Como peruanos y como patriotas, creemos que ha llegado el momento de tomar decisiones, creemos que ha llegado el momento de decir las cosas como son.
En los últimos tiempos, nuestra mirada desde afuera, nos ha permitido ver con mayor claridad como dos tendencias se pelean por el botín, no por hacer un país mejor, no por querer construir una gran nación para todos, no por el progreso ni por el desarrollo. Si no, por el control del poder e imponer en la agenda nacional los caprichos de los mandamases de las organizaciones que en cada periodo tienen cuota de gobierno y buscan además, cumplir con la voluntad de aquellos que desde la sombra los digitan.
Por un lado, la vieja y rancia derecha ha gobernado nuestro país por 200 años y más. El modelo económico que tanto defienden se ha impuesto por décadas y hoy, ¿dónde nos encontramos? las respuestas podemos buscar y encontrarlo cada uno de nosotros, solo debemos recorrer las calles y mirar bien, en aquellos lugares modernos y opulentos, pero también en la periferia, en los asentamientos humanos y en las zonas rurales de todo el país. Ahí, encontraremos las respuestas.
Por su lado, la vieja izquierda desfasada, trasnochada y los oportunistas, no han sido tampoco una opción. La ilusión nos ha conducido al vacío, a una crisis o al empoderamiento de las autocracias. En términos concretos, nunca han estado a la altura de las circunstancias, sus líderes no han buscado construir nada, sino miremos que nos han heredado. En muchos casos, solo basta ver lo que hacen y oír lo que dicen. El esquema cerrado de su formación no les ha permitido ver más allá de sus mezquindades y hoy vemos lo que nos ofrecen como alternativa. ¿entonces que nos queda? bueno, nos queda la posibilidad de seguir sobreviviendo, nos queda la posibilidad de arrimarnos a algún poder de turno, cual Felipillo agarrar, aunque sea el hueso y mover la cola a quienes desde el gobierno tienen decisión, nos queda la posibilidad de la resignación y la aceptación de que la vida es así y no podemos nadar contracorriente, o nos queda la dignidad, la posibilidad de seguir luchando, de seguir bregando, de seguir construyendo esperanza. Porque la esperanza se construye, con esfuerzo, con acción, con organización, con decisión, con preparación, con desprendimiento…
Si tuviéramos una clase política verdadera, con partidos que se preparen, se organicen y se encarguen de formar cuadros técnicos y políticos, competentes para gobernar, con visión, con nivel de estadistas, entonces sus prerrogativas no tendrían razones ni justificaciones para ser cuestionadas.
Finalmente, quienes creemos en el Perú y sus posibilidades, tenemos la tarea impostergable de seguir construyendo y consolidando aquella idea de un Perú mejor.
Les instamos a seguir bregando hermanos, a seguir articulando ideas, fuerza, para confrontar a aquellos que no quieren el cambio y por el contrario buscan mantener el estado de las cosas.
Al señor profesor Castillo hoy presidente del Perú, a los representantes del oficialismo y a quienes se dicen oposición les decimos, trabajen. Dejen sus mezquindades a un lado, por lo menos háganlo por ese tercio que creyó en sus promesas y les dieron su voto moral y tangible en la segunda vuelta. Nosotros los que no somos parte de sus incondicionales, de sus cuadrillas, de sus planes oscuros e inciertos, estamos y estaremos vigilantes. Deben esperar de nosotros la crítica más severa si siguen con sus necedades y sus torpezas. Señor Castillo, usted ya no es un dirigente o un candidato, hoy usted es el presidente, hoy usted conduce ese coche llamado Perú en el cual vamos todos. Además, señor presidente, debe usted saber que hoy la realidad le ofrece tres opciones: quebrarse y seguir la línea trazada desde hace varias décadas por los que hoy lo quieren fuera, seguir los lineamientos de PL y del señor Cerrón quien poco o nada hizo por construir un verdadero partido o hacer lo que un verdadero estadista haría. Como se diría en el argot deportivo, señor Castillo presidente del Perú, la pelota está en sus manos, hoy usted decide qué futuro intentaremos construir.
Tacna, 08/08/2021
EMILIO CERVANTES
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