sábado, 22 de enero de 2022

LA ERRADA IDEA DE AVANCE SOCIAL Y LA TOLERANCIA

 


Kevin H. Montoya Cruces

Introducción

Es cierto que el tiempo avanza y no se detiene, usualmente nos referimos a la anterior frase con mucha nostalgia o cansancio, como si al avanzar el tiempo no encontrásemos esa felicidad plena o aquella paz en el ser humano. Esa es una de las razones por la cual algunos intelectuales se ocuparon de pensar la existencia del ser humano y cómo puede la vida ser vivida de la mejor manera. Por otro lado, creemos también que todo tiempo futuro es bueno, pero, cada vez que lo hacemos, siempre negamos el pasado y tratamos de comparar realidades, para que, de esa manera, se pueda resaltar los avances de la sociedad en la cual estamos.

Podemos comparar los avances tecnológicos, es seguro que hemos avanzado bastante, lo mismo sucede con la ciencia en todos sus campos, hemos dado grandes saltos de investigaciones favorables, es muy provechoso para nosotros poder gozar de estos avances y descubrimientos, mas, cuando hablamos de nuestra vida o nuestra convivencia social, de repente nos acongojamos y optamos por pensar detalladamente con esa tristeza que se huele en el viento y esa realidad que nos golpea la cara.

Cuestionando el “avance social”

Al parecer no hemos tenido muchos avances en nuestra convivencia social, de tener una primera realidad en donde gobernaba el más fuerte (refiriéndonos a las primeras tribus humanas) a tener otra realidad donde gobiernan los más poderosos capitales, vivimos gobernados por ellos, sometidos dentro de una caverna con los ojos vendados y mirando sombras como Platón nos contaba en su alegoría.

Hemos pasado por varios estilos de convivencia humana, entre ellas podemos nombrar las monarquías, aristocracias, tiranías, oligarquías, hasta llegar a la hoy conocida democracia, pero de todas maneras existe ese gobierno del más fuerte, en todas las formas conocidas hay un grupo que se encarga de mantener el poder y someter a los relegados, es por eso que aún existe ese malestar en el pueblo, porque no se siente libre, no se siente representado, mucho menos ayudado, avanza el tiempo pero la convivencia sigue siendo la misma.

Muy pocas son las comunidades que viven en armonía con sus gentes y para con su entorno, cuando hablamos de sociedad no solo nos referimos a las personas, sino a todo el sistema que la conforma, porque para poder vivir en una constante ataraxia entendida de forma epicúrea, es decir: la imperturbabilidad, tenemos que vivir en comunidad con los seres humanos, animales y toda la naturaleza.

Uno de los aspectos más peligrosos en la sociedad es aquel que se identifica con el pueblo, pero no hace nada por cambiar la realidad o ayudar al avance y mejora de ella; es necesario que el pueblo se eduque para arrancar la venda que no nos permite ver más allá de las pantallas, levantarse y combatir el adormecimiento que por siglos nos ha mantenido en el letargo.

El ser humano no es el mismo ni el causante de todas las desgracias de nuestra realidad, sin embargo, cuando hay malestares en nuestro territorio, se suele pronunciar a una sola voz y generalizando: “los humanos son los causantes de todos los problemas”; pero cuando hay algunas participaciones productivas se sectoriza y se señala solo a un grupo de gente. Por eso, tenemos que hablar fuerte y claro: “no todos los hombres tenemos ese desprecio por la sociedad y entorno, no todos somos amantes de almacenar riquezas, no todos vivimos tranquilos sabiendo que existen hermanos que sufren día a día, hay personas que luchamos por una mejor convivencia, que vivimos en una constante tolerancia y también en un profundo sentimiento de rechazo por parte de los gobernantes”.

La tolerancia

Es muy interesante hablar de la tolerancia, John Locke (2008) le dedicó un productivo tiempo. Habló de ella en el siglo XVII, en el que ocurrían diversas complicaciones en Inglaterra. Locke escribe Cartas sobre la tolerancia teniendo como prioridad la diferenciación del Estado y la iglesia, con los asuntos políticos, también la tolerancia que deberían tener los ciudadanos con las religiones. Me es un poco intrigante que aquella obra de siglos atrás se vea tan presente en la realidad que tenemos, porque vemos que existe un Estado que en teoría se desliga de la religión pero que en la práctica la tiene muy presente en sus decisiones, también una religión que se identifica con el pueblo, pero vive entre lujos y come los mejores manjares, entonces de qué avances en la sociedad estamos hablando, como lo vuelvo a recalcar, solo cambiamos de vestimenta pero sigue siendo el mismo cuerpo.

Conclusión

Cada vez tenemos más leyes, más normas, pero de qué nos sirven si los que las proponen y ejecutan son los mismos avaros de poder, aquellos que poseen grandes cantidades de propiedades, por ende, dinero; aquellos que poseen tanto que se creen en el derecho de hacer y deshacer con la sociedad como mejor les parezca.

¿Cómo seguir tolerando tantas irregularidades? Mientras que los avances en la humanidad no se den de manera equitativa, tendremos grandes innovaciones tecnológicas y extravagantes descubrimientos científicos, pero seguiremos adoleciendo de una sociedad plegada de injusticias y esconderemos la mirada con la cabeza gacha cuando nos pregunten por la mejora de nuestra convivencia social.

Referencia bibliográfica

Locke John (2008). Carta sobre la tolerancia. Tecnos.

 

Fuente: https://barropensativocei.com/2021/11/26/la-errada-idea-de-avance-social-y-la-tolerancia/

 

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