
segregadas].
Muchos empleados de la BBC comienzan a estudiar en el King's College años
después de que sus carreras ya hayan despegado y redirigen su vida profesional
con la búsqueda de nuevas calificaciones. Ahmed Zaki, importante periodista de
radiodifusión de BBC Global News, realizó su master seis años después de
comenzar en la BBC.
Mientras tanto, Ian MacWilliam, quien pasó diez años en BBC World Service, la
emisora oficial de noticias del país para todo el mundo, especializada en
regiones sensibles como Rusia, Afganistán y Asia Central, decidió estudiar en
el King's más de 30 años después de obtener su primer título.
Otro alumno influyente de Estudios de la Guerra en el Servicio Mundial es Aliaume
Leroy, productor del programa Africa Eye.
La famosa presentadora de BBC News, Sophie Long, también se graduó en el infame departamento y trabajó para Reuters e ITN antes de unirse a la emisora estatal.
“Es un secreto a voces que el Departamento de Estudios de Guerra del King's
College de Londres opera como la escuela de graduado para los securócratas
angloamericanos. Así que no es sorpresa que los graduados de sus diversos
cursos militares y de inteligencia también entren en un mundo de periodismo
corporativo, que existe solo para lavar los mensajes de estas mismas
agencias de 'seguridad'”, declaró Matt Kennard, periodista de investigación de Declassified UK que
anteriormente expuso las
conexiones de la universidad con el estado británico, a MintPress. “Sin embargo, es un
peligro real y presente para la democracia. El imprimatur de la universidad le
da al departamento una pátina de independencia mientras trabaja, en
realidad, como el brazo no oficial del Ministerio de Defensa del Reino Unido",
agregó.
El Departamento de Estudios de Guerra también capacita a muchos periodistas y
comentaristas internacionales, entre ellos Nicholas Stuart del Canberra Times (Australia);
La escritora paquistaní Ayesha Siddiqa, cuyo trabajo se puede encontrar en The New York Times, Al-Jazeera, The Hindu y muchos otros medios;
y la escritora
israelí Neri Zilber, colaborador habitual de The Daily Beast, The
Guardian, Foreign Policy y Politico.
¿De que va todo esto?
¿Por qué hay tantas figuras influyentes de nuestros medios de comunicación
alumbradas por un departamento bien conocido por
sus conexiones con el poder estatal,
por su cuerpo docente de militares en activo o ex oficiales del gobierno y por
producir espías y operativos para varias agencias de tres letras? El objetivo no es alegar que estos periodistas
tienen credenciales de agentes secretos: no lo son. Más bien, es para
resaltar los vínculos alarmantemente estrechos entre las fuerzas de Seguridad
Nacional y el cuarto poder, aquel en el que confiamos que controle a las
primeras y las haga responsables de sus actos.
Es mucho más probable que los periodistas formados en este tipo de entorno vean
el mundo de la misma manera que sus profesores. Y es posible que sean menos
proclives a desafiaran el poder estatal cuando los funcionarios a los que están
escudriñando son sus compañeros de clase o maestros.
Este tipo de preguntas abundan cuando existe tal fenómeno: ¿Por qué tantos
periodistas eligen estudiar en este departamento en particular del KCL, y por
qué tantos continúan siendo tan influyentes? ¿Están siendo examinados por las
agencias de seguridad, con o sin su conocimiento? ¿Qué tan independientes son?
¿Se limitarán a repetir los argumentarios de los estados británico y
estadounidense, como hacen las publicaciones del Departamento de Estudios de
Guerra?
Selección de candidatos, exclusión de perfiles
Sobre la cuestión de la selección y veto de candidatos, la BBC admitió en "The Vetting Files" que, al menos hasta la década de 1990, conspiró con la agencia de espionaje nacional MI5 para asegurarse de que las personas con inclinaciones izquierdistas y/o pacifistas, u opiniones críticas con la política exterior y el imperio británicos fueran secretamente bloqueadas para no ser contratadas. Cuando se le preguntó si esta política aún está en curso, la emisora se negó a comentar, citando "problemas de seguridad"; una respuesta que es poco probable que tranquilice a los escépticos.
"Si bien me
parece muy interesante que una sola institución académica pueda desempeñar un
papel tan importante en el reclutamiento de activistas intelectuales a favor
del sistema y la entrega de los mismos a los medios de comunicación, no es tan
sorprendente", dijo a MintPress Oliver Boyd-Barrett, profesor Emérito de
la Escuela de Medios y Comunicación de Bowling Green State y experto en
colusión entre el gobierno y los medios, y agregó: "Las
instituciones de élite en el pasado y sin duda todavía hoy han sido importantes
campos de juego para los servicios de inteligencia. La historia del Estado-nación
moderno en general, no solo los EEUU, parece sugerir que la unidad nacional, y
por lo tanto la seguridad de la élite, es considerada por las élites como
alcanzable solo mediante una gestión cuidadosa y, a menudo, la supresión o
desviación de la disidencia. Por lo general, se dedican muchos más recursos a
ésto de lo que muchos ciudadanos, habituados a la propaganda de la democracia,
se dan cuenta o creen saber".
Los chicos de Bellingcat
Si bien los catalogados anteriormente como periodistas no son espías per se,
algunas otras figuras del Departamento de Estudios de Guerra que trabajan como
periodistas podrían posiblemente describirse como tales, en particular los que
rodean al influyente y cada vez más presente sitio web de investigación Bellingcat [sitio que se vende como colectivo de
contrainformación pero se trata de una agencia modelo de desinformación,
conspiranoia y fake news].
Cameron Colquhoun, por ejemplo, pasó casi una década en el GCHQ, la versión británica de la NSA, donde era analista
adjunto dirigiendo operaciones cibernéticas y antiterroristas. Tiene títulos de
King's College London y del Departamento de Estado. Estos antecedentes no se
revelan en su perfil público en Bellingcat, que simplemente lo describe como el
director gerente de una empresa
de inteligencia privada que
"realiza investigaciones éticas" para clientes de todo el mundo.
El investigador principal de Bellingcat, Nick Waters, pasó cuatro años como oficial en el ejército británico, incluida una gira por Afganistán, donde promovió los
objetivos del estado británico en la región. Posteriormente se incorporó al
Departamento de Estudios de Guerra y a Bellingcat.
Durante mucho tiempo, el fundador de Bellingcat, Eliot Higgings, menospreció las acusaciones de que su organización estuviera financiada por el
National Endowment for Democracy NED del gobierno de EEUU, una organización tapadera de la CIA, calificándolo como una ridícula
"conspiración". Sin embargo, en 2017, admitió que todo era cierto. Un año después, Higgins se incorporó al Departamento
de Estudios de Guerra como investigador asociado visitante. Entre 2016 y 2019
también fue miembro adjunto del Atlantic
Council, el cerebro detrás de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
<<Bellingcat
ha recibido dinero de lo siguiente:
OSF
Meedan
NED
Google
Adessium
Crowfounding
- Eliot Higgins (@EliotHiggins) 6 de febrero de 2017>>
Higgins parece
haber utilizado el departamento de la universidad como campo de reclutamiento,
encargando a otros graduados de Estudios de Guerra, como Jacob Beeders y
los ya mencionados Christiaan Triebert y Aliaume Leroy, que
escribieran para su sitio.
Bellingcat es muy respetado por la CIA. "No quiero ser demasiado
dramático, pero amamos a Bellingcat", dijo Marc Polymeropoulos, ex subjefe de operaciones de la agencia para Europa
y Eurasia. Otros oficiales explicaron que Bellingcat podía usarse para
subcontratar y legitimar los argumentarios anti-Rusos. “El mayor valor de
Bellingcat es que luego podemos ir a los rusos y decirles 'ahí tienes' [cuando
pidan pruebas]”, agregó el exjefe de estación de la CIA Daniel Hoffman.
Bellingcaught
Una investigación de MintPress de abril 2021 exploró cómo actúa Bellingcat para
blanquear los argumentos sobre las fuerzas de la Seguridad Nacional en la
opinión pública con el pretexto de ser periodistas de investigación neutrales.
Documentos recientemente filtrados a thegrayzone.com en 2021 muestran cómo Bellingcat, Reuters y la BBC
cooperaban de manera encubierta con el Ministerio de Relaciones Exteriores y de
la Commonwealth (FCO) del Reino Unido para socavar el Kremlin y promover
un cambio de régimen en Moscú. Esto incluyía la formación de
periodistas y la promoción de medios de comunicación explícitamente
antirrusos en Europa del Este. Desafortunadamente, señaló el FCO en un artículo, Bellingcat había sido "de alguna forma desacreditado",
ya que constantemente difundía desinformación y estaba dispuesto a fabricar
informes para cualquiera con dinero.
Sin embargo, una nueva propuesta del Parlamento Europeo publicada el mes pasado [fechada en junio 2018]
recomienda contratar a Bellingcat para ayudar a generar informes que sienten
las bases para sancionar a Rusia, para expulsarla de los organismos
internacionales y para "ayudar a la transformación de Rusia en una
democracia". En otras palabras, derrocar al gobierno de Vladimir Putin.
King's College, un nexo académico periodístico con el Ejército
El Departamento de Estudios de Guerra también forma parte de este grupo
pro-OTAN y anti-Rusia. Además de contar con soldados, espías y funcionarios
gubernamentales, publica informes influyentes que asesoran a los gobiernos
occidentales sobre política exterior y de defensa.
Por ejemplo, un
artículo titulado "La futura dirección estratégica
de la OTAN" advierte que los
estados miembros deben aumentar sus presupuestos militares y permitir que las
armas nucleares estadounidenses se almacenen en sus países, "compartiendo
así la carga". También recomendó que la OTAN debe redoblar su compromiso
de oponerse a Rusia al tiempo que advierte que necesita formar urgentemente una
"política coherente" sobre la amenaza china.
Otros artículo de Estudios de Guerra [Armizando
Noticias RT, Sputnik y la desinformación dirigida] afirman que Rusia está llevando a cabo una
"guerra de información y psicología" a través de sus canales
estatales RT y Sputnik, y aconsejan que Occidente debe utilizar sus medios
técnicos para evitar que sus ciudadanos consuman esta propaganda extranjera.
Los académicos del King's College de Londres también han demostrado ser cruciales
para mantener encarcelado al editor disidente Julian Assange. Nigel
blackwood un psiquiatra que trabajó con el departamento de Estudios de
Guerra testificó ante el tribunal que el australiano solo sufría una depresión
"moderada", que su riesgo de suicidio era "manejable", y
concluyó que extraditarlo a los Estados Unidos "no sería injusto".
Como descubrió la investigación de Matt Kennard, el Ministerio de Defensa del Reino Unido había
proporcionado £ 2,2 millones ($ 3,1 millones) en fondos al instituto donde
trabajaba [King College] aunque el psiquiatra en cuestión afirmaba que su
trabajo no era financiado directamente por el Ministerio de Defensa.
El King's College London mercadea con el departamento de Estudios de Guerra
dirigiendose tanto a graduados como a estudiantes universitarios como un
trampolín hacia una carrera en periodismo. En su sección de "perspectivas
de carrera" para su curso de master en estudios de guerra, le dice a los estudiantes interesados que "los graduados pasan a
trabajar para ONGs, el FCOs, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de
Interior, la OTAN, la ONU o que complementan carreras de periodismo, finanzas,
catedráticos, los servicios diplomáticos, las fuerzas armadas y más".
Asimismo, se les vende a los estudiantes universitarios que:
<<Obtendrá una profunda y sofisticada comprensión de la guerra y las
relaciones internacionales, como temas dignos de estudio y como preparación
intelectual para una gama más amplia posible de opciones profesionales,
incluido en el gobierno, el periodismo, investigación y organizaciones
humanitarias e internacionales.
Cursos como “Nuevas guerras, nuevos medios, nuevo periodismo” fusionan periodismo
e inteligencia y son supervisados por académicos de Estudios de Guerra.
Quizás no sea sorprendente que el departamento haya enseñado a muchos políticos
influyentes, incluidos jefes de estado extranjeros y miembros del parlamento
británico. Pero al menos existe una superposición considerable entre los campos
de la política de defensa y la política. El hecho de
que el mismo departamento que capacita a los altos funcionarios estatales y
agentes de agencias secretas de tres letras es también el lugar que produce a
muchos de los periodistas en los que confiamos para enfrentar a esos
funcionarios y mantenerlos bajo control es seriamente problemático.
Un respeto malsano a la autoridad
Desafortunadamente, en lugar de desafiar el poder, muchos medios de
comunicación modernos amplifican su mensaje acríticamente. Los funcionarios
estatales y los oficiales de inteligencia se encuentran entre las fuentes menos
confiables, periodísticamente hablando. Sin embargo, muchas de las historias
más importantes de los últimos años se han basado únicamente en rumores de funcionarios que ni siquiera pondrían sus nombres en sus
afirmaciones.
El nivel de credulidad que tienen los periodistas modernos para con los
poderosos fue resumido por la ex corresponsal de la Casa Blanca de CNN,
Michelle Kosinski, quien el mes pasado declaró que:
<<Como periodista estadounidense, nunca esperas que:
1- tu propio gobierno te mienta, repetidamente
2- tu propio gobierno oculte información que el público tiene derecho a saber
3- tu propio gobierno te espie tus comunicaciones>>
Desafortunadamente, la credulidad se extiende a la colaboración absoluta
con la inteligencia en algunos casos. Los correos electrónicos filtrados muestran que el reportero de seguridad nacional de
Los Angeles Times, Ken Dilanian, envió sus artículos directamente a la CIA
para que los editaran antes de su publicación. Sin embargo, lejos de dañar su
carrera, Dilanian es ahora corresponsal que cubre temas de seguridad nacional
para NBC News.
Boyd-Barrett dijo que los gobiernos dependen de “la asistencia de medios
dominantes penetrados, coludidos y dóciles que últimamente - y en el contexto
de una confusión masiva sobre las campañas de desinformación en Internet,
reales y supuestas - parecen ser guardianes cada vez más problemáticos del
derecho público saber."
DWS-KCL asociado a
las Redes sociales
En los últimos años, las fuerzas de Seguridad Nacional también han aumentado su
influencia sobre los gigantes de las redes sociales.
En 2018, Facebook y el Atlantic Council firmaron una asociación mediante la cual el gigante de Silicon Valley subcontrató parcialmente el curado de los canales de noticias de sus 2.800 millones de usuarios al Council's Digital Forensics Research Lab, supuestamente para ayudar a detener la propagación de noticias falsas online. El resultado, sin embargo, ha sido la promoción en los SEO de medios corporativos "confiables" según ellos como Fox News y CNN y la penalización de fuentes independientes y alternativas, que han visto cómo su tráfico disminuyó vertiginosamente.
A principios de este año, Facebook también contrató a Ben Nimmo, ex oficial de prensa de la OTAN y actual miembro principal del Atlantic Council, para que fuera su jefe de inteligencia.
La Directora de
Políticas de Reddit Jessica Ashooh también es un ex funcionario del Atlantic Council.
Mientras tanto, en 2019, un alto ejecutivo de Twitterpara el Medio Oriente Gordon McMillan fue desenmascarado como oficial en servicio
activo en la 77a Brigada del Ejército Británico [Brigada Digital], su unidad dedicada a operaciones psicológicas y
guerra online. Lo más notable de este hecho fue la casi total falta de atención
que recibió de la prensa convencional. Llegando en un momento en que la
interferencia extranjera en internet era quizás la historia número uno que
dominaba el ciclo de noticias, solo un medio importante, Newsweek, lo mencionó de pasada. Además, el reportero que cubrió la historia
"dejó" su trabajo pocas semanas después, aludiendo a una sofocante censura de arriba
hacia abajo y una cultura de
deferencia con los intereses de seguridad nacional.
El propósito de este artículo no es acusar a ninguno de los mencionados de ser
ramas de agencias de inteligencia (aunque al menos una persona trabajó
oficialmente como agente de inteligencia). El proposito es más bien resaltar
que ahora tenemos un panorama mediático en el que muchos de los periodistas
más influyentes de Occidente están siendo capacitados exactamente por las
mismas personas en el mismo departamento que la próxima generación de agentes
de Seguridad Sacional.
Difícilmente es una buena apariencia para una democracia abierta y saludable que
tantos espías, funcionarios gubernamentales y periodistas en quienes se confía
para que rindan cuentas en nuestro nombre estén siendo disparados por el mismo
cañón. Aprender uno al lado del otro ha ayudado a crear una situación en la que
el cuarto poder se ha vuelto abrumadoramente deferente con el llamado estado
profundo, donde las palabras de los funcionarios anónimos se toman como un
evangelio. El Departamento de Estudios de Guerra es solo una parte de este
fenómeno más amplio.
Fuente: https://tarcoteca.blogspot.com/2021/06/la-celebre-escuela-de-espias-de-londres.html?m=1
No hay comentarios:
Publicar un comentario